martes, 31 de diciembre de 2013

Ritos y puentes

Hoy he cumplido con un ritual de Nochevieja. Bueno, lo he hecho hoy por tercera vez, pero los ritos son aquéllos que nosotros decidimos que lo sean, porque ese mismo día cada año nos apetece hacer lo mismo. Me he ido al mercado más bonito de Hamburgo, el Isemarkt, que tiene lugar los martes y los viernes entre dos paradas de metro, bajo el puente, y que es una delicicia para todos los sentidos. Estaba lleno, pese que en Nochevieja faltan puestos, pero no clientes. En Alemania sabes en cualquier mercado la fecha en la que estamos con mirar lo que venden. Hoy había Berliner por todas partes, esos bollos tipo donuts rellenos de mermelada roja que se venden todo el año, pero en Nochevieja rebosan fantasía y color: ahora los hay rellenos de Baileys, licor de huevo, todo tipo de compotas, o les ponen azúcar de colores por encima o grageas de chocolate. Es día de raclettes y cenas con montones de apertivos, ahumados y miles de ideas más. 

Otro rito es que las últimas Nocheviejas sean soleadas, y la verdad es que se agradece. Hoy ha hecho un día que parecía sacado de una postal de Nochevieja, con un cielo azul que daba gusto verlo, tras un mes de lo más gris. A mi me parece en cuanto empieza el nuevo año que los días ganan en color, tras los oscurísimos noviembre y diciembre. Cambia la percepción, aunque no la realidad, pues ésa, hasta finales de enero, con días algo más largos, no comenzará a notarse.

Cierro otro año más de blog, que no ha sido de mis más prolíficos, aunque nunca he pretendido que este blog sea cosa de la cantidad de entradas. Me falta el tiempo, y a veces las ganas de descanso le pueden a las múltiples ideas, que terminan por quedarse en mi cabeza y no por salir, como hacían más antes. Ha sido un año de cambios e hitos importantes, uno que recordaré siempre. La vida da tantas vueltas que cuando empieza un año no sabes cómo vas a estar a finales del mismo. La Nochevieja pasada yo no sabía que iba a terminar viviendo al lado de un puente, curiosa coincidencia, y hoy, cuando iba al mercado lo miré contenta. Podría haber sido mucho peor... 

lunes, 30 de diciembre de 2013

El recuento

Deberían hacerlo con todos nosotros a finales de año. Contarnos, mirarnos bien, medirnos, pesarnos, hacernos pruebas y ver si todo si nuestras destrezas son las mismas, ver si seguimos con el mismo ánimo que justo hace un año en las pruebas anteriores, si seguimos con la misma pareja, o si los que no tenían la tienen, o hijos, si mantenemos el trabajo, algo grande hoy día, y todo los parámetros que se nos ocurran.

Algo así es lo que han hecho en el zoo de Hamburgo, como cada año: un inventario de los animales que viven el él. La tortuga ha engordado 400 g en un año, y sin que le crezca el caparazón, es decir, solo las carnes... Y han descubierto por qué: roba comida de sus compañeros de cautiverio. Con las 13.400 especies que hay en el zoo, a saber lo que han descubierto. Al parecer, entre otras cosas, que algunas especies no se entienden como pensaban, que ha habido fallos de construcción en las zonas donde viven, y ven si las dietas que les pusieron a algunos, han surtido efecto. Un tipo de cocodrilo pequeño ha perdido el michelín que tenía y puede comer normal; le compensaron ahí mismo con una ración doble de comida (¿acaso no hacemos los humanos lo mismo?). Y se han multiplicado los caballitos de mar, y los peces tipo Nemo. Además, en el acuario de tiburones está todo en paz: las caballas siguen vivitas y coleando y no falta ninguna, lo que implica que se entienden con los tiburones...

