domingo, 17 de noviembre de 2013

Y yo más

Menuda semanita. Pensé que no iba a terminar nunca. Pero una cosa puedo decir: bendito trabajo, y más los que tenemos la suerte de hacer algo que nos gusta. Yo sé lo que es estar desesperado buscando trabajo y no tenerlo, y desesperarse pensando en si uno es un inútil y el resto tan cualificado y maravilloso. 

Ayer di un curso sobre Extremadura, y yo misma he aprendido un montón preparándolo. Hoy me ha escrito una alumna para decirme que tras mi curso de ayer ya se han reservado vuelos para viajar en verano hacia allá. No se imagina el gobierno español lo que los profesores de ELE (Español como Lengua Extranjera) hacemos para promocionar nuestro país. Dejé constancia en mi conferencia de que merece mucho la pena visitar Extremadura y descubrir todo lo que se desconoce de esta región que no suele figurar en los planes de los turistas extranjeros que visitan nuestro país. Yo más no puedo hacer.

Y para mala publicidad la que sale de los tribunales españoles. Lo del Prestige nos da de nuevo a los españoles la sensación de que los únicos condenados somos nosotros. Al final, como resumía con un titular el diario satírico El Mundo Today, que tanto me gusta, el culpable es el barco. En España nadie se responsabiliza por nada, pase lo que pase. El fiscal tampoco ve culpa en la infanta y frena todo antes de que el juez decida. Vergonzoso. Qué más tiene que ocurrir para que la condenen a ella y todos los que han robado a espuertas o han causado daños de millones de euros al litoral gallego y más. La huelga de basura ha lanzado imágenes al mundo que hacen dudar que en España los gobernantes tengan dos dedos de frente. Los trabajadores de la limpieza han hecho lo que tenían que hacer, pues estaban condenados de todas formas por el gobierno tan inepto que tiene el ayuntamiento de Madrid. Hoy se ha logrado el acuerdo y no habrá despidos pero la alcaldesa se quiere apuntar el éxito hablando de que se debe a la flexibilidad de la reforma laboral.  De verdad, ¡qué condena son todos ellos!

Por eso yo cada vez estoy volviendo más a lo básico, a los pequeños detalles, y disfruto viendo imágenes de las aves de Extremadura y he aprendido mucho sobre las que viven en los montes, en las dehesas o en los llanos. O sobre los cerdos de las dehesas, que son unos auténticos sibaritas, pues se comen primero las bellotas dulces y luego las amargas. También he aprendido que esas torres tan maravillosas y esos edificios que tiene Cáceres son en muchos casos resultado de un "y yo más". Los nobles hacían uso de la piedra para mostrar su poderío y construir torres más altas que el vecino. Isabel la Católica llegó a enfadarse tanto por esto que terminó por mandar pegarles un tajo a todas las torres salvo a la de un noble muy fiel a ella. Así que lo nuestro viene de antaño, el usar las riquezas no para el beneficio común sino para construir palacios y catedrales. Al menos gracias a eso tenemos ese casco antiguo tan maravilloso y tanto patrimonio monumental en todo el país y junto con las costas podemos ofrecer de todo y hacer disfrutar a cualquiera, a mí la primera. Por eso me da tanta rabia todo, que hayamos perdido tanta credibilidad. Yo seguiré mandando alemanes para allá de vacaciones, mientras que el gobierno español está logrando una emigración masiva de la juventud. Jamás he visto a tantos españoles por aquí ni tantos coches con matrícula española. Esos no vienen de turistas, eso está claro.


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