jueves, 21 de noviembre de 2013

Que inventen algo

Hoy por fin han dado la luz, es decir, ha salido el sol. Los días de atrás han sido los típicos de noviembre de aquí en los que parece que ni siquiera se hace de día y con esa humedad del aire que no sabes si llueve o si se ha condensado todo el aire, y nosotros con él.

Hoy hemos tenido sol, uno que sabe a gloria a pesar de que el frío ha empezado a atizar de verdad. Anda que no me he acordado estos días sin sol de una noticia que leí no hace tanto. En un pueblo de Noruega habían inaugurado unos espejos para que llegue la luz solar a un valle al que entre octubre y marzo, por mucho que luzca el sol, los rayos no llegan de por sí. Ahora gracias a esos espejos se les acabarán los inviernos en tinieblas.

¿Se imaginan lo que es estar 5 meses sin ver el sol? Yo me hago una idea pues en el norte de Alemania estamos a veces semanas sin verlo, y en estos días de noviembre que, salvo hoy, son tan oscuros, me preguntaba si no podría seguir investigando la ciencia e instalar algo que encienda automáticamente la luz del día si amanece con esa luz tan pobre. Yo lo agradecería, como los noruegos, que celebraron felices.

Pero será por eso por lo que por estas fechas comienza ya la Navidad aquí. Hoy han abierto los mercadillos y por todos lados alumbran las luces. Creo que la Navidad como fiesta de luces y decoración típica la inventaron los nórdicos todos, porque algo hay que hacer. A mí estos días me dan ganas de taparme con una mantita en el sofá y tomarme un té (si lo tomase). Pero como todo es irreal, hacemos que tenemos luz, sin tenerla y nos desplazamos hacia las semanas de consumo y frenesí. Que para eso noviembre y diciembre son solo una vez al año. 

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