Yo no sé cómo lo verán ustedes, pero si yo paso por la báscula, se notan las Navidades; pero también se notaban hace un año... Por suerte no nos han engullido, y ahí seguimos, y la mayoría no nos comemos las provisiones de los demás, aunque en las jerarquías del poder, ya se sabe. Algunos se han multiplicado y otros han reducido compañías. Y como a muchos de los animales, nos tienen que dar un pez o trozo de carne extra, para dejarnos observar con lupa. Pero lo hemos hecho y ahí seguimos todos, y al año que viene pasaremos lista para que no falte ni uno, ¿de acuerdo?

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Historias de Navidad

En estas tierras del norte de Europa con la Navidad desvinculada para la mayoría de asuntos religiosos, el protagonista de la misma es el árbol. 25 millones de árboles compran los alemanes cada año, he leído antes. La mayoría son de producción nacional, pero hace falta importar también y se les compra a los daneses. Los alemanes producen más que ellos, pero sin embargo los daneses son los reyes de la exportación de abetos. Hay dos tipos, los que pinchan y los que no pinchan. Yo tuve hace unas Navidades uno precioso, con in color grisáceo muy bonito, pero no había quién se arrimase de lo que pinchaba, un Fichte, una picea se llama en español, dice Wikipedia. Mis hijas no tocaron esas Navidades ningún ornamento, y colgárselos al árbol nos dejó todas perforadas casi. Por eso la mayoría, casi un 80%, pone el Nordmanntanne, abeto del Cáucaso, dice Wikipedia (curioso que me sé hasta yo los nombres en alemán y en español no idea). La costumbre alemana dice que hasta el día 24 no se pone, y efectivamente ayer vi un montón de gente portando su árbol. También quedaban demasiados sin vender, y me tranquiliza saber que se aprovechan también los usados, aunque a veces sospecho, pot la cantidad que es.

Hará unos 8 años tuve un percance con mi árbol. Un estruendo en el comedor me pegó tal susto que tardé en reaccionar. Se volcó el ábol con toda su decoración y se rompieron cantidad de bolas y adornos. Me llevé un disgusto tremendo pues la decoración del árbol se ha ido acumulando con el paso de los años, y a los adornos les voy cogiendo cariño. Perdí muchas cosas de golpe y desde entonces, todas las Navidades me da miedo que se caiga el árbol.

Cada Navidad tiene su anécdota. Todos los que tenemos hijos recordamos muy bien cuándo se enteraron de que los Reyes o Papá Noel son los padres. Mi hija mayor me contó hace poco que cuando entró en su época "agnóstica" hubo algo que le hizo dudar. Se pedía una Barbie modelo Lago de los Cisnes. Estaba agotada por todas partes, incluso descatalogada. Su padre se apañó para comprar una a través de ebay. Y ahora cuenta entre risas que cuando vio la barbie volvió a creer... por un tiempo, claro, pero es lo que tiene la magia de la Navidad, que nos engaña a todos.

Nochebuena

Pasó otra más. Nochebuena es ese día del año que cuando estás en él, parece que no existe. Es un día que está y no está. Preparas horas y horas algo que pasa luego en un suspiro. Este año ha sido sin embargo mi mejor Nochebuena en años. La más sincera. Cuánta gente pasa la noche más familiar del año, soportando a parientes con los que no se lleva nada bien, y haciendo un año más paripé. En  Alemania, con esto de que en Nochebuena se dan los regalos, parece olvidarse el resto, pero ocurre igual, pues el tema familiar es humano e internacional, y si encima tienes que regalar, tela a veces...

Ayer el centro de Hamburgo estaba lleno de gente que arrollaba a los otros portando montones de bolsas y que eran capaces de matar por el camino en busca de más. A mi hija casi la tiran un par de veces. Y hoy el mercado y el supermercado estaban igual. Como todos los años. Y el corderito ha pasado por el horno, como todos los años, ya que no hay alternativas posibles, pues una Nochebuena vive de que se coma y se haga siempre lo mismo. 

