miércoles, 31 de julio de 2013

No puede ser normal

En qué país en su sano juicio comienza el cole un 1 de agosto. Mientras en el telediario español sacaban a españoles de viaje tirando de maletas por estaciones o aeropuertos, o ya en la playa, mientras muchos que conozco cierran maletas para salir mañana de viaje, aquí tienen las carteras preparadas todos los niños y adolescentes de Hamburgo en edad escolar. Mañana, 1 de agosto (perdonen que repita tanto la fecha pero es que no me lo creo), comienza el cole. 

Llevo meses, ante la "inminencia" de la fecha pensando que un país que permita eso tiene que ser muy raro. Por suerte no se da todos los veranos, pues la fecha va cambiando, pero este año nos toca a nosotros la primera fecha posible, el 1 de agosto. Qué listos son los bávaros que se salieron hace años de ese plan de vacaciones "movidizas" y se van religiosamente a principios de agosto y vuelven bien entrado septiembre.  Los que rotamos somos los demás. 

Los críos no están preparados mentalmente para volver ahora, cuando por fin además hace verano de verdad y anuncian 30° C para los próximos días. Qué ocurrencias tienen aquí, de verdad. Hoy he estado estudiando los planes vacacionales hasta el 2017, que están todos en internet, y el año que viene mejora, y regresamos al cole para el 20 de agosto. Eso ya es otra cosa, y hasta el 2017 son fechas más civilizadas también.

Pero este año toca el 1 de agosto. De eso me acordaré toda mi vida. Estos días voy de mártir aquí y digo que para una española el 1 de agosto suena a vacaciones y no a colegio. No parecen impresionarse. En Alemania estas cosas están tan asumidas, como no llamar a casa de nadie a partir de las 8 de la tarde, o no hablar en alto en la escalera, o no poner la lavadora a partir de esa hora si vives en una comunidad de vecinos. 

En fin, acataremos el decreto y volveremos al cole, un 1 de agosto. Disfruten del mes vacacional por excelencia, aunque no pongan el "cerrado por vacaciones", pero al menos saben que pueden.

martes, 30 de julio de 2013

Recalculando

Ya hasta ni me doy cuenta de que he vuelto. Mi mundo es tan fusión que me da igual si estoy aquí o allí o viceversa, pues todo depende de la perspectiva. Regresé ayer en un vuelo raro, pues me adelantaron la vuelta sin yo esperármelo. Reservé en enero el vuelo de las cinco y media de la tarde y el día de antes, cuando me mandan el correo para hacer el embarque online, veo que me han puesto en el vuelo de las doce del mediodía. Pero también me doy cuenta de que me meten a clase "importante", pues volaba en una línea que ya no te da ni agua si no la pagas. Nos pusieron en ambos vuelos en las filas donde te dan de comer y beber y te tratan como alguien importante. Normalmente soy yo la que mira detrás de esa línea que dice "hasta aquí damos de comer", y esta vez nosotras cerrábamos esa fila. 

Eso no quitó que luego tuviésemos dos horas de retraso en la escala. El piloto nos explicó después que era debido a tormentas en Mánchester. Sigo sin entender por qué, si vuelo de Madrid a Hamburgo con escala en Bruselas, me afecta que caigan chuzos de punta en Mánchester. Pero en el mundo de hoy afecta. Seguro que ni el piloto sabía hasta ese mismo día u horas antes adónde iba a volar. Por eso digo que da igual estar aquí o allí. Mánchester, o la ciudad que sea, te la juega. O la línea aérea cambiándote el horario porque sí. O la lluvia cuando en tu primer día tras las vacaciones te vas a coger fresas al campo. El año pasado nos gustó tanto la experiencia que queríamos repetir y como la temporada de fresas está terminando o lo hacíamos ya o este año se nos pasaba. Lucía el sol, pero ha sido ir acercándonos al campo de fresas cuando han empezado a caer gotas. Como estamos curadas de lluvia, hemos cogido fresas tal cual, empapándonos, y hasta nos hemos reído de una familia toda tatuada que ha parado de recogerlas y se han puesto bajo unos árboles a la espera de que parase la intensa lluvia, mientras que nosotras no nos hemos dejado impresionar por un buen chaparrón. 

