viernes, 30 de septiembre de 2011

¿Por qué no iba a estar listo?

Admito que he pasado nervios y que no las tenía todas conmigo. Cuando me di cuenta hace cuatro semanas de que como mi pasaporte caducaba tendría que renovarlo antes de mañana, por mi viaje, todavía dejé pasar unos días, toda tranquila, antes de llamar al consulado a informarme de los trámites. Llevo varios pasaportes en mi haber, y los primeros que me hicieron en el consulado me los daban de inmediato, luego empezó a demorarse una semana el trámite, y esta vez, anonadada me quedé cuando me dijo la funcionaria del consulado que se tarda tres semanas en tener el pasaporte listo, y que como viene con un correo especial de España cada dos semanas, con mucha suerte llegaría hoy. Cuando me lo dijo estuve muy nerviosa esos días de pensar en llegar mañana al aeropuerto y que no me dejasen subir al avión. La misma funcionaria me dijo que no sería la primera vez que no aceptan el papelito que dice que el pasaporte está en trámites, dados los controles de hoy día en los aeropuertos.

Como no podía hacer nada más que esperar y creerme que estaría listo a tiempo, a pesar de mi desconfianza, decidí no precuparme hasta hoy, y así he hecho. Como me dio su número directo, porque me atendería fuera de las horas al público, pues cierran a la una, la llamé antes de salir hacia allá, pero me dijo que no habían llegado... Pero no me quedaba otra que ir, y cuando he llegado a las dos y diez, justo a esa hora estaba descargando el correo especial los sobres con los pasaportes de las diferentes provincias. Y el mío estaba entre ellos, el primerito en el sobre de Madrid. Jamás había obtenido un documento tan por los pelos como hoy. Pero el trámite ha funcionado como un reloj suizo. Si lo cuento es porque ni yo misma me lo creo, pero quizá deberíamos ser menos desconfiados de los trámites, porque muchos funcionarios realizan su trabajo como deben, ...pero es que podrían haber pasado miles de cosas, que el funcionario en Madrid se olvidase del mío, que los controladores aéreos hubiesen hecho huelga, que la maleta se hubiese quedado en Madrid, y que mi pasaporte no hubiese llegado. Yo me imaginaba todo esto y más, pero no, no ha pasado NADA y ha llegado. Lo malo ahora es que no me gusta la foto. Los pasaportes estos biométricos de hoy día le quitan el alma a cualquier foto, con tantos parámetros de seguridad, y lo malo es que será mi pasaporte durante 10 años. Para entoncer a saber lo que tardarán en hacerlo. Desde luego que si me acuerdo, me lo renovaré unos meses antes... por si las moscas.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Héroes para la globalización

Le llamaban el rey loco, aunque aquí en Alemania es conocido como Märchenkönig, 'rey de cuento'. Ludwig II, rey de Baviera, murió de una manera extraña hace 125 años. Una "Ludwigmania" se ha apoderado este verano de los alredores de Múnich, con una exposición para recordar a este rey y su época, organizándose, entre otros, bailes con trajes de la época o excursiones en barco al lugar donde murió.

En Herrenchiemsee, la isla más grande en el Chiemsee, el lago bávaro, hizo construirse un castillo al estilo de Versalles, para vivir en él en realidad tan solo 10 días en 1885. Más conocido es su castillo Neuschwanstein, que inspiró el de Disney. Estos dos mundos de ensueño fueron concebidos en su día por él como lugares de retiro, y eran de una soledad absoluta, nada comparable con los millones de turistas que se pasean por ellos hoy día: solamente en Neuschwanstein son 1,3 millones al año. Entre sus pocos amigos estaban Sissi y Wagner, otros raritos que consiguieron fama universal, Wagner además gracias a la ayuda financiera del rey para obras como "El anillo del nibelungo", entre otras.

Si es una estrella es sobre todo por el misterio que rodea su vida y su muerte, con leyendas sobre él de las que no se saben si son verdaderas o falsas, que hablan de orgías con amantes (era homosexual) o de cenas para huéspedes imaginarios. La versión oficial de su muerte es que el 14 de junio de 1886 se cayó al lago Starnberger y se ahogó; pero al parecer nadaba muy bien, y donde murió el lago tenía poca profundidad. La no oficial habla de asesinato: el rey, al que le habían declarado loco dos días antes y encerrado en un castillo a orillas del lago, en un paseo, trato de escapar nadando, y parece que un médico que le vió habló de heridas de bala en la espalda.

El misterio y pompa de este rey atrae a fans de todo el mundo, japoneses y americanos en tropel, pero mucho turismo alemán también. La pregunta es qué busca la gente en ese mundo de ensueño. Cualquiera que lo ve pensaría que Alemania es una morarquía, pues de símbolos bávaros esos palacios se han convertido en puntos de referencia alemanes. Aquí al norte de Alemania no nos llega nada de la pasión por este rey, ni nada concerniente al Oktoberfest, la fiesta de la cerveza de Múnich que tiene lugar estas semanas, pero sí que vengo observando de unos años a esta parte, una mayor simpatía por todo este folclore alemán, desde tierras lejanas dentro del propio país. Y según confirman muchos, antes al Oktoberfest no iba ni mucho menos todo el mundo vestido con el pantalón típico o el dirndl, el vestido que llevan las damas, pero hoy día sí. Si hoy día compartimos crisis y miserias, también compartimos la alegría local y nos empapamos de noticias de la feria más exportada y el que puede va a admirar a ese rey que quiso retirarse del mundo, pero que consiguió todo lo contrario, logrando que muchos lugares de la región vivan de él. A lo mejor esto es la solución a la crisis actual y no dejo pasar por alto que hoy es una jornada muy importante para Europa, y ya tenemos el desenlace. Confirmada la noticia que se cuela ahora mismo como urgente: Merkel acaba de conseguir, por 523 votos a favor y 85 en contra, la ampliación del fondo del rescate. A lo mejor en 125 años Alemania lo celebrará.

martes, 27 de septiembre de 2011

El Jenischpark y sus sorpresas

A veces tenemos suerte de toparnos con lagunas nuestras expuestas en museos, que nos devuelven la impresión de lo mucho que hay que ver y saber por el mundo. El viernes me acerqué a un parque maravilloso de Hamburgo, el Jenischpark, que en una ciudad que de por sí es un bosque y un deleite para cualquiera al que le guste observar árboles, es un parque gigante que presenta algunos que bien podrían ser "top models", si se eligiesen lo mejor de lo mejor en categorías por fin interesantes para el mundo.
Fui también a la llamada de un museo que ya conocía, pero al que periódicamente me gusta volver, el de Ernst Barlach, con la obra escultórica de este artista tan conocido en Alemania y que fue prohibida por los nazis. Había además en él otra exposición de un pintor alemán que yo no conocía, Helmut Kolle, titulada "Un alemán en París". Que este pintor pintase toreros y corridas, entre otras cosas, me hizo que pareciese muy cercano y pero que consiguió tener tanto éxito en el París pictórico de los años 20, me era totalmente desconocido, al igual que su nombre.

Pero la sorpresa fue la otra exposición, que vi porque quise entrar en la Jenischhaus, la mansión de la familia Jenisch que hoy día es parte del Museo de Altona, y que domina ese parque de estilo inglés y con vistas al río Elba. Aparte de los muebles y decoración de esta "casita" del que fue senador de Hamburgo, por lo que tiene el punto aristocrático de los palacios que no tiene esta ciudad, la parte de arriba ofrece espacio para exposiciones. El título de la exposición era: "Los pájaros de Centroeuropa. Acuarelas de Johann Friedrich Naumann". Pero un cartel al subir a la escalera decía más: "Un genio olvidado". Naumann cuenta como el fundador de la ornitología en Alemania, y a su interés por los pájaros, se le unía un talento único para el dibujo, lo que le distinguía de otros estudiosos de la materia que tenían que encargar los dibujos a otros. Carecía de medios para realizar los viajes que le hubiesen permitido observar más ejemplares, pero con alguna ayuda pudo desplazarse a Hungría, y a las islas de Sylt y Helgoland, en el Mar del Norte. Pero la mayoría de sus textos y grabados los realizó en su casa.