Me llama la atención que estos días estén sacando tanto los medios de comunicación el regreso de muchos españoles que están fuera por Navidad, con imágenes de llegadas en el aeropuerto. Con todos mis respetos a los que van y vienen y echan de menos a sus familias, eso no es nada nuevo. Sí lo es que tantísimos se hayan ido sin querer hacerlo, como en los años 50 y 60. También recuerdo que hay muchos que no pueden regresar a casa por Navidad, sea por no poder pagar el billete, o porque vivir en el extranjero también arraiga. Que conste que a mí la zona de llegadas del aeropuerto también me emociona, y por motivos obvios, pero también, por mucho que duela lo que se deja atrás, hay vida más allá y por eso tampoco hay que recalcar tanto algo que siempre ha habido, la alegría de las llegadas y la tristeza de las despedidas. 

Justo ahora, mientras escribo esto, estoy viendo por enésima vez "Love actually", una de nuestras favoritas y muy apropiada para la Nochebuena. La película comienza y termina en el aeropuerto de Heathrow, en la terminal de llegadas. O sea que en el 2003 ya se daban esas escenas. y mucho antes también. Me alegro y brindo por todos esos que llegan y pueden estar con los suyos. Pero llegar no es solo en sentido físico. Hay muchas otras formas. Feliz Navidad a todos.o


lunes, 23 de diciembre de 2013

Sin avanzar

Verdaderamente algo está cambiando en España si muchos premiados con la Lotería Nacional de Navidad no quieren salir en televisión. Han salido, lo que nunca, administraciones de lotería a las que no había acudido nadie a celebrar. En realidad muchos han hecho lo que yo hubiera hecho, no estas Navidades sino hace muchas ya. Fuera de España llama mucho la atención ese júbilo tan visible, pues en Alemania nunca se sabe nada de los ganadores en juegos de azar. Yo les explico que la Lotería de Navidad es mucho, pero ahora tendré que decirles que ya no es lo que era antes.

Tampoco que roben a la figura de Baltasar en un belén en Santiago de Compostela. Lo han devuelto con un mensaje contra la política de inmigración. Pero la noticia de la desaparición de la figura, de tamaño considerable, no deja de ser extraña. Más lo es que España vuelva en la ley del aborto a décadas atrás. Rouco aplaude, y eso ya dice todo. Yo sigo espantada de lo que nos/les toca vivir a los españoles. 

Pero en Hamburgo tampoco avanzamos en ciertos temas. He estado fuera unos días y ayer la ciudad vivió una de las jornadas más violentas. En un barrio que a mí me encanta, por diferente, trasgresor, inconformista y variado, hay un teatro que fue ocupado (con k) hace muchos años y que tras varios intentos de convertirlo a la vida normal de la ciudad, lo dejaron por imposible, haciendo de él un centro cultural. A mí reconozco que me gusta, con sus pintadas y estética tan anti-todo. Pues justo ahora, antes de Navidad, había que alterar a la gente, y por querer convertir este sitio en un McDonalds, ayer hubo manifestaciones que acabaron a palos. 

Hamburgo sigue siendo incapaz de solucionar ciertos problemas que a menudo no lo son, y cuando los hay de verdad, miran a otro lado. Pero, éste les sigue gustando especialmente, y de vez en cuando vuelven la la carga y también hay que decir que en esas manifestaciones algunos manifestantes se ponen muy violentos, pues además de que se se aprovecha para defender otros asuntos, van muchos con ganas de bronca. Y la imagen que dan unos y otros, algunos manifestantes y las fuerzas del orden que actúan antes de que ocurra nada ahogando las concentraciones, es penosa. A mí más bien me parece, y sin querer defender en absoluto a los violentos, que el gobierno de la ciudad se aprovecha de la imagen que dan los que provocan de manera vandálica y por desgracia demasiado predecible, pero justamente por eso, para polarizar a la ciudad y tocar la fibra sensible de los que quieren limpiar en ese barrio y poner un McDonalds y lo que haga falta donde no procede en absoluto.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Listas

