lunes, 30 de septiembre de 2013

Las corrientes que no hay que seguir

Se les ha ido de las manos, nunca mejor dicho, pues el símbolo de Amberes es la mano del gigante que oprimía a la ciudad y que un joven valiente le cortó y tiró al río. Ahora el gigante es el Vlaams Belang, el partido de ultraderecha que gobierna la ciudad.

He vuelto tras más de seis años, y la ciudad me sigue gustando igual. Sí que me pregunto cómo una ciudad que siendo tan abierta al mundo por su historia y su puerto, se cierra de tal manera con un partido xenófobo y que solo hace política con odio también hacia la otra mitad del país.

Y en el tiempo que no he vuelto han abierto un pedazo de museo de estos que se hacen emblemáticos en una ciudad. El MAS, el Museum aan de Stroom, el museo a orillas de la corriente, que preside la parte alta de la ciudad y a la que ha llenado de vida. El edificio en sí es ya una obra de arte, con sus vistas a toda la ciudad, que van cambiando planta a planta, según se sube. Y en cada una de ellas, en la exposición permanente, muestran la importancia de Amberes antiguamente, y cómo alimentó el mundo y cómo se alimentó a sí misma.  

Ahí sigue la corriente, en forma de río, de diamantes, y de moda. Todo parece seguir igual, pero me temo que no es el caso, y lo malo es que la ciudad se deja cortar la mano ahora por el gigante. También resulta brutal el barrio ortodoxo judío en el que no pareces estar en Bélgica ni en Europa. Me asustan los guetos religiosos, sean de la religión que sean. Demasiados caldos de cultivo. Pero la ciudad sigue ahí, con el orgullo de siempre, y a mí me ha encantado volver.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Ni un día sin lenguas

Al final ha pasado para mí sin pena ni gloria y eso que me dedico a eso. El Día Europeo de las Lenguas termina, y yo, que diariamente cavilo sobre mi lengua constantemente, hoy no le he dedicado apenas un pensamiento a la efeméride. Lástima. Porque lo que hoy no he pensado en el tema es proporcional a lo mucho que lo hago el resto del tiempo y las horas que le dedico.

Lo de las lenguas puede llegar a convertirse en vicio. Los adictos vamos por la vida analizando palabras, descubriendo "no"-equivalentes en otras, o "carencias" en la propia. Ayer, cuando le dediqué el par de horas habituales diarias a mi lengua, leí algo curioso: que al aprender una lengua extranjera te convierte en un ser multicultural. A muchos no les parecerá el descubrimiento de la pólvora una afirmación así, pero a mí sí. 

Cuántas personas acuden a clases de idiomas pensando que el único "lógico" es el propio idioma y el resto son creaciones inferiores de lo que ha de ser la misma manera de expresar las cosas. Pues ni son inferiores ni han de expresar lo mismo: yo siempre les digo a mis alumnos cuando se me desesperan con el por y el para, el ser y estar, o el imperfecto y el indefinido, que en alemán hacen otras distinciones que para mí son innecesarias. La lengua alemana no te dice que el libro está en la mesa sino que te indica su posición: 'el libro está de pie en la mesa', te dicen, o peor aún 'está tumbado en la mesa'. Yo les digo si eso es verdaderamente tan importante, que en español solo se tumban las personas o los animales, pero no los libros o algún objeto.

¿Pero no enriquece la propia visión de la vida saber que en cuanto nos descuidemos los libros están también tumbados? ¿O que en español tenemos un rincón y una esquina mientras que en alemán tienen solo una palabra para las dos cosas? ¿O que las mesas y sillas en alemán tienen piernas ya que no tienen dos palabras para las extremidades inferiores, de personas o animales o muebles?

Y precisamente los que no se desligan de su universo lógico de palabras y estructuras son los que fracasan en el intento de abrirse al mundo. Por mis clases pasan montones de alumnos que al poco tiempo se cansan, porque el español no era tan fácil como se pensaban, o porque no son capaces de aparcar sus prejuicios u opiniones prefabricadas. Esas personas te discuten todo: desde que la b y la v se pronuncien igual a que haya que poner una coma en un lugar de la frase porque en alemán es justo así. ¿Por qué habría de ser así en español?, les pregunto siempre.