El chico que nos ha pesado los dos kilos y medio que hemos cogido, y eso que nos advirtió de que no quedaban ya apenas, nos preguntó que cómo se nos había ocurrido coger fresas con ese tiempo, pues en las últimas semanas había hecho bueno. Y le explicamos que volvimos ayer de España y que era vital para nosotras hacerlo hoy.

Como comernos la salchicha al curry correspondiente. Cuando regreso, para reubicarme, me como siempre una. Es como cuando llego a España que tengo que desayunar el primer día churros. Es una manera de poner orden en el caos espacial que siempre me organizo, una y otra vez, como si no aprendiese. Y un lápsus del túnel del tiempo fue que ayer me vendieron en Barajas el número de mi revista favorita alemana que no ha salido todavía aquí (o allí). Me di cuenta tras haberla leido, aunque si la compré allí fue para no perderme el número que me faltaba antes de que salga este miércoles el nuevo. La leo, y no es hasta el final cuando me doy cuenta que era la que todavía no se ha publicado en Alemania y que sale mañana. Así que los alemanes en España leen la revista antes de que sea real para Alemania. Por eso, al llegar al aeropuerto de Hamburgo me compré el número anterior, que en Alemania todavía está vigente, para reubicarme yo. Si se han perdido con todo esto les digo que yo no, que aquí estoy de vuelta y que como dije al principio me da igual que aquí sea aquí. 


viernes, 26 de julio de 2013

Queda paraíso







Afortunados son los que viven cerca de la playa. Cada vez me gusta más el mar. Durante años se me olvidó e incluso prescindí muchos de acercarme unos días a la playa, por unas circunstancias u otras. Pero ya no puedo prescindir, y me parece algo mágico el poder del mar, que atrae a millones de turistas año tras año. 

Confirmo que los turistas alemanes han descubierto las playas de Cádiz. O mejor dicho los paquetes turísticos de vuelo y hotel se las han descubierto. También en Cádiz capital había el otro día montones de extranjeros. Así que expanden su margen de acción. El domingo me produjo tristeza ver un hotel a pie de playa en el que la entrada rezaba "Willkommen", y todo estaba puesto en alemán. Hasta el chiringuito en la playa "correspondiente" al hotel era para "Vacaciones entre amigos", solo que lo ponía en alemán en la banderita. Así que la idea es ésa, que se queden entre ellos.

Ellos se lo pierden. Garantizo que me desgañito todo el año para que muchos alemanes no se metan en esos guetos turísticos y nos comprendan mejor. Muchos se esfuerzan y mucho, y el resto va a esos clubes vacacionales de "yo con los míos".

Así que que se prepare Cádiz. Se correrá la voz y vendrán más y más. Yo me voy ya, pero desde luego volveré. Me han encantado las playas que he visto. No están edificadas, como se conocen en la mayor parte del litoral español y la sensación de paraíso sigue existiendo. Conservemos entre todos esa sensación, eso si nuestros gobiernos no siguen permitiendo que nos destrocen lo poquito de costa decente que nos queda.

lunes, 22 de julio de 2013

De secreto nada

Mis recuerdos de Cádiz nunca han sido muy buenos. La ciudad no tiene la culpa pero sí un campamento al que fui con 8 años. Lloré y lloré tanto porque me quería ir a casa que tuvieron que venir a buscarme mi madre y mi tío en una odisea de viaje, tan largo para la época, en un Seat 124 del momento. Es el típico episodio negro de la infancia que todos tenemos ocultos en el pasado y del que durante años no queremos hablar, sea de la índole que sea. Así que las dos semanas en las colonias a las que fui con mi prima, se redujeron a 3 ó 4 días. Sí que siempre he recordado la imagen de la ciudad, con su catedral y aspecto tan particular y tan diferente. 

Volví años después y me fascinó. Me encantan esas ciudades decadentes, en las que se aprecia la pátina de siglos. Ésa vez recorrí la costa este de la provincia: Gibraltar, Tarifa, hasta Cádiz capital. Y ahora mismo escribo desde Chiclana. Esta vez se trata de vacaciones playeras, y tras solo dos días estoy fascinada por las playas tan bonitas que tiene la provincia, nada que ver con esas playas tan edificadas que cada vez me gustan menos. El acento de la gente es muy simpático. Mi sobrino dice que aquí hablan con el "idioma de Cádiz". A mí me suena tan encantadoramente distinto, con ese gracejo que produce el ceceo, que me gusta oírles hablar. No me extraña que los carnavales tan parlanchines que tienen les salgan tan bien.