Aunque no lo parezca, en Alemania llevamos a la fecha que estamos de diciembre mucha Navidad a cuestas. Ya pasaron tres domingos de Adviento con toda la parafernalia que eso implica: corona de Adviento con una vela para cada domingo, galletitas, mercados de Navidad, calendarios de Adviento, fiestas escolares, conciertos... Y hoy llegó el último día de colegio de este año, yo di mi última clase ayer, me tomé el viernes dos vinitos calientes (mi récord en 24 años) en un mercado de Navidad, y hoy hemos puesto el árbol en mi casa, saltándonos todas las normas tradicionales. En Alemania hasta el día 24 no se pone el árbol, pero yo adapto las reglas a mi criterio, porque así no me desbordo, como hace la mayoría, al preparar los tres días de fiesta, que son la Navidad en sí: Nochebuena, Navidad y el segundo día de Navidad, pues aquí son dos. Yo prefiero desbordarme por otras cosas pero no por la Navidad. 

Sigo pensando que nada más absurdo que los ritos, pues si fueran lógicos, en todo el mundo se haría lo mismo. Así que en España tenemos el turrón, y aquí otros dulces muy diferentes; aquí se regala el 24, y en España el día 6; nosotros celebramos la Nochebuena por la noche, como el nombre indica, y aquí por la tarde, para que cunda más. Pero al fin y al cabo la ilusión de los niños es la misma, la alegría por la espera. En Alemania los niños abren día a día del 1 al 24 de diciembre un regalito o chocolate de su calendario de Adviento. Van trabajándose día a día esa espera, y de vez en cuando, mis hijas lamentan que se acerque la Nochebuena, que es cuando en realidad termina todo, aunque comience y reciban los regalos suculentos. Pero no, esas pequeñas cosas cada día les llenan más. El día 12, al pasar el Ecuador de su calendario, se apenaron, porque la ilusión diaria llena más que un atracón en un solo día. Un calendario de Adviento es como la propia vida: de qué nos sirve ser felices un día, si el resto no tenemos ilusión. Es más importante tener alegría a diario que participar en una gran fiesta un solo día. Por eso, disfrutemos de la "alegría por anticipado", die Vorfreude, esa palabra tan alemana de la que escribí una vez. Todavía quedan 6 días de calendario de Adviento, eso es lo importante, y el resto llegará en su momento.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Para salir corriendo

Termina una semana jugosa para el mundo en cuanto a noticias e infamias. Yo he sacudido varias veces la cabeza esta semana al pensar en la panda que gobierna no solo España sino el mundo entero. Entre el funeral de Mandela, que hizo abochornar a cualquiera, con Rajoy feliz de pisar el estadio donde Iniesta marcó el gol famoso, a Obama con el trío que formó para la foto que se hicieron a sí mismos, y la cara de pocos amigos de su mujer y el posterior cambio de sitio...; además el falso intérprete del lenguaje de signos que además ya había pasado por la cárcel...

Y como madrileña no puedo dejar de mencionar la patada en el culo que le ha dado Adelson no a España, sino al Gobierno del PP. No se podían doblegar y aceptar las condiciones, dicen ahora. ¿No eran ellos los mismos que no se imaginaban un Madrid sin Eurovegas? Yo siempre he pensado que estaban negociando con la mafia y jamás me creí ni lo de los puestos de trabajo ni que de ahí fuese a salir nada bueno. ¿Para qué exigía si no Adelson que se liberizase la Ley de Extranjería? ¿Acaso iban a pagar a los españolitos sueldos decentes, ni siquiera viendo el panorama actual, pudiéndose traer mano de obra más barata aún del extranjero? Lo de permitir fumar y saltarse toda la legislación ya chirriaba, pero el resto era peor aún, Exigir además que la Comunidad de Madrid asumiese las pérdidas en caso de no salir adelante el proyecto por venir otros gobiernos que diesen marcha atrás al mismo..., ¿pero cómo iba a permitir la Unión Europea todo esto? Ah, no, el gobierno de Madrid se ha retirado, ¡ja! 