El interés por los pájaros le venía de familia: al almanaque de cuatro volúmenes que realizó el padre Naumann, se le unió el del hijo, de doce volúmenes, con la diferencia de que este último realizó los dibujos el mismo. Dedico toda su vida a explicar la vida de los pájaros, y a la creación de sus obra con sus ilustraciones, y fue un ornitólogo muy respetado en vida. Pero como pone a la entrada de la exposición, cayó en el olvido, ya que no es un nombre que suene ni como científico, o como "poco" por su obra de arte. Todavía queda un mes de exposición, y los que puedan ir a verla, que vayan a ver esta sorpresa temporal del siempre sorprendente Jenischpark.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Un domingo (que parece) cualquiera

Domingo de compras. Eso es muy raro en Alemania, ya que tan solo son unos cuantos al año, y con algún permiso especial, tres o cuatro como mucho. Hoy ha sido uno de ellos, y lo he aprovechado, pues el tiempo tan soleado que tenemos de repente, animaba a hacer algo. Estamos de lleno en el veranillo de San Miguel, aquí denominado Altweibersommer, que se entiende como el 'verano de las mujeres viejas', y que a mí me parece un término muy feo, pero acabo de ver que etimológicamente tiene que ver con las telas tan grandes de araña que se ven estos días de comienzo del otoño. Y aunque fuesen las mujeres viejas las que nos lo mandan, alabadas sean.

Como aquí cualquier rayito de sol a "destiempo" parece un regalo de los dioses, y nos da igual si es verano u otoño, el centro estaba que se venía abajo de gente. Si algo me gusta de Alemania es lo bien que se hacen las cosas sin pasarse a menudo. Por ejemplo: que abran las tiendas un domingo, no significa la salvajada del comercio en España, pues tan solo abren de 13 a 18 horas, y nada más. No es todo el día, pero permite darse un buen paseíto y gastar, que es lo que se pretende, y es la hora central del día. De esa manera la gente también come, y se benefician todos los locales de alrededor. Hoy ponía que el motivo era el comienzo del otoño, y el siguiente es para noviembre. No se abre el primer domingo de mes, ni existe ninguna norma, ni siquiera en Navidades, sino que tan solo se abre unos cuantos sueltos al año.

Yo he vivido en países de apertura de tiendas todos o bastantes domingos del año, y por supuesto que le veo ventajas. Sin embargo, para los dependientes de las tiendas, que ya trabajan el sábado en muchos casos, les supone sacrificar el fin de semana entero. En Alemania, el cierre de los domingos se justifica a capa de espada, como día de las familias, de descanso, ya que horario suficiente para comprar hay de sobra. Y yo pienso que sí. Cuando llegué a Alemania en 1990, los horarios eran bastante penosos: las tiendas cerraban a las seis de la tarde entre semana, y los sábados a las dos de la tarde. Recuerdo uno de mis primeros sábados en Hamburgo, cómo, cuando cerraron las tiendas un sábado a las dos de la tarde, el centro se quedó vacío, y yo deprimida al ver que se acababa la vida en la ciudad. Con el paso de los años fue ampliándose el horario: primero hasta las siete de la tarde, luego los jueves era la "tarde larga", hasta las ocho, y hace ya muchos años que se empezó a dejar todo abierto hasta las ocho de la tarde, sábados incluidos. Creo que desde entonces las ciudadas alemanas, cuyo centro cuando no están las tiendas abiertas, parecían muertas los domingos, ganaron en vida, y muchos de los cafés o restaurantes que abrieron al abrigo de tantas horas de apertura, siguen abiertos ahora los domingos, y el centro parece vivo un domingo también.

Hoy parecía un sábado, y la gente copaba calles, tiendas y cafés, y lo más... la recién estrenada tienda de Apple en pleno Jungfernstieg, una de las zonas de más tránsito en el centro. La tienda estaba llenita, con tales mareas humanas, que me pregunto cómo estará cuando se acerquen las Navidades. Mi hija y yo hemos estado investigando los aparatitos último modelo y yo he decubierto un App que me permite descargarme clásicos de manera legal y gratuita. Para que se sepa, el App ibooks permite bajarse obras clásicas de la literatura universal de manera gratuita. Me he ido feliz de la tienda, sin haber comprado nada, pero con Fausto y La metamorfosis en mi iphone. Y feliz para casa a las seis de la tarde (más horas de compra no se necesitan un domingo) de haber pasado unas horas estupendas con mi hija, que parece ya una señorita y que es una perfecta compañía en un día precioso en el centro de Hamburgo lleno de vida.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Hay visitas... y visitas

Tras el circo montado en Madrid durante la visita del Papa, lo de aquí está siendo muy leve: ni antes, ni durante, y menos después lo sufriremos como los pobres madrileños y por extensión el resto del país gracias a la machaconería de los medios de comunicación que retransmitieron todo y sacaron a gente en éxtasis, gritando, "le he visto" o cosas así. Me imagino lo vacíos que se habrán quedado todos ellos, pues la visita se preparó durante tres años.

Durante la semana antes de la visita, aquí en Alemania el tema central era el discurso en el Bundestag, del que 100 parlamentarios desertaron, habiéndolo anunciado previamente. Los asientos se quedaron vacíos, y eso que habían dicho que los rellenarían con voluntarios. Hubo de todo en cuanto a opiniones: que igualmente que ha hablado Putin (otro "demócrata") u otros representates de la política internacional, que igualmente podía hablar un papa por primera vez en el Parlamento alemán. Llegó, habló y dio la misa en Berlín. Cortaron los aledaños del Estadio Olímpico, pero ni mucho menos tanto como en Madrid, ni durante días. Luego se fue a Erfurt ayer, donde visitó el monasterio donde estuvo Lutero, y dio allí otra misa. Y hoy tocaba Friburgo, centro católico importante en Alemania.

Era la primera visita oficial del Papa a su país, y teniendo en cuenta que, como dijo el Bild-Zeitung cuando le nominaron hace seis años "Somos Papa", tenía ciertas cuentas pendientes: Berlín como centro político del país, encontrándose con Merkel y con el Presidente alemán Wulff; Erfurt como lugar emblemático del protestantismo; y Friburgo como la "apoteosis" clásica de la visita.

Erfurt ha supuesto el lugar del encuentro con la iglesia protestante, siendo Alemania el país de Lutero, y estando ambas iglesias tan divididas desde entonces, ...y ya ha llovido bastante. Una palabra que se escucha mucho aquí es lo "ecuménico", esos intentos de que las iglesias protestante y católica trabajen juntas. Al parecer, ha habido decepción tras los encuentros. Poco acuerdo. Luego se reunió con personas que han sufrido abusos en instituciones católicas. Esto me parece un gesto importante, pues la iglesia alemana hasta ahora lo único que había hecho era mover a los curas implicados a otras diócesis o colegios. Y hoy en Friburgo, en la zona católica, parece haber sido el encuentro más "a la española", con una misa con 30.000 jóvenes, pero ... en los cinco minutos que le ha dedicado el telediario de la noche a la visita, y más no han sido, han sacado a un grupo de jóvenes católicos que han protestado pidiendo más democracia en la iglesia católica y criticando las estructuras actuales.

He esperado con este post para ver las noticias del día sobre la visita. La primera noticia del telediario de la noche ha sido que Putin volverá a ser candidato y luego le han dedicado los mismos cinco minutillos al Papa, así que están igualados, por qué será. Y da, la verdad, pues mañana se va, al fin y al cabo. Un visitante más.

jueves, 22 de septiembre de 2011

El contraartículo

Si en la entrada anterior me mofé sobre la ridiculez de publicar noticias como que la gente de Hamburgo (o el sitio me da igual) sea la más feliz del país, ayer vi otro en el suplemento El Viajero en El País, que me produjo la misma sensación de vergüenza ajena. "Cómo en casa en ningún sitio", se titula la elucubración tan fantástica. El artículo da diez ejemplos de rincones de la geografía española que explican por qué casi la mitad de los españoles "no se ha molestado", dice el artículo, en pisar el extranjero.

El artículo presenta una selección de lugares entre los cuales algunos son indiscutibles (Formentera, la Sierra de Cazorla, la bahía de la Concha en San Sebastián), pero otros, como la milla de oro en Madrid con tiendas como Chanel, Dior, y otras quizá algo más asequibles, pero que no son motivo, pienso para no viajar al extranjero, producen escarnio. Por supuesto que hay turismo de lujo por el mundo: vean esos japonenes que se marchan cargados de Lladró o Louis Vuitton a sus casas, pero ése no es uno de los diez motivos para no salir de España. La gastronomía es insuperable, dice el artículo también, como punto diez, pues como es bien sabido, los expatriados echamos tanto de menos el jamón, o la tradición de las tapas. Sin comentarios...

