miércoles, 13 de junio de 2012

Berlín, siempre

Habré ido no sé cuántas veces a Berlín, tantas, que me alegro hasta de haber perdido la cuenta. Y espero volver otras tantas. Se acercan las vacaciones de verano, y como siempre hay gente que me pregunta por sitios que les recomiendo en Berlín, voy a poner aquí mis imprescindibles de la capital alemana, incluso para que cualquiera que busque en Google cualquier cosa de Berlín, aterrice aquí y a lo mejor se anime a ir a alguno de los sitios que a mí me encantan. Ilusión me haría, aunque tampoco les descubra la piedra filosofal. Pero de Berlín me quedo también con mis favoritos, como en todas las ciudades que conozco bien, esos lugares secretos que descubrí por casualidad, o porque venía en alguna guía, o artículo que guardé, y los que me encanta volver. Espero que mis experiencias sean aprovechables. No llevo comisión de ningún lugar, lo aseguro. Son simplemente mis lugares.

En Berlín se puede vivir, y tener algo que ver y descubrir cada día. La ciudad es inagotable y fascinante. ¿Pero qué ha de ver el visitante que se queda un par de días? Yo lo hago aún más difícil y propongo una visita de un día, como las que he hecho en muchas ocasiones con familia o amigos de España. Pienso que Berlín, aunque parezca contradictorio por lo que he dicho antes, se puede ver en un día. Porque es una ciudad en la que es muy fácil encontrar lo que uno buscaba y porque con un par de cosas te vas contentísimo y con la idea de que has estado en Berlín. El resto serán las 20 visitas más que se pueden realizar a esta ciudad.

Berlín en un día. No es imposible. Yo comienzo siempre en el Reichstag. El Reichstag es un imprescindible, y caminar en la cúpula de cristal impresionante, con las vistas que ofrece de la ciudad. Es recomendable reservar en internet hora, y así no tener que esperar colas interminables. Yo me chupé una vez dos horas de cola para unos amigos (lo que no haga una cuando hay mucho cariño por medio...). De ir con niños, se puede ir directamente a la entrada de minusvalidos, y en ese caso no hay que esperar.

Después continuar caminando a la Puerta de Brandemburgo, el símbolo de Berlín, y tras las fotos pertinentes, caminar paralelo a la Puerta dejándola a la izquierda, y entonces se llega al Monumento al Holocausto. Se trata de un impresionante conjunto de bloques de cemento gris, de diferentes tamaños. Hay que meterse entre ellos, y caminar. La sensación de angustia, o de estar encerrado, se siente rápido. Debajo de las piedras, hay un centro de información sobre el Holocausto no apto para los corazones sensibles. Los alemanes son tan objetivos con su pasado que lo muestran tal cual, sin florituras. Es muy impresionante este centro. Después continuar por la misma calle de la que se vino, dirección Sony Center y la Potsdamer Platz. Esta última debió ser uno de los centros neurálgicos de la ciudad, y tuvo el primer semáforo de Europa. Quedó totalmente destruida tras la guerra, y ha sido reconstruida, en un conglomerado de calles con edificios color naranja de la misma estética. El Sony Center es un conjunto de edificios muy modernos y merece la pena atisbar un momento. No picar y tomarse algo ahí. Creo recordar que me tomé el café más caro de todo Berlín ahí. Mejor tomárselo en otro sitio, pues se paga el lugar. Caminar por las calles de la Potsdamer Platz. El cine que que hay en la plaza de Marlene Dietrich (me encanta el nombre de la plaza) es el lugar de la alfombra roja de la Berlinale, el Festival de Cine de Berlín.

A continuación ir hacia el Martin Gropius Bau. Me encanta ese edificio, en el que he visto dos exposiciones, y en el que siempre hay algo interesante. Esa calle, la Niederkirchner Straße, me parece una de las más interesantes de Berlín. En ella queda un trozo considerable de muro, y a la derecha se encuentra la Topografía del Terror. En este lugar estaba la central de la Gestapo, con una cárcel que queda visible, y el lugar tampoco ahorra con el terror, y se puede visitar. Pero en Berlín toca a veces que se te revuelva un poco o bastante el estómago con los horrores del nazismo.

