martes, 21 de octubre de 2014

Más que impresiones

Llevo dos días de vuelta en Alemania y todavía pienso mucho en los 4 días que acabo de pasar en Estambul. Hay viajes que siguen haciendo efecto después de haberlos realizado. A mí Estambul me ha dejado huella. Puede ser que es porque era la primera vez que me aventuraba a ir a un lugar más "exótico" pues reconozco que no había salido de Europa Occidental o de Estados Unidos hasta la fecha. Supongo que Estambul tampoco es lo más diferente que podría visitar pero lo ha resultado para mí en muchísimos aspectos. Al aterrizar a la vuelta para el cambió de vuelo en el aeropuerto de Múnich, éste me pareció un sanatorio del silencio que había en comparación.

¡Qué ciudad, Estambul! Viven en ella 13 millones de habitantes, en teoría, o 14, 15, 16 ó 17. No se sabe en realidad. Me han llamado la atención muchas cosas. Una de ella la cantidad de perros callejeros que hay. Por lo visto la ciudad no los castra ni hace nada y se multiplican, y lo mismo ocurre con los gatos. Igualmente hay muchos niños, demasiados en mi opinión, solos por la calle. Me partió el alma ver a una niñita de apenas 7 años vendiendo pañuelos de papel en una calle con mucho tráfico. Cualquiera podría montarla en el coche y llevársela. Eso sí, su hermano, o niño acompañante estaba sentado en una silla. Luego vi otro grupo de niños en la mediana de una calle de cuatro carriles. Supongo que pasarán accidentes, y con la mentalidad nuestra de una vigilancia quizá exagerada de nuestros hijos cuando son pequeños, choca esa falta de control. No quiero juzgar pues es otra mentalidad completamente distinta y supongo que el papel del niño es muy diferente al que tenemos en la mayor parte de Europa hoy día, además de que las familias tienen otras preocupaciones de las que tenemos en Alemania u en otros países, pero me produjo tristeza. Otro asunto que me llamó mucho la atención es que la vida social les pertenece por completo a los hombres. Por supuesto que se ven mujeres en la calle, pero siempre en los comercios o yendo o viniendo a alguna parte, solas o en compañía. Me refiero a los momentos de asueto: los bares, bancos en los parques. Sólo se ve a hombres en estas situaciones. Resulta muy curioso. También en los restaurantes hay muchos grupos de hombres solos. Ellas parecen ser invisibles. También los negocios los llevan todos hombres. Tan solo en la parte más moderna de Estambul, en las mediaciones de la plaza Taksim, donde están las tiendas que se ven en todas las ciudades europeas trabajan mujeres jóvenes. Pero poco más.

Parecerá que en mis dos entradas sobre la ciudad obvio lo más importante: las maravillas que se abren a la vista del visitante y de las que todos hemos oído hablar alguna vez. No por mencionarlas en último lugar les quito importancia, pero en mi opinión viajar no es sólo visitar monumentos y hacer fotos, sino abrir la mente y ver que hay formas de vida muy diferentes a la tuya. Pero aquí va todo de lo que se pueden hacer millones de fotos.

Hagia Sophia, templo que primero fue basílica, luego mezquita y ahora museo, cuenta con una cúpula que podría estar entre las maravillas del mundo. Todavía sigue siendo un enigma cómo la construyeron, por sus dimensiones. Fue el templo más grande que existió durante mil años hasta que se construyó la Catedral de Sevilla.




La Mezquita Azul, una maravilla de la arquitectura otomana, es un lugar de culto y solo se puede visitar sin zapatos y las mujeres con un pañuelo a la cabeza que te prestan a la entrada. Es una preciosidad, pero admito que no disfruté de la visita por el terrible olor a pies que había...