Pero los que se dejan llevar sin cuestionar todo y reciben con brazos abiertos la nueva "visión" de la vida, esos serán recompensados con creces. De esos también tengo muchos en mis clases, por suerte, y a ellos les dedico esta entrada. Porque gracias a ellos yo también aprendo de mi propia lengua. Lograr que sigan motivados en la carrera de fondo que es aprender una lengua extranjera es mi lema, y por eso no podía dejar pasar el día sin mencionar que aunque no lo parezca, ha sido un día importante. 

domingo, 22 de septiembre de 2013

La pregunta del domingo

No hacen más que pasar las elecciones en Alemania y ya empiezan a mostrar encuestas en los telediarios alemanes sobre lo que aquí llaman "die Sonntagsfrage", la 'pregunta del domingo'. Esto equivale a un "si fuese hoy domingo de elecciones, ¿a quién votaría usted?"

Hoy es el domingo famoso, y acudimos a las urnas a responder a dicha pregunta, y el escenario y ensayos que duran cuatro años, se convierten en real. Domingo de elecciones en Alemania significa que hay gente por la calle. A mí me llena de alegría eso. Yo hablo habitualmente de mi depresión de los domingos desde que llegué aquí, día que me resulta aburrido y anodino por estar todo muerto. Piensen que aquí el domingo no vamos a por el pan, ni a por el periódico, y los que lo hacen van a las 8 o las 9 de la mañana, o lo hacen de manera invisible, pues yo nunca los he visto "yendo". Tampoco tomamos el aperitivo en el bar de la esquina, así que parece que estamos en jornada de reflexión continua durante cuatro años.

Pues eso, hoy es el día, y desde que soy alemana ya no hablo en tercera persona, si no en primera. Como toda la gente que he visto desde mi ventana, he ido a votar, pues todos esos no iban a otro sitio, que lo sé yo. El colegio electoral estaba tranquilísimo. Ha sido llegar y votar. Y me preguntaba si habrá horas puntas en las votaciones. Necesitaré más experiencia para este dato.

Todavía se ven "multitudes" en las calles para lo que acostumbramos aquí los domingos y queda menos de una hora para que cierren los colegios electorales. Nada más cerrar, a las seis en punto, nos darán los resultados estimados, por la gente encuestada a pie de urna (a mí no me han preguntado), y esos resultados son, por lo general, bastante cercanos al resultado final. 

Dicen que está todo en el aire. Yo espero que sí, pero me temo que Merkel volverá a ganar. Espero llevarme una sorpresa, ya que la buena mujer para Alemania no ha hecho nada, pues si todo va bien, como dicen ella y su partido, es porque el resto de Europa va mal. Mejoremos entonces todos, en un domingo cualquiera en el que la pregunta es real. 

sábado, 21 de septiembre de 2013

La familia crece



Desde ayer tenemos a Mary-Anne en casa, o mejor dicho a Mini-Anne. esta señorita apareció ayer en una caja bajo el brazo de mi hija mayor. Aquí yo no gano para sustos. De repente tengo a esto en casa. No, si la idea es buena, pero tanto como para regalarles a todos y cada uno de los chavales una muñeca de goma, o mejor dicho un tórax, pues como que me parece excesivo. A ver ahora qué hacemos con esto, con la de cosas de las que me he deshecho en mis mudanzas.

Ya nos informó en agosto el tutor en la reunión de padres. Visto que semanas antes hubo en Hamburgo un caso de un chico de 17 ó 18 años que cayó al agua al volcar su barca, y que nadie supo hacerle el boca a boca por lo que los daños fueron irreparables, alguien le propuso al profesor instruir a nuestros hijos en esto. A él le pareció bien la idea y organizó una vistita al hospital para aprender a reanimar. Dicha visita fue ayer, y a mi hija le hacía poca gracia, pues ya se negó a ir a ver el pulmón de un fumador empedernido en una broncoscopia hecha en vivo para alumnos de sexto entonces, como prevención a la adicción al tabaco. "Ve, que no vas a ver sangre, y así si me quedo tirada yo, me puedes reanimar", le dije.

Pero volvió con está Anna mini. A mí me da grima verla, pues la pobre no es muy agraciada y se reduce a este tórax. Cuando mi hija me enseñó la caja pensé que capaces habrían sido de regalarle una muñeca de goma hinchable. A mí aquí no me sorprendería nada.

Podemos practicar, eso sí, y mi hija me ha mostrado cómo se masajea el corazón. Pero cuando entro en la habitación y veo el tórax inerte, me da un vuelco el corazón. Pero pensándolo bien, por otra parte me alegro de que cada uno tuviese su Anna para practicar el boca a boca...

jueves, 19 de septiembre de 2013

Cate absoluto

A raíz de la presentación tan bochornosa que realizó el comité que defendía la campaña para lograr los juegos olímpicos para Madrid no solo se ha escrito sobre el bochornoso inglés de una comitiva tan importante, sino sobre la expresión oral de los españoles en general. El País titula en su artículo del viernes 13 de septiembre "Cero en expresión oral" y explica que no somos un país de oradores, no porque seamos incapaces, sino porque el hablar en público se aprende y se entrena.

Efectivamente yo pasé la mitad de mi vida en España sin haber hablado jamás en público, y sin haber presentado un trabajo oralmente. Todo era por escrito. Y llegué aquí, y lo pasé fatal por tener que exponer temas delante de toda la clase. Aquí en la universidad se reparten los temas, y los alumnos se encargan de presentarlos. Pero esto es el fin de un proceso que comienza en primaria. Con 6 años les hacen hablar delante de toda la clase. A esa edad mis hijas han venido a casa diciéndome que tenían que responder alguna pregunta de "investigación" y explicarlo en clase, tipo "por qué el cielo es azul". Cada uno podía pensarse algo, luego investigarlo y exponerlo.

Además, durante toda la enseñanza tienen que participar muy activamente en clase. La nota oral cuenta al 50 %  de la nota final y hasta en matemáticas les dan nota oral, algo que a mí me sorprende. Aquí lo pasan muy mal los alumnos tímidos, pues aunque escriban exámenes de sobresaliente, les bajarán la nota si no participan activamente en clase, y lo activo aquí es lo hablado, y a veces me pregunto cuál es la justicia también de este sistema, pues como en todo en la vida, los "figuras" de la clase acaparan siempre más atención en las conversaciones, y los que no espabilan quedan relegados a un segundo plano.

Pero el sistema funciona en cuanto a que ganan seguridad, aunque la otra otra cara de la medalla es que no tienen miedo de soltar cualquier parida en clase. Digo esto porque yo me topo con todos ellos en la enseñanza para adultos, y el resultado de tantos años de entrenamiento para que hablen y opinen es que a veces hablan por hablar, y aunque no sepan la respuesta metan baza. Es más, si pueden, hasta te corregirán a ti, pues desconfían de todo lo que les cuentas. Eso es lo que fomenta el sistema también, que la gente siempre tenga algo que decir.

Pero sí, definitivamente cateamos en España en expresión oral, no porque no sepamos hablar o expresarnos, sino porque no sabemos hacerlo en público, y es cierto que se aprende, y a pesar de las pegas, el sistema escolar alemán gana en ese aspecto. Yo lo sigo pasando mal en los primeros minutos de clase de los cursos nuevos, pero es algo normal, pienso. Horriblemente mal lo pasé en la universidad, agravado el asunto por tener que hablar además en alemán, sin saberlo bien todavía. Pero no era solo eso. La noche de mi primera presentación de un trabajo, no pegué ojo, y el miedo que tenía a todas las miradas y a todos esos oídos fue algo que no se me olvidará jamás. Fui superándolo poco a poco, pero con muchas dificultades. Por eso, efectivamente, cuando antes se empiece a perder esos miedos, mejor.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

El crítico más crítico

Hoy ha fallecido en Alemania un personaje irreplazable, una de esas personas únicas que todo el mundo conoce. Marcel Reich-Ranicki, era un crítico literario en Alemania con una influencia infinita en los cánones literarios, para bien y para mal, no exento por ello de odios y enemigos de todos aquellos a los que aniquilaba en alguno de sus programas de televisión o artículos.