Sobre la selección de sitios se podría discutir, pero no vienen ni La Alhambra ni los Picos de Europa, por poner dos ejemplos. Y puestos a hacer un repaso al mundo sin salir de casa, qué tal con proponer lugares de todas las culturas que han pasado por nuestra tierra: celtas, visigodos, cartaginenses, romanos o árabes; y en cuanto a naturaleza por supuesto que no nos quedamos cortos ni en playas, montañas, parajes naturales espectaculares, y hasta una isla volcánica tenemos, y más. La gastronomía es maravillosa, de acuerdo, pero no nos olvidemos que ésta se ha deteriorado mucho en los últimos años en base a menús en los que prima la cantidad y no la calidad. Y al Bulli no vamos a comer todos.

Sin duda España ofrece lugares de vacaciones como para no salir fuera en toda la vida, pero sinceramente, que no lo hicieran nuestros abuelos porque eran otros tiempos es obvio, nuestros padres por lo mismo, y muchos ya por miedo o por ni siquiera planteárselo, también; pero que traten de hacer creer al resto que no hay ni que "molestarse", me parece una forma muy ignorante de escribir noticias que no lo son. Una publicación seria de viajes ha de ofrecer el amplio espectro del mundo, para precisamente mostrarnos que si bien somos unos privilegiados por tener esas maravillas a la puerta de casa (y ojo, cada país las tiene, en nada haré una lista de las maravillas alemanas), que tenemos el mundo más accesible que nunca y que seríamos tontos de no acercarnos a algún sitio, "aunque sea" a París o Lisboa, tampoco hay que ir más lejos.

España no tiene diez sino diez mil rincones incomparables, pero no digamos el resto del mundo. Puestos a hacer listas de España, yo propongo la mía:
1. La Alhambra
2. El Teatro y el Museo Romano en Mérida.
3. El Alcázar de Sevilla
4. Santiago de Compostela (y el Camino de Santiago, por supuesto)
5. El románico: por ejemplo, San Martín de Fromista
6. Los molinos de La Mancha
7. Las playas: de las que he visto, me quedo con la Costa Brava, pero cada uno tendrá su favorita.
8. El acueducto romano de Segovia
9. Toledo y las tres culturas
10. El Monasterio de Santa Clara, en Tordesillas

Estos son meros ejemplos (según me han venido a la mente, por eso el orden) de muchos lugares que me han impresionado de España, y por supuesto que hay muchos más, y no hablo de lo mucho que me queda por descubrir. Pero los que han salido al extranjero de vacaciones, saben que merece la pena "molestarse".

martes, 20 de septiembre de 2011

Los más felices

Hay días en los que me digo que no tengo tiempo para este blog, pero me basta con leer un titular, y salto, como por resorte. El de hoy: "Hamburgo es la región más feliz de Alemania". Mi primer pensamiento: "qué guay" y perdonen el estilo tan coloquial y poco erudito. El segundo titular a continuación: "Hannover es ruidoso, pero feliz". Como estos son titulares del periódico local, tan feliz consigo mismo que se permite cobrar por leer noticias así, lo dejo en estos titulares, pues son noticias que no necesito investigar, y menos pagar por ellas en internet. Los resultados son de un estudio de demoscopia que investiga la felicidad en Alemania. Los de Turingia son los más infelices, dicen.

Lo malo de estas encuestas es la interpretación y lo que la gente se chincha después con ellos. Una búsqueda rápida en Google me ha dado el siguiente titular: "Los de Colonia son más felices que los de Düsseldorf". Esto no dirá nada en el extranjero, pero los de Colonia y Düsseldorf compiten sobre cuál de ellas tiene el mejor carnaval o es la mejor ciudad de la zona dicharachera alemana. Hamburgo siempre ha competido con Múnich, y el resultado, del que no quiero evidencias, lo analizo yo, puestos a demagogias poco estudiadas, demuestra que los hamburgueses no necesitan ni montañas, ni folclore bávaro, ni todo lo que se relaciona con Alemania.

La pregunta clave de esto es qué es la felicidad, y yo cada vez lo tengo más claro: la felicidad consiste en creérselo. Si tú piensas o te crees que tu vida está bien así como está, que vives en el sitio de tus sueños, que tienes todo y más de lo que soñaste, serás feliz. Los culos de mal asiento nunca pensarán que su lugar es el mejor del mundo, porque saben que hay otros maravillosos.

Algo así pensaba yo el otro día cuando mi hija mayor volvió de su viaje. Tras haber pasado cinco días en la isla de Sylt, que cuenta como idilio de vacaciones para muchos hamburgueses o alemanes, que atraviesan medio país para pasar unas vacaciones bien frescas. Muchos millonarios alemanes han acabado sus días allí, en una de esas casitas tan idílicas en las dunas. Pues bien, mi hija, lo primero que me dijo fue "quién quiere vivir ahí, con ese frío, con ese aire, con esas playas cuya arena se te mete en los ojos por el viento constante".  Y sin embargo, como yo le dije, para muchos niños alemanes, ésas son sus vacaciones felices de su infancia, ir cada verano ahí, con el forro polar, a meter los pies en el agua. Ahhhhhh, qué idilico.

Pues de eso se trata, de la percepción. Aquí no vemos el sol, pero somos los más felices. Hace años que dejé de escuchar la emisora local por el patriotismo tan absurdo del que hacen gala al repetir una y otra vez que Hamburgo es la ciudad más bonita del mundo. Lo siento, pero me pueden esas categorizaciones. Claro que es bonita, claro que es un sitio maravilloso para vivir, por su calidad de vida excelente, pero me repele una consigna así dicha hasta la saciedad.

Ahora me alegro y todo de que la noticia del periódico feliz sobre el mundo feliz sea de pago, pues así me quedo sin leerla y trato de elucubrar qué tienen los hamburgueses que les hace más felices que al resto de los alemanes... ¿La simpatía de la gente? Eso no es. Del clima prefiero no hablar, pues ya lo hago en otras ocasiones y de forma monotemática. Mmmmmm, pues que nos lo creemos y punto.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Que sí, que es el momento, que ya lo sé...

Además de ver ya los dulces navideños en el supermercado, aquí todo huele a otoño y lo que viene detrás, que es peor aún. Por todas partes se oyen entos días ruidos de máquinas cortando ramas de árboles, poniéndolos al día y en supermercados o droguerías, aquí no hace falta ni acercarse a un vivero, venden bulbos para plantar. Es el momento, nos recuerdan. El periódico en su apartado de vivienda y decoración nos recuerda también que ahora es cuando hay que planificar un jardín, para disfrutar de él en primavera. Trabaje hoy y beneficiése al año que viene, es la divisa. Si pienso en la "cantidad" de días que me he sentado este año en mi jardín, considero que mis cuidados, que son cero, están muy bien compensados. De qué sirve matarte a trabajar, si luego lo ves siempre desde dentro.

Cada vez que hablo con mi vecina a la puerta de casa, ella mira preocupada el césped, que este año se ha convertido en un cultivo de musgo y tréboles, y acaba por sacar el tema, y eso que sabe que a mí me impresiona poco. Como tuve este verano expertos en mi casa que me dijeron que eso tenía que ver con la humedad, yo hago alarde de entendida y le dijo que qué más da, que ha sido por el verano tan húmedo que hemos tenido, que no merece la pena perder el sueño por el césped. Pero parezco la única, pues todos a mi alrededor andan escarbando, podando, barriendo hojas, llamando a servicios de jardinería que en nada se suben a una grúa y podan un arbolito de los que hay en mi barrio. Y a mí se me viene el otoño encima como todos los años: con la cosecha de bellotas que empiezan a caer de los robles que me rodean. El otro día me dió una en la cabeza, y la sentí como una llamada de la naturaleza que se apodera de todo aquí, aparte del improperio que lancé.

