martes, 31 de diciembre de 2013

Ritos y puentes

Hoy he cumplido con un ritual de Nochevieja. Bueno, lo he hecho hoy por tercera vez, pero los ritos son aquéllos que nosotros decidimos que lo sean, porque ese mismo día cada año nos apetece hacer lo mismo. Me he ido al mercado más bonito de Hamburgo, el Isemarkt, que tiene lugar los martes y los viernes entre dos paradas de metro, bajo el puente, y que es una delicicia para todos los sentidos. Estaba lleno, pese que en Nochevieja faltan puestos, pero no clientes. En Alemania sabes en cualquier mercado la fecha en la que estamos con mirar lo que venden. Hoy había Berliner por todas partes, esos bollos tipo donuts rellenos de mermelada roja que se venden todo el año, pero en Nochevieja rebosan fantasía y color: ahora los hay rellenos de Baileys, licor de huevo, todo tipo de compotas, o les ponen azúcar de colores por encima o grageas de chocolate. Es día de raclettes y cenas con montones de apertivos, ahumados y miles de ideas más. 

Otro rito es que las últimas Nocheviejas sean soleadas, y la verdad es que se agradece. Hoy ha hecho un día que parecía sacado de una postal de Nochevieja, con un cielo azul que daba gusto verlo, tras un mes de lo más gris. A mi me parece en cuanto empieza el nuevo año que los días ganan en color, tras los oscurísimos noviembre y diciembre. Cambia la percepción, aunque no la realidad, pues ésa, hasta finales de enero, con días algo más largos, no comenzará a notarse.

Cierro otro año más de blog, que no ha sido de mis más prolíficos, aunque nunca he pretendido que este blog sea cosa de la cantidad de entradas. Me falta el tiempo, y a veces las ganas de descanso le pueden a las múltiples ideas, que terminan por quedarse en mi cabeza y no por salir, como hacían más antes. Ha sido un año de cambios e hitos importantes, uno que recordaré siempre. La vida da tantas vueltas que cuando empieza un año no sabes cómo vas a estar a finales del mismo. La Nochevieja pasada yo no sabía que iba a terminar viviendo al lado de un puente, curiosa coincidencia, y hoy, cuando iba al mercado lo miré contenta. Podría haber sido mucho peor... 

lunes, 30 de diciembre de 2013

El recuento

Deberían hacerlo con todos nosotros a finales de año. Contarnos, mirarnos bien, medirnos, pesarnos, hacernos pruebas y ver si todo si nuestras destrezas son las mismas, ver si seguimos con el mismo ánimo que justo hace un año en las pruebas anteriores, si seguimos con la misma pareja, o si los que no tenían la tienen, o hijos, si mantenemos el trabajo, algo grande hoy día, y todo los parámetros que se nos ocurran.

Algo así es lo que han hecho en el zoo de Hamburgo, como cada año: un inventario de los animales que viven el él. La tortuga ha engordado 400 g en un año, y sin que le crezca el caparazón, es decir, solo las carnes... Y han descubierto por qué: roba comida de sus compañeros de cautiverio. Con las 13.400 especies que hay en el zoo, a saber lo que han descubierto. Al parecer, entre otras cosas, que algunas especies no se entienden como pensaban, que ha habido fallos de construcción en las zonas donde viven, y ven si las dietas que les pusieron a algunos, han surtido efecto. Un tipo de cocodrilo pequeño ha perdido el michelín que tenía y puede comer normal; le compensaron ahí mismo con una ración doble de comida (¿acaso no hacemos los humanos lo mismo?). Y se han multiplicado los caballitos de mar, y los peces tipo Nemo. Además, en el acuario de tiburones está todo en paz: las caballas siguen vivitas y coleando y no falta ninguna, lo que implica que se entienden con los tiburones...

Yo no sé cómo lo verán ustedes, pero si yo paso por la báscula, se notan las Navidades; pero también se notaban hace un año... Por suerte no nos han engullido, y ahí seguimos, y la mayoría no nos comemos las provisiones de los demás, aunque en las jerarquías del poder, ya se sabe. Algunos se han multiplicado y otros han reducido compañías. Y como a muchos de los animales, nos tienen que dar un pez o trozo de carne extra, para dejarnos observar con lupa. Pero lo hemos hecho y ahí seguimos todos, y al año que viene pasaremos lista para que no falte ni uno, ¿de acuerdo?

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Historias de Navidad

En estas tierras del norte de Europa con la Navidad desvinculada para la mayoría de asuntos religiosos, el protagonista de la misma es el árbol. 25 millones de árboles compran los alemanes cada año, he leído antes. La mayoría son de producción nacional, pero hace falta importar también y se les compra a los daneses. Los alemanes producen más que ellos, pero sin embargo los daneses son los reyes de la exportación de abetos. Hay dos tipos, los que pinchan y los que no pinchan. Yo tuve hace unas Navidades uno precioso, con in color grisáceo muy bonito, pero no había quién se arrimase de lo que pinchaba, un Fichte, una picea se llama en español, dice Wikipedia. Mis hijas no tocaron esas Navidades ningún ornamento, y colgárselos al árbol nos dejó todas perforadas casi. Por eso la mayoría, casi un 80%, pone el Nordmanntanne, abeto del Cáucaso, dice Wikipedia (curioso que me sé hasta yo los nombres en alemán y en español no idea). La costumbre alemana dice que hasta el día 24 no se pone, y efectivamente ayer vi un montón de gente portando su árbol. También quedaban demasiados sin vender, y me tranquiliza saber que se aprovechan también los usados, aunque a veces sospecho, pot la cantidad que es.

Hará unos 8 años tuve un percance con mi árbol. Un estruendo en el comedor me pegó tal susto que tardé en reaccionar. Se volcó el ábol con toda su decoración y se rompieron cantidad de bolas y adornos. Me llevé un disgusto tremendo pues la decoración del árbol se ha ido acumulando con el paso de los años, y a los adornos les voy cogiendo cariño. Perdí muchas cosas de golpe y desde entonces, todas las Navidades me da miedo que se caiga el árbol.

Cada Navidad tiene su anécdota. Todos los que tenemos hijos recordamos muy bien cuándo se enteraron de que los Reyes o Papá Noel son los padres. Mi hija mayor me contó hace poco que cuando entró en su época "agnóstica" hubo algo que le hizo dudar. Se pedía una Barbie modelo Lago de los Cisnes. Estaba agotada por todas partes, incluso descatalogada. Su padre se apañó para comprar una a través de ebay. Y ahora cuenta entre risas que cuando vio la barbie volvió a creer... por un tiempo, claro, pero es lo que tiene la magia de la Navidad, que nos engaña a todos.

Nochebuena

Pasó otra más. Nochebuena es ese día del año que cuando estás en él, parece que no existe. Es un día que está y no está. Preparas horas y horas algo que pasa luego en un suspiro. Este año ha sido sin embargo mi mejor Nochebuena en años. La más sincera. Cuánta gente pasa la noche más familiar del año, soportando a parientes con los que no se lleva nada bien, y haciendo un año más paripé. En  Alemania, con esto de que en Nochebuena se dan los regalos, parece olvidarse el resto, pero ocurre igual, pues el tema familiar es humano e internacional, y si encima tienes que regalar, tela a veces...

Ayer el centro de Hamburgo estaba lleno de gente que arrollaba a los otros portando montones de bolsas y que eran capaces de matar por el camino en busca de más. A mi hija casi la tiran un par de veces. Y hoy el mercado y el supermercado estaban igual. Como todos los años. Y el corderito ha pasado por el horno, como todos los años, ya que no hay alternativas posibles, pues una Nochebuena vive de que se coma y se haga siempre lo mismo. 

Me llama la atención que estos días estén sacando tanto los medios de comunicación el regreso de muchos españoles que están fuera por Navidad, con imágenes de llegadas en el aeropuerto. Con todos mis respetos a los que van y vienen y echan de menos a sus familias, eso no es nada nuevo. Sí lo es que tantísimos se hayan ido sin querer hacerlo, como en los años 50 y 60. También recuerdo que hay muchos que no pueden regresar a casa por Navidad, sea por no poder pagar el billete, o porque vivir en el extranjero también arraiga. Que conste que a mí la zona de llegadas del aeropuerto también me emociona, y por motivos obvios, pero también, por mucho que duela lo que se deja atrás, hay vida más allá y por eso tampoco hay que recalcar tanto algo que siempre ha habido, la alegría de las llegadas y la tristeza de las despedidas. 

Justo ahora, mientras escribo esto, estoy viendo por enésima vez "Love actually", una de nuestras favoritas y muy apropiada para la Nochebuena. La película comienza y termina en el aeropuerto de Heathrow, en la terminal de llegadas. O sea que en el 2003 ya se daban esas escenas. y mucho antes también. Me alegro y brindo por todos esos que llegan y pueden estar con los suyos. Pero llegar no es solo en sentido físico. Hay muchas otras formas. Feliz Navidad a todos.o


lunes, 23 de diciembre de 2013

Sin avanzar

Verdaderamente algo está cambiando en España si muchos premiados con la Lotería Nacional de Navidad no quieren salir en televisión. Han salido, lo que nunca, administraciones de lotería a las que no había acudido nadie a celebrar. En realidad muchos han hecho lo que yo hubiera hecho, no estas Navidades sino hace muchas ya. Fuera de España llama mucho la atención ese júbilo tan visible, pues en Alemania nunca se sabe nada de los ganadores en juegos de azar. Yo les explico que la Lotería de Navidad es mucho, pero ahora tendré que decirles que ya no es lo que era antes.

Tampoco que roben a la figura de Baltasar en un belén en Santiago de Compostela. Lo han devuelto con un mensaje contra la política de inmigración. Pero la noticia de la desaparición de la figura, de tamaño considerable, no deja de ser extraña. Más lo es que España vuelva en la ley del aborto a décadas atrás. Rouco aplaude, y eso ya dice todo. Yo sigo espantada de lo que nos/les toca vivir a los españoles. 

Pero en Hamburgo tampoco avanzamos en ciertos temas. He estado fuera unos días y ayer la ciudad vivió una de las jornadas más violentas. En un barrio que a mí me encanta, por diferente, trasgresor, inconformista y variado, hay un teatro que fue ocupado (con k) hace muchos años y que tras varios intentos de convertirlo a la vida normal de la ciudad, lo dejaron por imposible, haciendo de él un centro cultural. A mí reconozco que me gusta, con sus pintadas y estética tan anti-todo. Pues justo ahora, antes de Navidad, había que alterar a la gente, y por querer convertir este sitio en un McDonalds, ayer hubo manifestaciones que acabaron a palos. 