Lo que más me duele por lo mucho que amo a Madrid es que la gobiernen unos ineptos que han llegado ahí de chiripa y que hayan tratado de engañar a la gente vendiendo las Olimpiadas y Eurovegas como el futuro de la ciudad. Cada vez que veo tantas ciudades en Europa que en los últimos años se han reinventado a sí mismas o lo están haciendo, realizando proyectos interesantes, sean de arquitectura o de revitalización de ciertas partes olvidadas, haciendo avanzar a toda la ciudad y su imagen, me pregunto qué se ha hecho en y por Madrid en los últimos años. Madrid Río, vale; hacer subterránea la M 30, vale también, pero dejando a la ciudad en la ruina. Y ya está. Los barrios se deterioran y no hay dinero para nada. Los parques infantiles están cochambrosos en muchas zonas, el centro, salvo la calle Serrano y las calles colindantes está sucio y desaliñado. Por Madrid pasan muchos turistas pero a mí por desgracia me siguen tocando el orgullo comentarios de alemanes que dicen que les gusta más Barcelona que Madrid. ¿Por qué? Pues simplemente, yo creo, porque Barcelona se ha sabido vender mejor. Aunque aseguro que en mi última visita salí espantada del gentío de las Ramblas, donde no me sentí segura, y el olor a orina en el barrio Gótico se hacía en ciertas calles insoportable. Pero Barcelona tiene su "marca", y una imagen propia, aunque odio el tema ese ridículo de la "marca España" y siempre recuerdo el titular del periódico El Mundo Today, que decía algo así como "Niño le pide a su madre unas zapatillas de la Marca España". Los titulares ficticios y satíricos de este periódico me hacen reír tanto que les recomiendo su lectura para ratos de cabreo sobre nuestro país.

Los mismos que se inventaron lo de la Marca España, son los que está definiéndola: corrupción y escándalos, chapucería nacional, una justicia que destituye a los jueces que investigan a los corruptos acusándoles de prevaricación (ahora el juez que investiga el caso Blesa), pero que deja que los que han robado a espuertas sigan sueltos o con condenas con las que ellos mismos encima se ríen (caso Fabra). Garzón y el juez que investigaba a Blesa, ambos prevaricadores, qué casualidad. Lo que ocurre en España no existe en otros países europeos, y la imagen que se está dando es nauseabunda.

A los que no viesen anoche la entrevista a Gran Wyoming en la Sexta les recomiendo que la vean. Yo la pillé cuando estaba empezada, pero propongo a Wyoming como presidente de España. Tras lo de esta semana, y justo ahora recuerdo también la decisión de La Moncloa de no permitir que los periodistas pregunten libremente sino solo los previamente determinados para ello, me siento asqueada y comparto el pánico ante lo que todavía nos queda por vivir, pues ya vemos que se puede ir a peor.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Sin despedidas

La francesa del intercambio en mi casa se fue pero se despidió a la ídem. Lo bueno es que ya nos tenía acostumbradas, noche a noche, a irse a la cama sin decir ni un solo día buenas noches. Las frases dejan de ser meras expresiones huecas para convertirse en relidad y durante una semana he entendido perfectamente lo de despedirse a la francesa. Qué sabio es el lenguaje. Lo que falta por inventar es una expresión que indique la falta de interés de muchos chavales a lo que les regala la vida, y que toman como normal. Es una pena observar a menudo que no aprecian las cosas, y eso es internacional

A mí no me parece normal tener la posibilidad con 13 años de pasar una semana a mitad de curso en otro país. Pero hoy día, estos chicos y chicas, con todos los medios de comunicación existentes apenas desconectan de su mundo, puesto que a la mínima se ponen a ver las series de su país a través de internet o a chatear con sus amigos antes de aprovechar a tope esa semana que no se da tan a menudo. Muchos prefieren quedarse en la casa en la que se hospedan manejando los aparatos que salir a ciertos sitios.

Sentir interés por lo nuevo o por ampliar horizontes es algo que se puede alimentar desde pequeñitos. Muchos, y yo era igual, se piensan que solo existe su pequeño mundo, sus cuatro calles, sus amigos y una forma de vida. La diferencia es que yo de pequeña no tuve oportunidad de ver otros mundos y a muchos chavales hoy día se lo ponen en bandeja. Pero no por ello son más abiertos ni se interesan más por lo nuevo. Si vas por el centro te piden ir a Zara, H&M, y las mismas tiendas que tienen en su ciudad y en todos los lugares del mundo que visiten; además quieren comer el mismo queso, que lo hay, y beber la misma bebida, que la hay, y así todo.