Pensé que la zona estaba sobre todo en manos del turismo español, pero he visto demasiados turistas extranjeros e incluso varios hoteles solo para alemanes, que tengo que cambiar lo que pensaba. No sé si es bueno o es malo. Ahora mismo hacen más falta que nunca los ingresos por el turismo, pero por otra parte parece que se ha corrido la voz en Europa de que eso es un paraíso playero. 

Las playas son tan grandes, que cabemos todos, como en las casas de mis padres, así que volveremos, unos y otros. 

viernes, 19 de julio de 2013

Aquí caben todos

"En las casas chicas cabe toda la gente y en las grandes a veces no cabe nadie". Son frases que se pillan paseando por el pueblo, cuando ven la cantidad de gente que somos. Y en otras casas están igual. Abuelos con nietos cuyos padres están trabajando todavía. Familias que se juntan todos los veranos. Gentes de toda la Península que en verano se juntan en sus pueblos.

Lo único que nos falta en nuestra casa es un centro de llamadas. "Si quiere hablar con Luisito y Jorgito pulse el 1; si desea hablar con Mari Pili y Anita, pulse el 2; si con Conchita, pulse el 3". Los abuelos se convierten en perfectos recepcionistas. Y si encima los padres de los niños están separados, las llamadas se multiplican. Familias "modernas" en verano.

Las abuelas no descansan, cocinando para toda la prole, y el resto, a ver como lo decimos para no herir sensibilidades, acabamos algo hartos de tanta algarabía, pues no somos tan pacientes como los abuelos son con sus nietos sino tan impacientes como lo eran con sus hijos.  

Vamos, que si me retiro a escribir a un oasis de paz, no será en un pueblo en verano en España pues los críos no tienen hora de acostarse y los alemanes nos extrañamos algo, pues los que no descansamos somos los padres ni los abuelos. Yo sigo sin creerme lo de la vida 
tranquila en el campo, si oigo además la de los robos y actos de gamberrismo que hay en los pueblos. 

Pero sí, cabemos todos, y ciertamente yo conozco a mucha gente con casas grandes que no haría espacio a nadie. Yo vuelvo a lo de siempre: ni tanto ni tan calvo. 

jueves, 18 de julio de 2013

La de telediarios que aguantan

Poner un telediario en España es como ver una película de terror. Entre Bárcenas, los casos de asesinatos resueltos o por resolver, o las vecinas esas en Valencia que están a matarse, o la granizada que ha caído en un pueblo de Teruel o los fuegos de cada verano, y las comparecencias de Rajoy diciendo que ha apoyado, está apoyando y apoyará a la justicia, que el gobierno ha colaborado, colabora y colaborará, a mí me parece estar viendo informativos de ultratumba o de inframundos.

No es que en Alemania la vida sea feliz. También hay casos truculentos, pero no acaparan la totalidad de los informativos. A mí me preocupa mucho la imagen que da España en el extranjero, y con lo que está pasando debería dimitir el gobierno entero. Es triste que no reconozcan nada de lo que está pasando y de lo que han hecho. Los discursos de Rajoy son unas frases hiladas bajo la misma estructura; observénlos: preterito perfecto (por ejemplo, han hecho), estar + gerundio (por ej. está colaborando) o presente (colabora) y el futuro para terminar (por ej. colaborará). En su comparecencia de ayer repitió esta retahíla con verbos diferentes en varias ocasiones, para no reconocer ni decir nada en absoluto. 

La gente está harta y no es para menos. Lo malo es que parecen todos aguantar muchos telediarios sin inmutarse. Qué asco.

lunes, 15 de julio de 2013

Las alemaninas

A mi hija le preguntaron anoche si es "la alemanina". Obviamente estamos en Extremadura. Y yo soy, como me dijeron otro año, la que vive "p'ahí p'allá". 

En el pueblo hay varios lugares de encuentro. El principal es la piscina. Allí se juntan varias generaciones en el único lugar en el que se puede estar horas al aire libre a pesar del calor. Otros son los bares. Y por las boches las plazas o las puertas de las casas. Además se les suma otro: los aledaños del ayuntamiento y la biblioteca, donde se pilla wifi. Anoche eran sobre todo jóvenes los que "pasaban" por allí con sus portátiles o teléfonos multimedia; pero también yo, bastante desconectada del mundo en vacaciones y que de vez en cuando agradecen una escapada cibernética. 

