Lo de las lenguas puede llegar a convertirse en vicio. Los adictos vamos por la vida analizando palabras, descubriendo "no"-equivalentes en otras, o "carencias" en la propia. Ayer, cuando le dediqué el par de horas habituales diarias a mi lengua, leí algo curioso: que al aprender una lengua extranjera te convierte en un ser multicultural. A muchos no les parecerá el descubrimiento de la pólvora una afirmación así, pero a mí sí.
Cuántas personas acuden a clases de idiomas pensando que el único "lógico" es el propio idioma y el resto son creaciones inferiores de lo que ha de ser la misma manera de expresar las cosas. Pues ni son inferiores ni han de expresar lo mismo: yo siempre les digo a mis alumnos cuando se me desesperan con el por y el para, el ser y estar, o el imperfecto y el indefinido, que en alemán hacen otras distinciones que para mí son innecesarias. La lengua alemana no te dice que el libro está en la mesa sino que te indica su posición: 'el libro está de pie en la mesa', te dicen, o peor aún 'está tumbado en la mesa'. Yo les digo si eso es verdaderamente tan importante, que en español solo se tumban las personas o los animales, pero no los libros o algún objeto.
¿Pero no enriquece la propia visión de la vida saber que en cuanto nos descuidemos los libros están también tumbados? ¿O que en español tenemos un rincón y una esquina mientras que en alemán tienen solo una palabra para las dos cosas? ¿O que las mesas y sillas en alemán tienen piernas ya que no tienen dos palabras para las extremidades inferiores, de personas o animales o muebles?
Y precisamente los que no se desligan de su universo lógico de palabras y estructuras son los que fracasan en el intento de abrirse al mundo. Por mis clases pasan montones de alumnos que al poco tiempo se cansan, porque el español no era tan fácil como se pensaban, o porque no son capaces de aparcar sus prejuicios u opiniones prefabricadas. Esas personas te discuten todo: desde que la b y la v se pronuncien igual a que haya que poner una coma en un lugar de la frase porque en alemán es justo así. ¿Por qué habría de ser así en español?, les pregunto siempre.
Pero los que se dejan llevar sin cuestionar todo y reciben con brazos abiertos la nueva "visión" de la vida, esos serán recompensados con creces. De esos también tengo muchos en mis clases, por suerte, y a ellos les dedico esta entrada. Porque gracias a ellos yo también aprendo de mi propia lengua. Lograr que sigan motivados en la carrera de fondo que es aprender una lengua extranjera es mi lema, y por eso no podía dejar pasar el día sin mencionar que aunque no lo parezca, ha sido un día importante.
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