Simpleza global, podríamos llamarlo.



sábado, 7 de diciembre de 2013

Más que prevenido

El 6 de diciembre amanece siempre como mañana alegre en Alemania. Los niños se levantan muy contentos y van a mirar lo que les ha dejado en la bota san Nicolás. Antes se conformaba la gente con nueces y chocolate, pero hoy día se meten regalos más "suculentos". Pero el día 6  de diciembre de 2013 ha entrado en los anales como la segunda inundación peor de Hamburgo, en cuanto a los metros en los que ha subido el agua sobre el nivel considerado "cero", lo que llaman el "cero normal". Son términos que oyes a menudo si vives a orillas de un río considerable. Y de esa manera el día de San Nicolás ha sorprendido a la ciudad con otra forma de regalo...

Hamburgo ha amanecido inundado en la zona del puerto y en otras algo céntricas. Ha sido muy fuerte el huracán que nos hizo meternos a todos en casa ayer por la tarde. A los niños los mandaron a casa a las 11 de la mañana y por la tarde anunciaron que hoy no habría colegio. Por el aire que yo he percibido diría que ha sido peor otras veces, como en octubre de este año, una tarde que nos pilló a todos desprevenidos y en la que hubo muchos daños. Quizá por eso esta vez han querido prevenir y se han adelantado bastante. Tampoco está mal, pues ya se sabe eso de más vale prevenir... Pero ahora dicen quere el huracán no ha sido tan horrible como se esperaba. El caso es no acertar, pero en cualquier caso mejor que sea así, por exagerar, y no por quedarse cortos. Y al que se le hayan "mojado los pies", una expresión efemística para referirse a las inundaciones, le parecerán todos los pronósticos acertados. En 1962 murió mucha gente por pillarle a la cidad desprevenida, pero se rompieron los diques además, y esa marejada ciclónica fue la tercera peor. La de hoy ha sido de medio metro más alta. Ahora los diques hacen su parte y el resto las medidas de precaución, y aunque todos recordaremos este día, al final no ha sido de lo peor, aunque la sensación haya sido de fin del mundo.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Lo que es sin ser

"Pobrecilla", pensaba yo el lunes cuando llegó la parisina que nos ha tocado en el intercambio organizado por el instituto de mi hija  Cuando vino para acá la parisina no creo que viniese pensando que caería en un hogar español en Alemania. Te vas a Hamburgo y esperas estar en una casa de costumbres alemanas y te encuentras con una isla en la que se habla español y se comen muchas cosas no alemanas. Así que esta semana me tomo en serio mi segunda nacionalidad y se habla alemán en mi casa y se hará todo lo que se pueda para parecer lo más teutonas posible.

Pero como las cosas a veces salen solas, ayer fuimos a un concierto organizado también por el institito en el que además cantó mi otra hija. A la parisina le faltó poco para dormirse, pero no solo ella sino yo igual. Salvo cuando cantaron los pequeños, que fue cuando actuó mi hija, y que me encantó no solo como madre orgullosa, el resto fue un concierto de música clásica en el que me volví a decir lo de siempre: que aunque parece que a uno le deba gustar la música clásica, a mí me sigue sin decir nada y me deja igual que si no la oyera. Lo que hace el no haber educado el oído, pensaba yo anoche. Pero en París es igual, por mucho que digan, y cuando salimos la parisina dijo que se había aburrido mucho, así que pensé que por qué preocuparme, que solamente en el concierto de ayer recibió una jornada intensiva de vida alemana. 

Como además hace un frío que pela, el clima está haciendo el resto. y para colmo mañana nos viene un huracán, uno de los peores que ha vivido Hamburgo, dicen, con posibles inundaciones y desperfectos. Hasta han decidido cerrar los mercadillos de Navidad toda la tarde de mañana y el Dom, el parque de atracciones ambulante que ahora mismo está en Hamburgo hasta el domingo. 