Hamburgo sigue siendo incapaz de solucionar ciertos problemas que a menudo no lo son, y cuando los hay de verdad, miran a otro lado. Pero, éste les sigue gustando especialmente, y de vez en cuando vuelven la la carga y también hay que decir que en esas manifestaciones algunos manifestantes se ponen muy violentos, pues además de que se se aprovecha para defender otros asuntos, van muchos con ganas de bronca. Y la imagen que dan unos y otros, algunos manifestantes y las fuerzas del orden que actúan antes de que ocurra nada ahogando las concentraciones, es penosa. A mí más bien me parece, y sin querer defender en absoluto a los violentos, que el gobierno de la ciudad se aprovecha de la imagen que dan los que provocan de manera vandálica y por desgracia demasiado predecible, pero justamente por eso, para polarizar a la ciudad y tocar la fibra sensible de los que quieren limpiar en ese barrio y poner un McDonalds y lo que haga falta donde no procede en absoluto.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Listas

Aunque no lo parezca, en Alemania llevamos a la fecha que estamos de diciembre mucha Navidad a cuestas. Ya pasaron tres domingos de Adviento con toda la parafernalia que eso implica: corona de Adviento con una vela para cada domingo, galletitas, mercados de Navidad, calendarios de Adviento, fiestas escolares, conciertos... Y hoy llegó el último día de colegio de este año, yo di mi última clase ayer, me tomé el viernes dos vinitos calientes (mi récord en 24 años) en un mercado de Navidad, y hoy hemos puesto el árbol en mi casa, saltándonos todas las normas tradicionales. En Alemania hasta el día 24 no se pone el árbol, pero yo adapto las reglas a mi criterio, porque así no me desbordo, como hace la mayoría, al preparar los tres días de fiesta, que son la Navidad en sí: Nochebuena, Navidad y el segundo día de Navidad, pues aquí son dos. Yo prefiero desbordarme por otras cosas pero no por la Navidad. 

Sigo pensando que nada más absurdo que los ritos, pues si fueran lógicos, en todo el mundo se haría lo mismo. Así que en España tenemos el turrón, y aquí otros dulces muy diferentes; aquí se regala el 24, y en España el día 6; nosotros celebramos la Nochebuena por la noche, como el nombre indica, y aquí por la tarde, para que cunda más. Pero al fin y al cabo la ilusión de los niños es la misma, la alegría por la espera. En Alemania los niños abren día a día del 1 al 24 de diciembre un regalito o chocolate de su calendario de Adviento. Van trabajándose día a día esa espera, y de vez en cuando, mis hijas lamentan que se acerque la Nochebuena, que es cuando en realidad termina todo, aunque comience y reciban los regalos suculentos. Pero no, esas pequeñas cosas cada día les llenan más. El día 12, al pasar el Ecuador de su calendario, se apenaron, porque la ilusión diaria llena más que un atracón en un solo día. Un calendario de Adviento es como la propia vida: de qué nos sirve ser felices un día, si el resto no tenemos ilusión. Es más importante tener alegría a diario que participar en una gran fiesta un solo día. Por eso, disfrutemos de la "alegría por anticipado", die Vorfreude, esa palabra tan alemana de la que escribí una vez. Todavía quedan 6 días de calendario de Adviento, eso es lo importante, y el resto llegará en su momento.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Para salir corriendo

Termina una semana jugosa para el mundo en cuanto a noticias e infamias. Yo he sacudido varias veces la cabeza esta semana al pensar en la panda que gobierna no solo España sino el mundo entero. Entre el funeral de Mandela, que hizo abochornar a cualquiera, con Rajoy feliz de pisar el estadio donde Iniesta marcó el gol famoso, a Obama con el trío que formó para la foto que se hicieron a sí mismos, y la cara de pocos amigos de su mujer y el posterior cambio de sitio...; además el falso intérprete del lenguaje de signos que además ya había pasado por la cárcel...

Y como madrileña no puedo dejar de mencionar la patada en el culo que le ha dado Adelson no a España, sino al Gobierno del PP. No se podían doblegar y aceptar las condiciones, dicen ahora. ¿No eran ellos los mismos que no se imaginaban un Madrid sin Eurovegas? Yo siempre he pensado que estaban negociando con la mafia y jamás me creí ni lo de los puestos de trabajo ni que de ahí fuese a salir nada bueno. ¿Para qué exigía si no Adelson que se liberizase la Ley de Extranjería? ¿Acaso iban a pagar a los españolitos sueldos decentes, ni siquiera viendo el panorama actual, pudiéndose traer mano de obra más barata aún del extranjero? Lo de permitir fumar y saltarse toda la legislación ya chirriaba, pero el resto era peor aún, Exigir además que la Comunidad de Madrid asumiese las pérdidas en caso de no salir adelante el proyecto por venir otros gobiernos que diesen marcha atrás al mismo..., ¿pero cómo iba a permitir la Unión Europea todo esto? Ah, no, el gobierno de Madrid se ha retirado, ¡ja! 

Lo que más me duele por lo mucho que amo a Madrid es que la gobiernen unos ineptos que han llegado ahí de chiripa y que hayan tratado de engañar a la gente vendiendo las Olimpiadas y Eurovegas como el futuro de la ciudad. Cada vez que veo tantas ciudades en Europa que en los últimos años se han reinventado a sí mismas o lo están haciendo, realizando proyectos interesantes, sean de arquitectura o de revitalización de ciertas partes olvidadas, haciendo avanzar a toda la ciudad y su imagen, me pregunto qué se ha hecho en y por Madrid en los últimos años. Madrid Río, vale; hacer subterránea la M 30, vale también, pero dejando a la ciudad en la ruina. Y ya está. Los barrios se deterioran y no hay dinero para nada. Los parques infantiles están cochambrosos en muchas zonas, el centro, salvo la calle Serrano y las calles colindantes está sucio y desaliñado. Por Madrid pasan muchos turistas pero a mí por desgracia me siguen tocando el orgullo comentarios de alemanes que dicen que les gusta más Barcelona que Madrid. ¿Por qué? Pues simplemente, yo creo, porque Barcelona se ha sabido vender mejor. Aunque aseguro que en mi última visita salí espantada del gentío de las Ramblas, donde no me sentí segura, y el olor a orina en el barrio Gótico se hacía en ciertas calles insoportable. Pero Barcelona tiene su "marca", y una imagen propia, aunque odio el tema ese ridículo de la "marca España" y siempre recuerdo el titular del periódico El Mundo Today, que decía algo así como "Niño le pide a su madre unas zapatillas de la Marca España". Los titulares ficticios y satíricos de este periódico me hacen reír tanto que les recomiendo su lectura para ratos de cabreo sobre nuestro país.

Los mismos que se inventaron lo de la Marca España, son los que está definiéndola: corrupción y escándalos, chapucería nacional, una justicia que destituye a los jueces que investigan a los corruptos acusándoles de prevaricación (ahora el juez que investiga el caso Blesa), pero que deja que los que han robado a espuertas sigan sueltos o con condenas con las que ellos mismos encima se ríen (caso Fabra). Garzón y el juez que investigaba a Blesa, ambos prevaricadores, qué casualidad. Lo que ocurre en España no existe en otros países europeos, y la imagen que se está dando es nauseabunda.

A los que no viesen anoche la entrevista a Gran Wyoming en la Sexta les recomiendo que la vean. Yo la pillé cuando estaba empezada, pero propongo a Wyoming como presidente de España. Tras lo de esta semana, y justo ahora recuerdo también la decisión de La Moncloa de no permitir que los periodistas pregunten libremente sino solo los previamente determinados para ello, me siento asqueada y comparto el pánico ante lo que todavía nos queda por vivir, pues ya vemos que se puede ir a peor.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Sin despedidas

La francesa del intercambio en mi casa se fue pero se despidió a la ídem. Lo bueno es que ya nos tenía acostumbradas, noche a noche, a irse a la cama sin decir ni un solo día buenas noches. Las frases dejan de ser meras expresiones huecas para convertirse en relidad y durante una semana he entendido perfectamente lo de despedirse a la francesa. Qué sabio es el lenguaje. Lo que falta por inventar es una expresión que indique la falta de interés de muchos chavales a lo que les regala la vida, y que toman como normal. Es una pena observar a menudo que no aprecian las cosas, y eso es internacional

A mí no me parece normal tener la posibilidad con 13 años de pasar una semana a mitad de curso en otro país. Pero hoy día, estos chicos y chicas, con todos los medios de comunicación existentes apenas desconectan de su mundo, puesto que a la mínima se ponen a ver las series de su país a través de internet o a chatear con sus amigos antes de aprovechar a tope esa semana que no se da tan a menudo. Muchos prefieren quedarse en la casa en la que se hospedan manejando los aparatos que salir a ciertos sitios.

Sentir interés por lo nuevo o por ampliar horizontes es algo que se puede alimentar desde pequeñitos. Muchos, y yo era igual, se piensan que solo existe su pequeño mundo, sus cuatro calles, sus amigos y una forma de vida. La diferencia es que yo de pequeña no tuve oportunidad de ver otros mundos y a muchos chavales hoy día se lo ponen en bandeja. Pero no por ello son más abiertos ni se interesan más por lo nuevo. Si vas por el centro te piden ir a Zara, H&M, y las mismas tiendas que tienen en su ciudad y en todos los lugares del mundo que visiten; además quieren comer el mismo queso, que lo hay, y beber la misma bebida, que la hay, y así todo.

Simpleza global, podríamos llamarlo.



sábado, 7 de diciembre de 2013

Más que prevenido

El 6 de diciembre amanece siempre como mañana alegre en Alemania. Los niños se levantan muy contentos y van a mirar lo que les ha dejado en la bota san Nicolás. Antes se conformaba la gente con nueces y chocolate, pero hoy día se meten regalos más "suculentos". Pero el día 6  de diciembre de 2013 ha entrado en los anales como la segunda inundación peor de Hamburgo, en cuanto a los metros en los que ha subido el agua sobre el nivel considerado "cero", lo que llaman el "cero normal". Son términos que oyes a menudo si vives a orillas de un río considerable. Y de esa manera el día de San Nicolás ha sorprendido a la ciudad con otra forma de regalo...

Hamburgo ha amanecido inundado en la zona del puerto y en otras algo céntricas. Ha sido muy fuerte el huracán que nos hizo meternos a todos en casa ayer por la tarde. A los niños los mandaron a casa a las 11 de la mañana y por la tarde anunciaron que hoy no habría colegio. Por el aire que yo he percibido diría que ha sido peor otras veces, como en octubre de este año, una tarde que nos pilló a todos desprevenidos y en la que hubo muchos daños. Quizá por eso esta vez han querido prevenir y se han adelantado bastante. Tampoco está mal, pues ya se sabe eso de más vale prevenir... Pero ahora dicen quere el huracán no ha sido tan horrible como se esperaba. El caso es no acertar, pero en cualquier caso mejor que sea así, por exagerar, y no por quedarse cortos. Y al que se le hayan "mojado los pies", una expresión efemística para referirse a las inundaciones, le parecerán todos los pronósticos acertados. En 1962 murió mucha gente por pillarle a la cidad desprevenida, pero se rompieron los diques además, y esa marejada ciclónica fue la tercera peor. La de hoy ha sido de medio metro más alta. Ahora los diques hacen su parte y el resto las medidas de precaución, y aunque todos recordaremos este día, al final no ha sido de lo peor, aunque la sensación haya sido de fin del mundo.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Lo que es sin ser

"Pobrecilla", pensaba yo el lunes cuando llegó la parisina que nos ha tocado en el intercambio organizado por el instituto de mi hija  Cuando vino para acá la parisina no creo que viniese pensando que caería en un hogar español en Alemania. Te vas a Hamburgo y esperas estar en una casa de costumbres alemanas y te encuentras con una isla en la que se habla español y se comen muchas cosas no alemanas. Así que esta semana me tomo en serio mi segunda nacionalidad y se habla alemán en mi casa y se hará todo lo que se pueda para parecer lo más teutonas posible.