El Palacio de Topkapi es un recinto gigantesco a lo alto de la parte antigua de la ciudad en el que vivieron varios sultanes, incluidas su colección de mujeres. El harem era impresionante. Por lo visto llegaron a vivir en él 120 mujeres y doncellas juntas. Todos nos imaginamos esto con nuestra visión de las mil y una noches, pero según he leído había luchas feroces entre ellas. Llegar a ser la favorita del sultán te daba muchos privilegios, y darle un hijo aún más, por lo que nos podemos imaginar lo que esto implicaba. El palacio y el harem siguen conservando su esplendor e impresiona el imaginarse todo lo que habrá sucedido entre sus muros, por no hablar de todo lo concerniente a los eunucos que estaban al cuidado de las mujeres y de la madre del sultán que vivía allí también y se dedicaba, entre otras cosas, a elegirle las mujeres al hijo.





La Torre de Gálata ofrece unas vistas impresionantes de la parte antigua de Estambul, con las dos mezquitas que he mencionado y el palacio. También se puede admirar la parte asiática de la ciudad, el puente de Atatürk y lo que se denomina el Cuerno de Oro, el estuario que bordea la parte antigua de Estambul y que se une al Bósforo.







No sé si volveré a Estambul, pero guardaré en mi retina éstas y muchas otras imágenes para siempre.

sábado, 18 de octubre de 2014

Un puente intercontinental

Si hay un puente que sirva de conexión de algo gordo es el Puente del Bósforo, que une dos continentes, Europa y Asia, en la única ciudad del mundo que puede presumir de estar repartida entre dos continentes. Estambul es así, y apabulla con su forma de ser en un lugar que parece ser el comienzo y el fin de muchas cosas: es el principio o el final de Europa, según se mire, el fin de oriente o el comienzo de occidente.

En ella cabe todo, la decadencia absoluta junto al esplendor, el exotismo de oriente con la forma de vida occidental, pobreza absoluta al lado de la ostentación, mujeres sin pañuelo a la cabeza, mujeres con él, mujeres con burka.

No hay precios por ningún lado y se trata de negociar. Mal asunto para los que estamos acostumbrados a vivir rodeados de etiquetas con precios, y lo único que tenemos que pensar es si compramos rl
artículo o no. Aquí tienes la sensación de que te timan en todas partes pero debe ser parte del encanto, pero yo simplemente no lo pillo pues no valgo para esas cosas.

Luego coges un taxi y le dices al taxista que te lleve a la Torre de Gálata y se va justo en la dirección contraria. Se lo haces saber y te dice que es mejor ir por ahí. Para una distancia de 3 km en línea recta recorre 10 km y da una vuelta impresionante y le vuelves a dejar claro que no eres imbécil. Aún así el taxi cuesta el equivalente de 9 euros y otro trayecto posterior en transporte público nos sale para cuatro personas por 11 euros. Entonces no sabes si al final los que te han engañado son los del transporte público.

Menudos negociantes y liantes. Todos parecen tener un primo con una tienda de alfombras y tras saludarte amablemente en español y hacerte la pregunta clásica de si Madrid o Barcelona (fútbol, claro) te indican que ahí al lado su primo tiene una tienda de alfombras.

Y la última de hoy ha sido que al buscar un barco para hacer un recorrido en barco por el Bósforo, nos hablan justo en ese momento y nos dicen que en 10
minutos sale un barco que hará un recorrido de 2 horas. Sin pensárnoslo mucho decimos que sí, corremos para pillarlo, y sin darnos cuenta nos meten en un pequeño autocar lleno y en el que tuvimos que ir de pie. Yo me temía que en vez de o antes del viaje nos llevarían a alguna fábrica de alfombras de algún primo. Nos llevan a un barco algo más alejado de las flotas que se ven en el embarcadero con letras grandes "Bósforo". Y la salida inminente se covirtió en una espera de 25
minutos, pues aproecharon hasta el último momento para llenar el barco más aún. Eso sí, el viaje ha merecido la
pena como pueden ver en las fotos. Y el rato me ha dado para escribir además estas líneas, que subiré, junto a las fotos, en cuanto tenga wifi en el hotel. 







lunes, 13 de octubre de 2014

Nuevas versiones

Vacaciones en octubre. Siempre tenemos dos semanas libres que, la verdad, se agradecen. Hoy ha sido una estupenda sensación no tener que madrugar y poder pasar un día con mis hijas sin ataduras de horarios. Otros años hemos salido en estampida, como hacen muchos, pero éste pasamos unos días en casita, antes de largarnos en unos días, ya verán adónde. 