Sin embargo, en un momento de debilidad, compré hará ya un mes unos bulbos de crocus, porque estas flores me llenan de alegría, no por otra cosa. Tras el crudo invierno de aquí, cuando asoman, me invade la felicidad, pues pienso que si ellas pueden, el resto podrá también. Pero los bulbos siguen sin plantar, y ahora es el momento, lo sé. Lo malo es el síndrome que padezco, "pereza antijardinus" que me asalta siempre que veo trabajo en el jardín. Con lo fácil que es, como me demostró la visita tan botánica que tuve y que sin darme cuenta me llevó al vivero, compramos unas cuantas cosas y me las plantaron (eso fue lo mejor, gracias, gracias). Me enseñaron sobre jardinería para vagos: se plantan macetas grandes con plantas perennes y luego se rodean con plantitas de temporada, y ésas hay que irlas cambiando. Me he comprometido a hacerlo, pues disfruto mucho de mis maceteros desde el interior, pues desde fuera, poca cosa.

Si consigo plantar los bulbos de los crocus antes de que perezcan en su bolsita, a lo mejor me animo a comprar bulbos de tulipanes, que también es el momento. Y encima, hoy regreso a mis clases, como profe, y normalmente cuando les pregunto a los alumnos que qué han hecho los fines de semana,o han ido todos al vivero a comprar plantas o han estado removiendo la tierra del jardín, o plantando y planificando. Luego me empiezan a preguntar por términos de jardinería en español y empiezo a sudar, y les digo que la botánica no es mi especialidad, que yo opino que un jardín es para disfrutarlo, para aprovechar el rayito de sol, si es que sale. Me temo que seguiré siendo una incomprendida.

domingo, 18 de septiembre de 2011

La política de no hacer política

Los resultados de la elecciones de Berlín hoy son los esperados, pero no por ello menos sorprendentes. Primero, la fuerza más votada es, como se suponía, el SPD (un 28 %), la socialdemocracia, con el actual alcalde de Berlín Klaus Wowereit a la cabeza, que lleva 10 años en el puesto. Segundo, el FDP, los liberales, se quedan fuera, y no consiguen ni un 2% de los votos, por lo que no entran ni en el parlamento. Tercero, el partido Pirata, como suena, entran en el parlamento, y se convierten en los indignados de las elecciones y los que les han robado programa y política a los que no la tienen con nuevos temas.

Wowereit ha dejado en todo momento abierto con quién se coalicionaría, tras diez años unidos a los Linke, la Izquierda, y que se quedan fuera del gobierno esta vez, y puede, para esta tercera legistatura, unirse a Los Verdes, o formar una "gran coalición", con la Unión, CDU, la derecha. Ha perdido votos respecto a las pasadas elecciones, pero ha hecho campaña consigo mismo a falta de temas e ideas. Ha repartido ositos con su nombre, la ciudad estaba llena con fotos de sí mismo sin lema, simplemente con el nombre de su partido, el SPD, en la parte inferior de las imágenes. Que en sus 10 años de gobierno no ha logrado gran cosa, que Berlín como ciudad-estado tenga una tasa de paro que dobla a la media del país, que en educación estén a la cola de todos los estados federales, y el saldo de gobierno sea una deuda de 63.000 millones de euros (hace 10 años eran 40), no ha invalidado su lema de "Berlin verstehen", 'entender Berlín', que es por lo que parece que le ha votado la mayor parte del electorado, la prueba de que la gente vota a personas, y no programas, partidos o resultados. Pero un 28 % tampoco es un éxito, y menos para una tercera legislatura.

El perdedor de la noche es el FDP, que se ha hecho el haraquiri en las últimas semanas utilizando el euro como campaña, y ahora toman la derrota como lo que es: un debacle a nivel nacional. En las elecciones de este año en diversos estados federales, salvo en las de Hamburgo, se han quedado fuera, según la ley electoral alemana que exige para entrar al parlamento de cualquier gobierno un 5% de votos.

Los Verdes han aumentado su resultado, pero se esperaban más. Kunast es un personaje muy fuerte en su partido, y quería ser la alcaldesa, pero la campaña se le fue de las manos frente a un contrincante tan carísmático como Wowereit que hacía campaña consigo mismo.

Y la segunda fuerza tras las elecciones, la CDU, ha hecho campaña con los coches ardiendo en Berlín, noche tras noche. En lo que va de año más de 350 han ardido, en una especie de protesta que no sirve de nada, un decir "Quemo coches, y por tanto existo", que no lleva a ninguna parte, por muy "tolerante" que sea Berlín. Así que por muchos coches que ardan, un 23% para la CDU, como partido de derecha, y representante de Merkel en Berlín, tampoco es como para celebrar.

Los que si que celebran son los Piratas, que han obtenido un 9%. Que tomen nota los piratas españoles, que a mí siempre me han parecido más numerosos que aquí. En Alemania por supuesto que se realizan descargas ilegales de internet, pero no con el alarde público que se hace de ello en España. El partido Pirata, sin embargo, las defiende como política, con su lema "Freiheit im Internet", 'libertad en internet' como punto de lucha. Su programa político no habla de economía o de ninguno de los puntos "clásicos" en campaña, sino de transparencia en los derechos de los ciudadanos, y piden internet en todos los lugares públicos. En realidad son el partido protesta, y ahora anuncian con extender su éxito de Berlín a un nivel nacional.

Esta vez no se ha atrevido el actual y futuro alcalde y presidente de Berlín a utilizar su eslogan favorito de otras elecciones, "pobre pero sexy", refiriéndose a Berlín. Berlín es sexy, efectivamente, su alcalde, homosexual además, y representante del buen rollito. Se presentó hace años en política anunciando que sí que era gay y que eso estaba bien así, y Berlín ha elegido seguir con el estado actual de las cosas, que no supondrá ninguna mejoría, salvo la apertura de un nuevo aeropuerto al año que viene, y poco más, pues además, hoy, en unas declaraciones en televisión tras su victoria, Wowereit ha dejado claro que le da igual una coalición con Los Verdes o con la CDU. Yo diría que no es lo mismo, pero tras estos resultados, qué más da todo.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Planten un Blomen: ayer y hoy

Hay otros lugares que tienen su Valle de los Caídos. He sabido hace nada de algo que desconocía, del pasado oscuro de un parque precioso en Hamburgo al que nadie se lo tiene en cuenta. Hamburgo es verde, tiene parques impresionantes, la ciudad parece un bosque, pero además tiene en pleno centro un capricho botánico espectacular en todas épocas del año. Contiene de todo: un parque infantil muy grande, flores, plantas y árboles de todo el mundo, un invernadero, cafés, una casita para la ceremonia de té japonesa, con su correspondiente jardín japonés, y en el lago en verano hay conciertos de agua y luces gratuitos a los que acuden muchos visitantes.

El parque de Planten un Blomen fue creado gracias al tesón de un profesor de botánica que pidió a la ciudad un terreno donde realizar un jardín botánico. Se lo concedieron y lo fundó plantando un platanero en la puerta principal del parque en 1821, que todavía existe y sigue creciendo, tras haber sobrevivido dos guerras mundiales, obras y contaminación. En unos pocos años consiguió plantas de todo el mundo, y quiso de esta manera realizar un centro de investigación y a la vez poner a disposición de la ciudadanía de a pie las maravillas botánicas del mundo.

Pero lo que yo no conocía, al igual que la mayoría, es la historia oscura del parque, que fue, como no pudo ser de otra manera, en los años más ignominiosos de Alemania. En 1935, el alcalde de Hamburgo anunció la apertura del parque tras su remodelación, para demostrar la magnitud del nacionalsocialismo, que utilizó el parque como medio de propaganda, para demostrar la eficiencia de la dictadura, haciendo alarde de su realización en un tiempo récord a cargo de 1800 parados. Poco tiempo después perdieron además aquí la vida cientos de presos de Neuengamme, el campo de concentración a las afueras de Hamburgo por trabajar en invierno con un frío mortal en labores muy duras. En 1941 había además en ese mismo parque, donde se encuentra ahora la feria de Hamburgo, dos campos de trabajo, en el que trabajaban más de mil personas.

Es difícil recordar tanto sufrimiento al ver ahora tanta belleza. La historia posterior hizo olvidar el lado amargo. El jardín fue escenario de varias ediciones de la IGA, (la exposición internacional de jardinería), en 1953, 1963 y 1973, a las que acudieron millones de visitantes. Desde la edición de 1953 los conciertos de agua siguen funcionando cada verano. Todos los días,  de julio a septiembre, y durante media hora, hay un espectáculo de luces y agua, al compás de la música. Por motivos que desvelaré cualquiera de estos días, me hallo en una fase muy turística en Hamburgo, y por eso he vuelto hace poco a  los conciertos de noche y hoy, de día, a disfrutar. Vean.   
   

jueves, 15 de septiembre de 2011

Ese país simpático llamado Bélgica

No  puedo dejar pasar por alto el acuerdo histórico de anoche en Bélgica, tras año y medio sin gobierno, y todo era por el distrito de Bruselas-Halle-Vilvoorde, pero que era el eje de la discordia que ha tenido al país en jaque mate todo este tiempo. El distrito quedará ahora dividido en seis municipios con privilegios, como poder votar o tener acceso a la enseñanza en francés en zonas flamencas, y 29 municipios bajo jurisdicción flamenca. Tras este primer pero fundamental acuerdo, el Estado Federal traspasará funciones a los municipios en cuestión.

Bélgica ha superado el tiempo sin gobierno jamás habido para un país tras unas elecciones. Uno se pregunta tras todo esto si un país necesita de verdad un gobierno, pues ahí están, pero también si en la Europa actual en crisis y que durante años ha tendido a unirse, euro incluido, al final de lo que se trata es de repartir la tarta en trozos tan pequeños que la idea de algo común se va al carajo. Lo importante es que un municipio minúsculo de Bélgica esté contento, y si no no hay gobierno. 

De vez en cuando enciendo en la cocina mi radio de internet, y escucho la Première, emisora que oía durante el tiempo que viví en Bruselas, y el otro día me reía porque ahora o hace 6 años los temas y los problemas son los mismos. Bélgica es un país que vive enclaustrado en los enfrentamientos entre ambas comunidades, la flamenca y la valona. Un flamenco de Amberes lo tiene muy claro, y un valón de Mons también, pero el problema es esa zona céntrica, porque las personas no se atienen a fronteras. Yo soy francófono, pero me compro una de esas casas tan monas que venden en Kraainem o Wezembeek-Oppem, pues son más baratas que en la capital. Están en Flandes, pero tardo apenas 20 minutos en ir a trabajar al centro de Bruselas. Como no soy la única, en mi pueblo acaba por haber colegios de habla francesa, y muchos trámites admistrativos empiezan a realizarse en francés. Eso no les gusta a los flamencos, pues esas localidades están en la provincia de Brabante, en Flandes. Y así fue surgiendo el tinglado. Yo he visto un colegio con una cadena y candado en Wezembeek y con pintadas de "aquí se habla flamenco". En estos distritos se podrá ahora por ejemplo o votar por las listas de Bruselas o por las de esa población.

En cualquier caso el acuerdo es una buena noticia, aunque no se van a acabar los desacuerdos y rencillas. En 6 años o en 20 las noticias seguirán siendo las mismas, porque los problemas surgirán por otras partes. Pero qué encantador país. Vayan a conocerlo. Yo no llegué a comprenderlo, pero sí que me sentí muy a gusto entre tanta anarquía y mezcla de lenguas. En Bélgica, donde entiendes la razón de ser del país es en un restaurante, con lo bien que se come, y en eso quizá es lo único en lo que son todos belgas. Quizá ésa es la clave.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Los milagros existen

La semana va pasando y yo me alegro, y en dos días estará superado el "trauma" del que vamos saliendo. Mi hija mayor está ahora mismo con su clase en la isla de Sylt, en el viaje que no es de fin de curso, sino de comienzos de curso, algo muy normal aquí. Se realizan al comienzo y no al final, para unir a la clase, y beneficiarse después de la sintonía entre todos tras tanto tiempo juntos. El problema es que hay niños a los que les hacen poca gracia estos viajes, y mi hija es una de ellos. En su vida escolar ha tenido ya dos y de ambos salió traumatizada, y yo también, de los malos nervios que me costó el viaje antes, durante y después. Esta vez, a meses de que se acercara el viaje, se ponía mala de pensarlo, y las dos últimas semanas antes de irse has sido muy duras. Hay niños capaces de irse a campamentos, bien pequeños, durante dos semanas o más, y se quedan tan panchos, y otros pasan un trauma con pasar una sola noche fuera de casa.

El problema es que mi hija va a acabar cogiendo manía a la isla de Sylt, en la que ha pasado dos viajes escolares, con lo bonita e idílica que es. Una de dos, o de mayor no vuelve y acaba por aborrecerla, o querrá volver para ver la isla con una mirada sosegada. Aún así, sus 11 años le permiten contarme con risas, o la seriedad debida, las anécdotas del viaje. Todo empezó el lunes con una huelga de trenes (ella se hubiese alegrado si hubiese sido definitiva para toda la semana), pero salieron un par de horas más tarde, y asunto solucionado. Para hacer más divertido el viaje, al ser una clase musical, iban provistos de sus instrumentos: los de la flauta traversera o el clarinete no tenían problema con el transporte, pero el que toca el contrabajo, o las del violonchelo, sí. La idea de los profesores era, como nos explicaron en la reunión de padres, tocar en cualquier sitio, incluso en la playa; también querían organizar un servicio de "despertadores", es decir, que cada mañana algún crío despierte a los otros tocando su instrumento. Yo me imaginé que me despierten con una flauta como algo agradable, pero con una trompeta ...

Pero las anécdotas no tienen desperdicio, y sinceramente, pienso que los profesores se merecen un monumento a su paciencia y buena voluntad (yo no valdría). El primer día, para estrenarse en la playa, pese al mal tiempo, viento y oleaje, jugaron a orillas del mar. Sylt se encuentra en el Mar del Norte, y eso no es el Mediterráneo en calma chicha. Pues los chicos, haciendo el borrico, tiraron al profesor al agua, con tan mala fortuna que el mar se llevó las gafas de éste. Me imagino lo contento que se puso. Por suerte tenía otras gafas de repuesto, porque si no, como para aguantar toda la semana a los 30 chavales haciéndole perrerías. Esa misma tarde, en la cena, una niña reaccionó alérgicamente a la mousse de chocolate del postre, y se le puso la cara desfigurada, según mi hija. Ayer, dos chicos desaparecieron mientras estaban viendo un centro de información sobre los animalitos de la isla. Los profesores les buscaron durante horas y al borde del infarto, y cuando llegaron todos al albergue en el que se alojan, descubrieron que los dos chicos estaban tan campantes en su habitación. Se les cayó el pelo, y los profesores dijeron de mandarlos de vuelta a sus casas como castigo, pero parece ser que no lo han hecho. Por eso digo lo de la buena voluntad, pues era como poco para matarlos.

Y luego están las otras anécdotas, las de mi hija: que si hace demasiado viento, demasiado frío, que si se te mete la arena en los ojos, que si la comida no está buena... Pero hoy, el tercer día, ha ocurrido un milagro. Hemos hablado brevemente, y se le oía muy contenta, y al poco rato me ha dicho que tenía que colgar, que iban a hacer una cosa todos juntos. Justo antes le había preguntado si hoy ha ocurrido alguna tragedia, y me dijo que no. Y toda relajada, y sin las lágrimas de los últimos dos días, ha colgado contenta y me ha dicho: "hasta mañana, mamá".

martes, 13 de septiembre de 2011

Tragedia europea

El euro es más fuerte de lo que parece, al menos los billetes. Yo lo he podido comprobar estos días, pues tres billetes de 10 euros han sobrevivido a un buen lavado de lavadora y al posterior secado en la secadora. Sé que esto no tiene nada que ver con lo que se entiende por "lavado de dinero", pero yo me he sorprendido de la fortaleza del euro. Al menos del papel.

Otra cosa es la situación actual, que asusta. En Alemania, la coalición de gobierno entre la CDU/CSU y el FDP anda enfrentada por el doloroso tema de Grecia. Podría ser, según los indicios, que Grecia se declare en bancarrota en octubre, y no pueda afrontar los pagos, y ayer, el FDP, a través del vicecanciller, Rösler, dejó caer que entonces habría que dejar a Grecia fuera del euro. La canciller le tuvo que llamar la atención, pues es lo que le toca, pero el FDP, muy dado a seguir metiendo cizaña sigue provocando. Hoy, su jefe en Schleswig-Holstein, Jürgen Koppelin, un demagogo, ha dicho que Grecia es un alcohólico, así tal cual. Me imagino que los griegos no tardarán en reaccionar, y desde luego que las relaciones entre Alemania y Grecia están dañadas para siempre tras este año. A ver quién es el guapo (alemán) que va ahora de vacaciones a Grecia, o el griego que defiende las ayudas a su país aquí en Alemania.