Seguir caminando hasta el Checkpoint Charlie, y hacer la foto típica con el cartel "You are leaving the American Sector". Luego seguir hacia la Friedrichstraße. Imposible imaginarse hoy día que esa calle era una de las principales de Berlín Este y hoy día es el paraíso del consumo, con tiendas lujosísimas, restaurantes, concesionarios de coches de lujo. En la esquina con las Galerías Lafayette (entrar un minuto a éstas y ver la construcción de cristal de su interior en la que se ven todos los pisos de arriba a abajo), torcer en la Französische Straße. En el número 24 está la tienda de los chocolates Ritter Sport. Merece mucho la pena entrar, y es imposible no gastar.

Y siguiendo por la Französische Straße se llega a mi plaza favorita de Berlín: el Gendarmenmarkt, con el teatro en el medio y las iglesias de los hugonotes a los lados. Mapa en mano ir ahora en "diagonal", en dirección hacia Unter den Linden, pero hasta la altura del Berliner Dom, la catedral. No hace falta entrar, pues la entrada es cara (yo piqué una vez, y no más), pero seguir hacia la Isla de los Museos. Aquí hay dos imprescindibles: el Neues Museum, el Museo Nuevo, donde paradójicamente hay solo arte antiguo, y donde se encuentra ahora y ya definitivamente la Nefertiti (yo la he visto en otros dos museos anteriormente) y el Pergamon, que cuenta con el famoso altar y que quita el hipo al verlo, al igual que la Puerta de Ischtar y la del mercado de Mileto. Yo me quedé muda cuando vi estas puertas dentro del museo. Y del Altar no digamos. Lástima de los tropecientos mil turistas más, pero no queda otra. Por eso es recomendable para ambos museos comprar las entradas con hora en internet. También hay una entrada conjunta para los museos de Berlín, con la que de visitar varios, sale más barato.

A continuación seguir hacia la Oranienburger Straße, donde está la sinagoga. Torcer a la derecha por esa calle, hacia el Hackesche Höfe, un patio muy bonito de tiendas y talleres de artistas. En general toda esa zona de la Oranienburger Straße es estupenda para ir de compras o a comer o tomar algo.

Con todo esto da para un día sin parar, pero para los que se queden más tiempo, pueden pasear de arriba a abajo y de abajo a arriba por Unter den Linden. Es probablemente la calle más monumental de Berlín. Por supuesto que hay que ir entonces al Kurfürstendamm, o Ku'damm, la calle más emblemática del oeste de Berlín. Me gusta mucho el Savignyplatz, con muchos restaurantes, tiendas y cafés. Charlottenburg, el "palacete" amarillito y sus jardines es precioso. El Alex, la torre de la televisión del Alexanderplatz merece la pena, por las vistas. Recomiendo reservar entradas por anticipado, pues las colas son inmensas si no. El Nikolaiviertel es bonito también. Siempre que puedo me acerco en esa zona a ver las estatuas de Marx y Engels. Ahí siguen, en el Schlossplatz, enfrente del Ayuntamiento, manteniendo el tipo, tras todo lo que ha llovido después.

Para comer me encantan estos sitios:
- Curry 36. Mehringdamm 36, en el barrio de Kreuzberg. La cola impresionante para comerse una salchicha al curry se olvida después. La mejor que me he comido en Berlín hasta ahora.
- Zur Nolle. Estilo años 20. Georgenstrasse, en los arcos del metro cerca de la Friedrichstraße, concretamente el arco número 203. Pero se encuentra bien, al estar casi al lado de la Friedrichstraße. Tienen comida muy alemana, con decoración curiosa. Muy buenos Schnitzel (los filetes empanados), y cerveza.
- Mittendrin. Sophientrasse 19, cerca del Hackescher Markt. Algo escondido, pero muy tranquilo y no turístico. Tienen buenísimos Flammkuchen, que es la versión alemana, o alsaciana, de las pizzas: una masa muy finita, y luego cubiertos de diferentes ingredientes. Muchos vinitos también.

