jueves, 31 de mayo de 2012

Sutil control

¡Lo que es la socialiciación del lugar en el que vives! Yo lo estoy viendo claro estos días. Mi hija pequeña mataría ahora mismo por los cromos de la selección alemana que le faltan para completar su álbum. Un supermercado alemán regala cromos por cada compra, y lo que al comienzo no le interesó lo más mínimo, pues les daba los cromos que me daban a mí en el supermercado a los otros niños o niñas de su clase, se ha convertido en una "pasión". Ahora, cuando ve que he ido a la compra, me pregunta de inmediato por los cromos. Mañana espera terminar la colección cambiando los últimos que le faltan, y así estará preparada para la Eurocopa.

La otra vino ayer contando que en clase de música tienen ahora el tema de los himnos nacionales, sus características, estilos, y que están aprediéndose la letra del himno nacional alemán. Vaya qué casualidad, esto es como coleccionar los cromos justo ahora... Ya veo de qué va el tema... Así que entre los cromos y el himno les recordé que me parece bien que canten lo que quieran y coleccionen los cromos de la selección que les venga en gana, mientras que quieran que gane España. Como me miraron de soslayo les dije que no abusen de mí, que estoy en minoría, y que si va a resultar que tenga que pedir asilo en otro país. "A ver si me toleráis porque os hago la comida", les dije. "Algo de eso hay", me dijeron guasonas. Lo que hay que oír, señor señor.

Pero luego me enteré de todo (lo que aprendo cuando vuelven del cole; hasta de que son solo los pájaros machos los que cantan, para ligar, hablando en plata, pues el que no canta no pilla hembra; y yo sin saberlo): la música es de Haydn, la letra es de un poema de August Heinrich Hoffmann von Fallersleben, "Canción de los alemanes" o "Canción de Alemania", compuesto de tres estrofas. Hoy día solo se canta la tercera estrofa, desde 1991 concretamente, y la letra del himno que yo consideraba la oficial, la primera estrofa, es la que está prohibida, pues aunque cuando la compusieron el que se cantase "Alemania Alemania, sobre todo" vino dado del orgullo de que tras ser un país que hasta la unión de Bismarck estaba dividido en muchas regiones, consiguió ser uno, pero los nazis se apropiaron de esa estrofa para su ideología. Ayer la profe se la cantó, y les contó que lo tenía que hacer bajito, pues te pueden meter en la cárcel, ya que es ilegal cantar esa primera estrofa. Y yo sin enterarme de esto. Menos mal que la canto poco... que si no.

Pero así cualquiera se hace alemán. Me las están haciendo alemanas día a día, que remedio. Esto no hay quien lo pare, ya que me sacan todos ventaja frente a mis hijas y mi socialización al mundo español. Sin embargo hago lo que puedo, en casa y fuera de ella. En mis clases es donde me explayo, que para eso me pagan. Y es que con tal de que mis alumnos aprendan les hago hacer de todo: desde cantar, a jugar al bingo. En cuanto damos los números hasta el 75, llevo el bingo a clase, y les pongo a cantarlos. En Alemania no hay tradición binguera, y les hace gracia. Les llevo fotos de España que comentamos, para ponerles los dientes largos y que vayan para allá (todo turista es necesario ahora mismo, con la crisis). Pero ayer tuve una de mis geniales ideas: la semana que viene vamos a hablar de los piropos. En realidad en el curso hay solo dos hombres, pero no les vendrá mal aprender, y a las chicas les dije que deberían entender lo que les dicen por la calle en España. Les hizo mucha gracia la idea, algo impensable aquí, y ya estoy elucubrando, y algo me montaré para la semana que viene. No se trata de dar un curso de piropos, pues me imagino el poco salero, pero sí que sepan que existen. Al igual que las palabrotas. Ya les esclarecí unas cuantas, y como era todo científico, ni me inmuté al escribir las expresiones malsonantes en la pizarra. Traté de explicarles que en español le puedes decir a alguien "qué cabrón eres" o "hombre, hijo puta, cuánto tiempo", y que lo dices de manera positiva. Creo que les costó coger el concepto.

Por cierto, advierto de que aquí están convencidísimos de que Alemania va a ganar la Eurocopa, incluso tras el patinazo del otro día contra Suiza en el amistoso. No oímos otra cosa, y a lo mejor se piensan que porque lo digan antiguos jugadores o entrenadores, va a ocurrir. Pero en esto Merkel no va a meter mano, así que yo estoy tranquilísima, como con el himno y los cromos. Por suerte no lo controlan todo.

martes, 29 de mayo de 2012

Es cuestión de cómo decirlo

A veces las madres somos unas blandengues, aunque no se nos note. Yo he estado a punto esta noche de acceder a la petición de mi hija. Ella simplemente ha pronunciado un deseo, y mi comprensión ha sido enorme: "Yo quiero estar mala mañana y no ir al cole". El motivo son los juegos juveniles no olímpicos, pero sí en varias disciplinas, que tienen lugar en todo el territorio nacional una vez al año. El colegio se transforma en un torneo deportivo, y los niños tienen que ir al cole ese día con su tarterita, algo de beber, y punto. Puede ser que muchos niños ansíen que llegue ese día durante todo el año, pero mis hijas no. Según se acerca la fecha oigo frases como "jooo, no quiero ir", "no me apetece", "me parece mal que me obliguen a participar", "no me gusta tener que saltar y hacer pruebas delante de todo el mundo y menos hacerlo mal delante de tanta gente". Y cuando antes ha dicho que quiere estar mala, reconozco que por un instante se me ha pasado por la cabeza dejarla en casa e inventarme algo. Pero como le he preguntado "mañana solo tienes esa competición, ¿no?", la mayor, que ya pasó por el suplicio un par de ocasiones, me miró amenazante y dijo ".... no irás a dejarla en casa...? Que vaya, igual que tuve que ir yo siempre". Y entonces, ante la inquisición, me volvió el "deber" de madre, ante otra hija que pide igualdad de trato y justicia. Pues no se hable más, a la competición toca. Por suerte yo no voy a ir, a pesar del llamamiento que hacen siempre a madres que vayan a ayudar, a organizar las competiciones, a animar, a apoyar, a preparar, a recoger. Y mis hijas siempre muestran toda compresión por su parte hacia mí, y me dicen que entienden perfectamente que no quiera ir y que tenga cosas más importantes que hacer. Pero de la misma manera yo entiendo que ellas odien tal evento. A no todos les gusta ponerse en evidencia. Como a mi tampoco mostrando signos de blandura.

De lo que se trata es de cumplir con las expectativas. A mí, mi hija, que prefiere hablar en alemán conmigo a menudo me dice "pesá", tal cual, ni siquiera "pesada", sino apocopado, lo que le debe sonar a lo más que me puede decir para expresar lo que siente cuando les digo las cosas. Y muchas veces me doy cuenta de que en momentos clave utilizan el castellano, para ponerme firme a mí. De vez en cuando también la pequeña cuando la regaño, me dice "¿y qué?", así, en cristiano. Y es que sabe muy bien elegir las frases en todo momento, al igual que analizar lo que decimos los demás. Ella me dice siempre que mi frase favorita es "a mí me va a dar algo...", o siendo bien pequeñita dije yo "Esto es el..." y no me dio tiempo a terminar la frase y ella dijo "... colmo". También dice que la palabra favorita de la abuela es "coño", pero que cuando ella se lo recuerda, la abuela dice "que no, que he dicho coñe". Y el abuelo dice "leche", o "me cago en la leche", apunta mi hija.

Pues a mí me dan ganas de decirle que sí, que y qué, que no pasaría nada si no fuese, nada de nada, pero que como soy una "pesá" tengo que cumplir con mi labor y obligarla a ir, pues coño, para eso estamos en Alemania, y aquí estas competiciones con público multitudinario matutino no son moco de pavo, y que leche, que no se esfuerce si no quiere en esas cosas, pues a mí lo que me interesa es el rendimiento en el cole, porque por lo que a mí me va a dar algo es porque todas estas cosas parecen siempre más importantes que lo mal que escribe la media de los niños de tercero en este país. Es que es el colmo que encima tenga que ocultar siempre mi verdadera opinión.

lunes, 28 de mayo de 2012

Berlín habla historia

A los que nos hace falta poco para hacer maletas e irnos, tentadora es la invitación de una amiga para visitarla en Berlín en un largo fin de semana con lunes de Pentecostés incluido. A mis alumnos de los lunes les di más tareas de lo normal diciéndoles que, como según la biblia ese día el Espíritu Santo les soltó la lengua a los apóstoles, que empezaron a hablar muchas ídem diversas, que aprovechen la inspiración divina, en la que yo no creo a la hora de aprender idiomas, sino en el tesón. Pero nunca se sabe, y yo, tras darles los deberes extra, he aprovechado y me he largado, sin ningún remordimiento.