Mientras aprovecho para ver películas que tenía pendientes, para leer periódicos atrasados y sacar adelantes proyectos futuros. En ciertas materias voy con retraso, pero no importa pues el buen cine espera siempre, y las malas noticias son iguales hoy o semanas después.

Me sorprendió mucho el otro día "Maleficient", película en la que Angelina Jolie da vida a una versión diferente de "La bella durmiente". Llevo un tiempo pensando que ni los cuentos nos cuentan la verdad, si no lo que la mayoría quiere ver. Y por eso la versión actual me gusta más que la clásica. No voy a reventar la película, pues demasiado lo hacen ya los trailer hoy día, pero resumo a grandes rasgos: el hada mala tenía muchos motivos para ser mala, y el final edulcorado del beso de amor que rescata a la princesa del sueño infinito no es el del príncipe, sino que la salva un beso de amor verdadero. Más no cuento. Pero me reconforta ver que nada es lo que parece y que no debemos creernos nada de lo que nos muestran de manera manipulada. La verdad la conoce el que estuvo allí, y eso no es ni televisión ni cualquier otro medio, sino los protagonistas del suceso.

Y antes he leído una editorial sobre una noticia que me alivió mucho el otro día cuando la oí. No han recogido firmas suficientes en Hamburgo para convocar un referéndum que cambiase los años de instituto de 8 a 9 años. Hay que explicar que hasta hace un par de años era así, en los institutos se estaba desde quinto al grado 13. Se redujo a un año menos y ahora, muchos padres histéricos han estado haciendo campaña de que ese año más es fundamental para no robarle la infancia a nuestros hijos que, con el sistema actual, son máquinas de aprender, según ellos. A mí me indignan todas esas cosas pues el problema es que muchos no soportan ver a sus hijos "sufrir" por estudiar. Aquí todo ese esfuerzo se ve como algo negativo y no como entrenamiento para la vida y que aprender es algo positivo. Aquí se ha de aprender por que sí, sin hincar los codos, algo con lo que lucho yo en mis clases para adultos, pero ese es otro asunto. 

Curiosamente las familias que más se quejan del "estrés" que, según ellos, antes no existía, son las más acomodadas, cuyos hijos se encuentran en completo estrés tipo "lunes y jueves hockey, martes montar a caballo, y miércoles clase de piano", y eso hasta a veces es poco. Además en Alemania existen otras alternativas al instituto, precisamente para los chicos que no tienen en un principio pretensiones de ir a la universidad, aunque es también posible, pero que pueden estudiar con otro tipo de enseñanza algo menos teórica. 

Así que yo estoy contenta de que esto se haya quedado en una idea que no ha llegado a ninguna parte, por lo absurdo que sería cambiarlo todo otra vez, teniendo en cuenta que además pretendían que en cada instituto los chavales pudiesen optar por las dos vías, tener unos un bachillerato de 8 años y otros de 9. Siempre me he preguntado cómo iban a organizar eso con la cantidad de horas que se cancelan cuando faltan los profesores.