Aquí retomo el blog, tras unos días de asueto en Madrid, y aquí pasaré el Ecuador de mis vacaciones. Ciudad, pueblo y playa, por ese orden las paso este año, y me llevo lo mejor de cada lugar.

Defiendo además el buen uso de facebook y las redes sociales en general: gracias a mi blog y a facebook he conocido a gente estupenda. Ayer una amiga hasta ahora virtual se convirtió en real, y tuve la sensación de que nos conocíamos hace mucho. 

El mundo es cada vez más pequeño y cada vez participan más y más lugares recónditos, aún manteniendo su esencia: así son los pueblos en verano, y si tienen la mejor piscina del mundo, ¡mejor!

martes, 9 de julio de 2013

El calor sí es como antes

Ha sido llegar yo a Madrid y se ha instalado la ola de calor que tiene a todos asfixiados. Pero no voy a ser yo quien se queje. Yo desde luego que no, que me quejo todo el año del frío que paso en Alemania. Así que de mi boca no saldrá ningún lamento.

Pasó el Orgullo Gay en Madrid. El vuelo venía lleno de familias a pasar las vacaciones y de gays en parejas o en grupos. Hablé con dos que nos miraban raro porque yo hablaba en español y mis hijas me respondían en alemán y ellos eran también multilingües y, una vez aclarado todo, nos explicaron que venían unos días a Madrid y luego iban a viajar a Segovia, Toledo y más.

El Orgullo Gay deja millones de euros en la capital. El domingo todo el barrio de Chueca rezumaba resaca fiestera y mostraba a grupos y parejas de hombres por todas partes. Creo que Madrid puede orgullecerse de una fiesta así, que atrae además a gays de toda Europa. A ese dinero no le hacen ascos los que ven como única familia o unión posible a la católica, apostólica, blabla.

España sigue mal. Yo echo de menos el positivismo de antaño. La gente está agobiada y con razón. Nada parece igual que antes, ni el verano. Hasta la ola de calor, que analizan en las noticias como si fuese algo raro que haga mucho calor en julio, parece una noticia extraña sin serlo. Pero entre Bárcenas y los manejos en el PP, los impagos a Hacienda de muchos, el Rey incluido, los ciudadanos se sienten estafados por todo el sistema, pues ellos son los que sacrifican día a día, pues los ladrones, esos siguen en el verano como si tal cosa, salvo los que de momento están en la cárcel y los que saben que deberían estar. 

viernes, 5 de julio de 2013

Volando voy

Iba a poner un post elaborado sobre una película que vi el otro día y que me gustó, y elucubrar sobre las relaciones de pareja. Pero qué más da. En eso está todo visto, dicho y hecho, y mis energías no dan ya para nada. También Iba a despedirme por vacaciones, y eso hago. Cambio de aires y cuelgo de nuevo el cartel de "estoy por ahí". Alguna entrada habrá, pero como dependo de si me topo con wifi gratis o no, no prometo nada. 

Siempre veo las vacaciones, sobre todo las de verano, como el cierre de un ciclo, pues a la vuelta comienzas otro. No me gusta irme sabiendo que cuando regrese a Hamburgo aquí empezará el cole un par de días después, el 1 de agosto. Qué ocurrencias poner la vuelta al cole ese día. Pero no queda otra, como tampoco me queda otro remedio que disfrutar del tiempo que voy a pasar en mi tierra.

Disfruten del verano donde quiera que estén. Prometo volver con energías renovadas, pues la primera mitad del año ha sido "peleona". Y de la segunda no espero más que paz y tranquilidad. Entre tanto haré lo que más me gusta hacer: coger la maleta y volar. 

miércoles, 3 de julio de 2013

Las galaxias y la vida real

Algo que me fastidia de los medios de comunicación actuales es que te informan de cosas que no te interesan y llegas a seguirlas sin darte cuenta. Es el caso del programa de TVE que ha elegido durante semanas al mejor cocinero. No he visto ninguno de los programas, pero estoy al tanto de todo sobre la final, que fue ayer, porque hoy ha aparecido comentada en todo detalle en noticias en periódicos y en televisión. Y he oído que el ganador ha dicho que si persigues tus sueños conseguirás realizarlos, o algo así, pues no cito textualmente. ¿Habría dicho lo mismo de quedar segundo? ¿Hubiese entonces pronunciado la frase la que quedó segunda de haber ganado ella? 