En general, lo de siempre en cualquier parte: evitar los sitios demasiados turísticos. En general en Alemania se come bien y a buen precio. Es muy fácil encontrar muchos sitios que no son caros. El Mittagstisch, el plato del día, suele estar bien. No hay menús, como en España, pero muchos restaurantes ofrecen un plato completo a buen precio.

Tras todo esto, solo me cabe decir que me muero de ganas por volver a Berlín. Aquí quedan también otros posts que escribí en otro blog que tuve. Porque Berlín es Berlín, y habrá más posts, eso seguro.

http://encuerdafloja.blogspot.de/2010/03/berlin-siempre-distinto.html
http://encuerdafloja.blogspot.de/2009/09/ciudades.html
http://encuerdafloja.blogspot.de/2010/06/nada-nuevo-en-el-arte.html
http://encuerdafloja.blogspot.de/2009/08/imitadores.html
http://encuerdafloja.blogspot.de/2010/03/fotos-de-berlin.html

18 comentarios:

  1. Muchísimas gracias, Maria Elena. Se nota que conoces al dedillo Berlín. Con la descripción tan precisa y exhaustiva que has hecho me están entrando unas ganas infinitas de visitarla. Me encanta callejear y perderme por las calles de las ciudades que visito. Tus indicaciones me irán muy bien. Me compraré una guía y me miraré detenidamente los otros posts que has escrito sobre Berlín. Me serán de mucha utilidad. Muchas gracias de nuevo por tu ayuda.

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  2. Ah... Berlín, Berlín... yo también me muero de ganas por ir a conocer esa ciudad. No se si habrá alguna otra que pueda reunir tanta historia, actividad, cultura y actividades en una sola. A ver cuando puedo verla...

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  3. ¡De nada!
    Pues ya sabéis... y yo me apunto a mostrarla, si necesitáis guía... ;-) Suelo hacerlo gratis, como escribir :-)

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  4. Pues nada.... te tomaremos la palabra...

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  5. Eso, eso, aunque creo que sería abusar de Maria Elena. ¿A cuánta distancia está Hamburgo de Berlín?

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    1. Está a unos 280 kms, es decir unas tres horas o incluso dos y media en coche, o a 1h 20 min con el tren de alta velocidad :-)

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  6. Pues con el tren de alta velocidad se llega en nada. Ahora estoy consultando vuelos y hoteles.

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  7. Ya lo tengo todo listo. Me hospedo en un hotel que está en el distrito de Mitte justo al lado de Checkpoint Charlie. Estoy muy ilusionada, ya te contaré a la vuelta. Gracias por todo.

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    1. ¡Genial! ¿Cuándo te vas? Buena elección la zona del hotel. Podrás ir caminando a muchísimos sitios. Pásatelo muy bien. Yo me voy a España, adónde si no ;-)

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    2. A principios de julio, ya mismo!!
      ¿Merece la pena visitar el Checkpoint Charlie? Tengo entendido que es el museo del muro y que hay muchas anécdotas de cómo los prisioneros intentaban escapar.
      ¿Y al campo de concentración o a Postdam? Si vamos a Postdam o al campo de concentración perdemos ya casi todo un día en cada una de las excursiones.
      ¿Merece la pena sacar el bono para los museos? Gracias de nuevo.

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    3. Claro que merece la pena ir al museo del Checkpoint Charlie la primera vez en Berlin. Yo luego no he vuelto, pero es curioso. El bono de los museos merece la pena si quieres ver varios. Yo nunca lo he sacado pues veo uno cada vez pero si estuviese varios días seguidos lo haría.
      A Potsdam yo solo iría si estás unos cuantos días, y si no concéntrate en Berlín. La vez pasada hasta me arrepentí haber pagado para ver el palacio por dentro, pues no soy muy de palacios reales, y además de que te dan hora y está llenísimo. Sí que merecen la pena los jardines, el parque de Sanssouci, además gratis.

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  8. Pues si sale rentable el bono de los museos ya no podré sacar las entradas anticipadas por internet. Pensaba hacerlo pera evitar las numerosas colas y ganar tiempo. Quería sacar la entrada para visitar el Alex y la de los museos Pergamon y Neues.
    Gracias por toda la información.