Pero como las cosas a veces salen solas, ayer fuimos a un concierto organizado también por el institito en el que además cantó mi otra hija. A la parisina le faltó poco para dormirse, pero no solo ella sino yo igual. Salvo cuando cantaron los pequeños, que fue cuando actuó mi hija, y que me encantó no solo como madre orgullosa, el resto fue un concierto de música clásica en el que me volví a decir lo de siempre: que aunque parece que a uno le deba gustar la música clásica, a mí me sigue sin decir nada y me deja igual que si no la oyera. Lo que hace el no haber educado el oído, pensaba yo anoche. Pero en París es igual, por mucho que digan, y cuando salimos la parisina dijo que se había aburrido mucho, así que pensé que por qué preocuparme, que solamente en el concierto de ayer recibió una jornada intensiva de vida alemana. 

Como además hace un frío que pela, el clima está haciendo el resto. y para colmo mañana nos viene un huracán, uno de los peores que ha vivido Hamburgo, dicen, con posibles inundaciones y desperfectos. Hasta han decidido cerrar los mercadillos de Navidad toda la tarde de mañana y el Dom, el parque de atracciones ambulante que ahora mismo está en Hamburgo hasta el domingo. 

Así que para qué preocuparse, repito, en el mundo global y raro en el que vivimos en el que nada es lo que parece, ni siquiera las francesas son lo que parece. A nosotras al menos nos ha tocado una de verdad, pero a una amiga de mi hija le ha tocado una que es inglesa. Al llegar dijo que quería hablar inglés y ahora toda la familia habla inglés en un intercambio de francés, así de fácil se soluciona la barrera del idioma.

Y lo mejor es que cuando llegó la francesa nuestra, una de las primeras cosas que le preguntó a mi hija fue si es vegetariana. Al decir ella que no (aunque lleva un tiempo pensando en "convertirse"), la francesa dijo: "menos mal", muy aliviada. Muchos chavales franceses habrán pensado que vendrían a un hogar con dieta a base de codillos y salchichas y habrán caido en un hogar vegetariano. Nadie es perfecto, ni nada lo que parece. 

domingo, 1 de diciembre de 2013

A los que les importa de verdad

No disiento con la idea principal del artículo publicado hoy en El País titulado "Marca a pesar de España", que postula que la imagen negativa de España es peor dentro que fuera del país. Sin embargo considero no acertado decir que muchas noticias negativas, sea la huelga de los servicio de limpieza de Madrid o el caso Urdargarín, no interesen o no causen una mala imagen. El artículo dice que el 90 % de los alemanes no sabe quién es Urdagarín. Puede ser, pero aseguro que el 90 % sabe de los chanchullos del "yerno del rey", como me ha comentado a mí mucha gente. O yo conozco al 10% que está al tanto o esa estimación es totalmente falsa y engañosa. También aquí en Alemania la imagen que dio el rey cazando elefantes pesa mucho, o que fuese además presidente de honor del WWF. No hace tanto hubo en la trlevisión alemana un programa sobre las ciudades fantasma que ha creado la crisis del ladrillo, o el ladrillo mismo cuando se pasó de listo. También la sentencia del Prestige apareció hasta en el periódico local de Hamburgo de manera efímera, pero con el poderoso titular: "Nadie pagará por los daños del Prestige". 

Que la imagen de España no se resienta tanto en el extranjero como en el interior de ella es lógico pues los sufridos ciudadanos de su territorio están soportando todos y cada uno de los desperfectos de los últimos años. Pero que en el extranjero se siga teniendo una buena opinión de España pese a los escándalos no es porque se ignoren estos sino porque a pesar de todos y cada uno de ellos, a los alemanes, por ejemplo, les sigue gustando España (no es el caso de Grecia). Pesan demasiado nuestras playas, nuestro sol, nuestro disfrutar de las pequeñas cosas, nuestra comida, nuestro carácter "fogoso", como dicen ellos de nosotros, pues los clichés son lo que cuenta al final, y nosotros gustamos en general. Así que cuidadín, que una cosa es caer simpático de por sí y otra que la gente no quiera saber nada del engranaje colectivo y de las malas "piezas", y aunque esas no me quiten las ganas de comerme una paella en el litoral español, en el extranjero se sabe y se comenta lo mucho que se ha hecho mal. Uno de los mejores artículos que he leído sobre por qué España ha llegado a esta tremenda situación lo leí hace más de un año en el semanario Der Spiegel, y no salía bien parado el gobierno de Aznar y se relataba del comienzo y fin el tema del ladrillo, y casos de corrupción en los ayuntamientos, en el caso de Marbella con todo lujo de detalles sobre la tonadillera y el alcalde. Un alumno mío veraneante habitual de Marbella me recomendó precisamente el artículo, por lo claramente que explicaba todo, y el Spiegel lo lee mucha gente... No seamos ingenuos y no nos creamos estos artículos que escriben sobre lo que queremos leer, como hacen también esos libros de autoayuda. ¿Verdaderamente es tan importante la buena o mala imagen fuera? ¿No es peor la que tienen los que están apresados en problemas que no causaron ellos y que tampoco pueden solucionar nada?



viernes, 29 de noviembre de 2013

Nada es casi igual

Ya nada es lo que era. Ha nevado en Madrid antes que en Hamburgo. Y en Alemania desciende el consumo de cerveza, año tras año, y éste de nuevo. El libro más vendido esta semana en Amazon es el "Cásate y sé sumisa". Quién podrá leer eso, me preguntaba cuando lo publicaron y se supo de su éxito. Pues ya lo vemos. A veces parece que vamos a peor, en todo. Muchas mujeres llevan luchando siglos contra la sumisión para que a la gente le dé por leer esas sandeces. Qué suerte tienen muchos de que les publiquen libros así. Pero afortunadamente hay demasiadas no sumisas, o muchas que se "descasan". 

Por suerte sabemos también que por mucho que hablen en el telediario hasta aburrir del tiempo, informando a los telespectadores de si hace frío o calor con esos análisis tan exhaustivos que hacen con los que se duerme media España y parte del extranjero tras la cena, el tiempo es siempre como ha de ser, con alguna sorpresa de vez en cuando, pero como corresponde, así que ya llegará la nieve a Hamburgo, y en Madrid capital las nevadas no durarán.

A mí más me preocupan los caciques que se creen dominar el mundo y los que se dejan impresionar por su brillo de estrellas; los moralistas y su manada de borregos, que se creen a pies juntillas lo que esos les cuentan; los iluminados y los ignorantes que les hacen la corte. Eso por desgracia sigue siendo igual. 

sábado, 23 de noviembre de 2013

Los puentes que nunca vimos

Qué lujo haber vuelto hoy, tras 9 años,
a Gante, ciudad belga de la región flamenca llena de historia por todos sus rincones. En 9 años han pasado muchas cosas, y la última vez que estuve fue durante las fiestas de julio de la ciudad, que la convierten en un escenario de música durante una semana, o mejor dicho, montones de escenarios con música de todos los estilos y con un ambientazo impresionante. 

Hoy no hacía ni el calor de ese día ni se oía música por todas partes, ni había las multitudes de ese día. Pero la ciudad lucía maravillosa a pesar del cielo gris y el frío. 
Las ciudades bonitas ganan en belleza cuantas más veces vas. Ha sido mi tercera vez en Gante, y hasta hoy, y por motivos obvios, no me había fijado en este puente. Lo que comenzó como un juego de palabras en un momento que prefiero no describir, se ha convertido en algo que me acompaña en cada visita de  cada lugar, y ahora, por los casi 3 años de puentes, puedo decir que siguen siendo las construcciones más inteligentes que existen, por ser las que nos conducen al otro lado.



viernes, 22 de noviembre de 2013

La sordidez de una época

Como de un tiempo a esta parte estoy tratando de llenar lagunas cinematográficas, ayer me vi con mis hijas "Marcelino, pan y vino". No la había visto o no lo recuerdo. Como además lo que más tengo presente es la versión en dibujos animados que veían mis hijas en la televisión alemana cuando eran pequeñas, lo de ayer me supuso un shock. La serie, que es francesa, cuenta la vida del niño en el convento y de su capacidad de hablar con los animales.

La película de 1955, si ignoramos el patetismo de la España profunda, resulta entretenida. El niño es monísimo, y los monjes que lo cuidan muy tiernos con él. Y el resto es la España sórdida en la que los hombres gritan y tratan a banquetazos a las mujeres; el alcalde engaña para salirse con la suya y gobierna con el estilo caciquil tan conocido en muchos pueblos en esos años. Y luego tenemos el costumbrismo y folclore de la época a lo largo de toda la película. Pero todo esto me pareció "aceptable" como estudio de la época, hasta que llegó el final.

El niño se las apaña a lo largo de toda la película para darle pan y vino al cristo clavado en la cruz de una figura que hay en la buhardilla del convento. Y el cristo lo coge y se lo come y habla con el niño. Todo eso "vale" también... Pero cuando le dice el niño al final que quiere ver a su madre, que está muerta, el cristo le dice que si duerme la puede ver, a lo que el niño responde que no tiene sueño, y entonces le replica: "ven aquí, que yo te doy sueño" y lo abraza y el niño muere.

Mis hijas y yo nos quedamos patidifusas, más que cuando murió diCaprio en el Titanic. Qué horror de final, y cuantos millones habrán llorado con esa película. Me pareció muy brutal esa escena, por toda la carga psicológica que lleva. Cuánto daño ha hecho la iglesia en España. Qué culto más despiadado a milagros absurdos que muestran una brutalidad esperpéntica, por no hablar de todo ese culto a reliquias y más.

Y desde luego que me quedo con la serie de dibujos animados.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Que inventen algo

Hoy por fin han dado la luz, es decir, ha salido el sol. Los días de atrás han sido los típicos de noviembre de aquí en los que parece que ni siquiera se hace de día y con esa humedad del aire que no sabes si llueve o si se ha condensado todo el aire, y nosotros con él.

Hoy hemos tenido sol, uno que sabe a gloria a pesar de que el frío ha empezado a atizar de verdad. Anda que no me he acordado estos días sin sol de una noticia que leí no hace tanto. En un pueblo de Noruega habían inaugurado unos espejos para que llegue la luz solar a un valle al que entre octubre y marzo, por mucho que luzca el sol, los rayos no llegan de por sí. Ahora gracias a esos espejos se les acabarán los inviernos en tinieblas.

¿Se imaginan lo que es estar 5 meses sin ver el sol? Yo me hago una idea pues en el norte de Alemania estamos a veces semanas sin verlo, y en estos días de noviembre que, salvo hoy, son tan oscuros, me preguntaba si no podría seguir investigando la ciencia e instalar algo que encienda automáticamente la luz del día si amanece con esa luz tan pobre. Yo lo agradecería, como los noruegos, que celebraron felices.

Pero será por eso por lo que por estas fechas comienza ya la Navidad aquí. Hoy han abierto los mercadillos y por todos lados alumbran las luces. Creo que la Navidad como fiesta de luces y decoración típica la inventaron los nórdicos todos, porque algo hay que hacer. A mí estos días me dan ganas de taparme con una mantita en el sofá y tomarme un té (si lo tomase). Pero como todo es irreal, hacemos que tenemos luz, sin tenerla y nos desplazamos hacia las semanas de consumo y frenesí. Que para eso noviembre y diciembre son solo una vez al año. 

domingo, 17 de noviembre de 2013

Y yo más

Menuda semanita. Pensé que no iba a terminar nunca. Pero una cosa puedo decir: bendito trabajo, y más los que tenemos la suerte de hacer algo que nos gusta. Yo sé lo que es estar desesperado buscando trabajo y no tenerlo, y desesperarse pensando en si uno es un inútil y el resto tan cualificado y maravilloso. 

