domingo, 29 de marzo de 2015

Lo inexplicable

La semana que termina ha sido muy dura para España y Alemania con el accidente de avión que ha conmocionado al mundo estos días. Al horror de lo sucedido y la sensación de que en ese avión podíamos haber estado cualquiera de nosotros, se sumó el jueves la conmoción de que el piloto dejó caer el avión adrede. Qué crueldad tan grande para las víctimas y sus familiares. Si ya un accidente es difícil de asimilar, saber que fue hecho a consciencia sobrepasa todo. 

Mucho se está diciendo sobre el copiloto causante de este acto tan horrible. Con decir que estaba depresivo se aclara todo, y a mí me irrita y me duele tal aserción. Los que están o hemos estado depresivos sabemos que una persona depresiva no hace una cosa así. La depresión es autodestructiva, pero no arrolla a los demás así. Un depresivo está demasiado ocupado consigo mismo como para querer causar tanto daño a los demás. La depresión no es jamás la explicación de un acto tan monstruoso. Yo no me lo creo. Ahí tiene que haber otros trastornos psicológicos más graves, aunque la depresión no lo sea menos. 

Un acto como el del piloto del avión no es de alguien depresivo sino de alguien con deseo de hacer sufrir a los demás, alguien con aires tales "de grandeza" como para querer salir del mundo "por la puerta grande", y alguien que se toma a sí mismo tan en serio como para pensar que su vida es equiparable a la suma de 160 personas. Eso es una arrogancia miserable, porque un verdadero  depresivo o se quita la vida en silencio o trata de salir como sea del agujero tan profundo, ya sea por los suyos o por sí mismo. 

Siempre me parece fuera de lugar el trato tan despectivo con que se habla de las personas depresivas o incluso lo fácilmente que la gente pronuncia la palabra "depresión" para aplicarlo a todo restándole importancia a una enfermedad tan seria banalizándola. Tener una depresión no es sinónimo de tener esa sangre fría para, al contactar con la torre de control y que te digan que el aterrizaje está previsto para tal horas, digas "ya veremos". Cuándo va a comprender la gente que una depresión no aclara lo inexplicable. Para eso hay que buscar más. 



viernes, 20 de marzo de 2015

Qué bonito el eclipse

Mi hija pequeña se ha ido hoy algo mosqueada al cole porque no tiene gafas para observar el eclipse parcial que se está produciendo ahora mismo. Las gafas protectoras para los ojos están agotadas en Alemania desde hace días. Y yo no he tenido tiempo de ir de óptica a óptica preguntando si les quedaba alguna.

Entiendo que a los astrofísicos y a los interesados en la materia les parezca algo grande. De hecho yo vi, con gafas incluidas, el eclipse total que hubo en 1999, sentada en un banco a orillas del Alster, el lago de Hamburgo, durante la hora de la comida de mi trabajo. ¿Qué habrá sido de aquellas gafas? Probablemente como tras verlo me quedé igual, en alguna de mis varias mudanzas desde entonces, las gafas habrán pasado a mejor vida. Pero todo tiene su momento en la vida, y entiendo que a una niña de 11 años el eclipse le parece importante. Me contaba indignada esta mañana que el próximo parcial es en 20 años y el próximo total en 80.

Debo ser de lo más simple al pensar que habiendo tantas cosas por resolver en la tierra, lo que ocurre más allá me la trae al pairo. Leo sobre todo tipo de temas, pero los artículos sobre los planetas, sobre si hay vida en Marte, y cosas así, me los salto directamente. Entiendo que se investigue sobre todo esto, pero veo tantas cosas más importantes, que me parecen meras historias. Más preocupantes me parecen los atentados en Túnez estos días o la situación de muchas personas en el mundo. El otro día leí un artículo que me causó tanto dolor que tuve que parar de leerlo y saltarme muchos párrafos. Recomiendo su lectura, para que no se nos olvide que los refugiados que llegan a Europa buscado una vida mejor hacen lo que haríamos nosotros en sus mismas circunstancias. El artículo trata sobre las torturas y horrores que sufren los emigrados eritreos en su camino a Europa huyendo de la represión de su país. Léanlo hasta la última palabra, si son capaces:  http://elpais.com/elpais/2015/03/04/eps/1425482835_489274.html. Yo no lo fui y lloré mucho al leerlo y me indigna que esos horrores se den día a día en el mundo y nadie haga nada por solucionarlo.