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    1. ¿Sabes si hay posibilidad de comprar el bono de los museos por internet? ¿Entra la torre de TV o esa entrada va aparte?
      Gracias de nuevo.

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    2. Supongo que sí, entra en la página de los museos de Berlín.
      La torre de la televisión no entra en esa entrada.

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  9. Hola, Elena!
    Ya volví de Berlín, una ciudad preciosa. Me llevo grandes recuerdos. Estuvimos hospedados en la calle Friedrichtrasse (esquina Unter den Linden), donde están los concesionarios de coches de lujo (como Bentley) las tiendas más caras de Berlín (Galerías Lafayette, Gucci, Rolex...) y el Check Point Charlie. Estávamos muy cerquita de la catedral de Berlín y de la plaza Gendarmemarkt. La ubicación fue perfecta.
    Me desilusioné porque Berlín estaba llena de obras. Todos los monumentos importantes estaban rodeados de enormes vallas. Aparte, al ser verano y coincidir con la Copa de Europa de futbol, había andamios en todos los edificios emblemáticos. Al coincidir que se celebraba la copa de Europa de fútbolo, en la puerta de Brandenburgo habían instalado andamios para alojar una televisión gigantesta con la finalidad de retransmitir los partidos de fútbol. Delante de los museos importantes (Bode, Pergamon...) también están haciendo obras en el río.
    Me he propuesto volver a Berlín pasados 5 años, espero que para entonces las obras ya estén acabadas y poder gozar del esplendor de la ciudad con todos sus momumentos ya restaurados.
    He visitado todos los lugares que me dijiste: el Hilton y la chocolatería más antigua de Berlín ( que estaban justo al ladito del hotel). El curry 36 estaba cerrado, supongo que por obras también, pero pudimos disfrutar de las deliciosas salchichas en muchos puestos ambulantes de la ciudad. Visitamos las estatuas de Marx i Engels. También visitamos los principales museus: Atles, Pérgamo ( alucinamos con el portal de Pérgamo y la puerta de Ischtar), Neues y el museo judío (impresionante el edificio!).
    Etuvimos también en Alexanderplatz y cómo no, subimos a la torre de la televisión. Las vistas son impresionantes.
    Nos perdimos un día por el barrio judío. Vimos su bonita sinagoga y estuvimos paseando por el Hackesche Höfe. Nos llamó especialmente la atención el patio número V con la tienda dedicada al peatón de los semáforos.
    Otro día lo dedicamos a subir a la cúpula Reichstag. No había mucha gente y sólo hicimos media hora de cola. La cúpula de cristal es una verdadera obra de ingeniería y las vistas de Berlín son espectaculares.
    También vistamos el monumento al holocausto, la topografía del terror, donde experimenté muchísima tristeza y muchísima angustia, sobretodo en el último lugar.
    También curioseamos por Postdamerplatz con su bonito Sony Center y la alfombra roja de la Berlinale.
    Como ves, has estado muy presente durante nuestro viaje y creo que hemos visto todos los lugares que nos has recomendado. Ha sido un viaje muy aprovechado.
    También hemos probado tus sugerencias culinarias ( el filete empanado, la pizza alemana, las salchichas al curry...).
    Muchas gracias por tus consejos. Gracias a ti hemos podido organizar nuestro viaje y nuestras rutas por Berlín. Te estoy muy agradecida.

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    1. Me alegra en sobremanera lo que me cuentas y que quede tu completísimo relato como complemento al mío. Conozco todos los sitios que mencionas, hasta la tienda del Ampelmann, el hombrecito con sombrero de los semáforos. Qué mala suerte con tanta obra y andamio. Así estuvo Berlín durante años tras la caída del muro, pero ¿ahora? Admito que en mi última visita, en mayo, no me adentré al centro y fui a otros lugares de la ciudad. Pero ya conoces mi lema: a Berlín se puede ir muchas veces. Es una ciudad inagotable. Gracias a ti también.

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  10. Pues sí, ahora tengo una excusa para volver :-)
    Aún me quedan muchas cosas que ver. Gracias.

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