Nació en Polonia en una familia polaco-alemana y judía. Vivió en Berlín justo hasta terminar el bachillerato, pero la llegada de Hitler al poder hizo que su familia y él fuesen enviados al gueto de Varsovia. Su hermano se quitó la vida antes de que lo mataran y él mismo se despidió de sus padres cuando los mandaron a un campo de exterminio para ser asesinados. El pudo huír con la que se convertiría en su mujer y salvarse del exterminio escondidos en casa de una familia polaca. Tras trabajar para el servicio secreto polaco y renegando del comunismo que anteriormente había abrazado, aprovechó un viaje a Alemania para quedarse allí. Al poco tiempo empezo a publicar críticas literarias en periódicos importantes, pero la fama le vino sobre todo de su programa televisivo "El cuarteto literario", donde él y tres críticos más hablaban de novelas. Él fue quien le abrió camino a Javier Marías con su "Corazón tan blanco" en Alemania, al alabar la novela en este programa. 

Hubo más de un programa en el que salieron a mal los contertulios y una de ellos acabó por dejar el programa ante la idomabilidad de este hombre. Enemistado también con Günter Grass, el Nobel alemán, y con otros escritores, jamás dejó de decir una opinión negativa ni por respeto siquiera. Su más sonada representación de sí mismo fue en 2008, cuando en la gala de entrega de los premios de televisión, tras ver el show típico y absurdo de este tipo de eventos de premios, tras los aplausos cuando subía al escenario, dijo todo indignado que no aceptaba el premio tras haberse tenido que tragar ese espectáculo tan absurdo. 

Así era Reich-Ranicki y aunque ni yo ni la mayoría siguiésemos todo lo que decía o hacía, sí que su falta se hará notar en toda Alemania. Consiguió hablar de literatura de manera que todo el mundo le entendiese, y con sus rabietas a la hora de hablar de un libro, indignado muchas veces de que "eso" fuera literatura, sí que ha logrado que exista un canon de libros que si de por sí eran ya obras de peso literario indiscutible, si además lo decía él, la consagración era aún más. 

Hoy ha muerto a sus 93 años. Curiosamente también ha fallecido hoy Martín de Ríquer, otro estudioso literario y filólogo donde los haya. 

martes, 17 de septiembre de 2013

Puestos a pedir

Me dan ganas de publicar un post en blanco como protesta. ¿Protesta de qué?, dirán. Pues a todo. A que se nos pase la vida batallando, a todas horas, y que nos olvidemos a menudo de que los grandes placeres son las cosas más pequeñas. A que mientras sacrificas mucho por los tuyos, todo se vea reducido a cifras y a una negociación que parece surrealista. A que en Baviera, y parece premonitorio, ha vuelto a ganar el partido ultraconservador que les lleva gobernando durante 60 años; digamos que son no ya el partido hermano del de Merkel, sino el "gemelo" pero más repeinado aún. A que para las elecciones del domingo pidan que, como tenemos dos votos que dar, el segundo voto se les dé a ellos, es decir, que los que voten a la CDU de Merkel, voten también a la CDU bávara. Es como votar al PP y a Alianza Popular juntos como coalición de gobierno, si ambos partidos se presentasen.. 

Pero yo no voy a votar en blanco el domingo ni mucho menos, con lo que me ha costado poder votar en este país. No obstante la campaña electoral está pasando a mi alrededor sin pena ni gloria. Para una vez que puedo votar y no he seguido ni debates ni otros despliegues de fuerza. En el extranjero critican que Europa no sea uno de los temas centrales de las elecciones alemanas. ¿Por qué habría que de serlo? El ciudadano de a pie medio está más preocupado por posibles subidas de impuestos, por que haya alquileres razonables, por que se creen las plazas para guarderías prometidas, que por la crisis del euro. Esto ha sido debate mucho antes de las elecciones, pero ahora que llegan, priman los temas de siempre. 