Por suerte esta vez la mayoría no se ha creído los cuentos de unos pocos, pues yo ya me temía lo peor y podemos pasar a otra cosa. Menos mal que muchos cuentos tienen su re-escritura. 

miércoles, 8 de octubre de 2014

Vergonzoso

Supongo que hoy más de media España y parte del extranjero está cabreadísima con la gestión en España en el asunto del ébola. Que todo han sido palabrerías desde el comienzo, pues no ha habido ningún control sanitario del personal que trató al enfermo repatriado que después falleció, ya es el colmo. Que el gobierno fardase tras el trance ante Europa diciendo que se prestaban a asesorar sobre cómo actuar ante casos de ébola es grotesco. Pero que hoy el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid haya dicho hoy que la enfermera mintió, arremete contra la dignidad de todos los españoles. ¡Qué interés iba a tener la pobre mujer en mentir!

Me siento avergonzada como española de la chapuza continua de país. Tras los casos interminables de corrupción de los últimos años, ahora lo de las tarjetas, no hay día en el que no nos veamos confrontados a la cámara de los horrores que es la gestión de todo en España, sea todo tipo de investigaciones una vez pillados todos con las manos en la masa, sea la gestión de la crisis, con el desmantelamiento de la sanidad pública y todo lo que se han llevado por delante, y toda la panda de incompetentes, incapaces de actuar con la dignidad, seriedad y profesionalidad que se esperaría de los cargos que ocupan y por los que, en teoría, representan a la ciudadanía y no a su propio ego y monedero. 

No sé si lo de matar al perro de la enfermera contagiada no habrá sido precipitado, y no se han planteado ponerlo en cuarentena. Si la enfermera tuviese hijos, ¿los matarían también directamente? Todo parecen ahora palos de ciego y meteduras de pata continuas. Y todos sentimos bochorno y rabia e ira. ¿Por cuánto tiempo más? 


viernes, 3 de octubre de 2014

A ver, a ver ...

Acabo de leer un artículo que me ha dejado estupefacta. En Baviera existe obligación de uso de preservativos para las prostitutas y sus clientes. Es algo difícil de controlar, pensarán. Pues se equivocan: ¡con Baviera hemos topado! No subestimen a los bávaros: tienen un grupo policial dedicado a comprobar in situ si se utilizan o no. Entran en pleno acto y comprueban. De no estar siendo utilizados, multan a ambos.

La obligatoriedad del condon existe desde 2001 en Baviera, y ahora el ministerio de la Mujer pretende ampliar esta ley a toda Alemania. Pero esto se muestra difícil de aplicar al ver cómo es la práctica en los dos Estados Federales donde los preservativos son obligatorios: mientras que en Baviera los policías, vestidos de paisano, eso sí, no se cortan y entran, en el Sarre no hay controles; simplemente ponen carteles anunciando la obligatoriedad y punto. 

Por supuesto que es loable que quieran proteger a las prostitutas, pero esto hace que por el sexo sin preservativo se pague más y que las mujeres estén dispuestas a correr riesgos, sobre todo las prostitutas que vienen del extranjero y que en sus países cobran menos por lo mismo y que necesitan mandar dinero a casa. Otro problema, además, es que son las mujeres las que pagan más si son pilladas pues, aunque les ponen multas a ambos, son ellas las que, de ser pilladas más veces, tienen que pagar el doble de la multa anterior: 300, 600, 1200... y ellos no. Y en internet hay foros donde los hombres se aconsejan sobre dónde pueden acceder a sexo sin preservativo y cómo eludir los problemas con la justicia. 

La pregunta es, si la ley se amplia a todo el país, cómo van a controlar el uso o no de condones. Aquí en Hamburgo es muy difícil pon la cantidad de prostitución que hay. El comando de control tendría que contar con numerosos agentes. Y de qué sirve todo esto, me pregunto, si al final las que pagan el doble, y no sólo dinero, son las prostitutas, poniendo en riesgo su salud. Prohibiciones de esta índole no van a cambiar nada. Más bien tendrían que sacar a muchas de la marginalidad con la que trabajan al verse obligadas a aceptar todo con tal de poder trabajar y dotarles de una mayor visibilidad y seguridad para que puedan ser firmes en su negativa y no acceder a trabajar poniendo en peligro sus vidas.