Al obispo "austero" no le ha quitado el Papa su cargo pero le ha alejado de él por un tiempo, no se sabe por cuánto. Ahora resulta que ya en junio hubo una recogida de firmas en sus diócesis contra los abusos de poder que ejercía. Y el buen hombre sigue sin ver su culpa. Robar y la arrogancia del poder deben haberse convertido en mandamientos.
Y los demás batallamos diariamente contra los que se creen que pueden vivir chupándonos la sangre y creyéndose superiores. Ellos actúan siempre por el bien del mundo, que viene a ser un "yo primero" y luego el resto, y no nos quedan a veces energías para invertirlas en nosotros mismos. La moral de los que juzgan constantemente a los demás sin juzgarse a sí mismos es aplastante, y lo mismo le está ocurriendo al mundo con tantos egómanos que creen que ellos tienen derecho a todo y los demás a nada salvo someterse a las reglas que imponen los mismos de siempre.
Pero claro, siempre puede venir un loco vestido de sotana y tratar de robar un pen drive que aclare todo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario