domingo, 20 de octubre de 2013

Al caer

Termina la semana y seguimos sin coalición de gobierno. El partido de Merkel sigue tanteando a los Verdes y a los socialdemócratas y todavía no sabemos con quién se aliarán para gobernar. Tampoco ha dimitido todavía el obispo de la diócesis de Limburg, que el lunes fue a Roma a hablar con el Papa. Tras salir a la luz que el arreglo de su casa al lado de la catedral de Limburg ha costado 31 millones de euros, en Alemania ese hombre va a durar poco. Es el momento de que el Papa, que hablaba hace poco de que la iglesia necesitaba austeridad, predique con el ejemplo. Como decía el otro día un locutor en la radio comentando las fotos de la vivienda que han sido publicadas, para qué necesita un hombre que vive solo un baño con dos duchas... Y eso es un ejemplo pues 31 millones de euros es mucho dinero. 

Pero el buitreo, ya se sabe... Ayer lei una noticia curiosa y que casi me tranquiliza: tras terminar la exposición internacional de jardines que ha tenido lugar en Hamburgo desde la primavera, dieron paso libre a todo el mundo para que pasearan por el recinto. Y se produjo un espectáculo bochornoso: la gente empezó a arrancar flores y plantas para llevarse a casa. El problema no eran las plantas que perecen tras una temporada sino que la gente arrancaba las que debían seguir en el parque, que se mantendrá. La masa incluso quitaba barreras y entraba en zonas no permitidas al público. Tuvieron que poner orden en la marabunta descontrolada.

Si digo que me tranquiliza es porque el buitreo es internacional y aquí parece que por unas plantas la gente mata. Pero da vergüenza ajena pensar en la imagen de la gente saqueando el parque. Así que lo del obispo está abochornando a toda la iglesia y a los que no están en ella. Muchos obispos han hecho público su patrimonio para evitar críticas y distanciarse del coleguilla manirroto. Y desde que salió la noticia, muchos católicos se han salido de la iglesia, y eso significa que dejan de pagar la cuota que se paga aquí si te declaras miembro de alguna de las iglesias, católica o protestante, y que te descuentan diréctamente de la nómina. Eso hará que la misma iglesia presione para que dimita el obispo, que además, como los políticos que aquí caen en desgracia por corrupción o abuso de poder, no tendrá ninguna credibilidad alguna. Por eso me sorprende que esté terminando la semana sin que haya rodado su cabeza. Con el antiguo Presidente Wulff tuvimos que esperar un año. No creo que el obispo dure tanto, pero Urdargarin y la Infanta se deben tronchar de risa de que en otros países el acoso y derribo sea efectivo una vez probada la culpa. 
 

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