De lo menos que entiendo es de economía, y menos en los tiempos que corren, pero me parecen muy peligrosas declaraciones así que lo único que consiguen es alimentar las reticencias de todos contra todos. Por supuesto que la situación de Grecia es más que preocupante, pero para toda Europa, y a mí se me ponen los pelos como escarpias cada vez que oigo hablar del efecto dominó y mencionan a continuación los "ejemplos", la típica frase que dice "Grecia, y otros países europeos, como Portugal o... España". Lo malo es que en esto estamos metidos todos, los alemanes también, y a mí, dada la incapacidad de los gobiernos de arreglar el embrollo se me ocurren soluciones prácticas. No sé si todos los europeos saben del despilfarro mensual que supone que el Parlamento Europeo tenga sus sesiones de una semana en Estrasburgo. Se trasladan no solo todos los parlamentarios, sino las actas, y lo que haga falta. Se pagan hoteles y dietas a los funcionarios, todos los meses del año. Yo conocí durante los años que viví en Bruselas a varios "afectados" que se quejaban de lo que suponía estar todos los meses una semana fuera, el sinsentido, y estaban todos en contra. Partidarios de seguir con este absurdo son los franceses, por supuesto, que se niegan a que esto se acabe, pues de esto vive la ciudad de Estrasburgo, hoteles y restaurantes, tiendas y todo el que se arrime al negocio.

Pienso que es muy fácil criticar el despilfarro griego y la mala gestión cuando eso se les da muy bien a todos los gobiernos, el europeo incluido. Da miedo oír noticias, o abrir el periódico: hoy he oído que la banca francesa está muy mal; el otro día que muchos proyectos de infraestructura en Alemania están parados por falta de dinero; la ciudad de Hamburgo está financiando la futura filarmónica de la ciudad, a pesar de que el presupuesto ha pasado de los 77 millones de euros iniciales a cerca de 500 ya, y aquí hay colegios que se caen a cachos. Sí, los griegos lo han hecho mal, engañaron al parecer para entrar en la zona euro, pero de los créditos y los bonos se han beneficiado muchos también. En esto estamos todos, y si bien los billetes del euro parecen resistentes al lavado, no la idea común de Europa y del euro, que parecía unir todo y que al final va a acabar por desbaratar lo logrado en años. Las declaraciones de políticos antes de tiempo han hecho tambalear hoy los mercados, y todavía quedan unas cuantas semanas para el desenlace de esta tragedia griega. Recordemos que el nombre de "Europa" viene del griego, y que Europa era en la mitología una princesa fenicia que sedujo a Zeus. Las reticencias alemanas son hasta cierto punto entendibles, pues las ayudas a Grecia sin garantías de devolución hay que venderlas, de cara a futuras elecciones, y eso parece que no cuela. Que Zeus nos ampare a todos.

domingo, 11 de septiembre de 2011

El terror que vino de Hamburgo

Así se titula el artículo de portada del periódico Hamburger Abendblatt en su edición de fin de semana, para recordar a los atentados del 11 de septiembre diez años después. Para Hamburgo supuso una conmoción que los atentados se fraguaran aquí y que dos de los autores viviesen y estudiasen aquí. Marienstraße en Harburg, esa calle en ese barrio de Hamburgo la conoce todo el mundo sin haber estado nunca en ella. La pregunta entonces y hoy sigue siendo cómo pudieron planear algo así sin que nadie se diese cuenta. El portavoz de la policía de entonces dice que porque nadie podía imaginarse algo así. Y razón tiene. Al que pilotaba uno de uno de los aviones que se estrelló contra una de las Torres Gemelas lo recuerdan todos como afable, trabajador serio y muy profesional. El profesor de la universidad de Atta lloró entonces ante las cámaras porque jamás se había equivocado tanto con alguien. Hamburgo vivió los atentados como el resto del mundo, pero cuando la pista del terror cayó aquí, lo que parecía demasiado macabro se convirtió en realidad.

Aparte de eso, en la ciudad ha habido otra repercusión: el lago del centro, el Alster, a la altura del Consulado Americano fue cortado el mismo día de los atentados y así sigue desde entonces. Lo que fue algo transitorio y por motivos de seguridad se convirtió en algo permanente, tanto que hace años que alrededor del consulado se ha hecho tal barrera de seguridad que la calle está cortada al tráfico. Tan solo es posible pasear al lado de las vallas y miedo da, ante los dispositivos de seguridad, pero la vuelta que te podías dar antes todo alrededor del lago, queda hueca en un trozo, como ese monumento tan impresionante de cascadas infinitas que han inaugurado hoy en la Zona Cero. Yo pienso que Hamburgo no debió hacer nunca esa concesión, y vender su propio lago, que ya no se puede bordear como hasta hace 10 años. ¿La mala conciencia quizá? Nadie se pronuncia al respecto.

Peor aún ha sido la repercusión del 11 de septiembre para el mundo: dos guerras, Afganistán e Irak, con todo lo que éstas han supuesto, destrucción, muerte, Guantánamo, la ruina para EE.UU., al financiar estas guerras con dinero que ha faltado para otras cosas, la crisis económica con la que EE.UU. ha arrastrado al resto del mundo, la implicación de otros países en estas guerras. Y a nivel personal hemos perdido libertad de movimientos: volamos con controles de seguridad que antes no eran tan rígidos, ya no podemos llevar ningún líquido en el equipaje de mano, pero todo esto no es tampoco comparable con las escuchas y control con el que viven los estadounidenses en su vida diaria, y que muchos ven como una pérdida de libertad. Estos días todos los medios de comunicación lanzan la pregunta "dónde estaba usted el día de los atentados". Yo estaba en casa, con un bebé de un año. Recuerdo haber mirado a mi hija y pensar que el mundo se ponía muy pero que muy feo. Todos los peores presagios se cumplieron.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Ingenierías de museo

Un tunel es el contrapunto de un puente. Uno une por arriba y el otro por abajo, pero la función es la misma, acercar y unir. Esta semana se han cumplido los 100 años del tunel antiguo del Elba. Para ir de norte a sur o de sur a norte en Hamburgo hay que hacerlo o por arriba (puentes del Elba) o por abajo (el tunel del Elba, pero el moderno).

Se inauguró el 7 de septiembre de 1911, como tunel peatonal para hacer posible que los trabajadores del puerto accedieran a sus trabajos en el puerto y así quitar tráfico de tantos barcos, que transportaban a 25.000 trabajadores diariamente al otro lado. Con sus ascensores para peatones y vehículos, el antiguo túnel es toda una obra de ingeniería si pensamos además en la época en la que se realizó, puesto que los impedimentos hasta el momento por la humedad del terreno en las profundidades de Hamburgo parecían insalvables. Fue un trabajo peligroso para los mineros y se emplearon máquinas hasta entonces pioneras y costó 10 millones de marcos de la época, el equivalente a 50 millones de euros si se financiase hoy día. La longitud del tunel es de 426,50 metros y está a 21 metros de profundidad bajo el agua. Por supuesto que los que lo concibieron jamás pensaron que habría tantos coches en el futuro, cuando entonces los coches de caballos u otros vehículos no eran tantos. En 1975 abrió el nuevo tunel del Elba, por el que pasan cada día 120.000 vehículos.

Hoy he recorrido a pie ese casi medio kilómetro ida para salir al otro lado, y observar Hamburgo desde una perspectiva desde la que sus habitantes no solemos ver a la ciudad, desde la otra orilla del Elba. Esta semana el tunel está de fiesta, y había mucha gente atravesándolo a pie. Con motivo de la conmemoración, la cámara de ingerieros alemanes lo ha includido en la lista de "Símbolos históricos del arte de la ingeniería alemana", casi nada. El tunel fue construido a la perfección, con detalles que hoy día sorprenden: se aislaron las juntas con plomo, no utilizaron tornillos sino remaches, pues pretendían una larga vida para el tunel. Y lo consiguieron. Increíble es además como combinaron funcionalidad con estética, pues el tunel, en su interior, tiene algo de arte. Encargaron a artistas representaciones en cerámica de los anímales que viven en el Elba, y los azulejos tan bonitos, es su iluminación, le dan aspecto de una obra de arte.