Así que hoy no dejo en blanco el post del día de hoy, aunque protesto porque se haya pasado otro día más en el que seguimos buscando al candidato ideal, al partido ideal. Los Verdes quieren implantar un día vegetariano en las empresas. La Izquierda pide autobuses y transporte público gratis para todos (¿cerveza también?). Y yo simplemente pido que por fin metan cuotas que obliguen a las empresas a contratar a mujeres en la dirección de las mismas, ya que otra cosa no va a funcionar aquí. Y que nos dejen de tomar el pelo. Y que nadie vote a estos partidos de repeinados que encima dan pagas para que las mujeres se queden en casa al cuidado de sus hijos y no necesiten plaza de guardería. Así combaten el problema de las madres trabajadoras, simplemente combatiéndolas a ellas. 

martes, 10 de septiembre de 2013

¿Desprivatizamos?

Alemania me sigue sorprendiendo y eso que llevo la tira de años aquí. El 22 de septiembre, además de decidirse si Merkel sigue en el poder o si le releva Steinbrück, el candidato del SPD (los socialdemócratas), en Hamburgo además tenemos que votar en un referéndum curioso. Se decide si la ciudad de Hamburgo está obligada a comprar de nuevo las redes de suministro de energía que abastecen la ciudad, es decir electricidad, gas y calefacción, que fueron privatizadas a finales de los 90. La compra costaría entre 1.500 y 2.000 millones, de ganar la iniciativa que consiguió convocar este referéndum como se hace aquí, con tesón y a base de firmas.

El alcalde de Hamburgo, Olaf Scholz, del SPD, dice que como mucho compraría un 25 %. Los Verdes y La Izquierda, quieren adquirir el 100 %. Los conservadores de la CDU y FDP dicen que nada de nada. El 25 % estaría garantizado por un crédito, y parece ser que de comprar todo también, aunque muchos argumenten con que entonces no quedaría dinero para enseñanza ni otras cosas. Pero aunque el crédito esté garantizado, hay que pagarlo también.

Acabo de leer dos hojas gigantes del periódico local en el que informan sobre todo este tema, hecho por hecho, y me he quedado igual. Me da la sensación que tanto una como otra postura tienen su parte de lógica, pero ninguna al cien por cien. Más bien se trata de una decisión política en base a las creencias del votante. Si uno piensa que el gas, el suministro eléctrico, y la calefacción urbana han de estar, al igual que el agua, en manos públicas, que vote que sí a la compra, y el que piense que el Estado no ha de ser una empresa que se arriesgue ahora con créditos que vote que no.

Ahora estoy mirando lo que será la papeleta el día de las elecciones. El nombre de esta iniciativa es "Nuestro Hamburgo - Nuestra red", y la pregunta es si el Gobierno de Hamburgo ha de dar los pasos necesarios para que en 2015 el sumistro de todo lo mencionado arriba vuelva a estar en manos públicas. Y ahora viene algo que me llama la atención: el objetivo es un sumistro "socialmente justo", respetuoso con el medio ambiente, y democrático. Me pregunto qué es un suministro democrático: ¿que todos gastemos lo mismo, para bien o para mal? ¿y socialmente justo, que nos lo van a rebajar, o a los que tengan menos? Pero nos dicen claramente que no van a bajar los precios. Así que la democracia es poder votar por esto, pero salvo eso...

En fin, que es una cuestión de principios y no de otra cosa, pero yo ahora tengo este dilema, de si voto con un sí o con un no a esta consulta. Aquí en realidad cualquiera que junte las firmas suficientes puede llevar cualquier cuestión a las urnas, como ya pasó hace un par de años con el tema de la enseñanza secundaria, y el resultado de aquel referéndum paró toda una reforma que a mí me parecía necesaria. A ver lo que sale de la consulta actual.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Me not understand / Yo no comprender

Mucho se está diciendo estos días sobre el inglés de Ana Botella y de los que han ido con ella a representar a Madrid en la candidatura para las Olimpiadas de 2020. El espectáculo que han dado ha sido bochornoso. Me parece vergonzoso que manden a personas tan incompetentes para representar internacionalmente al país. La alcaldesa, con su preparación y "méritos" para haber llegado a su función, da como mucho para cortar la cinta de inauguración en algún evento de la capital, pero para poco más.