Que sí, que el eclipse es muy interesante. Pero darnos cuenta de la mierda que es el mundo en el que vivimos también, aunque nosotros vivamos en la parte privilegiada de él.

[Nota añadida 10 minutos después de la publicación de este post:
Se acaba de nublar. Así son los eclipses "solares" en Hamburgo]

viernes, 13 de marzo de 2015

Nos tenemos que mover

Hoy ha sido el último día de mis vacaciones por Andalucía, que han concluido en Nerja. Todos los españoles asociamos este lugar con la serie de televisión "Verano Azul". La serie sigue presente en la ciudad con calles, tiendas o parques con el nombre de la serie o sus personajes. Hoy he visto el barco de Chanquete, que no está en la playa sino en un parque, algo fuera de lugar. Así que los chicos y chicas de la serie cantarón en balde el famoso "Del barco de Chanquete, no nos moverán!!!", porque en la vida real el barco lo moviero.

Nerja es el lugar donde hiverna la tercera edad europea. Increíble cuantos jubilados del norte de Europa pasan aquí los meses fríos, y es entendible, porque con 6°C de máxima que me encontraré en Hamburgo mañana a mi regreso, es como para quedarse aquí unos mesecillos, estando además a 21°C como hemos tenido estos días. Pero no sólo Nerja sino toda la Costa del Sol está llena de guiris en chanclas, sandalias y pantalones cortos, mientras los españoles llevan ropa más abrigada, pero es todo relativo, claro.

Y encima Nerja es como el mundo: un pañuelo. El otro día me encontré a una alumna mía de Hamburgo por la calle. Sabía que estaría aquí, pero de ahí a topármela, con la cantidad de extranjeros que hay por aquí, fue una gran casualidad. O no tanta, pues estas cosas ocurren.

Lo que sí que quiero aprender es andaluz. Me he acostumbrado a que en cualquier tienda te llamen "bonita, reina, guapa...". Y encima tienen salero hasta para regañar al perro. El otro día una señora, delante de mí y mis hijas le echó un rapapolvo a su perra con estas palabras: "oye, que te llevo buscando una hora, y tú haciéndote la sueca". Imagínense esta frase dicha con acento andaluz. ¿A que suena bien? Pero que además los perros andaluces entiendan esas frases tan idiomáticas, me parece una virguería. Y nosotras estuvimos riéndonos a carcajadas un buen rato.

Mañana, o mejor dicho hoy, me montaré en un avión con destino al frío. Atrás quedarán unas estupendas vacaciones en Andalucía, y muchas ganas de volver.
 


martes, 10 de marzo de 2015

La Alhambra, una y otra vez

Si hay un sitio en España al que puedes ir mil veces y te seguirá dejando boquiabierto es la Alhambra. Ayer tuve la suerte de visitarla por quinta vez en mi vida y volví a dejarme embrujar como la primera vez. La magia de la Alhambra te deja apabullado ante tanta belleza y aunque el lugar es el mismo siempre, la visita es cada vez distinta dependiendo de con quien vayas. Esta vez he ido con mis hijas y me hacía mucha ilusión mostrarles algo tan bello del país al que pertenecen por vínculo materno, aunque no por residencia. Les encantó, no me cabía duda, y les aseguré que no será la última vez que irán; y asintieron, y de eso tampoco me cabía duda. También yo volveré, de eso estoy convencida, porque siempre habrá visitas posibles y necesarias, con otros acompañantes, a lo mejor en algún momento incluso con mis nietos, como me dijo una de mis hijas, que iban además de conmigo con sus abuelos. Para eso falta, y está bien así. Y estoy segura que volveré antes de esa visita también.