Ayer di un curso sobre Extremadura, y yo misma he aprendido un montón preparándolo. Hoy me ha escrito una alumna para decirme que tras mi curso de ayer ya se han reservado vuelos para viajar en verano hacia allá. No se imagina el gobierno español lo que los profesores de ELE (Español como Lengua Extranjera) hacemos para promocionar nuestro país. Dejé constancia en mi conferencia de que merece mucho la pena visitar Extremadura y descubrir todo lo que se desconoce de esta región que no suele figurar en los planes de los turistas extranjeros que visitan nuestro país. Yo más no puedo hacer.

Y para mala publicidad la que sale de los tribunales españoles. Lo del Prestige nos da de nuevo a los españoles la sensación de que los únicos condenados somos nosotros. Al final, como resumía con un titular el diario satírico El Mundo Today, que tanto me gusta, el culpable es el barco. En España nadie se responsabiliza por nada, pase lo que pase. El fiscal tampoco ve culpa en la infanta y frena todo antes de que el juez decida. Vergonzoso. Qué más tiene que ocurrir para que la condenen a ella y todos los que han robado a espuertas o han causado daños de millones de euros al litoral gallego y más. La huelga de basura ha lanzado imágenes al mundo que hacen dudar que en España los gobernantes tengan dos dedos de frente. Los trabajadores de la limpieza han hecho lo que tenían que hacer, pues estaban condenados de todas formas por el gobierno tan inepto que tiene el ayuntamiento de Madrid. Hoy se ha logrado el acuerdo y no habrá despidos pero la alcaldesa se quiere apuntar el éxito hablando de que se debe a la flexibilidad de la reforma laboral.  De verdad, ¡qué condena son todos ellos!

Por eso yo cada vez estoy volviendo más a lo básico, a los pequeños detalles, y disfruto viendo imágenes de las aves de Extremadura y he aprendido mucho sobre las que viven en los montes, en las dehesas o en los llanos. O sobre los cerdos de las dehesas, que son unos auténticos sibaritas, pues se comen primero las bellotas dulces y luego las amargas. También he aprendido que esas torres tan maravillosas y esos edificios que tiene Cáceres son en muchos casos resultado de un "y yo más". Los nobles hacían uso de la piedra para mostrar su poderío y construir torres más altas que el vecino. Isabel la Católica llegó a enfadarse tanto por esto que terminó por mandar pegarles un tajo a todas las torres salvo a la de un noble muy fiel a ella. Así que lo nuestro viene de antaño, el usar las riquezas no para el beneficio común sino para construir palacios y catedrales. Al menos gracias a eso tenemos ese casco antiguo tan maravilloso y tanto patrimonio monumental en todo el país y junto con las costas podemos ofrecer de todo y hacer disfrutar a cualquiera, a mí la primera. Por eso me da tanta rabia todo, que hayamos perdido tanta credibilidad. Yo seguiré mandando alemanes para allá de vacaciones, mientras que el gobierno español está logrando una emigración masiva de la juventud. Jamás he visto a tantos españoles por aquí ni tantos coches con matrícula española. Esos no vienen de turistas, eso está claro.


martes, 12 de noviembre de 2013

Me siguen sorprendiendo

Como últimamente no me cunde tanto la vida, me informo aquí y allá, como puedo, y sin embargo, con un solo titular yo solita me escribo la noticia que no tengo tiempo de leer después. El domingo una parte de Baviera, los implicados, votó en su mayoría en contra de una candidatura olímpica de Múnich para los Juegos Olímpicos de invierno en 2022. Tonterías las justas, como ven. Y a mi mente vinieron las tres candidaturas rechazadas de Madrid, y que a los madrileños no les preguntó nadie. No se convocó ningún referéndum y sí se hubiese hecho, me pregunto si encima la gente no hubiese votado que sí... Pero aquí ya ven. Para empezar se consulta, con esa manera tan alemana de hacer las cosas de movilizarse por algo, recoger suficientes firmas y convocar un referéndum.

Pero es que ahora leo lo que no he tenido tiempo de ver hasta ahora. Múnich ya se estrelló con su candidatura para los juegos de 2018, cuando entonces los pronósticos indicaban que la mayoría de los ciudadanos no los quería.

Y además, sigo leyendo, fue el alcalde de Múnich el que tras anunciar la posibilidad de una nueva candidatura, anunció que antes de presentarse, se sometería la cuestión a referéndum. Y hete aquí,  cumplió su palabra, y los ciudadanos han dicho que no.

Y hoy he oído en la radio que Hamburgo, que quiere presentarse para no sé cuándo, ha decidido pararlo de momento, pues temen una respuesta de la población similar. Se esperará unos cuantos años.

En fin, comparen y vean. A mí me sigue sorprendiendo mucho Alemania, a pesar de llevar tantos años aquí. No se andan con tonterías, ni para bien ni para mal, y les admiro en su forma de plantar cara y hacerse notar.

¡Qué han hecho los madrileños para merecer los políticos que tienen! Y el resto de los españoles lo mismo. Los titulares de hoy sobre Wert, por las críticas que le han hecho en Bruselas, muestran que además los políticos españoles son el hazmerreír de Europa. A mí me da vergüenza, y eso que no comulgo con muchas cosas que se hacen aquí, pero en tema de olimpiadas ya ven.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Aprendiendo a todas horas

Termina una semana muy intensa de subjuntivo, imperfecto e indefinido, perífrasis verbales, y de palabras en general. Por todas partes veo lenguaje y hasta de una canción puedes hacer una lección de subjuntivo. ¿Que qué es el subjuntivo? Los que no saben lo que es ni se imaginan la suerte que es saberlo así, porque sí, por las buenas, y no tenerlo que aprender de adulto en lo que es el pack del español. El subjuntivo es un capricho tal como decir "quizá luego llueva", y no "quizá luego llueve", o decir "Creo que luego viene" pero negarlo como "no creo que luego venga" y no "no creo que luego viene". Esto es la tortura mayor para los que aprenden español y los que lo enseñamos, tratamos de poner orden y reglas para que sean capaces de usar lo que nosotros decimos porque sí, sin pensar, y convertirlo en algo lógico para los que no lo tienen en su lengua.

Pero es que los mismos hablantes podemos aprender a diario. Yo aprendí el otro día que en Argentina "ochava" significa 'esquina'. A mí me hizo gracia saber esto, pues en mi barrio de Madrid hay desde toda la vida un bar que se llama así. Y la argentina que me lo dijo me preguntó "¿y a que está en una esquina?". Y efectivamente, lo está. Como esto había que investigarlo, he mirado, y ochava son esas esquinas que en vez de ser picudas son como un corte en diagonal entre las dos fachadas de una manzana, antes de que confluyan en la esquina. Es lo que en arquitectura se llama chaflán, he visto también (tampoco sabía lo que es chaflán). Pero es que entonces en Argentina además la ochava sería una esquina normal y corriente. De esta mujer argentina estoy aprendiendo cantidad de vocabulario nuevo para mí, y yo, que encima enseño nuestra lengua común, me siento como una paleta del castellano. Toda la vida ese bar en mi barrio y hasta ahora no he sabido lo que significaba. Y ahora me pregunto si no sería alguien que estuvo en Argentina y puso ese bar al volver.

Pero no es solo la lengua. Últimamente me están entrando unas ganas locas de viajar a América Latina, y ver todos esos sitios que aparecen en mis libros, y oír montones de palabras que desconozco de mi lengua. Es lo que ocurre si hablas una lengua que hablan más de 500 millones de personas en el mundo. Si eres consciente de ello, al final te das cuenta de que somos una pequeña parte entre tanta diversidad, pero lo fascinante es que es la misma lengua, incluso cuando los hablantes aprendemos los unos de los otros. 

martes, 5 de noviembre de 2013

Por si acaso

Una encuesta hecha por no sé quién ha dado como resultado que los alemanes más felices viven en Schleswig-Holstein. Los no alemanes no sabrán dónde está eso, pero es el estado federal alemán justo al norte de Hamburgo y que hace frontera com Dinamarca. Precisamente la noticia anterior a esa en la radio fue que en ese mismo estado, las ramas y troncos caídos en los bosques tras el paso del temporal Christian, tardarán lo menos 6 meses en ser retirados, por la cantidad de desperfectos causados. Yo me preguntaba si las dos noticias tendrían relación o si es como comparar el tocino con la velocidad. 

Los más felices, dice la encuesta, viven en el "Land de horizontes" como dicen en la frase que tienen como lema. Es una manera recatada de decir que no tienen una sola montaña, ni la necesitan. Para eso tienen dos mares e islas, como la de Sylt, en la que estuve yo a finales de junio con un clima que parecía de noviembre. ¿Será eso la felicidad? ¿Tener el mismo tiempo todo el año? ¿Tener playa y no poder apenas pisarla? ¿Tener la casa "ventilada" todo el día?

El caso es que hoy he salido algo mosca de un curso que he empezado hoy. En la ronda de presentaciones, cuando les pregunto a mis alumnos que por qué quieren aprender español, varios han respondido que porque tienen una casa en Mallorca y una que porque tiene una en Ibiza. A mí estas cosas me hacen pensar. De 14 personas, 4 tienen casa en las Baleares. Eso es un porcentaje muy alto y tendrá algún significado, porque todo lo tiene, así que a eso voy? Podría ser a) utilizando mi frase lema: ¡qué bien vive la gente que vive bien!; o b) ahora que soy alemana, me pido para mi próxima vida, si es que es alemana y no caribeña, estar en ese tanto por ciento de alemanes con casa en España o en Mallorca o cualquier sitio coqueto de la costa; con una finca de nada me conformo, para hacer senderismo por la Tramontana, como me explicaba una señora (ah, yo no hago senderismo, cierto, pero da igual); o c) si es tan fácil ser tan feliz en Schleswig-Holstein, ¿por qué no se compran muchos hamburgueses una casa allí, en la costa, que hay mucha, y la tienen a una hora de su casa y pueden ir casi todos los fines de semana? ...ah amigo, que a mí no me la dan.

Así que la felicidad tampoco será eso sino tener las necesidades cubiertas y una buena infraestructura, y buenos colegios, trabajo... qué sé yo... Aunque claro, la finca en Mallorca tampoco está mal...

domingo, 3 de noviembre de 2013

Un viaje lleno de aventuras

El otro día comentaba yo en clase que utilizar el metro en Hamburgo es para turistas aventureros. Manejarse en el sistema de transporte es lanzarse a la aventura y a las grandes sensaciones. Una máquina para comprarse un billete de metro es todo un sistema complejo de tarifas según horarios, zonas, billetes para grupos... Y ni en inglés, si es que lo sabes, te enteras. 

Hoy lo he vivido. Decidí aprovechar uno de los pocos domingos al año en los que abre el comercio, y de 13 a 18 h (que tomen nota en España, con los abusos que hacen al personal que trabaja los domingos) para irnos al centro en metro, algo que hago últimamente, por tenerlo (por fin) cerca. Al ir a sacar los billetes de la máquina (aquí taquilleros nunca ha habido, o al menos en los últimos 24 años) había una pareja delante de una y un grupo grande delante de otra. La pareja elucubraba y elucubraba qué billete tomar y eso que eran alemanes. Y en la otra el grupo tardaba y tardaba para sacar los billetes para todos. Así pierdes varios metros sin darte cuenta...