Así que para qué preocuparse, repito, en el mundo global y raro en el que vivimos en el que nada es lo que parece, ni siquiera las francesas son lo que parece. A nosotras al menos nos ha tocado una de verdad, pero a una amiga de mi hija le ha tocado una que es inglesa. Al llegar dijo que quería hablar inglés y ahora toda la familia habla inglés en un intercambio de francés, así de fácil se soluciona la barrera del idioma.

Y lo mejor es que cuando llegó la francesa nuestra, una de las primeras cosas que le preguntó a mi hija fue si es vegetariana. Al decir ella que no (aunque lleva un tiempo pensando en "convertirse"), la francesa dijo: "menos mal", muy aliviada. Muchos chavales franceses habrán pensado que vendrían a un hogar con dieta a base de codillos y salchichas y habrán caido en un hogar vegetariano. Nadie es perfecto, ni nada lo que parece. 

domingo, 1 de diciembre de 2013

A los que les importa de verdad

No disiento con la idea principal del artículo publicado hoy en El País titulado "Marca a pesar de España", que postula que la imagen negativa de España es peor dentro que fuera del país. Sin embargo considero no acertado decir que muchas noticias negativas, sea la huelga de los servicio de limpieza de Madrid o el caso Urdargarín, no interesen o no causen una mala imagen. El artículo dice que el 90 % de los alemanes no sabe quién es Urdagarín. Puede ser, pero aseguro que el 90 % sabe de los chanchullos del "yerno del rey", como me ha comentado a mí mucha gente. O yo conozco al 10% que está al tanto o esa estimación es totalmente falsa y engañosa. También aquí en Alemania la imagen que dio el rey cazando elefantes pesa mucho, o que fuese además presidente de honor del WWF. No hace tanto hubo en la trlevisión alemana un programa sobre las ciudades fantasma que ha creado la crisis del ladrillo, o el ladrillo mismo cuando se pasó de listo. También la sentencia del Prestige apareció hasta en el periódico local de Hamburgo de manera efímera, pero con el poderoso titular: "Nadie pagará por los daños del Prestige". 

Que la imagen de España no se resienta tanto en el extranjero como en el interior de ella es lógico pues los sufridos ciudadanos de su territorio están soportando todos y cada uno de los desperfectos de los últimos años. Pero que en el extranjero se siga teniendo una buena opinión de España pese a los escándalos no es porque se ignoren estos sino porque a pesar de todos y cada uno de ellos, a los alemanes, por ejemplo, les sigue gustando España (no es el caso de Grecia). Pesan demasiado nuestras playas, nuestro sol, nuestro disfrutar de las pequeñas cosas, nuestra comida, nuestro carácter "fogoso", como dicen ellos de nosotros, pues los clichés son lo que cuenta al final, y nosotros gustamos en general. Así que cuidadín, que una cosa es caer simpático de por sí y otra que la gente no quiera saber nada del engranaje colectivo y de las malas "piezas", y aunque esas no me quiten las ganas de comerme una paella en el litoral español, en el extranjero se sabe y se comenta lo mucho que se ha hecho mal. Uno de los mejores artículos que he leído sobre por qué España ha llegado a esta tremenda situación lo leí hace más de un año en el semanario Der Spiegel, y no salía bien parado el gobierno de Aznar y se relataba del comienzo y fin el tema del ladrillo, y casos de corrupción en los ayuntamientos, en el caso de Marbella con todo lujo de detalles sobre la tonadillera y el alcalde. Un alumno mío veraneante habitual de Marbella me recomendó precisamente el artículo, por lo claramente que explicaba todo, y el Spiegel lo lee mucha gente... No seamos ingenuos y no nos creamos estos artículos que escriben sobre lo que queremos leer, como hacen también esos libros de autoayuda. ¿Verdaderamente es tan importante la buena o mala imagen fuera? ¿No es peor la que tienen los que están apresados en problemas que no causaron ellos y que tampoco pueden solucionar nada?