Por supuesto que no todos han gozado de la educación plurilingüe de calidad que ha tenido el príncipe, pero de ahí a mandar a gente que no sabe inglés, por muy alcaldesa que sea, hace que se plantee el mundo si Madrid puede organizar algo tan internacional como los Juegos Olímpicos. Igual de denigrante o más me ha resulta el representante del COI por España, con su macarrónico inglés. ¿Acaso no se codea ese hombre con los miembros del COI y su trabajo es de ámbito internacional? Pues ahí está, en su puesto, de comida en comida y vidorra padre, y me pregunto que si con un traductor para todo. 

Yo no he seguido todo este circo de las Olimpiadas por no interesarme en absoluto, pero ayer me alegré al saber que no se las han dado a Madrid. La pregunta a Ana Botella de si un país con tales niveles de paro puede permitirse unos Juegos me pareció más que oportuna. La respuesta no pudo ser más típica del partido de nuestros gobernantes: hablar de la infraestructura y no responder a lo que les preguntan. Solo faltaba que hubiesen aparecido en pantalla de plasma. 

Señores despechados por un estúpido circo olímpico en el que los votos se compran con agasajos y favores: dediquen ese dinero que iba a ir a las Olimpiadas a mejorar la enseñanza del inglés en los colegios, con más medios audiovisuales y métodos más modernos. No recorten en profesores. Manden a estos mismos a reciclarse en cursos. En tema de enseñanza de idiomas aseguro, como profesora que soy en la materia, que se puede seguir aprendiendo como profesor y mejorar. Y si la imagen que seguimos dando con el inglés es esa incompetencia absoluta, hay que plantearse obligar a los políticos que nos representan en el extranjero a hacer cursos de inglés en plan Guardiola con el alemán. ¿Que se niegan? Pues fuera: no son aptos.

Y así nos va: en vez de Olmpiadas tendremos Eurovegas. Nivelazo total. 


miércoles, 4 de septiembre de 2013

El curso sigue su curso

A mí esto de que el curso escolar lleve ya un mes, estando a primeros de septiembre me tiene descolocadita. Es como si además me faltasen las ideas en mi día a día y cuando en realidad están todas ahí. Hemos empezado el curso con noticias extrañas, como la de un colegio que toma las huellas dactilares de los niños para de esa manera tenerlos registrados a la hora de servirles la comida. U otro colegio de primaria, que tiene un burdel enfrente del cole y los padres están movilizándose en contra, y observando las "entradas" y "salidas" del piso en cuestión, no digno de una zona "de bien".

Y como anécdota personal, ayer me vino mi hija diciendo que la profe de inglés no se creía que mi firma podía ser la de un adulto y que pensaba que era una falsificación. Que mi firma parecen garabatos, le dijo a mi hija. Lo que hay que oír.  

Y metereológicamente hablando, ha sido llegar septiembre y se ha nublado. El mes de agosto ha sido soleadísimo y ahora tenemos el cielo gris que corresponde a estas latitudes, por lo que parece que ha venido el otoño de golpe, y nadie se acaba de creer el veranillo de San Miguel que nos pronostican para mañana mismo.

Cursos de verano, otro de mis temas. Como la gente es tan ingenua, te vienen convencidos de que con las cinco tardes que dura un curso de español para las vacaciones les dará para soltarse la y en la lengua. Algunos hasta te anuncian el mismísimo primer día del curso que el último día no vendrán por estar ya de viaje. Tan en serio se toman la finalidad del curso y eso de que el fin justifica los medios es pura anécdota. Si pudieran se lo saltarían. 

Las ciudades se nos han llenado de carteles electorales. Este mes toca votar; a mí también, con mi recién estrenada ciudadanía alemana. Conduces por las calles con caras gigantes mirándote, pues aquí los carteles electorales los colocan al borde de las aceras, de tal manera que me pregunto si solo votamos los conductores.

Agosto me ha sabido a septiembre este año y septiembre me sabe ya a otoño e invierno. En nada serán los días muy oscuros, y la sensación de verano quedará más atrás aún. Pero de igual manera sé que, como todos los años, sobreviviré a la oscuridad, al frío, y al tedioso cielo gris. Pero es que hay que pasarlo. Si no fuera eso...