Pero luego llevábamos un par de estaciones cuando anunciaron por megafonía que nos teníamos que bajar todos en la estación siguiente y que autobuses preparados para ello nos llevarían las dos estaciones que no podíamos alcanzar en metro. Salimos todos y al llegar el autobús estaba lleno y el conductor nos dijo que esperásemos al siguiente. A todo esto hubo una situación que he presenciado aquí montones de veces durante los años que viajaba en transporte público a diario: una abuela (asesina) le pegó un empujón a otra mujer nada joven tampoco y le espetó "oiga, que yo también existo", como "autodefensa" porque quizá la otra la rozó o invadió su esfera, pues más no pudo ser, lo aseguro como "testiga". Pero un simple acercamiento, incluso si es por el tropel en el que estás metido, como era el caso en la parada, es aquí suficiente motivo para que una abuela matona se ponga ídem.

Luego íbamos todos en el autobús "pacíficamente", cuando por poco estalla otro conflicto. Yo iba hablando (en español) con mis hijas, que iban en los dos asientos de detrás, y hablábamos y hablábamos. Como aquí eso es una amenaza para la masa silenciosa, la abuela de mi lado, que parecía inofensiva, empezó a mirarme "inquieta". Hasta mis hijas dijeron "vamos a callarnos, que si no se lía otra vez". Y así fuimos riéndonos del personal y de lo mal que está la gente. Llegamos a nuestro destino con la sensación de que viajar en coche es mucho más relajante, aunque se pierda uno todas estas aventuras.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Hasta los muertos celebran

En el norte de Alemania pasa sin pena ni gloria el día de Todos los Santos. La gente del norte es demasiado racional con el tema de la muerte, y con todo, y jamás he oido a nadie decir que iría al cementerio un día como hoy. Así que hoy hemos trabajado y funcionado como en un día normal.

Pero puestos a celebrar algún rito para el día de hoy, me quedo con el estilo mexicano. Los mexicanos celebran los días 1 y 2 de noviembre el Día de Muertos, y la palabra "celebrar" tiene todo su sentido de fiesta. No es nada triste sino todo lo contrario. Se adornan las tumbas con flores de colores, en las casas se ponen altares con cosas del muerto, se preparan banquetes y se les pone un sitio a los muertos, y se les sirve comida. La gente cree que ese día se vuelven a reunir con sus muertos, y celebran el reencuentro. En los cementerios festejan, comen, bailan.

Hasta hace poco yo desconocía esta tradición, pero aparece en los métodos de español como lengua extranjera, y el folclore y la idea detrás de esta celebración me sorprende a mí igual que a los alemanes en mis clases. Yo les explico lo que se hace en España el día de Todos los Santos, para luego leer todos juntos lo que se hace en México. Las imágenes no podrían ser más coloridas, y los esqueletos que utilizan como adorno, en vez de dar miedo, parecen divertirse igual que los demás. Los visten de colores. Las calaveras parecen también pasárselo en grande, y también las hay de chocolate para los niños. A mí particularmente me encanta la idea del "reencuentro" y de pasar unas horas "juntos". Qué manera más agradable de cargar las pilas con los seres queridos que fallecieron.

Sin embargo, leo ahora, Halloween es una amenaza para la fiesta y proliferan cada vez más los que se disfrazan y celebran la fiesta importada americana, en vez de el Día de los Muertos. A mí me sigue pareciendo de lo más absurdo celebrar Halloween fuera de EE.UU. Pero vivimos en un mundo simplón en el que tenemos que vivir todo, no sea que nos perdamos algo. Por eso, observo también con desagrado que la Fiesta de la Cerveza de Múnich empieza a celebrarse en cualquier parte. En España proliferan ya bastantes, y en cualquier otro país europeo también. Lo siguiente a exportar y explotar serán los mercadillos de Navidad alemanes, o si no al tiempo. Ya vi el año pasado en Londres mercadillos al estilo alemán en los que vendían "Bratwurst", las salchichas, y "muld wine", el vino caliente con especias.

Por eso espero que Halloween no les fastidie a los mexicanos su fiesta, con lo original que es, pues cada vez es más difícil conservar la exclusividad de los festejos, pues de lo que se trata es de ganar dinero como sea, así que como se enteren los chinos, empezarán a producir esqueletos de plástico para todo el mundo, si es que no lo hacen ya. Con los adornos de Halloween ya lo han conseguido. De momento el reconocimiento de la Unesco del rito como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad es un logro. Y hacer de algo tan negativo algo tan alegre es otro.

lunes, 28 de octubre de 2013

Desperfectos por doquier

Ramas en la calzada, hojas, bolsas de pástico volando por los aires. El huracán Christian ha pasado hoy por el norte de Alemania dejando árboles arrancados y destrozos por todas partes. Han cortado calles, líneas de metro, han volcado camiones en la autopista, han cortado el tránsito de puentes, conexiones entre diques y tierra firme o el paso de barcos. Han muerto varias personas al caerles ramas o tejas encima.

Yo he salido hoy a trabajar oyendo en la radio todos estas noticias y además advertencias de que se quedase en casa todo el mundo si no había necesidad urgente de salir. Se oían sirenas por todas partes. Las calles parecían haber sufrido una devastación absoluta. Ha sido una sensación muy extraña. Mis clases se han resentido por el huracán, viniendo solo los valientes. Salir a trabajar en medio del huracán parecía un acto heroíco, cuando tampoco lo era.

En el camino herecordado a alguien que conocí y que murió por caerle una rama encima. Era un hombre excelente, una bellísima persona, y cuando se jubiló anticipadamente realizó un viaje con su esposa a Argentina. Pues estando allí en un parque le cayó encima una rama en el pecho causándole tales daños internos que de camino al hospital en la ambulancia todavía parecía sereno y hablaba, pero en cuanto dejó de hablar entró en coma y falleció. 

Muchas veces hemos hablado mi familia y yo del destino cruel o lo que fuera que hizo que esa rama de ese árbol que llevaba ahí probablemente décadas o un siglo, o el tiempo que fuese, le tuviese que caer justo cuando él estaba ahí. Mala suerte que tuvo que ir de España a Argentina para fallecer relativamente joven por la caída de esa rama.

A menudo nos asustamos a mitad de la tormenta, cuando el peligro está en los días de calma, cuando menos nos lo esperamos. Tras la tormenta de hoy quedan los restos visibles, pero muchas veces los desperfectos no se ven y esos son peores. Las hojas y las ramas se pueden recoger pero los restos invisibles no. Mañana amanecerá en calma. Pero las tormentas siguen siempre.

viernes, 25 de octubre de 2013

Los salvadores

El mundo está lleno de locos moralistas que encima se creen que actúan por el bien de la humanidad. Los americanos escuchan el móvil de Merkel. Ni que ella fuera a organizar un ataque terrorista. La que han liado ha sido buena. Si los EE.UU. de Obama hacen esto, no quiero ni imaginar lo que significaría para el mundo que el país fuese gobernado por el Tea Party. A los americanos les parecerá normal espiar a medio mundo para su seguridad pero no hay nada que justifique todo esto.

Al obispo "austero" no le ha quitado el Papa su cargo pero le ha alejado de él por un tiempo, no se sabe por cuánto. Ahora resulta que ya en junio hubo una recogida de firmas en sus diócesis contra los abusos de poder que ejercía. Y el buen hombre sigue sin ver su culpa. Robar y la arrogancia del poder deben haberse convertido en mandamientos.

Y los demás batallamos diariamente contra los que se creen que pueden vivir chupándonos la sangre y creyéndose superiores. Ellos actúan siempre por el bien del mundo, que viene a ser un "yo primero" y luego el resto, y no nos quedan a veces energías para invertirlas en nosotros mismos. La moral de los que juzgan constantemente a los demás sin juzgarse a sí mismos es aplastante, y lo mismo le está ocurriendo al mundo con tantos egómanos que creen que ellos tienen derecho a todo y los demás a nada salvo someterse a las reglas que imponen los mismos de siempre. 
 
Pero claro, siempre puede venir un loco vestido de sotana y tratar de robar un pen drive que aclare todo... 

domingo, 20 de octubre de 2013

Al caer

Termina la semana y seguimos sin coalición de gobierno. El partido de Merkel sigue tanteando a los Verdes y a los socialdemócratas y todavía no sabemos con quién se aliarán para gobernar. Tampoco ha dimitido todavía el obispo de la diócesis de Limburg, que el lunes fue a Roma a hablar con el Papa. Tras salir a la luz que el arreglo de su casa al lado de la catedral de Limburg ha costado 31 millones de euros, en Alemania ese hombre va a durar poco. Es el momento de que el Papa, que hablaba hace poco de que la iglesia necesitaba austeridad, predique con el ejemplo. Como decía el otro día un locutor en la radio comentando las fotos de la vivienda que han sido publicadas, para qué necesita un hombre que vive solo un baño con dos duchas... Y eso es un ejemplo pues 31 millones de euros es mucho dinero. 

Pero el buitreo, ya se sabe... Ayer lei una noticia curiosa y que casi me tranquiliza: tras terminar la exposición internacional de jardines que ha tenido lugar en Hamburgo desde la primavera, dieron paso libre a todo el mundo para que pasearan por el recinto. Y se produjo un espectáculo bochornoso: la gente empezó a arrancar flores y plantas para llevarse a casa. El problema no eran las plantas que perecen tras una temporada sino que la gente arrancaba las que debían seguir en el parque, que se mantendrá. La masa incluso quitaba barreras y entraba en zonas no permitidas al público. Tuvieron que poner orden en la marabunta descontrolada.

Si digo que me tranquiliza es porque el buitreo es internacional y aquí parece que por unas plantas la gente mata. Pero da vergüenza ajena pensar en la imagen de la gente saqueando el parque. Así que lo del obispo está abochornando a toda la iglesia y a los que no están en ella. Muchos obispos han hecho público su patrimonio para evitar críticas y distanciarse del coleguilla manirroto. Y desde que salió la noticia, muchos católicos se han salido de la iglesia, y eso significa que dejan de pagar la cuota que se paga aquí si te declaras miembro de alguna de las iglesias, católica o protestante, y que te descuentan diréctamente de la nómina. Eso hará que la misma iglesia presione para que dimita el obispo, que además, como los políticos que aquí caen en desgracia por corrupción o abuso de poder, no tendrá ninguna credibilidad alguna. Por eso me sorprende que esté terminando la semana sin que haya rodado su cabeza. Con el antiguo Presidente Wulff tuvimos que esperar un año. No creo que el obispo dure tanto, pero Urdargarin y la Infanta se deben tronchar de risa de que en otros países el acoso y derribo sea efectivo una vez probada la culpa. 
 

martes, 15 de octubre de 2013

Casi como el jamoncito...

Si digo el nombre Hans Riegel no les sonará - a mí tampoco, aunque quizá debería sonarme -, pero si digo Haribo les sonará ya más. El jefe del imperio de los caramelos de goma Haribo ha fallecido hoy a los 90 años. Era el hijo del fundador del imperio de los ositos de goma, una empresa con producción en 15 puntos de Europa y que da trabajo a 6000 empleados. La sede está en Bonn, la antigua capital de la República Federal Alemana en la época de las dos Alemanias. Bonn dejó de ser capital tras la Unificación pero sigue gobernando al goloso mundo con sus ositos, regalices y más tipos de caramelos de goma.

Al oír hoy la noticia he recordado lo mucho que me sorprendió cuando llegué a Alemania en 1990 que los adultos consumiesen tantos caramelos Haribo. Iba a fiestas y a las casas de la gente y en vez de o además de patatas fritas o cosas de picoteo no faltaban platos o cuencos con ositos u otras variedades. Yo me acordaba del jamoncito, el choricito, las aceitunitas... Y me parecía un poco inmaduro que personas de más de 20 años se metieran tantas golosinas para el cuerpo.