Lo que me gusta Berlín. Otra de mis ciudades y no sé ya cuántas tengo. Es infinita, y no se agota nunca para los turistas. Esta vez, por el verano que tenemos, tocaba hacer algo más veraniego, como bañarse, pero también repetir con lugares que visité hace 20 años lo menos.

El Estadio Olímpico es uno de las pocas construcciones que quedan de los nazis, fue la sede de las Olimpiadas de 1936. Triste ver las imágenes de un nazismo establecido y reconocido por las naciones que mandaron a sus deportistas. Admiración por ese atleta estadounidense de color, Jesse Owens,  que ganó 4 medallas de oro que ridiculizaron las teorías raciales de Hitler de que la raza aria era superior a todas. El estadio, hoy día el del equipo de fútbol berlinés Hertha BSC, clama todavía esas victorias al evocar todo lo que vino después.

De espanto me pareció saber que uno de los alemanes que ganaron medallas en esa olimpiada, terminó en un campo de concentración, por ser judío, pero en uno "bueno", Theresienstadt, en el que metían a los judíos de categoría, por llamarlo de alguna manera, y que los nazis utilizaron como propaganda como ciudad modelo que les "regalaban" a los judíos. Hace muchos años tuve ocasión de visitar ese campo de concentración, situado en la República Checa, y el cinismo me pareció espeluznante, como ayer con el atleta que ganó medallas, al igual que entonces se me quedaron grabados los dibujos que hicieron los niños judíos encerrados en él. 

El lago Wannsee es la "bañera" de Berlín. Es un lago inmenso y una zona preciosa de recreo, en la que viven los berlineses adinerados, en mansiones preciosas, con sus garajes de barquitos incluidos. En uno de los lados tienen una playita de 1,2 km de largo, con capacidad para 12.000 bañistas. Aseguro que ayer estuvieron todos ellos, y más, pues hasta yo fui. Triste es que en una de las casas de la orilla de enfrente, tuvo lugar el 20 de enero de 1942 la llamada Conferencia de Wannsee, en la que destacados miembros de la Alemania nazi decidieron el exterminio de los judios. Se me pusieron los pelos de punta solo con pasar por delante de la mansión. Al lado quedó el museo de Max Liebermann, del que escribiré en los próximos días, pues el pintor alemán, judío, merece la entrada de post, que llevo tiempo queriendo escribir.

Berlín y Potsdam, Potsdam y Berlín. Ambas ciudades están asociadas en la historia de Berlín. El Palacio de Sanssouci, de Federico II el Grande, sigue rememorando tiempos en el que un rey cultivado quiso hacer de la corte un lugar de encuentro. Para eso se montó este palacete, con sus enormes jardines. La última vez que vi este lugar, tras la caída del muro, estaba abandonadísimo y no tenía nada que ver con lo que es hoy día: un lugar turístico como los muchos palacios reales que hay por Europa. Este año se celebra el tricentenario del nacimiento de este rey. Otro personaje como mínimo de blog...
Y cómo no, un puente, uno, no sé si llamarlo de lujo, pero por lo menos muy importante en la zona. Se trata nada menos que del Glienicker Brücke, que era frontera entre las dos Alemanias. En 1949 justo en la mitad, marcaron con una linea blanca la frontera; en 1952 cerraron el paso a los vehículos privados, y los peatones solo podían pasar con permiso especial. Pero por lo que es especialmente conocido el puente es por el intercambio de espías que tuvo lugar en varias ocasiones entre 1962 y 1986, material, no solo de blog, sino de películas o novelas de espías. El sábado crucé todo el puente andando, mirando a todos los ociosos que navegaban por debajo, y yo misma lo pasé ayer en un barco, consciente de que no es un puente cualquiera, aunque lo parezca a primera vista. 

Berlín es historia, y hoy por suerte, corren otros tiempos muy diferentes y la ciudad es de lo más interesante que tiene Europa. No solo hablan los puentes, sino todo rezuma historias que no debemos olvidar.  


viernes, 25 de mayo de 2012

Síndrome de hiperactividad previaje

Se trata de una enfermedad que afecta a mujeres el día antes de irse de viaje, aunque sea solo por irse un fin de semana. Además de hacer la maleta, aunque sea para tres personas, lavará toda la ropa sucia que hay en la casa, planchará todo, limpiará los baños, barrerá el suelo, recogerá todo. La paciente presenta un cuadro clínico de pánico que le impide realizar primero lo imprescindible, que es la maleta, y luego hacer lo que dé tiempo, y lo que no, que le den. No, el síndrome es tan agudo que primero se hará todo lo demás, y lo último la maleta. O se hará la maleta a la vez que se colocan armarios y se hacen mil cosas a la vez, causando una irascibilidad tremenda en la paciente. No se conocen afectados masculinos por la enfermedad. Ellos se limitan a hacer su maleta y no piensan en nada más. La mujer, sin embargo, pensará en el ¿qué pasaría que si nos pasa algo y alguien tiene que entrar en casa y se encuentra migas en el suelo? Presa del pánico barrerá entonces. ¿Qué ocurre si el que entre, tiene que ir al baño y se encuentra el lavabo y el baño sucio? Ésos hay que limpiarlos entonces, y si la casa tiene más de un baño, también, pues nunca se sabe si el que hipotéticamente entrase haría pipi en cada váter de la casa. Que se deje toda la ropa de los días antes del viaje toda lavada es algo que nadie notará tanto si se ha hecho como si no, pues habrá ropa suficiente que ponerse, de ahí la gravedad de la enfermedad. Pero la afectada por el síndrome no piensa así. Piensa que le dará un patatús al volver cuando vea la ropa sucia de antes del viaje, y venga a su vez con toda la del viaje para lavar. Así que los nervios posteriores se trasladan al día antes del viaje, que no es que sea mejor, pero cegada por el síndrome, lo hará como una zombi y sin pensar.

La enfermedad tiene varios grados. Las pacientes con grado "síndrome de marujeo extremo", se dejan todo perfecto, hasta ni una mota de polvo, los suelos brillantes, las ventanas, todo reluciente. Mientras se consigue, los síntomas serán mala hostia, perfeccionitis aguda, ansiedad, y miedo de no terminar todo a tiempo. Con el paso de tiempo, se baja al segundo grado de la enfermedad, llamado "ay que me da algo si no hago al menos esto", pero afortunadametne el cuadro clínico acapara menos ámbito de acción a este nivel del síndrome: el polvo dará igual, el suelo con barrerlo será suficiente (nada de fregona), la ropa se dejará toda lista, limpia, planchada y lavada, pero la afectada será capaz de dejarla en un cesto sin recoger. Todo un gran signo de mejoría. 

Las causas de la enfermedad siguen siendo desconocidas. Se sospecha de un chip manipulado en la socialización de las mujeres desde su tierna infancia, que les carga de un extremo y absurdo sentido del deber.

El mejor tratamiento es la edad. Cuanto más edad tenga la paciente, más se irá liberando. Se recomiendan un tratamiento crónico con dosis de "amiplín" que irán funcionando cuanto más tiempo se tomen. Al final, la paciente será incluso capaz de dejar cosas sin recoger por ponerse a escribir un post, prueba de que las prioridades van cayendo en su sitio por sí solas.

jueves, 24 de mayo de 2012

Jabalíes cultivados

En alemán a los jabalíes, se les llama "cerdos salvajes", "wild = salvaje, Schwein = cerdo. Esta semana han demostrado en Hamburgo que son de lo más civilizado yéndose a pasear ayer por la ciudad, y además con muy buena elección y criterio a la hora de descubrir el centro. Eligieron la tempranísima mañana, pues además aquí en mayo a las 4 de la mañana es de día. A las 4.50 tuvo lugar la primera llamada de alguien que dijo ver a tres jabalíes de paseo. A las 6 los vieron por la pinacoteca, a las 6.20 por Jungfernstieg, el centro de Hamburgo con el embarcadero del Alster, el lago, a las 7.10 fueron a la futura Filarmónica. Allí uno se lanzó al agua y desapareció nadando por el Elba, pues cuando llegaron las fuerzas de salvamento, no había jabalí por ningún lado. Se dice que son buenos nadadores. Entre las 7.25 y las 7.40 los dos que quedaron fueron vistos por el barrio de la universidad. A las ocho de la tarde apresaron a uno, que tras darse con un ciclista, saltó al agua, y le dispararon una anestesia, tras perseguirle con una lancha a motor, y así pudo ser apresado y sacado del agua, y hoy anda pastando por un bosque de Hamburgo. De sus dos compañeros de aventuras no se sabe nada.

La imagen de los jabalíes paseando por el Lombardsbrücke, el puente que divide el Alster grande del pequeño, es desternillante. En vivo debió ser un número. No me extraña que todos los que los avistaron llamasen a la policía. Pero el recorrido no tiene desperdicio. De salvajes nada. Lástima que a esa hora la pinacoteca no estuviese abierta, pues si no seguro que hubiesen entrado, pues pasaron por lo mejorcito de Hamburgo, y en una mañana soleada de este precioso verano hamburgués que nos ha venido de repente esta semana.

Lo primero que pensé yo ayer al oír la noticia de la persecución en la radio, fue imaginarme abriendo la puerta de mi casa, y teniendo a los animalitos delante. En Hamburgo vivimos con ciervos, jabalíes y ardillas, pero nunca se habían adentrado tanto los jabalíes a la ciudad. Qué frikis estos tres. Pero tienen más gracia que los cuervos que atacaron ayer en un parque a los que paseaban por allí. Lo hacían para defender a sus crías, dicen los expertos. Pero hace dos semanas se dieron a la fuga dos canguros de un parque de esos tipo safari en Baja Sajonia. El otro día los vieron por ahí, pero no han conseguido coger a Wickie y Urmel, como se llaman los canguritos. Cualquier día los ven haciendo una visita guiada por el puerto, o visitando a sus parientes en el zoo de Hamburgo.

Cómo están todos. Debe ser la primavera, que llegó por fin desatando los ánimos de darse a la fuga a descubrir el mundo. En realidad no hacen otra cosa que no haría yo en su lugar. Pero aquí los animalitos son parte de nuestra vida diaria, y los pájaros de Hitchcock no son nada. Aquí ya nos dicen que las monísimas ardillitas, ante las que cualquiera pronuncia un "ooooohhh" y se queda parado mirándolas, que son una plaga como las palomas, y que la gente les da de comer porque son monísimas, pero que no se debería. Al final los que sobramos entre tanta naturaleza somos nosotros. Así veo yo al perro monísimo de mi vecina campando por mi jardín a sus anchas, y me da cosa ponerme a tomar el sol y tener de repente al perrito dándome un lametón. Pero mientras no sean los jabalíes o los canguros ... El ratito que me he sentado hoy fuera me he acordado mucho de ellos.

miércoles, 23 de mayo de 2012

El bostezo real

Que se publiquen noticias del bautizo real que tuvo lugar en Estocolmo ayer, es entendible, y más siendo el evento tan "importante" que fue, a tenor de los honorabilísimos invitados que acudieron, pero que se publiquen noticias con el titular "Estelle bosteza durante la ceremonia" me parece el colmo de la absurdez. Pero tan absurda como parece la noticia, pensándolo bien, muestra cómo es la realidad "real" de la vida misma de esa gente. Que el bebé bostece siendo la protagonista de un bautizo con 400 invitados, y que sus padrinos sean el príncipe Guillermo de Holanda, la princesa Mary de Dinamarca, el hermano de la madre, la hermana del padre, y creo que me olvido de más de sangre azul que me da pereza mental buscar, es como para bostezar. El gesto es un decir "me aburrís; pues esta fiestecilla de nada es ya rizar el rizo, pues el hecho de haber nacido como princesa de Suecia y no como niño desnutrido en África es como si me hubiese tocado la lotería, por la cara". Y si tu vida comienza con un bautizo así, es para bostezar, como gesto de desprecio al resto de la humanidad "humana".

Siempre he querido no pronunciarme sobre las monarquías modernas, influenciada como la mayoría de los españoles por el papel que jugó nuestro rey el 23 de febrero famoso. Pero Urdangarines y sus ingenuas mujeres, la cacería del rey, y que diga estupideces como que el paro le quita el sueño, porque lo vive en las carnes de su familia, claro, y él tomándole el pelo al resto de los españoles con una fachada de su vida totalmente ficticia. A raíz de la caída que desató el escándalo oí un programa de radio aquí en Alemania en el que hablaban con pelos y señales y con fechas concretas de cacerías de osos que el rey se viene montando en Rumania desde tiempos de Ceaucescu, en el que los campesinos del lugar, tras hacerle agasajos y bailes como recibiento, van atrayendo y poniendo los osos luego a tiro de la escopeta del rey. La última en octubre...

Que en el siglo XXI siga habiendo gente que por nacer en una casa real, viva del cuento toda su vida es anacrónico. Yo no creo que hagan ningún papel social que merezca vivir de la sopa boba, pues lo poco que hacen se lo cobran con creces. ¿Trabajan para sus países? Vale, pero no gratis.

No hace tanto cayó en mis manos una revista de publicidad de una inmobiliaria de por aquí, que en una revista de lujo sobre gente "importante" (€€€) anunciaba "casitas" en venta. Me apunté los datos de una "cabaña" en una península en Mozambique, nada menos que del príncipe heredero holandés y su mujer Máxima, que estaba en venta por el módico precio de 4 millones de euros. Según el anuncio, el perfecto lugar para vacaciones, un paraíso para los niños, pues tiene una playa para ellos solitos, ballenas que se ven a lo lejos, tortugas, ideal, y por supuesto que la piscina y todo está hecho con materiales nobles. Solo la habitación de invitados tiene 181 m², y la casita en total 862 m². A los pobres les costaba ahora mucho dolor separarse de su refugio, con el cariño que lo tenían y el amor que habían puesto en él. Supongo que aunque vendan esa casa, no se quedan sin vivienda, y esas princesitas tendrán otras playitas privada y otras habitaciones de 200 m² a su disposición. No me extraña que la princesa sueca bostezase ayer en su bautizo, tan normalucho, pronóstico de lo muchísimo que se va a tener que currar la existencia. Empieza a ser inmoral que publiquen esas noticias tan absurdas.

lunes, 21 de mayo de 2012

El lenguaje según los pueblos

Bueno, pues todos siguen preocupados por los jugadores del Bayern, que recibirán, de necesitarlo, tratamiento psicológico, antes de que se incorporen el viernes a entrenar junto con los otros jugadores de la selección alemana, ya concentrados en el sur de Francia. Y si no, siguen todos diciendo, le toca hacer el resto al seleccionador nacional, Joachim Löw, y ponerles en el diván. Muy mal perder tienen estos chicos del Bayern, ni que fuesen los primeros en sufrir una derrota así, la que se ha liado. Pero se acerca la Eurocopa, y como aquí se analiza y se analiza todo, en la radio y por todas partes siguen hablando de si el rendimiento de estos pobrecillos sufrirá por la derrota, y más y más. Yo por si acaso iré sacando y "planchando" mi camiseta de la selección, la roja, en la que invertí el año pasado el dinero que me dan siempre por mi cumpleaños mis padres. Fue una buena inversión, en los tiempos que corren, con visión de futuro, y pienso dar clase con ella puesta en cuanto empiece el campeonato. Ésta la amortizo yo bien, ahora que el pabellón futbolístico español está tan alto y nos podemos dejar ver con orgullo en el campo y con la camiseta puesta el resto de los españoles.

Los que no se atreven a pasear su orgullo por las playas griegas son los alemanes. Las reservas de los alemanes para viajar a Grecia están estancadas y en mínimos para este verano. La pregunta es si tienen miedo a que les traten mal, o si no van por haber perdido todo el interés, por sentir rabia de estar mandando dinero a Grecia y no querer dejarse ni un duro más. El sector turístico en Grecia está asustado por lo que esto implica. Ni siquiera descuentos de hasta un 20% animan a ir. El ligero aumento que hubo antes de las elecciones griegas se ha parado de golpe tras el resultado de las mismas. Los que pierden no son los mayoristas y agencias de viajes, sino Grecia, pues los turistas alemanes que irían a Grecia eligen ahora España o Turquía. Triste para un país que lo necesita ahora más que nunca.

Y yo me pregunto en qué medida todas estas derrotas, miedos, estereotipos o clichés, marcarán el lenguaje en el futuro. Llevo días reflexionando sobre las expresiones que tienen todas las lenguas con nacionalidades o las que se refieren a otros pueblos, y que muestran relaciones o miedos de antaño. Los españoles nos hacemos los suecos (aunque en realidad viene de la palabra zueco), contamos cuentos chinos, nos despedimos a la francesa, nos engañan como chinos, nos cogemos una kurda, buscamos cabeza de turco, no queremos ser hijos de la gran bretaña, hablamos en cristiano, nos ponemos flamencos (no tiene que ver con el baile sino con Flandes), bebemos como cosacos, los alemanes nos parecen cabezas cuadradas, hacemos las cosas si no hay moros en la costa, pedimos el oro y el moro, nos ponemos en fila india, hacemos el indio, sudamos tinta china, o engañamos a alguien como un chino. A los alemanes, lo que les parece raro les parece "español", lo que no entienden son "pueblos de Bohemia", pueden ser orgullosos como un español. Los ingleses pagan a la holandesa cuando cada uno paga lo suyo, lo que no entienden, les suena a griego, tampoco les gustan los que se despiden a la francesa, mientras que para los franceses, son los ingleses los que se despiden así; a los americanos no le gustan los regalos a la manera india, en plan de los que quitan lo que dan, y podría seguir, si supiera más idiomas y más expresiones así, pues más no se me ocurren. Nosotros tenemos montañas rusas que no están en Rusia, y comemos ensaladilla rusa. Mi vecina rusa me confirmó hace tiempo que existe una ensalada así en Rusia, pero es sin atún. La llave inglesa en inglés no lleva esta nacionalidad. Y si nos metemos en temas más escabrosos los besos con lengua son los franceses en inglés, y más técnicas de sexualidad por nacionalidades no voy a comentar..

Lo que sí que está claro es que si ni en estas cosas nos ponemos de acuerdo a la hora de adjudicar nacionalidades a las expresiones, como para hacerlo en cualquier temita más serio. Pero en 30 años sería interesante ver si toda la situación actual nos ha proporcionado nuevas expresiones. Me atrevo a pronosticar que sí.

domingo, 20 de mayo de 2012

Lo superarán

O no. Hay cosas que aunque se superen, quedan como un trauma para siempre. Eso les va a pasar a los jugadores y a la afición del Bayern tras haber perdido la final de la Champions anoche, además en su casa. Lo malo de ser segundo es que también pierdes, y esto no aplica al fútbol sino a cualquier cosa de la vida en lo que tú, como segundo, te quedas fuera y pierdes y gana otro. El Bayern no tiene consuelo, y las noticias sobre el encuentro llevan palabras como "trauma", "tragedia", "valle de lágrimas", "canciller decepcionada", "Schweini inconsolable". El presidente del Bayern Uli Honeß no encuentra palabras de apoyo sino de enfado, sí Beckenbauer y otros. Y el día sigue produciendo noticias y declaraciones. El Bild-Zeitung cita a Beckenbauer, que dice que ahora el seleccionador nacional, Löw, será el que pagará el pato, pues recibe de cara a la Eurocopa a jugadores traumatizados y en desventaja frente a los felices ganadores del Borussia Dortmund, pues los del Bayern han perdido tres títulos quedando segundos esta temporada. Y ahora leo que Sergio Ramos se ha vengado en su cuenta de twitter del comentario de Neuer sobre el penalti que el primero tiró al cielo de Madrid.

Así es el fútbol, hoy soy yo el héroe de una tragedia griega, y mañana tú. Lo que de todas formas se puede reformular es aquel comentario de que el fútbol es ese deporte en el que juegan 11 contra 11 y siempre ganan los alemanes. Lo que sí que se ha demostrado es que en Alemania se llora por el fútbol, aunque no se haga por otra cosa, pues no hay que banalizar a la hora de derramar lágrimas. Un amigo mío me comentaba que cuando los del Madrid perdieron contra el Bayern hace poco en la tanda de penaltis, no lloraron, y que los del Bayern anoche parecían nenas llorando. Es madridista acérrimo, se entiende, y a éstos les ha dado cierta alegría que ganase ayer el Chelsea. A mí ayer los del Bayern casi me dieron pena. Casi, he dicho. Es porque siempre me dan bastante rabia los comentarios de los comentaristas alemanes, que celebran la victoria antes de tiempo, y sí, jugaron mejor, pero hablaban ya todo convencidos de un triunfo histórico antes de tiempo. Así es el fútbol. Como la vida misma. En cuestión de segundos tu euforia se convierte en la mayor desilusión y desperación. Sí que me dan pena los del Bayern. Esta vez sí.

sábado, 19 de mayo de 2012

La chapuza perfecta

Si en Alemania se hace una chapuza, se hace bien hecha, que para eso estamos en Alemania. Eso ha ocurrido con la apertura del nuevo aeropuerto de Berlín, que estaba planeada para el 3 de junio, el aeropuerto de Berlín Brandemburgo, que llevará el nombre de Willy Brandt, y que reemplazará al de Schönefeld y el de Tegel. La semana pasada saltó la bomba: no estará listo, y el caos ha sido perfecto. Los vuelos estaban reservados para a partir de ese día, llegadas y salidas, y ahora ha habido que buscar alternativas, además del desprestigio que supone para el actual gobierno de Berlín. El sistema contra incendios no iba a estar listo, eso dicen que es la causa principal, y no poco importante. También la fiesta de inauguración planeada, con 40.000 personas, queda en el limbo, porque ya no habrá fiesta de inauguración cuando lo abran, que será nada menos que para el día 17 de marzo del año que viene, pues si desinvitas a tanta gente, no los vas a invitar otra vez, a celebrar qué, además, ya que no estará el horno para bollos, tras la chapuza. Y los cambios de la planificación afectan a unos "cuantos" viajeros, nada menos que a un millón. Recordemos que el aeropuerto debía estar listo para la temporada de verano.

El alcalde de Berlín, el muy carismático Klaus Wowereit, ha perdido mucha imagen en este asunto, pues el aeropuerto es un objeto de prestigio para él. Ahora las críticas le llueven de todos los partidos, porque el desastre ha saltado a demasiado corto plazo. Ahora resulta que por lo visto esto se veía venir, pero se han aferrado a que todo saldría bien y han esperado hasta el final casi. En Alemania también son chapuceros, lo que pasa es que la fama la tienen otros. Imagínense que esto hubiese ocurrido en un aeropuerto del sur de Europa. Las críticas no se harían esperar, pues muchos alemanes aterrizan en zonas de sol con derecho a todo, a sol, a aeropuertos y obras terminadas a tiempo, pero aquí, como en realidad les afecta a ellos mismos y no tanto al turismo extranjero, qué mas da, pues aunque Berlín sea una ciudad muy visitada, está claro que no se trata del aeropuerto de Mallorca en verano.

Pero es que además de los trastornos causados a tanta gente, empleados y viajeros, la línea de crédito calculada para el proyecto de 2.400 millones de euros, no será suficiente, y parece que cada més de retraso costará 15 millones de euros adicionales.

Así que fíense de los alemanes, de sus políticas de austeridad y de su planificación. Aquí no se hacen chapucillas, sino a lo grande, de las que salvo en Alemania, no se entera nadie. Pero para eso está este blog, entre otras cosas.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Total ... para qué

Hoy miro por la ventana y si pienso que estamos a 16 de mayo, y que hasta ahora no me he acabado de quitar ni el abrigo ni las botas, y que no para de llover, me da un penterre. Nos disponemos hoy a terminar la semana, a miércoles, pues mañana es fiesta y los coles hacen puente el viernes, y mucha gente también. Mañana además es "el viaje de Cristo al cielo", el Christi Himmelfahrt, la Ascensión, el día en el que se celebra además el día del padre. Como ya he mencionado en varias ocasiones, ese día, los padres y más aún los no-padres, se van por el campo tirando de carritos llenos de cerveza y otras bebidas alcohólicas, a celebrar bebiendo y haciendo barbacoas. Ayer dijeron en el pronóstico del tiempo en la radio que los guantes para protegerse las manos para hacer la barbacoa, les servirá a los hombres para protegerse del frío. Ayer mi hija me preguntó: "Mamá, ¿quién es el patrón de Hamburgo?" La pregunta no salió de ella, pues ella no sabe qué es un patrón, sino que vino propiciada porque mi madre le contaba por teléfono que era fiesta en Madrid, San Isidro, el patrón de la capital. Yo le dije que no, que no hay, pero para confirmarlo realicé mis pesquisas en clase. Les trasladé la misma pregunta a mis alumnos, que me respondieron que en Hamburgo no, pero que en el sur de Alemania también hay patrones, en las zonas católicas, que son los que tienen mejor tiempo además. Pero claro, aquí para qué, con el tiempecito tan asqueroso que tenemos. Total, para no poder ir a la verbena ni nada. Eso que nos ahorramos. Aquí no se celebra a ningún personaje porque sí, bastante tenemos con tener días de fiesta en los que podemos dormir y descansar, pues el tiempo no nos permite hacer mucho más. Es mayo, y los mayos de buen tiempo que he vivido en Hamburgo quedan lo menos 4 años atrás. Los últimos veranos fueron un engaño, y me temo que éste vamos por el mismo camino. Al menos los últimos dos años en abril hizo buenísimo y eso nos desquitó un poco. Ahora, todos los optimistas, que aquí quieren creer en los milagros, dicen que todo esto es porque tendremos un verano buenísimo. Que venga Dios y lo vea. Esta expresión, o mejor dicho, su variante "que baje Dios y lo vea", se la expliqué el otro día a una alumna mía, que anda desesperada con el subjuntivo. Yo preferiría desesperarme por el subjuntivo que por los 9 grados de máxima que tenemos hoy. Repito que al próximo que me hable de calentamiento del planeta, le diré unos cuantos improperios, y le invitaré gratamente a pasar un invierno y un verano en Hamburgo, que para el caso es lo mismo. Así que el mes de mayo, que es el único en el que tenemos días festivos, estas fechas y puentes quedan igual de deslucidos que la próxima fiesta que tendremos, el 3 de octubre, que es normalmente para no salir de casa ya. Y si ya es duro un día laborable con el tiempo que tenemos ahora, más lo será un puente entero así. Al menos mi hija mayor, ya a punto de regresar de su viaje con la clase, en el que se han dedicado a cantar todo el tiempo, se alegra, y me ha mandado antes un sms diciéndome: "Mamá, ya estamos de camino. Qué ganas de comer buena comida". Ya sé por dónde van los tiros. Uy, qué suerte la mía. Acaba de llegar la cantora, y me cuenta que han cantado cinco horas al día, con pausas entremedias, que la próxima vez se apuntará a la comida vegetariana, que la carne estaba malísima, y que los horarios de las comidas penosos: a las 8 de la mañana el desayuno, a las 12 la comida del mediodía y a las 6 de la tarde la cena. Y mientras termino este post, se está calentado un plato de comida que le dejé... y me dice "por fin en casa". Así que para qué hablaba yo del tiempo si todo va viento en popa.

lunes, 14 de mayo de 2012

Puentes estrella

"Mamá, qué significa a tomar por saco?", me preguntó mi hija tras decirlo yo ayer del aeropuerto de Luton. Londres no está a tomar por saco de Hamburgo, pero sí los aeropuertos de esa ciudad de Londres. El viernes y ayer supe que lo de "Londres" en el aeropuerto de London Luton es mera anécdota, por ponerle un nombre, pues de Londres tiene poco. Pero es que si vas a Londres desde muchas ciudades europeas, probablemente tardes menos en ir desde tu ciudad a la capital británica, que de ir de los aeropuertos a la ciudad. Conozco Heathrow, Stansted y ahora Luton, y aunque los dos primeros ya me parecieron lejanos, este último se lleva la palma de incómodo. Pero en Londres es todo a lo grande, hasta el campo entre la ciudad y el aeropuerto de lo que consideran Londres las líneas de bajo coste, aunque te lo cobren a precio de vuelo normal.

Pero será que todo es gigante en Londres: la tienda de m&m's tiene 4 plantas, una de souvenirs tres, una juguetería cinco, las filas de autobuses rojos son infinitas, las masas de turistas también, y hasta los puentes parecen ser más que en otros lugares. Aquí tienen su estrellato máximo pues son muy conocidos, como el Westminster Bridge, el que acompaña al Big Ben y le adorna, por si lo necesitasen él y el Parlamento inglés, con lo impresionantes que son. Pero este puente se llamará a partir de ahora para mí el "Puente de las Bragas". Me explico: íbamos tres chicas paseando por él, cuando de repente vimos un autobús de descamisados (yo los denominé macizos, pues es lo que eran), y en un principio pensamos que eran de un equipo de rugby (guay guay), a la vez que a mí me trajo reminiscencias de Abercrombie y marcas así. Pero cuando vimos que estaban tirando bragas al asfalto del puente, pusimos nuestras vidas en peligro por coger unas cuantas. Estabamos en la acera incorrecta, la del Big Ben, y como el tráfico va al revés en Inglaterra, iban en el otro carril (mecachis). Un grupo grande de hombres hicieron el agosto cogiendo bragas (egoístas, sus mujeres/novias/hermanas se van a poner las botas), y nosotras tres nos quedamos algo chafadas de que cogiésemos "solo" cinco, habiendo podido renovar todas nuestras bragas para todo un año lo menos. Luego descubrimos que la acción era una campaña publicitaria de una tienda que acababan de abrir en la Regent Street. No volvimos a ver al autobús de los macizos "tira-bragas"... lástima. Y jamás volveré a pisar ese puente o ver el Big Ben sin pensar en esos chavalotes tan "majos" y las bragas que tiraban.

Pero si hay un puente estrella en Londres, es el Tower Bridge, y bajo puente estrella me refiero a uno que cualquiera reconozca aún sin haber estado en esa ciudad. En esta categoría entraría también, por ejemplo, el Brooklyn Bridge de Nueva York. Son puentes que son monumentos de la ciudad y del mundo. Como lo es Londres entero. Menuda ciudad, a la que me iba a vivir ahora mismo, muy a mi medida. Aquí quedan los puentes como constancia de ello.
Westminster Bridge, por encima
visto desde el lateral
observar el puente al fondo lleno de autobuses rojos

otra vez el Westminster Bridge

Tower Bridge

domingo, 13 de mayo de 2012

Una verdadera obra de arte

En Hamburgo estos meses está puesta entre los dos edificios de la pinacoteca de Hamburgo una araña gigante. El que tenga aracnofobia que no vaya. Pero si no, hasta el 17 junio se puede ver esta obra de arte de 9 metros de altura, con su 8 patas, hecha en bronce, acero y mármol. Obra de la artista francesa americana ya fallecida Louise Bourgeois (1911-2010), que fue muy longeva, y muy productiva artísticamente siendo ya muy anciana, la araña se llama "Maman", y es un homenaje a su madre. Murió con 98 años tras una muy productiva fase como artista en sus últimos años. La obra es el anuncio de la exposicion del interior del museo, pero a mí, tras ver la exposición la araña me pareció infinitamente mejor, y decidí que no hubiera hecho falta entrar a ver el resto, que era arte demasiado raro y que me dijo muy poco. Pero la araña sí. Homenajear a tu madre con una araña así tiene mucho mensaje.

Hoy me he acordado de la araña porque ha sido el Día de la Madre en Alemania. Yo, que lo soy por partida doble, me veo a veces así, como esa araña gigante que da cobijo a sus hijas, pero a la vez deja espacio suficiente para que respiren y salgan y entren. Porque en un Día de la Madre como hoy vuelvo de un fin de semana en Londres con mi hija pequeña y lo hemos pasado tan bien ambas junto con el familiar al que hemos visitado, que me quedo en un limbo de la alegría de lo que supone ser madre, y de disfrutar tanto como disfruto de mis hijas. La viajera, nada más llegar a Hamburgo, tras la paliza que nos dimos ayer a andar y que anoche no sintiese los pies, me ha dicho que le duelen "todos los pies". Tras la risa que me causó el comentario, me acordé de la araña porque justo al salir a la zona de llegadas, había un cartel de publicidad de la exposición de la araña. Quizá no tuvimos los 8 "pies" de la araña, pero nos dolían todos ellos, a ella sobre todo. Y mi hija mayor, que tuvo que prescindir de mí, me ha dicho esta noche que dos días sin su madre es el límite que puede estar, y que una semana no soportaría. A una madre, y más en su día, le da alegría oír una cosa así. Y me sentí como la araña, de bronce, acero y mármol, pues así hemos de ser, de material duro y resistente a todo, porque la labor se las trae. Tienes que tener los nervios de acero a menudo, y ser dura como el bronce y el mármol. El bronce todavía como metal es maleable, como lo es una madre ante el reto que supone ir adaptándose a todas las fases de los hijos, desde que son bebés, niños, adolescentes, hasta que son adultos, y te siguen dando, como dicen mis padres, quebraderos de cabeza, pero el bronce es resistente a la corrosión, así que da igual que los nervios a veces flaqueen. El mármol es duro pero a la vez poroso, absorbe humedad, como nosotras, las madres, que nos mantenemos duras como rocas en nuestra tarea educadora, pero que nos empapamos de lo muchísimo que nos dan nuestros hijos. En realidad, con su obra, Louise Borgeois estuvo muy acertada, pues una araña de esa envergadura, es una obra de arte en todos los sentidos, como lo es una madre. Todos tenemos una, y sabemos que eso es cierto.


viernes, 11 de mayo de 2012

Catálogo incompleto

Estoy llegando a la conclusión de que todo es cultural, cualquier acto de la vida diaria, desde comer, hasta la forma como hablamos con los demás, lo que decimos, cómo y cuándo lo decimos. A menudo he mencionado constumbres así, como que los regalos no se abran delante de todos los invitados en fiestas grandes, o que la gente se quite los zapatos al llegar a una casa ajena, o llame al día siguiente para dar las gracias por la velada tan agradable que pasó en tu casa, o que se considere irreverente llamar a una casa después de las ocho de la tarde.

Pero luego hay otras cosas tan simples como que aquí es muy normal levantarse de la mesa tras haber comido el plato principal sin comer postre. En Alemania se tiene la concepción extraña de que el postre es algo elaborado tipo pudding, o alguna crema de algo. No suele ser fruta. No es que no se coma fruta en general, pues en los supermercados y mercados se venden toneladas, pero se come en otros momentos del día, frecuentemente en el desayuno, con cereales, o como tentempié a lo largo del día. O hace poco, en el hospital, mi familia y yo nos reímos un montón porque en la cafetería había un pianista que tocaba en directo para amenizar a los pacientes y sus familiares. Mi madre se imaginaba la misma imagen en el 12 de Octubre o alguno de los hospitales de Madrid tan saturados, y se reía a carcajadas; y el de aquí no era tampoco privado. O los holandeses no beben agua (ni nada con las comidas) en sus casas. Tendrás que rogar que te den un vaso de agua, y te mirarán raro, pues eso no es sano, piensan. De la misma manera beben café todo el día, pero por la mañana se toma té para desayunar, aunque luego una hora más tarde se tomen su café para espabilarse. También los holandeses felicitan el cumpleaños no solo al cumpleañero, sino al padre, a la madre o al cónyuge del mismo, "Felicidades" les dicen también a los familiares .

Y el lenguaje es otro lugar de desencuentro. A los alemanes les desconcierta mucho que nosotros cojamos el teléfono con un "Dígame", que es un imperativo puro y duro. Ellos, que responden con su apellido: "Schmidthausen", consideran lo otro muy poco apropiado, aunque el tono con que los dicen y los apellidos así suenen peor que cualquier imperativo muy imperativo. En clase he notado que la lección en la que aprenden a llamar por teléfono, se quedan sorprendidos de que no digamos tampoco quiénes somos cuando llamamos, y entremos con un simple "¿Está fulanito?", "Sí, ahora se pone".

Las diferencias culturales están siempre ahí, pero solo las notas cuando te sumerges en otra cultura viviendo en ella. En cambio, si vas de turistas no te enterarás de todas estas peculiaridades del país. Me encuentro en el aeropuerto, y una aplicación que me bajé ayer me permite terminar el post que comencé anoche para hoy, y que se iba a quedar como borrador. Me desplazo por un fin de semana a otro país europeo que solo conozco de turista, y del que me pierdo todos esos detalles y que tan solo veo bajo el prisma de lo que conocemos de él: los. autobuses rojos, el té de las cinco, la (tópica) niebla. Me gustaría ver más allá del objetivo de mi cámara, y completar mi lista de costumbres diferentes y curiosidades europeas.

jueves, 10 de mayo de 2012

Triste llegar a esto

En marzo hubo un caso en Alemania que conmocionó a todos por diversas causas. Primero porque apareció muerta y violada una niña de once años en un aparcamiento en Emden, una ciudad pequeña en Frisia, en el noroeste de Alemania. A continuación porque a los pocos días la policía detuvo a un chico joven de 17 años. Durante las investigaciones hubo una campaña en internet contra él, un llamamiento a que lo matasen en un linchamiento. Tres días después lo pusieron en libertad, pues había pruebas irrefutables de que no era él. Y al poco tiempo, cogieron a otro chico de 18 años, que confesó el crimen.

El caso resulta demasiado cruel para todos. Para los padres de la niña porque el asesino confeso estuvo ya en tratamiento psiquiátrico por pedofilia con 17 años, y al cumplir los 18 cayó en el vacío legal de que al ser mayor de edad, de momento no podían seguir tratándole. Pero en noviembre, el chico se personó en comisaría diciendo que era un peligro para la sociedad. Meses después violó y mató a la niña, y la pregunta es si se pudo haber evitado, pues hasta los padres del chico avisaron a la policía de que el chico tenía material pedófilo, y hasta él avisó de que era una bomba de relojería.

La detención del chico que al final no fue el culpable es muy criticable desde el primer momento. La cámara del aparcamiento mostraba a un chico, y alguien dijo que sería ése, y como no tenía una coartada para esas horas, se le consideró sospechoso número uno, y fue expuesto ante las cámaras de todo el país y su ciudad esposado, como reo de un crimen que sigue siendo de los que más sensibilidades levantan: violación y asesinato de un niño. Pero como hoy día cualquiera puede montar una campaña de acoso, y más que eso, en internet, el llamamiento en facebook llevó a 50 personas ante el centro de la policía donde estaba detenido el presunto asesino, reclamando un ajusticiamiento colectivo. Triste que la gente se deje llevar por esas cosas.

Hace dos semanas o tres, hubo una manifestación multitudinaria en Emden en señal de apoyo a los padres de la niña y a ese pobre chico y a su familia, que también acudieron, manteniéndose al margen, pues la víctima principal es la niña. Pero la manera tan rápida como la policía le mostró como el reponsable de los hechos hace pensar ahora si buscaban una pronta solución, que les acabó por estallar en la cara. Si pienso en el calvario que habrá pasado ese chico esos tres días en prisión, sin que le creyesen que era inocente, los daños y perjuicios causados a él y a su familia, supongo que le quedarán secuelas y es otra víctima de este triste suceso.

Por eso hoy, cuando he leído que en Emden se ha presentado una demanda judicial contra el joven de 18 años que hizo ese llamamiento al linchamiento, me he alegrado. Es una buena noticia. Espero que el acto tenga consecuencias legales para él, y no estaría mal que alguna también para las 50 personas que fueron a gritar frente a la comisaría que les dieran al chico, que ellos le ajusticiarían. Quizá todo esto haga reflexionar a los que piensan que la pena de muerte es justicia. No lo es ni lo será nunca, ni ante una culpabilidad demostrada. Nunca había sido más fácil difamar y condenar a la gente como hoy día en las redes sociales o internet, e insultar anónimamente a muchos se les da muy bien, no hay más que leer comentarios a muchas noticias. Pero si encima las consecuencias son tan graves como las que sufrió ese chico, juzgado y ajusticiado socialmente injustamente (ni siquiera en casos de culpabilidad demostrada defiendo el linchamiento colectivo, que conste), es el momento de decir basta.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Michel Teló, Beethoven o los suecos

En la clase de tercero de primaria de mi hija, en música, les pidieron elegir a todos los alumnos personajes de la historia de la música y preparar ponencias en grupo. Mi hija se apuntó a Shakira, junto con otras dos niñas. Ella en realidad quería elegir a un grupo alemán muy famoso en Alemania y que bien merecería un buen trabajo escolar, Die Prinzen, pero su amiga quería Shakira, y la amistad pudo más, aparte de que por el español, la única de la clase que lo habla, le pega. Así que manos a la obra.

Como hoy día es más complicado que antes hacer un trabajo, no por la accesibilidad a la información si no todo lo contrario, que hay demasiada información por todas partes, al final, en esto acaba pringando la madre de turno, a la que la niña pide ayuda ante esa masa de información llamada internet. Mamá buscó información de Shakira, y fotos en distintas poses y atuendos, y luego hubo que empaparse del tema. Ya lo tienen preparado y mañana les toca exponerlo, algo que me libera, pues Shakira ha sido un tema dominante en las últimas semanas, y ya cansa. Antes me ha estado contando que la otra niña está preocupadísima pues no sabe si podrá pronunciar bien el lugar de nacimiento de la cantante, Barranquilla. Yo traquilicé el otro día a la niña cuando estuvo aquí, tras haber practicado con ella y ponerse siempre nerviosa. Hay que tener compasión; traten de pronunciar ustedes Mönchengladbach, por ejemplo. Antes de acostarse, mi hija ha querido ensayar la presentación oral una vez más, y ha empezado diciendo que a Shakira se la encontraron en un hotel. Como estoy puestísima en el asunto le he recordado que la descubrieron cantando canciones de Madonna en un hotel, que no es que se encontrasen a la pobre tirada por ahí. A saber lo que cuentan mañana. Esto es peor que el Hola.

Pero me picaba la curiosidad sobre los otros temas que han elegido los demás niños. Hay de todo: Rihanna, Michael Jackson, Amy Winehouse, el alemán Udo Lindenberg, Lady Gaga, Beethoven o Michel Teló. Yo le pregunté a ella con guasa si no podía haber cogido a Mozart o Vivaldi, pero me dijo que esos son un rollo. Pero al menos entre tanta modernidad se coló un Beethoven, como único representante de la música clásica. Pero que Michel Teló con su "Ai Se Eu Te Pego" se codee con el mismo Beethoven tiene su gracia. Lo que sí que está claro es que los críos de 8 ó 9 años entienden del panorama musical, muertos y leyendas incluidas. Pero me pregunto si en una clase de tercero dentro de 10 años aparecería el brasileño, como hoy día ya nadie haría un trabajo sobre el "dale a tu cuerpo alegría Macarena", por mucho que lo bailara Hillary Clinton.

Y como en esta casa nos movemos a ritmo de música de todo tipo, la mayor está maravillada estos días con el grupo de suecos que ha venido al instituto esta semana. Casi acogemos nosotros a uno, porque buscaban a familias de acogida, y mi hija me removió la conciencia hace dos semanas, porque no había familias suficientes, y nos apuntamos. Pero como los suecos son de 17/18 años, al final no nos ha tocado ninguno, pues han preferido a las familias con hijos de esa edad. Una lástima, pues cantan como los ángeles. Es un grupo de un instituto con el que el de mi hija hace intercambios musicales. Ella cada día de esta semana vuelve a casa dándome información de los suecos cantores. Que si vienen de un instituto en el que la especialidad es canto; que les hacen pruebas muy exigentes de canto antes de entrar; que cantan maravillosamente bien, ya sea gospel, en inglés, en sueco, o lo que les pongan; que el sueco no se entiende una palabra; hoy me ha dicho que son tan rubios como nunca ha visto y que cuando les oye cantar, que podría pararse y escucharles horas, algo que no le ocurre con un concierto de música clásica, que le acaba por aburrir. Qué lástima no haber tenido un sueco que nos despertase cantando esta semana, en la que me está costando horrores levantarme. Mi hija de momento ya ha dicho que ella iría encantada a un intercambio a ese colegio, a cantar lo que le echen. De momento el lunes se irá con toda la clase a un viaje de coro, en el que van a un albergue a cantar tres días seguidos, y está contentísima (recuerdo, a todo esto, que es un instituto estatal y que aquí no existe la enseñanza privada practicamente). Yo me sigo maravillando de estas cosas, aunque no de que en primaria sean todos unos analfabetos incapaces de escribir tres palabras seguidas sin errores. El otro día las tres expertas en Shakira me sacaron de mis casillas, pues la ortografía era un suspenso absoluto, y bajo peligro a que no hubiese ni una sola palabra bien escrita, me puse a deletrearles todo, aunque por lo menos me tranquilizó ver que es la norma, y no solo mi hija la que escribe así. Primaria genera analfabetos en Alemania, que lo digo yo. Pero y la de cosas que aprenden. Hoy estuvo quitando malas hierbas en el huerto del colegio, me ha contado cuando ha salido (a la una, recuerdo también), y de lo perjudiciales que son para las plantas "buenas". Y mañana volverán todos a casa sabiendo sobre Shakira y Piqué, la muerte de Amy Winehouse y de Michael Jackson, y respecto a Beethoven que murió sordo. Y los suecos seguirán cantando mejor aún que los de la película francesa "Los chicos del coro", dijo hoy mi hija. Esos si que van a dejar huella. Ahora caigo que le tengo que explicar a mi hija la expesión "hacerse el sueco". Y eso no tiene nada que ver con la música.

martes, 8 de mayo de 2012

Es que...

No me he ido a ninguna parte, y aquí sigo. Es que no he encontrado los momentos de paz necesarios para escribir. Es que no he parado. Es que había siempre algo más importante que hacer. Es que Shakira se interpuso entre el blog y yo (ya contaré esto esta semana). Es que la migraña mensual vuelve a jorobar. Es que se han ido los duendes de mi casa, no los de la inspiración, que esos, todo lo contrario, van a explotar un día, sino los duendes laboriosos. Es que hemos vuelto al cole, no sé ya por qué vez vamos este curso. Es que estamos en mayo, y sigue haciendo frío, y no entro en calor, y ya no puedo ver más las botas, y eso que son mi calzado favorito. Es que Sarkozy me ponía de los nervios, cada vez que ponía a España como ejemplo de a lo que llegará Francia de ganar Hollande. Es que el St. Pauli no ha subido a primera ni el Hamburgo ha bajado a segunda.

Excusas. Por eso me encanta el "Es que..." y así lo explico en las clases de español: que por supuesto que lo que justifiquemos con "Es ques" son todas muy buenas razones y excusas, pero que nos estamos justificando, y si la razón es buena del todo, no necesitamos un "es que". En ese caso dices que no lo has hecho por esto, por esto y por lo otro, y ya está. Pero el "es que" es como decir "ni yo me lo creo del todo como excusa". Es como cuando en alemán dices eigentlich, 'en realidad': Eigentlich ist er nett = 'En realidad es majo'. Si es majo de verdad no dices ese "en realidad", con el que tratas de autoconvencerte de lo contrario.

Es que aunque nunca se me olvida el post que tengo en mente, sí que a veces me puede todo lo demás, hasta yo misma. Es que a veces estoy tan espesa, que miedo me da lo que pueda salir por este teclado. Es que hay días en los que no necesitaría un blog, sino cuatro, para ventilar motores. Es que a veces me tienta ponerme demasiado seria. Es que los que escribimos por placer, tenemos nuestros momentos de desmotivación pues nos parece que lo que hacemos no sirve para nada. Es que a lo mejor nos cansamos de reírnos de todo, porque aunque lo sigamos haciendo, la risa se torna en amargura. Es que por mucho blog que sea, no deja de ser una actividad paralela a mil otras. Es que jamas se dejan de tener sueños. Es que... no hay "es ques", porque escribir, y cada vez me doy más cuenta, es lo que más me gusta hacer, aunque a veces no tenga el tiempo que necesito para ello. Es que hay que sacar el tiempo de donde sea. Jamás estuve tan cerca de tanta gente como desde que escribo, y eso si que no tiene ni "es ques" ni precio. Gracias por la paciencia de todos los que entran en mi blog una y otra vez cuando hay pausas, buscando algo nuevo. Me alientan en todo momento, y es cuando me doy cuenta de que, tal y como cuento en clase, los "es ques" son excusas muy pobres.

viernes, 4 de mayo de 2012

Educando árboles

Aquí los árboles van a la escuela. Llevo observándolo durante años. Y hay escuelas de árboles en muchas partes, con su cartelito y todo, Baumschulen, esos viveros al natural donde los plantan y los hacen crecer hasta venderlos, pero que aquí tienen ese nombre tan instructivo y que me gusta tanto, con esa gracia que tiene a veces el alemán para formar compuestos: Baum = árbol, Schule = escuela, tal cual. Se ven muchísimas escuelas de arboles en los alrededores de Hamburgo, norte y sur.

No se da con frecuencia que yo pase por la más conocida de ellas, la Baumschule Lorenz von Ehren, en Mamstorf, pero cuando paso, tengo que parar, pues me encanta el lugar. Establecida en 1865, la fecha está colocada con orgullo en el logo de esta empresa familiar que vende desde arbustos hasta árboles de 15 metros a todo el mundo, desde este lugar al sur de Hamburgo, ya en el estado de Baja Sajonia. Clientes son hoteles famosos, el Reichtstag en Berlín, o Euro Disney en París. Ya en 1912 vendían arbolitos a casas reales europeas, y los enviaban a Inglaterra, Dinamarca o San Petersburgo, al mismo zar, algo fácil de hacer por el puerto de Hamburgo. Leí en una ocasión que la logística hace posible que hoy día de lo que venden, un 40% sea para exportar, ya que es posible transportar de manera no agresiva árboles que pesan unas cuantas toneladas.

Los árboles son algo muy serio y respetado en Alemania y en Hamburgo. Aquí queda el dato que anoté una vez: solo en Hamburgo hay unos 300.000. Yo jamás me había fijado, o aprendido a fijarme en ellos, hasta que llegué aquí. Habiendo crecido en Madrid, donde los árboles no tienen ningún protagonismo en la ciudad entre tanto coche, asfalto y ladrillo, ver los ejemplares gigantes que hay aquí en plena ciudad, asombra hasta al menos botánico, como yo. Y si ya los ves en la escuela, todos alineaditos, entonces ya le pones filosofía al asunto, pues impresiona mucho la imagen. La zona de Mamstorf es una escuela de árbol continua, y todos los campos presentan montones de ellos de todos tipos y tamaños, muchos de ellos gigantes, que lucirán luego en lugares públicos de las ciudades. Me pregunto qué aprenden los árboles en estas escuelas, si disciplina para no dejarse mover por el viento, o matemáticas. A mí éstas se me daban tan mal, que prefiero imaginar que aprenden literatura o arte, o geografía, para saber de los lugares en los que terminarán. De todo tienen que aprender, eso está claro, y para eso van a la escuela. Ni los árboles se libran, al menos en Alemania, aunque luego a lo mejor hagan lo que les da la gana, como los de la foto a continuación.

El otro día, en un paseo en una zona natural de Hamburgo, vi yo a estos dos ejemplares, y los fotografié a la vez que los bauticé como "árboles enamorados". Tanta escuela, para que luego la naturaleza presente rebeldes sin causa que se inclinarán hacia donde sea si encuentran al árbol con el que  quieren estar, por mucho bosque que sea y por muchos árboles que haya. Caprichos de los ineducables.

jueves, 3 de mayo de 2012

Una tarde muy original de vacaciones

Semana de vacaciones en casa. Al no haber viajado, repetimos actividades de otras vacaciones en casa, pero ensayamos otras fórmulas. Ayer me cogí a mis padres y a mis hijas y me los llevé por el barrio de St. Pauli de día. Hace poco leí que hay un mercado de comida los miércoles por la tarde, de 16 a 22 h, y había que investigarlo. Pasamos por calles emblemáticas como la Große Freiheit, la "Gran Libertad" y otras, que de día parecían otra cosa. Sin las luces y las masas parece un barrio deteriorado y de lo más convencional, si no fuese por la cantidad de tatuado por metro cuadrado, y gente de lo más "peculiar". Tampoco había muchos niños paseando por allí con su madre o abuelos, como las mías, pese a la buenísima tarde que hacía. Pero era obvio de lo que va ese barrio, pues mis hijas miraban todo a su alrededor con ojos como platos cuando pasábamos por escaparates que exhibían penes de plástico, y todo lo imaginable en un barrio así. Los locales anunciando sexo, objetos y chicas muy sexy, y fotos y dibujos que no dejaban preguntas sin responder de los espectáculos que hay en su interior por las noches. Fuimos al mercado de comida, que podría ser como el de cualquier barrio o pueblo en Alemania. Es pequeñito pero hay de todo: fruta, carne, pescado, y si no fuera por la calle en la que está metido, y el horario, a partir de marzo y todo el verano hasta las once de la noche, parecería de lo más normalito.

Pero seguimos con el paseo, y pasamos por aquí:
Es la Herbertstraße, un lugar muy conocido en Hamburgo. Es una calle de acceso solo a hombres mayores de 18 años. En ella hay unos escaparates en los que se exhiben mujeres. Me tocó explicarles a mis hijas lo que es. La mayor hasta le dijo al abuelo que pasase, que era el único del grupo que podía pasar. Ella parecía entenderlo todo, pero la pequeña necesitaba más explicaciones de ese mundo tan extraño, en el que lo mejor a su parecer fue un lugar "secreto" en la plaza de Hans Albers en el que venden pizza toda la noche que te hacen reciente delante de ti. Son pizzas pequeñitas individuales por 2 € que meten en un horno de leña. A mí me gusta mucho en las noches por la zona. Se fue relamiéndose del lugar por el que por la noche pasan cientos y cientos de personas buscando una base sólida para el alcohol que se están metiendo en el cuerpo.

Pero lo mejor fueron estas zapatillas en un escaparate, que yo ni siquiera vi. Ellas se imaginaban la situación y se partían de risa al contar cómo sería si abres la puerta al vecino con esas zapatillas de estar en casa puestas, con pechos y penes. Se rieron un rato, y mis padres y yo más. De vuelta en el coche les fui diciendo que el lunes, cuando vuelvan al cole tras esta semana de vacaciones que están teniendo y les pregunten que dónde han estado, que cuando los otros cuenten que en París, en Mallorca, en Dinamarca o en Sylt, que por favor a ellas no se les ocurra decir: "Pues a mí mi madre me ha llevado por la Reeperbahn, y hemos visto unas zapatillas graciosísimas de penes y pechos, y muchos penes de plástico en los escaparates, y más cosas interesantes". Les pregunté que cuántas madres de sus amigas se irían de paseo por ese barrio, y se reían, al igual que yo, diciendo que ninguna. Pero lo divertido ha sido esta mañana, cuando al levantarse la mayor vino a mí y me dijo: "Mamá, estuvo muy bien ayer el paseo por St. Pauli. Hamburgo no es solo lo perfecto y lo bonito, sino eso también, y está bien saber de qué habla la gente". "Y lo rica que estaba la pizza", me dijo después la otra.

martes, 1 de mayo de 2012

Compartiendo experiencias de viajes

Los niños no se andan con etiquetas. Mi sobrino de casi 14 meses se ha echado a andar justo en los días en los que sus padres andan de viaje y le han dejado a cargo de un familiar. Así son las cosas: tú esperas que se eche a andar, y el chavalín decide que el momento de empezar a caminar lo elige él, pues no iba a esperar dos días hasta que vuelvan sus padres. Mi cuñada se fue toda apesadumbrada de viaje, por irse por primera vez sin su hijo, mientras que éste se lo está pasando pipa. Así de descastados son los críos pequeños. Se venden al mejor postor, al que les cuide, les dé de comer, les lleve de paseo, y les haga monerías. Así que de Venecia, yo que ellos aprovecharía y me iría a dar la vuelta al mundo, pues es el momento. El crío está contento y bien cuidado, y luego después, según siga creciendo, ya no lo podrán hacer hasta la jubilación lo menos.

El otro día contaba una alumna en clase, una señora mayor de 70 años con una energía increíble, que el viaje de su vida fue la vuelta al mundo cuando se jubiló. Contaba en clase que para cada viaje que realiza escribe un diario, y que de ése salió uno de más de doscientas páginas. Empezó con estos libritos en el año 72, y desde entonces tiene unos cuantos volúmenes. Verdaderamente uno no se acuerda al cabo de los años de lo que hizo durante un viaje con todo detalle. Sí que recuerdas si subiste a la Torre Eiffel, o te montaste en helicóptero sobre el Cañón del Colorado. O mi hermano y mi cuñada recordarán que el cabrito del niño se echó andar cuando ellos andaban por Venecia. Pero no de cada piedra que pisaron o lo que vivieron en cada momento. Yo he llegado a no recordar haber estado en algunos sitios, lugares de nombre que desconocía hasta ese momento, restaurantes que me encantaron y que ni siquiera recuerdo, alguna terracita de verano con buenas vistas. Nuestra mente selecciona lo gordo y eso lo graba y las sensaciones o vivencias menores se entremezclan y se desvanecen en una maraña de recuerdos. Y en ese sentido un diario así es algo muy interesante. Yo hice alguno hace muchos años alguna vez, pero me falló la constancia, o el que escribir a mano me resulta agotador, en comparación con lo rápido que tecleo. Hoy día es mucho más fácil tomar notas o grabar mensajes en cualquiero momento, provistos como vamos de aparatos multimedia muchos.

Y sin embargo yo llevo sin darme cuenta un par de años mandando muchos correos a gente que me pide consejos sobre ciertos lugares a los que van. Tengo correos sobre Bruselas y otras partes de Bélgica, sobre Berlín, sobre Madrid, en diferentes idiomas, que adapto según la persona que vaya. Ahí entran muchos de los lugares que me encantan de cada ciudad, dónde comer, tomarse un café con buenas vistas, y muchas cosas que no vienen en las guías y que son mis vivencias. Y muchas veces esas personas me escriben al regresar y me recomiendan lugares para que los incluya en mi lista, lo cual hago, como un bar de chupitos por dos euros en Gante, que me recomendó una prima, y al que tengo que ir. Porque viajar es mucho más que las visitas estándar a los lugares de los que todos han oído hablar. A mí me encantan que me den recomendaciones y perderme en lugares en los que no irías como turista. Y lo más divertido ha sido lo que hice la semana pasada. Un familiar holandés se encontraba con su familia en Madrid, y tras mandarle el correo correspondiente con mis consejos, como ella me iba mandando fotos y comentarios a través del WhatsApp, yo le seguí mandando más lugares donde ir, y me convertí en una guía de viajes en Madrid desde la distancia y de manera instantánea. A ella le encantaron los lugares a los que les fui mandando, y yo he tenido durante una semana mucho más trato con ella que a lo largo de todo el año.

Por eso, me encantaría que los que me siguen pusieran alguna recomendación curiosa de sus viajes, no los lugares obvios, sino algo especial. Ahora mismo pienso en las croquetas de morcilla que una amiga mía cuenta que se come siempre en Cotos, creo recordar, y que me tengo que comer alguna vez. Así que adelante: todos conocemos lugares secretos, que deberíamos compartir. Yo subiré algunos próximamente.