Granada tiene algo. Conserva la impronta árabe y uno puede imaginarse lo que les costaría a los árabes entregar la ciudad. También el hecho de que los Reyes Católicos estén enterrados ahí y no en Castilla, dice mucho. Todo lo hicieron "por Castilla" pero sus huesos reposan en Granada, como prueba de que Granada fue cosa muy seria para ellos. Por suerte no plantaron un altar de oro en la Alhambra, como se hizo en la Mezquita de Córdoba, ni mandaron destruir la Alhambra para construir una catedral o un ermita de peregrinación. Capaces hubiesen sido, y hay que agradecerles tanta lucidez. Sin embargo muchas mezquitas fueron destruidas y se construyeron en su lugar iglesias, como alguna por la que pasé en el Albaicín.

Pero si hubo un momento que me emocionó especialmente fue la vista de la Alhambra desde el mirador de San Nicolás de noche. Nunca la había visto de noche, alumbrada. Fue un momento en el que me sentí muy pequeña y en el que pensé que la vida se nos pasa y que tenemos que aferrarnos a las personas que queremos y sentir con ellos. A veces nos obcecamos con tonterías y no vemos más allá de nuestras narices, y sin embargo están todos y está todo hay. Solo hay que ir hacia ellos y dejar que ellos vengan a uno.


sábado, 7 de marzo de 2015

Rondando...

Me he saltado Lyon, pero no importa. Estoy en una fase de mi vida en la que parezco Paco Nadal, el bloguero viajero. Solamente me faltaría que me pagasen por viajar y hacer de ello una profesión, y que conste que no me importaría. Si digo que me he saltado Lyon es porque por orden cronológico debí escribir el fin de semana pasado sobre mi visita a esa ciudad francesa, pero las prisas me han hecho meterme en las vacaciones escolares de marzo y plantarme en Andalucía, como estaba planeado hace mucho, y dejar Lyon atrás, aunque mereciese una reseña. Volveré sobre ello.

Ahora estoy en Andalucía. La más clásica es un deleite para todos los sentidos. Por eso está toda la región llena de turistas extranjeros que buscan la esencia de España, toda la luz, el folclore, los clichés, el sol, las playas y los monumentos más famosos en el mundo.

Hemos comenzado por Málaga capital, y me ha sorprendido mucho porque no la conocía salvo de paso. Impresionante es el conjunto de la Alcazaba arriba con el teatro romano a sus pies. Cultura fusión, podríamos denominarlo, y si echamos la vista más a la izquierda en esa plaza vemos los edificios de las cofradías, y más arriba bares de lo más andaluz. Quién da tanto en tan poco espacio y para todos lps gustos. 

Quería visitar el Museo Picasso y lo he hecho. Picasso nació en Málaga, pero a los 10 años se fue con su familia a vivir a La Coruña. Durante unos años volvieron en los veranos y con 19 años pasó unas semanas en su ciudad natal para no volver a pisarla jamás. El museo es el legado de 233 obras del pintor por parte de su nuera y nieto, y el museo le devuelve a la ciudad el regalo que le dio al mundo con un genio así. Curiosamente en el extranjero muchos piensan que Picasso era francés y yo me desgañito recordándoles que era español.


El Museo Carmen Thyssen de Málaga también merece la pena. Como gran aficionada que soy al Thyssen de Madrid, quería ver qué ofrece el de aquí, y tiene su gracia también. Se trata de una colección de cuadros costumbristas y de estética andaluza sobre todo del siglo XIX. Muchos muestran esa Andalucía romántica que tanto influyó a artistas y escritores.

Pero como puentes no he visto, había que ir hoy a Ronda. Aquí queda constancia de ese pedazo de puente en esa ciudad tan icono en el extranjero de España, Y es que lo tiene todo, hasta la estética de los bandoleros de Curro Jiménez, pero de eso no se sabe nada fuera. Pero esta imagen del puente es la representación de España y muchos la conocen. Y no puede faltar en ese blog.