Con los años he ido descubriendo mis especialidades favoritas y desde que trabajo por las tardes, nunca me faltan en el coche, para cargar las pilas de vez en cuando. No es que mi felicidad dependa de ellos, ni sé a cuántos millones de personas hará Haribo feliz, pues su eslógan es "que hace a los niños felices, y a los adultos igualmente", frase que todo el mundo conoce, como el "desodorante que no te abandona" o el "Cola Cao, alimento olímpico". Pero Haribo es una marca unida a Alemania como el cola Cao a España, y además traspasó fronteras. Años después de haberlos conocido aquí, los ositos de goma empezaron a aparecer en España, y si bien no se ofrecen al lado del jamón o el chorizo en las fiestas, y no he visto a adultos consumirlos (¿lo harán en secreto?) sí a los niños.

Así que la muerte del Sr. Haribo es noticia en Alemania, aunque sea ley de vida, y a mí me transporta a esas veladas de ositos de goma en las que yo me sentía tan madura. Ahora me río.


jueves, 10 de octubre de 2013

Cine español apto para todos los públicos

La vi hace muchísimos años y no recordaba nada del contenido salvo la idea del príncipe destronado, ese niño que celoso de su hermano/a pequeño/a hace todo lo que puede para llamar la atención. Pero "La guerra de papá" es mucho más que eso. El director Antonio Mercero produce un retrato de la España de los años 60 muy acorde a esos tiempos. La película, del año 1977 es un vivo retrato de muchas familias acomodadas de la época. La madre, dedicada a tener hijos, necesita dos asistentas para criarlos y ni aún así se hace con ellos, pero por su pura frustración. El personaje es trágico pues la mujer está presa en su vida, que, simplemente, no le llena, a pesar del bienestar. Y su marido, el padre de familia, que apenas sale en la película, sigue batallando su guerra, que fue la de España, enogulleciéndose de haber estado en el bando de los "buenos". Y mientras la batalla que libra papá es una perdida, la del niño es la de cualquiera que se hace mayor y lucha por mantener sus privilegios. El niño lo conseguirá su justa medida pero el padre no. Aunque la película deja todo en el aire y es solo un momento en la vida de esa familia uno se imagina cómo puede continuar, y como los conflictos quedan muy bien trazados, se ve en el aire por dónde iría.

Y hoy he visto otra película bastante posterior del mismo director, " Planta 4ª", la historia de los chavales enfermos de cáncer en un hospital. No la había visto antes pero me ha conmovido mucho la mezcla de humor dentro de la tragedia que supone para unos adolescentes tener cáncer. A los protagonistas les falta una pierna y se mueven en silla de ruedas, y pasan el tiempo haciendo gamberradas en el hospital. La escena en la que la chica anoréxica promete comer si uno de los chicos hace la quimio que tanto teme me parece genial. 

Y si pienso que Antonio Mercero nos tuvo pendientes a toda España de las aventuras de aquellos chicos en la playa de Mijas, en "Verano Azul", me resulta muy especial tan buen cine realizado con niños y adolescentes para ver en familia. El cine español peca para mí a veces en exceso de sexo, violencia, o demasiado "caca, culo, pedo, pis", y yo no me asusto por nada y veo de todo, pero que me perdonen películas muy alabadas como "El laberinto del Faunio". Por eso me alegra haber podido ver cine español con mis hijas, por fin, y con mucho contenido. Seguiré buscando más parecidas. 

martes, 8 de octubre de 2013

A pesar de todo son capaces

Mi padre dice que tras lo que ha visto hoy lo entiende todo. La visita al Reichstag le ha convencido. La accesibilidad para todo el mundo al Parlamento alemán, la organización desde el momento que llegas hasta que te vas, y que si bien hay vallas y controles y te van diciendo en todo momento por dónde puedes ir y por dónde no, no tienes la sensación de dispositivo militar como hay en los alrededores del Congreso de los Diputados en Madrid. No he visto a nadie en Berlín portando las metralletas a la vista como se ve en los aledaños del Congreso. Los edificios del Gobierno y ministerios alrededor del Reichstag parecen transparentes en comparación. Y solo cómo organizan la visita demuestra, dice mi padre, que nos pueden organizar a todos en Europa.

Razón no le falta. Llevo tantos años en Alemania como para no darme cuenta de estas cosas. Pero es cierto. Hoy hemos pasado por el piso donde vive Merkel y había dos policías a la puerta. Mis padres no daban crédito a sus ojos. Ni vallas, ni verjas, ni alambres, ni dispositivo policial cortando las calles de alrededor. 

También dicen que se sorprenden de que estén tantas tiendas abiertas y que no haya negocios cerrados. La gente vive, dicen, come fuera y gasta. Qué triste es el panorama en España, pienso cuando oigo comentarios así. Por otra parte yo sé que aquí no atan perros con longanizas, y que hay mucha gente que malvive también. Las ayudas sociales son mayores, pero aquí hay verdaderos barrios guetos. En ningún país desarrollado depende tanto el nivel de estudios del nivel de tus padres como en Alemania, ha vuelto a decir un estudio de la OCDE hoy. Cifras que no cuadran con la imagen que proyecta el país al exterior. También en la situación laboral de las mujeres con hijos estamos a la cola de Europa, y ellas engrosarán en un par de décadas esa bolsa de pobreza que acabará por inflarse aún más.

Pero sí, Berlín es más que una ciudad. Es el conglomerado de las antiguas dos Alemanias que han crecido en una, pese a parecer a menudo dos ciudades diferentes; es el reflejo de la multiculturalidad del país; es un crisol de nuevas tendencias. Lo que me gusta de Berlín es que no va de guapa, como lo hacen otras ciudades con tanta pedantería, como Hamburgo, y que me perdonen mis conciudadanos, pero es así. Berlín no se discute a sí misma como lo hacen machaconamente muchas ciudades, ni está anclada en el pasado a pesar de su historia, ni en sus episodios más terribles. Es una ciudad en la que yo respiro frescura a pesar y con todo lo bueno y lo malo de Alemania. 

lunes, 7 de octubre de 2013

Más Berlín

Tras un día largo unas cuantas reflexiones:

Si Hamburgo está entero levantado en obras, el resto de Alemania, es decir la autopista entre Hamburgo y Berlín está igual. Conclusión: Nos debe sobrar dinero a gastar antes de fin de año o todo era un plan antes de las elecciones, el tapar agujeros para contentar al personal aunque luego se queden sin terminar durante meses pues con tantas obras como hay no dan abasto.

Berlín no se agota. Cada calle, cada barrio multicultural, parece una fuente inagotable de sorpresas. a mí me sigue sorprendiendo y eso que ya llevo ¿cuántas visitas?

Berlín es la única ciudad de Alemania que parece una metrópoli seria. Se ven multitudes por la calle incluso un lunes. Otras ciudades alemanas resultan aburridas un viernes por la tarde.

Verdaderamente cada vez hay más españoles en Alemania. La de la recepción del hotel es andaluza, aunque de aspecto y acento pareciese nórdica. La del salón del desayuno lo es también. Lo corroboraremos mañana.

Berlín es un imán turístico, cada vez más. Hay montones de turistas cada día del año. Y muchos volvemos indefinidas veces. Por algo será...

jueves, 3 de octubre de 2013

El día más alemán y el belga más belga

Jornada festiva en Alemania, una de las pocas fiestas que tenemos además, y hasta Navidad la última. El Día de la Unidad Alemana es la fiesta nacional de este país, y como no hay desfiles militares, cada uno hace lo que puede para celebrar. Yo me he cogido a mis padres y nos hemos ido a comer codillo y chucrut y otras especialidades del terruño junto con unas cervezas. La Fiesta de la Cerveza cala en todo el país; y eso que cuando cuando yo llegué no era así. 

Cada país tiene sus iconos o símbolos. Yo que he comenzado la semana en Bélgica y volví ayer a mi patria alemana, aterricé pensando en el colocón que tenía. A mí no me descolocan las cervezas sino el cambio entre países y esa sensación que tengo a menudo de no ser de ningún lado. ¿Tendremos para eso fiestas nacionales? ¿Para situarnos en el mapa? 

Yo en Bélgica me tengo que comer siempre las croquetas de gambitas del Mar del Norte, que tanto me gustan. Y el martes, para empaparme de belgitude, todo lo que simboliza lo belga, me fui al museo de Jacques Brel. Más que un museo es un "espacio" dedicado al cantante belga por excelencia. La exposición permanente dedicada al cantante que falleció en 1978 es más bien un timo, pero yo quería verla desde hace mucho. Te ponen unos cascos y te cuentan de la vida y de las canciones de Brel, y escuchas varias de ellas, pero con la exposición me quedé igual que estaba. Oi canciones que conocía, eso sí. Brel cantó a "ese pequeño país que es el mío", "con un cielo tan gris, que hay que perdonarle" y esa canción "Le Plat Pays", "El país llano" hizo traducirla al neerlandés, para cantarle a la otra mitad del país también. 

Pero con todo lo belga que resultan el estilo y las letras de sus canciones, llenos de ironía y crítica, sorprende el hecho de que Brel grabó muchos de sus éxitos en Francia y en 1973 se retiró a la Polinesia Francesa, donde murió en 1978. En 2005 la tevisión francófona belga le eligió como el belga más importante de todos los tiempos. Los flamencos eligieron ese mismo año al Padre Damián, el misionero que trabajó con leprosos en Hawaii, y de eso me acuerdo yo, porque vivía yo en Bruselas entonces, y me sorprendió que no fuera por lo poco el ciclista Eddy Merckx, que se quedó el segundo o el tercero, si no recuerdo mal. En un restaurante muy conocido de Bruselas en el que cené el otro día había en la pared una lista de los belgas famosos en el mundo, y estaban todos estos y más, en una lista con letras de metal en la pared que sorprendería al mundo por preguntarse en muchos casos muchos que quiénes serán esos. 

Conclusión, que el patriotismo y los símbolos se llevan en la cabeza y que en Alemania esa reunificación forma parte de la memoria colectiva por mucho que muchos sientan que la reunificación tampoco se logró en todos los sentidos. Pero tenemos un día colectivo en el que salvo irte a comer un codillo tampoco puedes exagerar en nada y está bien así. 

lunes, 30 de septiembre de 2013

Las corrientes que no hay que seguir

Se les ha ido de las manos, nunca mejor dicho, pues el símbolo de Amberes es la mano del gigante que oprimía a la ciudad y que un joven valiente le cortó y tiró al río. Ahora el gigante es el Vlaams Belang, el partido de ultraderecha que gobierna la ciudad.

He vuelto tras más de seis años, y la ciudad me sigue gustando igual. Sí que me pregunto cómo una ciudad que siendo tan abierta al mundo por su historia y su puerto, se cierra de tal manera con un partido xenófobo y que solo hace política con odio también hacia la otra mitad del país.

Y en el tiempo que no he vuelto han abierto un pedazo de museo de estos que se hacen emblemáticos en una ciudad. El MAS, el Museum aan de Stroom, el museo a orillas de la corriente, que preside la parte alta de la ciudad y a la que ha llenado de vida. El edificio en sí es ya una obra de arte, con sus vistas a toda la ciudad, que van cambiando planta a planta, según se sube. Y en cada una de ellas, en la exposición permanente, muestran la importancia de Amberes antiguamente, y cómo alimentó el mundo y cómo se alimentó a sí misma.  