Me fastidian esas frases al igual que esos artículos de autoayuda que te dicen que en tus manos está lograr el éxito y lo que te propones. También que los que hasta hace nada no sabían por dónde tirar parezcan tan convencidos, una vez logrado el golpe de suerte, de que eso estaba ahí para ellos esperándoles. Entonces es que los demás somos todos unos inútiles pues hacemos y luchamos, batallamos y peleamos, y aunque estamos plenamente convencidos de lo que queremos, no lo conseguimos. 

El día que publique yo un libro diré: "Siempre fue mi sueño". O si consigo cambiar algo en este país tan machista, mujeres incluidas, diré: "Sabía que mis cabreos no iban a ser en vano". Pero me temo que el factor tesón tiene que ir acompañado por el golpe de suerte, por el estar en el momento adecuado en el sitio necesario, y que toda la constelación de planetas te sea favorable justo en ese momento. 

Que ganen los que más valen, en eso estoy de acuerdo, pero muchos que participan valen igual y a lo mejor en ese preciso instante se les quema el sofrito. "Torpe", dirán muchos, pero es que a lo mejor no se le había quemado nunca. "Ah, pues que controle los nervios, eso también es importante", dirán otros. Pero igual que muchos creen en ese toque de suerte, yo creo en el de la mala suerte, y en la confabulación de los planetas en tu contra. Cómo se explica uno si no esas existencias que parecen acumular desgracias en sus vidas, una detrás de otra, o es que va a ser que los demás somos más listos y sabemos campear mejor la vida. O cómo se explica si no que muchos genios vivan como desgraciados todas sus vidas y no alcancen la fama hasta después de muertos, como Van Gogh. O que muchos la disfruten en vida, pero a golpes de suerte, y acaben empobrecidos enterrados en una fosa común, como Mozart. 

La suerte que tengo es que yo me alegro por todos los que logran lo que desean. Pero que no me digan que los demás si no lo conseguimos es porque no nos lo proponemos seriamente. La vida diaria es una cosa muy seria, y el tener que ganarse el pan, y el atender a los hijos, o a los padres cuando toca. Y en muchos casos relegar tus propios deseos a segundo plano es propio de las personas que no son egoístas, porque si lo fueran muchas "obligaciones" dejarían de serlo. Todos conocemos a gente que llega adonde quería pero a base de pisar cabezas, o simplemente por ignorar los deseos de los demás y proclamar los suyos como universales. Y esos, aunque ganen, no son los mejores. Ahora pienso en Armstrong. ¡Cómo timó al mundo durante 7 victorias en el Tour! Y ése era también el "mejor" durante años.

Digamos que el ganador es siempre uno, y que el resto se lo ha propuesto igual, pero de gilipollas nada. 

lunes, 1 de julio de 2013

Frases que todos quisimos decir

"El verdadero amigo es el que sabe todo de ti ... y sin embargo sigue siendo tu amigo". Leí anoche esta frase de Kurt Cobain, y sigo pensando en ella. Cualquiera suelta una frase así y no parece nada elucubrado pero basta que lo diga alguien que muere joven habiendo vivido 10 vidas en tan pocos años (menos de 30) y parecen grandes filosofías. 

Gran frase. Al "resetear" tu vida te das cuenta de quiénes son tus amigos de verdad. Amigo no es el que te da la razón en todo sino el que te escucha sin juzgar, opina sin condenar y aconseja sin proyectar sus propios miedos sobre ti. El que está a tu lado no solo cuando todo parece perfecto sino también cuando todo se desmorona. El que respeta tus decisiones sin mirarte de soslayo. Y el que por mucho que se ponga en tu piel reconozca que desde fuera todo parece distinto. 

Creo que la soledad en pequeñas dosis es un gran ejercicio de autocrítica y autoestima. Tu mejor y tu peor amigo eres tú mismo, y hay que mantener a ambos a raya. 

Filosofías en una peluquería.