Pero la idea de las autoridades del puerto no es hacer del tunel un museo, ya que es usado a diario por bicicletas, peatones, y coches. Hoy día son 800.000 personas las que lo atraviesan al año, y no solo para llegar de manera rápida al o tro lado. Hoy es el tunel mismo lo que se visita, estos días más que nunca. En una visita a Hamburgo no se lo pierdan.
Los datos

Los ascensores para vehículos, por el que siguen bajando
coches, bicicletas y peatones.

El túnel

Las vistas desde el otro lado

La futura filarmónica de Hamburgo, esa obra que ha desbordado los presupuestos de la ciudad.
Observen a la derecha los "barquitos" que llegan a la terminal de cruceros de la HafenCity.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Resistiré

Todos los comienzos de curso ocurre lo mismo, y de lo que se trata es de mantener el tipo. Llevamos cuatro semanas exactas de clase, y las primeras semanas es genial sacar de la cartera casi cada día una hojita con todo tipo de actividades extraescolares que puede hacer tu hijo. Gente que ofrece sus servicios al colegio pero por la tarde, para llenar los horarios de tarde, que no existen aquí en primaria. Un día sacas un papelito con cursos de yoga para niños, otro de ajedrez, otro de balonmano, otro de clases de canto, otro de la orquesta de instrumentos de cuerda. El colegio pone a disposición sus aulas, pero son todo clases particulares. Al ser en el colegio, esto implica que unas y otras (madres) te pregunten constantemente: "¿Es que Natalia no participa en la orquesta?". "No, no participa". Además de esta oferta, está la del barrio, a la que niños de la clase van con amiguitos: hockey, saltar a la cuerda (o la versión sofisticada, llamada hoy día rope skipping), a hip hop, a montar a caballo, curso de tenis, fútbol, balonmano. Más preguntas de si mis hijas van o no, o lo que es peor, que ellas pregunten si pueden ir a hip hop porque fulanita va también.

El truco es aguantar el primer mes del curso, y luego todo se establece como ha de ser. Yo resisto y tiro todas esas hojitas a la basura, y hago tan solo las extraescolares de siempre (digo "hago" porque a la que le toca llevarlas es a mí, y por eso no hago uso de tanta oferta), que son violín una y violonchelo la otra. Este año se le ha sumado la catequesis de la pequeña, con lo que son tres cosas (para mí). Y luego si quedan a jugar con amigos, hay que ir a recogerlas o llevarlas, ídem de cumpleaños. Ayer me hice 25 km en ir a recoger a mi hija de una casa y volver. Lo triste es ver que muchas veces, cuando mis hijas quieren quedar, es prácticamente imposible en muchos casos, pues hay críos que tienen todas las tardes de la semana cogidas con extraescolares.

Pero yo aguanto, y salvo lo que tiene razón de ser, la música, y que podría haber sido alguna otra cosa, no me complico con nada más. Es cuestión de aguantar el tiempo que toca hasta que dejan de aparecer esas hojitas con tan maravillosa oferta, igual que ocurre en el supermercado, donde ayer estupefacta me quedé al ver todos los dulces navideños listos para su consumo a comienzos de septiembre. Como las extraescolares están decididas, y el curso y sus extras están más que establecidos, ahora ya nos metemos de lleno en la temporada navideña, y ayer, al ver los montones de dulces me pregunté lo siguiente: a) si los dulces llevan tantos conservantes que se conservan hasta Navidad, y b) si verdaderamente la gente necesita comer todo esto en septiembre, y prolongar el consumo hasta Navidad. Yo desde luego que hasta noviembre no me gasto ni un céntimo en ningún dulce navideño, porque ahora me parecen parte del atontamiento colectivo en el que nos quieren sumir. De que a lo mejor, de tanto verlo...

martes, 6 de septiembre de 2011

Ayer sí

Ayer, a las 10 de la mañana no sabía que iba a estar en un concierto por la noche. El concierto de Wir sind Helden que fue interrumpido tras media hora por la lluvia fue repetido ayer. Habían anunciado que mirásemos en la página web, que pondrían algo anunciando algún tipo de compensación. Yo miré varias veces mientras no ponía nada, y los últimos días ya ni me acordé. Por suerte ayer miré, y estupefacta me quedé al ver que el concierto era ayer mismo, y que si miro un día más tarde, me lo hubiese perdido. Además, me había levantado "de lunes", pero por qué no. Les anuncié al mediodía a mis hijas que ayer tocaba recuperar la experiencia del primer concierto para ellas y llevarla a cabo, "¿hoy?", me dijeron, "¿pero si mañana hay que madrugar?". Y qué más da. Tocaba y punto.

Había menos gente que hace 10 días, pero un ambientazo impresionante. La cantante, Judith Holofernes, preguntó si éramos los mismos del otro día, y la gente gritó que sí. El concierto tuvo lugar bajo un cielo azul, buena temperatura, y sin embargo, a las nueve de la noche nos pareció surrealista cuando cayeron unas gotas, unos 5 minutillos, y eso que hacía buen tiempo en realidad. Pero estamos en Hamburgo, y no había que emocionarse, pues peor fue por la tarde, unas horas antes del concierto, y hoy tenemos otra vez lluvia y aires huracanados, así que lo de ayer fue como la lotería, o un espejismo. Curioso fue ver llegar a cantidad de gente con botas de goma, y todos íbamos provistos de chubasqueros, que todos sacaron cuando cayó ese chaparroncillo, que fue poca cosa, ya que aquí estamos curados de espanto. Hasta la cantante dijo: "Pero si está lloviendo", toda incrédula; al comenzar el concierto había dicho también que se resarcirían por el trauma (eso lo dramatizo yo) tocando cinco horas seguidas... lo cual no fue el caso, por supuesto.

El concierto fue magnífico, con mejor sonido que el interrumpido, pues no hacía tanto viento, y la banda hizo repaso a sus 10 años de quehacer en la música. Canciones desde sus irrupción en el panorama de la música alemana hasta el último álbum: Bring mich nach Hause. Es un grupo que retransmite buen humor; incluso en sus canciones más pesimistas se ve un rayo de luz. Encantadora me resulta la canción Aurélie, que me divierte mucho, un estudio cultural donde los haya: va de una chica francesa que se pregunta que por qué en Alemania no liga, que en Francia los hombres comen de su mano y pierden el sentido a su paso, y aquí nada, nadie se enamora de ella. La canción le explica que "en Alemania el amor necesita tiempo", que "los alemanes ligan sutilmente...", que primero se habla y se tantea uno antes de quedar a solas, y que ella no se da cuenta de que en realidad les gusta a los hombres igual porque no le silban por la calle, y si ella silbase, ellos saldrían corriendo. Aquí menos es más, sentencia la canción, puesto que incluso los que le hablan de fútbol están interesados en ella.

Hay otras muchas canciones que me gustan, pero, por estar en mi blog, me quedo con ésta que rebosa simpatía y buen humor y que es todo un estudio sociológico de algo que quería comentar alguna vez y que hasta ahora no he atacado, y eso que es un tema muy divertido, pero peliagudo ;-). Aquí se liga de otra manera, más sutilmente, que es de la misma forma en la que se vive, deslizándonos de una tormenta a un huracán y disfrutando de conciertos al aire libre cuando nos dejan y si nos dejan.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Fata morgana

Ayer fue un día especial en este barrio en el que vivo, o mejor dicho, en esta calle, concretamente, y más aún, en una parte de ella, en la parte VIP, digamos. Hace unas semanas nos encontramos en el buzón con una invitación a celebrar el día de ayer con toda la vecindad lo que se llama aquí un Straßenfest, una fiesta de la calle. El comité organizador se encargó de pedir los permisos pertinentes al ayuntamiento para cortar la calle y a comienzos de semana instalaron las señales, para anunciar que ayer, de tres a diez, estaría la calle cortada. En la convocatoria ponía que sacásemos mesas, sillas, bebidas y comida para un bufé común. Por supuesto que había un plan B, para el caso de diluvio universal, que es el tiempo habitual este "verano", y era poner una carpa en medio de la calle y poner la comida a resguardo en varios porches de los coches. Pues bien, el viernes salió el sol, milagrosamente, y ayer fue seguramente el último día de verano hasta el año que viene. Tuvimos 29° C y la buena temperatura de la noche, serena, sin aire, hizo que aguantásemos casi todos hasta las diez de la noche, como estaba previsto.