Ahí sigue la corriente, en forma de río, de diamantes, y de moda. Todo parece seguir igual, pero me temo que no es el caso, y lo malo es que la ciudad se deja cortar la mano ahora por el gigante. También resulta brutal el barrio ortodoxo judío en el que no pareces estar en Bélgica ni en Europa. Me asustan los guetos religiosos, sean de la religión que sean. Demasiados caldos de cultivo. Pero la ciudad sigue ahí, con el orgullo de siempre, y a mí me ha encantado volver.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Ni un día sin lenguas

Al final ha pasado para mí sin pena ni gloria y eso que me dedico a eso. El Día Europeo de las Lenguas termina, y yo, que diariamente cavilo sobre mi lengua constantemente, hoy no le he dedicado apenas un pensamiento a la efeméride. Lástima. Porque lo que hoy no he pensado en el tema es proporcional a lo mucho que lo hago el resto del tiempo y las horas que le dedico.

Lo de las lenguas puede llegar a convertirse en vicio. Los adictos vamos por la vida analizando palabras, descubriendo "no"-equivalentes en otras, o "carencias" en la propia. Ayer, cuando le dediqué el par de horas habituales diarias a mi lengua, leí algo curioso: que al aprender una lengua extranjera te convierte en un ser multicultural. A muchos no les parecerá el descubrimiento de la pólvora una afirmación así, pero a mí sí. 

Cuántas personas acuden a clases de idiomas pensando que el único "lógico" es el propio idioma y el resto son creaciones inferiores de lo que ha de ser la misma manera de expresar las cosas. Pues ni son inferiores ni han de expresar lo mismo: yo siempre les digo a mis alumnos cuando se me desesperan con el por y el para, el ser y estar, o el imperfecto y el indefinido, que en alemán hacen otras distinciones que para mí son innecesarias. La lengua alemana no te dice que el libro está en la mesa sino que te indica su posición: 'el libro está de pie en la mesa', te dicen, o peor aún 'está tumbado en la mesa'. Yo les digo si eso es verdaderamente tan importante, que en español solo se tumban las personas o los animales, pero no los libros o algún objeto.

¿Pero no enriquece la propia visión de la vida saber que en cuanto nos descuidemos los libros están también tumbados? ¿O que en español tenemos un rincón y una esquina mientras que en alemán tienen solo una palabra para las dos cosas? ¿O que las mesas y sillas en alemán tienen piernas ya que no tienen dos palabras para las extremidades inferiores, de personas o animales o muebles?

Y precisamente los que no se desligan de su universo lógico de palabras y estructuras son los que fracasan en el intento de abrirse al mundo. Por mis clases pasan montones de alumnos que al poco tiempo se cansan, porque el español no era tan fácil como se pensaban, o porque no son capaces de aparcar sus prejuicios u opiniones prefabricadas. Esas personas te discuten todo: desde que la b y la v se pronuncien igual a que haya que poner una coma en un lugar de la frase porque en alemán es justo así. ¿Por qué habría de ser así en español?, les pregunto siempre.

Pero los que se dejan llevar sin cuestionar todo y reciben con brazos abiertos la nueva "visión" de la vida, esos serán recompensados con creces. De esos también tengo muchos en mis clases, por suerte, y a ellos les dedico esta entrada. Porque gracias a ellos yo también aprendo de mi propia lengua. Lograr que sigan motivados en la carrera de fondo que es aprender una lengua extranjera es mi lema, y por eso no podía dejar pasar el día sin mencionar que aunque no lo parezca, ha sido un día importante. 

domingo, 22 de septiembre de 2013

La pregunta del domingo

No hacen más que pasar las elecciones en Alemania y ya empiezan a mostrar encuestas en los telediarios alemanes sobre lo que aquí llaman "die Sonntagsfrage", la 'pregunta del domingo'. Esto equivale a un "si fuese hoy domingo de elecciones, ¿a quién votaría usted?"

Hoy es el domingo famoso, y acudimos a las urnas a responder a dicha pregunta, y el escenario y ensayos que duran cuatro años, se convierten en real. Domingo de elecciones en Alemania significa que hay gente por la calle. A mí me llena de alegría eso. Yo hablo habitualmente de mi depresión de los domingos desde que llegué aquí, día que me resulta aburrido y anodino por estar todo muerto. Piensen que aquí el domingo no vamos a por el pan, ni a por el periódico, y los que lo hacen van a las 8 o las 9 de la mañana, o lo hacen de manera invisible, pues yo nunca los he visto "yendo". Tampoco tomamos el aperitivo en el bar de la esquina, así que parece que estamos en jornada de reflexión continua durante cuatro años.

Pues eso, hoy es el día, y desde que soy alemana ya no hablo en tercera persona, si no en primera. Como toda la gente que he visto desde mi ventana, he ido a votar, pues todos esos no iban a otro sitio, que lo sé yo. El colegio electoral estaba tranquilísimo. Ha sido llegar y votar. Y me preguntaba si habrá horas puntas en las votaciones. Necesitaré más experiencia para este dato.

Todavía se ven "multitudes" en las calles para lo que acostumbramos aquí los domingos y queda menos de una hora para que cierren los colegios electorales. Nada más cerrar, a las seis en punto, nos darán los resultados estimados, por la gente encuestada a pie de urna (a mí no me han preguntado), y esos resultados son, por lo general, bastante cercanos al resultado final. 

Dicen que está todo en el aire. Yo espero que sí, pero me temo que Merkel volverá a ganar. Espero llevarme una sorpresa, ya que la buena mujer para Alemania no ha hecho nada, pues si todo va bien, como dicen ella y su partido, es porque el resto de Europa va mal. Mejoremos entonces todos, en un domingo cualquiera en el que la pregunta es real. 

sábado, 21 de septiembre de 2013

La familia crece



Desde ayer tenemos a Mary-Anne en casa, o mejor dicho a Mini-Anne. esta señorita apareció ayer en una caja bajo el brazo de mi hija mayor. Aquí yo no gano para sustos. De repente tengo a esto en casa. No, si la idea es buena, pero tanto como para regalarles a todos y cada uno de los chavales una muñeca de goma, o mejor dicho un tórax, pues como que me parece excesivo. A ver ahora qué hacemos con esto, con la de cosas de las que me he deshecho en mis mudanzas.

Ya nos informó en agosto el tutor en la reunión de padres. Visto que semanas antes hubo en Hamburgo un caso de un chico de 17 ó 18 años que cayó al agua al volcar su barca, y que nadie supo hacerle el boca a boca por lo que los daños fueron irreparables, alguien le propuso al profesor instruir a nuestros hijos en esto. A él le pareció bien la idea y organizó una vistita al hospital para aprender a reanimar. Dicha visita fue ayer, y a mi hija le hacía poca gracia, pues ya se negó a ir a ver el pulmón de un fumador empedernido en una broncoscopia hecha en vivo para alumnos de sexto entonces, como prevención a la adicción al tabaco. "Ve, que no vas a ver sangre, y así si me quedo tirada yo, me puedes reanimar", le dije.

Pero volvió con está Anna mini. A mí me da grima verla, pues la pobre no es muy agraciada y se reduce a este tórax. Cuando mi hija me enseñó la caja pensé que capaces habrían sido de regalarle una muñeca de goma hinchable. A mí aquí no me sorprendería nada.

Podemos practicar, eso sí, y mi hija me ha mostrado cómo se masajea el corazón. Pero cuando entro en la habitación y veo el tórax inerte, me da un vuelco el corazón. Pero pensándolo bien, por otra parte me alegro de que cada uno tuviese su Anna para practicar el boca a boca...

jueves, 19 de septiembre de 2013

Cate absoluto

A raíz de la presentación tan bochornosa que realizó el comité que defendía la campaña para lograr los juegos olímpicos para Madrid no solo se ha escrito sobre el bochornoso inglés de una comitiva tan importante, sino sobre la expresión oral de los españoles en general. El País titula en su artículo del viernes 13 de septiembre "Cero en expresión oral" y explica que no somos un país de oradores, no porque seamos incapaces, sino porque el hablar en público se aprende y se entrena.

Efectivamente yo pasé la mitad de mi vida en España sin haber hablado jamás en público, y sin haber presentado un trabajo oralmente. Todo era por escrito. Y llegué aquí, y lo pasé fatal por tener que exponer temas delante de toda la clase. Aquí en la universidad se reparten los temas, y los alumnos se encargan de presentarlos. Pero esto es el fin de un proceso que comienza en primaria. Con 6 años les hacen hablar delante de toda la clase. A esa edad mis hijas han venido a casa diciéndome que tenían que responder alguna pregunta de "investigación" y explicarlo en clase, tipo "por qué el cielo es azul". Cada uno podía pensarse algo, luego investigarlo y exponerlo.

Además, durante toda la enseñanza tienen que participar muy activamente en clase. La nota oral cuenta al 50 %  de la nota final y hasta en matemáticas les dan nota oral, algo que a mí me sorprende. Aquí lo pasan muy mal los alumnos tímidos, pues aunque escriban exámenes de sobresaliente, les bajarán la nota si no participan activamente en clase, y lo activo aquí es lo hablado, y a veces me pregunto cuál es la justicia también de este sistema, pues como en todo en la vida, los "figuras" de la clase acaparan siempre más atención en las conversaciones, y los que no espabilan quedan relegados a un segundo plano.

Pero el sistema funciona en cuanto a que ganan seguridad, aunque la otra otra cara de la medalla es que no tienen miedo de soltar cualquier parida en clase. Digo esto porque yo me topo con todos ellos en la enseñanza para adultos, y el resultado de tantos años de entrenamiento para que hablen y opinen es que a veces hablan por hablar, y aunque no sepan la respuesta metan baza. Es más, si pueden, hasta te corregirán a ti, pues desconfían de todo lo que les cuentas. Eso es lo que fomenta el sistema también, que la gente siempre tenga algo que decir.

Pero sí, definitivamente cateamos en España en expresión oral, no porque no sepamos hablar o expresarnos, sino porque no sabemos hacerlo en público, y es cierto que se aprende, y a pesar de las pegas, el sistema escolar alemán gana en ese aspecto. Yo lo sigo pasando mal en los primeros minutos de clase de los cursos nuevos, pero es algo normal, pienso. Horriblemente mal lo pasé en la universidad, agravado el asunto por tener que hablar además en alemán, sin saberlo bien todavía. Pero no era solo eso. La noche de mi primera presentación de un trabajo, no pegué ojo, y el miedo que tenía a todas las miradas y a todos esos oídos fue algo que no se me olvidará jamás. Fui superándolo poco a poco, pero con muchas dificultades. Por eso, efectivamente, cuando antes se empiece a perder esos miedos, mejor.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

El crítico más crítico

Hoy ha fallecido en Alemania un personaje irreplazable, una de esas personas únicas que todo el mundo conoce. Marcel Reich-Ranicki, era un crítico literario en Alemania con una influencia infinita en los cánones literarios, para bien y para mal, no exento por ello de odios y enemigos de todos aquellos a los que aniquilaba en alguno de sus programas de televisión o artículos.

Nació en Polonia en una familia polaco-alemana y judía. Vivió en Berlín justo hasta terminar el bachillerato, pero la llegada de Hitler al poder hizo que su familia y él fuesen enviados al gueto de Varsovia. Su hermano se quitó la vida antes de que lo mataran y él mismo se despidió de sus padres cuando los mandaron a un campo de exterminio para ser asesinados. El pudo huír con la que se convertiría en su mujer y salvarse del exterminio escondidos en casa de una familia polaca. Tras trabajar para el servicio secreto polaco y renegando del comunismo que anteriormente había abrazado, aprovechó un viaje a Alemania para quedarse allí. Al poco tiempo empezo a publicar críticas literarias en periódicos importantes, pero la fama le vino sobre todo de su programa televisivo "El cuarteto literario", donde él y tres críticos más hablaban de novelas. Él fue quien le abrió camino a Javier Marías con su "Corazón tan blanco" en Alemania, al alabar la novela en este programa. 

Hubo más de un programa en el que salieron a mal los contertulios y una de ellos acabó por dejar el programa ante la idomabilidad de este hombre. Enemistado también con Günter Grass, el Nobel alemán, y con otros escritores, jamás dejó de decir una opinión negativa ni por respeto siquiera. Su más sonada representación de sí mismo fue en 2008, cuando en la gala de entrega de los premios de televisión, tras ver el show típico y absurdo de este tipo de eventos de premios, tras los aplausos cuando subía al escenario, dijo todo indignado que no aceptaba el premio tras haberse tenido que tragar ese espectáculo tan absurdo. 

Así era Reich-Ranicki y aunque ni yo ni la mayoría siguiésemos todo lo que decía o hacía, sí que su falta se hará notar en toda Alemania. Consiguió hablar de literatura de manera que todo el mundo le entendiese, y con sus rabietas a la hora de hablar de un libro, indignado muchas veces de que "eso" fuera literatura, sí que ha logrado que exista un canon de libros que si de por sí eran ya obras de peso literario indiscutible, si además lo decía él, la consagración era aún más. 

Hoy ha muerto a sus 93 años. Curiosamente también ha fallecido hoy Martín de Ríquer, otro estudioso literario y filólogo donde los haya. 

martes, 17 de septiembre de 2013

Puestos a pedir

Me dan ganas de publicar un post en blanco como protesta. ¿Protesta de qué?, dirán. Pues a todo. A que se nos pase la vida batallando, a todas horas, y que nos olvidemos a menudo de que los grandes placeres son las cosas más pequeñas. A que mientras sacrificas mucho por los tuyos, todo se vea reducido a cifras y a una negociación que parece surrealista. A que en Baviera, y parece premonitorio, ha vuelto a ganar el partido ultraconservador que les lleva gobernando durante 60 años; digamos que son no ya el partido hermano del de Merkel, sino el "gemelo" pero más repeinado aún. A que para las elecciones del domingo pidan que, como tenemos dos votos que dar, el segundo voto se les dé a ellos, es decir, que los que voten a la CDU de Merkel, voten también a la CDU bávara. Es como votar al PP y a Alianza Popular juntos como coalición de gobierno, si ambos partidos se presentasen.. 

Pero yo no voy a votar en blanco el domingo ni mucho menos, con lo que me ha costado poder votar en este país. No obstante la campaña electoral está pasando a mi alrededor sin pena ni gloria. Para una vez que puedo votar y no he seguido ni debates ni otros despliegues de fuerza. En el extranjero critican que Europa no sea uno de los temas centrales de las elecciones alemanas. ¿Por qué habría que de serlo? El ciudadano de a pie medio está más preocupado por posibles subidas de impuestos, por que haya alquileres razonables, por que se creen las plazas para guarderías prometidas, que por la crisis del euro. Esto ha sido debate mucho antes de las elecciones, pero ahora que llegan, priman los temas de siempre. 

Así que hoy no dejo en blanco el post del día de hoy, aunque protesto porque se haya pasado otro día más en el que seguimos buscando al candidato ideal, al partido ideal. Los Verdes quieren implantar un día vegetariano en las empresas. La Izquierda pide autobuses y transporte público gratis para todos (¿cerveza también?). Y yo simplemente pido que por fin metan cuotas que obliguen a las empresas a contratar a mujeres en la dirección de las mismas, ya que otra cosa no va a funcionar aquí. Y que nos dejen de tomar el pelo. Y que nadie vote a estos partidos de repeinados que encima dan pagas para que las mujeres se queden en casa al cuidado de sus hijos y no necesiten plaza de guardería. Así combaten el problema de las madres trabajadoras, simplemente combatiéndolas a ellas. 

martes, 10 de septiembre de 2013

¿Desprivatizamos?

Alemania me sigue sorprendiendo y eso que llevo la tira de años aquí. El 22 de septiembre, además de decidirse si Merkel sigue en el poder o si le releva Steinbrück, el candidato del SPD (los socialdemócratas), en Hamburgo además tenemos que votar en un referéndum curioso. Se decide si la ciudad de Hamburgo está obligada a comprar de nuevo las redes de suministro de energía que abastecen la ciudad, es decir electricidad, gas y calefacción, que fueron privatizadas a finales de los 90. La compra costaría entre 1.500 y 2.000 millones, de ganar la iniciativa que consiguió convocar este referéndum como se hace aquí, con tesón y a base de firmas.

El alcalde de Hamburgo, Olaf Scholz, del SPD, dice que como mucho compraría un 25 %. Los Verdes y La Izquierda, quieren adquirir el 100 %. Los conservadores de la CDU y FDP dicen que nada de nada. El 25 % estaría garantizado por un crédito, y parece ser que de comprar todo también, aunque muchos argumenten con que entonces no quedaría dinero para enseñanza ni otras cosas. Pero aunque el crédito esté garantizado, hay que pagarlo también.

Acabo de leer dos hojas gigantes del periódico local en el que informan sobre todo este tema, hecho por hecho, y me he quedado igual. Me da la sensación que tanto una como otra postura tienen su parte de lógica, pero ninguna al cien por cien. Más bien se trata de una decisión política en base a las creencias del votante. Si uno piensa que el gas, el suministro eléctrico, y la calefacción urbana han de estar, al igual que el agua, en manos públicas, que vote que sí a la compra, y el que piense que el Estado no ha de ser una empresa que se arriesgue ahora con créditos que vote que no.

Ahora estoy mirando lo que será la papeleta el día de las elecciones. El nombre de esta iniciativa es "Nuestro Hamburgo - Nuestra red", y la pregunta es si el Gobierno de Hamburgo ha de dar los pasos necesarios para que en 2015 el sumistro de todo lo mencionado arriba vuelva a estar en manos públicas. Y ahora viene algo que me llama la atención: el objetivo es un sumistro "socialmente justo", respetuoso con el medio ambiente, y democrático. Me pregunto qué es un suministro democrático: ¿que todos gastemos lo mismo, para bien o para mal? ¿y socialmente justo, que nos lo van a rebajar, o a los que tengan menos? Pero nos dicen claramente que no van a bajar los precios. Así que la democracia es poder votar por esto, pero salvo eso...

En fin, que es una cuestión de principios y no de otra cosa, pero yo ahora tengo este dilema, de si voto con un sí o con un no a esta consulta. Aquí en realidad cualquiera que junte las firmas suficientes puede llevar cualquier cuestión a las urnas, como ya pasó hace un par de años con el tema de la enseñanza secundaria, y el resultado de aquel referéndum paró toda una reforma que a mí me parecía necesaria. A ver lo que sale de la consulta actual.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Me not understand / Yo no comprender

Mucho se está diciendo estos días sobre el inglés de Ana Botella y de los que han ido con ella a representar a Madrid en la candidatura para las Olimpiadas de 2020. El espectáculo que han dado ha sido bochornoso. Me parece vergonzoso que manden a personas tan incompetentes para representar internacionalmente al país. La alcaldesa, con su preparación y "méritos" para haber llegado a su función, da como mucho para cortar la cinta de inauguración en algún evento de la capital, pero para poco más.

Por supuesto que no todos han gozado de la educación plurilingüe de calidad que ha tenido el príncipe, pero de ahí a mandar a gente que no sabe inglés, por muy alcaldesa que sea, hace que se plantee el mundo si Madrid puede organizar algo tan internacional como los Juegos Olímpicos. Igual de denigrante o más me ha resulta el representante del COI por España, con su macarrónico inglés. ¿Acaso no se codea ese hombre con los miembros del COI y su trabajo es de ámbito internacional? Pues ahí está, en su puesto, de comida en comida y vidorra padre, y me pregunto que si con un traductor para todo. 

Yo no he seguido todo este circo de las Olimpiadas por no interesarme en absoluto, pero ayer me alegré al saber que no se las han dado a Madrid. La pregunta a Ana Botella de si un país con tales niveles de paro puede permitirse unos Juegos me pareció más que oportuna. La respuesta no pudo ser más típica del partido de nuestros gobernantes: hablar de la infraestructura y no responder a lo que les preguntan. Solo faltaba que hubiesen aparecido en pantalla de plasma. 

Señores despechados por un estúpido circo olímpico en el que los votos se compran con agasajos y favores: dediquen ese dinero que iba a ir a las Olimpiadas a mejorar la enseñanza del inglés en los colegios, con más medios audiovisuales y métodos más modernos. No recorten en profesores. Manden a estos mismos a reciclarse en cursos. En tema de enseñanza de idiomas aseguro, como profesora que soy en la materia, que se puede seguir aprendiendo como profesor y mejorar. Y si la imagen que seguimos dando con el inglés es esa incompetencia absoluta, hay que plantearse obligar a los políticos que nos representan en el extranjero a hacer cursos de inglés en plan Guardiola con el alemán. ¿Que se niegan? Pues fuera: no son aptos.

Y así nos va: en vez de Olmpiadas tendremos Eurovegas. Nivelazo total. 


miércoles, 4 de septiembre de 2013

El curso sigue su curso

A mí esto de que el curso escolar lleve ya un mes, estando a primeros de septiembre me tiene descolocadita. Es como si además me faltasen las ideas en mi día a día y cuando en realidad están todas ahí. Hemos empezado el curso con noticias extrañas, como la de un colegio que toma las huellas dactilares de los niños para de esa manera tenerlos registrados a la hora de servirles la comida. U otro colegio de primaria, que tiene un burdel enfrente del cole y los padres están movilizándose en contra, y observando las "entradas" y "salidas" del piso en cuestión, no digno de una zona "de bien".

Y como anécdota personal, ayer me vino mi hija diciendo que la profe de inglés no se creía que mi firma podía ser la de un adulto y que pensaba que era una falsificación. Que mi firma parecen garabatos, le dijo a mi hija. Lo que hay que oír.  

Y metereológicamente hablando, ha sido llegar septiembre y se ha nublado. El mes de agosto ha sido soleadísimo y ahora tenemos el cielo gris que corresponde a estas latitudes, por lo que parece que ha venido el otoño de golpe, y nadie se acaba de creer el veranillo de San Miguel que nos pronostican para mañana mismo.

Cursos de verano, otro de mis temas. Como la gente es tan ingenua, te vienen convencidos de que con las cinco tardes que dura un curso de español para las vacaciones les dará para soltarse la y en la lengua. Algunos hasta te anuncian el mismísimo primer día del curso que el último día no vendrán por estar ya de viaje. Tan en serio se toman la finalidad del curso y eso de que el fin justifica los medios es pura anécdota. Si pudieran se lo saltarían. 

Las ciudades se nos han llenado de carteles electorales. Este mes toca votar; a mí también, con mi recién estrenada ciudadanía alemana. Conduces por las calles con caras gigantes mirándote, pues aquí los carteles electorales los colocan al borde de las aceras, de tal manera que me pregunto si solo votamos los conductores.

Agosto me ha sabido a septiembre este año y septiembre me sabe ya a otoño e invierno. En nada serán los días muy oscuros, y la sensación de verano quedará más atrás aún. Pero de igual manera sé que, como todos los años, sobreviviré a la oscuridad, al frío, y al tedioso cielo gris. Pero es que hay que pasarlo. Si no fuera eso...