Yo no soy muy dada a estas cosas, pero admito que fue divertido. Teniendo en cuenta que salvo a la vecina de al lado, a una de una casa más allá, y a los dos matrimonios de enfrente, no conozco a nadie, fue interesante saber quién se esconde tras las casas de esta calle tan silenciosa y tranquila. Hay niños, quién lo diría, a juzgar por los que ayer tomaron la calle con bicis y patines durante horas, un lujazo teniendo en cuenta que los coches que pasan no respetan el límite de velocidad de 30 km/h (ahora la que parece alemana soy yo...). Al llegar nos tuvimos que poner unas etiquetas con nuestros nombres y el número de la calle. Y la gente se le acercaba a uno, te miraba la etiqueta, y te decía: "Yo soy del número 28". "Encantado". "Encantada". Pero como una tarde así de tantas horas da para mucho, no tardé en descubrir al pesado pedante de la calle, que no dejaba meter baza a nadie en ninguna conversación (yo salí huyendo), un "soltero de oro", según se cree él (habría que preguntar a las féminas). La más encantadora para mí fue una señora de 90 años, que parecía más joven, y que me contó que se vino a vivir a esta calle en 1922, cuando lo de alrededor de su casa eran campos de maíz. Pasó la guerra en esta calle, y sigue viviendo en su casa, declarada monumento de interés público, y en la que no puede arreglar nada, sin pedir permiso. Un arquitecto famoso la diseñó, al igual que otras del mismo modelo de la calle. Y los más huraños fueron unos que no se dejaron ni ver. Al recibir el papelito en el buzón, como todos los vecinos, se enfadaron y llamaron a los organizadores, a los que insultaron por cortar la calle, porque no les parecía bien. Al oír la historia, me los imaginaba ayer encerrados en su casa, sin atreverse a salir, como protesta, o a lo mejor lejos de aquí, habiendo huido. Y eso que no se dieron cuenta de que pertenecen a la zona VIP de la calle. Nosotros por poco nos salimos, pues aunque la calle continúa, un cruce a la puerta de mi casa, hace que nosotros seamos los últimos incluidos en tal ilustre celebración. El resto de la calle tendrá que organizar su propia fiesta callejera.

Hoy, con la que ha caído toda la tarde, me pregunto si lo de ayer fue un espejismo, ese sol, ese día de verano, esa armonía, a pesar de todo, tanta simpatía. Hoy la calle ha vuelto a estar muerta, no he visto ni un alma. Cada uno está en sus casas. Y ha vuelto a llover.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Cómo está el patio

... si hasta una vaca se da a la fuga. Así ha estado durante 9 semanas, sola, por el bosque, y ayer por fin supimos que Yvonne había vuelto. Digamos que no he seguido la noticia, salvo lo que es imposible ignorar: esos titulares que parecen fogonazos y que te dan, quieras o no quieras, y así llevo semanas viendo noticias sobre la vaca Yvonne a los que no he seguido la pista. Que si la habían visto aquí o allá, que si le habían puesto un buen toro como cebo. Pero como estos días ha aparecido y ahora nos han contado lo que va a pasar con la vaca, investigo y recapitulo la noticia, más que nada por los pensamientos filosóficos que me ha ocasionado estos días.

La vaca se escapó el 24 de mayo de su ganado en Baviera, que si yo fuera vaca, sería mi lugar elegido para vivir, al menos en Alemania, con sus praderas maravillosas. Durante semanas ha jugado al escondite, y prefirió la vida de los ciervos, en el bosque. Trataron de atraerla por todos los medios posibles, con cazadores, activistas de la protectora de animales, con un helicóptero e incluso con un buen toro que le debió de hacer ojitos, pero nada. La vaca a lo suyo, hasta el toro le daba igual, pues supo lo que es la libertad.

Porque en realidad, la vaca debió intuir lo que le iba a ocurrir, a lo mejor porque sus amigas iban desapareciendo... La estaban alimentando bien para llevarla en su debido momento al matadero. La vaca se largó y el martes, de repente, apareció junto con otras vacas de su especie, y la identificación de la oreja confirmó, un par de días más tarde, que se trataba de Yvonne. El dueño de las vacas cuya compañía buscó Yvonne no estaba muy contento, pues la vaca no iba a estar ahí gratis.

Pero el problema ya estaba solucionado. Antes de aparecer, unos activistas de una granja protectora de animales ya habían comprado la libertad de la vaca por adelantado, para cuando apareciese, y por eso ayer, aunque quizá la hubiesen salvado de todas formas, por su heroicidad, le pusieron una inyección para dormirla y llevarla a un sitio en el que estará segura ya para siempre. Yvonne morirá cuando le toque y de muerte natural, pues ya no irá al matadero. Pero hoy la noticia ha sido que la vaca no se dejó poner tan fácilmente la inyección. Ayer oí en la radio decir al veterinario que se la puso que la vaca tiene el temperamento de un "toro bravo", así tal cual lo dijo, en español, pues normalmente una dosis para dormirla hubiese sido suficiente, pero hubo que ponerla una segunda.

Lo curioso es que tras estar 9 semanas de aventuras solitarias por el bosque, volvió cuando le dio la gana a estar con las suyas: la llamada de su especie. Se buscó y ganó su libertad, pero al final se la jugó al volver. Pero como estrella mediática se ha salvado y ahora es famosa. Que viva feliz lo que le queda de vida. Es lo bueno de la fama, pero ella al menos se lo ha ganado a pulso.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Repaso a las vacaciones

Hoy hace tres semanas que comenzó el colegio y la rutina aquí, y como es 1 de septiembre, es buen momento de pasar revista a las vacaciones, que si bien en mi caso quedaron ya muy atrás, como al volver nos metimos de sopetón en el curso escolar a comienzos de agosto, y en una climatología que no le deseo ni a mi peor enemigo, me pongo hoy "de septiembre", que es una especie de comienzo de algo. Huele a fin de verano (aquí ya ni rastro), a comienzo de un nuevo ciclo. En muchos países comienzan estos días las clases. Nosotros aquí pensamos ya a 1 de septiembre que en un mes hay vacaciones otra vez, algo que nunca me cuadra. Mentalmente voy a destiempo, y por eso, en este verano tan difuso que hemos tenido aquí, aunque nos anuncian que vuelve el verano por unos días, yo no me lo acabo de creer. Y hoy hago lo que desde mi vuelta de las vacaciones no he tenido tiempo de hacer: reposarlas, dejarlas caer, mirar en las fotos ese cielo azul que no he vuelto a ver desde mi vuelta. Aquí unas impresiones.


Lisboa, Baixa
Lisboa, desde el Miradouro de Sao Pedro do Alcantara

Lisboa, Praça do Comercio

Lisboa, Praça da Figueira

¿Ven esta cola? Toda esta gente quiere comprar los pasteis de Belem, redonditos, hojaldrados, rellenos de crema.
Hubo que entrar a probrarlos... Y sí, la cola tiene razón.



Este espectáculo natural nos sorprendió una tarde bajando de Benissa hacia la costa.
Las nubes parecían desbordarse, como una ola, sobre la montaña.

Altea, la costa al atardecer impresiona...
... pero si miramos fijamente, vemos lo salvaje que ha sido la construcción en el Mediterráneo.
¿Y ese Nueva York al fondo?, gggg, Benidorm!
Valencia, Mercat Central, precioso mercado, en el que los puestos dicen "cómeme".

Valencia, Ciudad de las Artes y las Ciencias
Valencia, La Lonja de la Seda, edificio gótico Patrimonio de la Humanidad
En Extremadura hay una piscina tan maravillosa como ésta.

Y hay tradiciones que parece que se mantienen. Hasta hoy no había visto las faltas de ortografía...
Visto en el Martes Mayor de Plasencia.



Y siguiendo con los mercados, el más moderno ahora mismo en Madrid,
el Mercado de San Antón, en Chueca, reconvertido a la modernidad.