sábado, 21 de mayo de 2016

Oda a la wifi gratis

Durante mi estancia en Helsinki he estado muy sorprendida de que hubiera internet por todas partes. Sólo faltaba en los parques. No es que considere que no se pueda estar en ningún momento sin ella (bueno, sí), pero da que pensar que en el mundo tan conectado en el que vivimos, en algunos países no haya o funcione tan mal en muchos casos. 

El otro día me dio que pensar que hasta en la noria, ¡y en las alturas!, había wifi y funcionaba de maravilla y al momento recordé la atracción de feria que precintaron en la verbena de San Isidro por estar soportada por barriles de cerveza. Tampoco tiene que haber wifi en una noria, de acuerdo, pero lo prefiero a la chapucería castiza.

Hay viajes que te hacen pensar. Ahora, de vuelta de Helsinki, reflexiono sobre  ese extraño país donde hasta dentro del avión en la pista se recibe la wifi del aeropuerto. La sensación es que en otros países nos toman el pelo y que las empresas de telefonía se deben ahorrar mínimos gastos que aún así racanean.

Que yo no quiero vivir en Finlandia (mi religión, que es el miedo a la oscuridad y al clima me lo impide), pero que otros países europeos no hagan como si una wifi accesible en todo momento sea un imposible o una quimera.

martes, 17 de mayo de 2016

En Helsinki

Día 4 en Helsinki. Esto es otro mundo y eso que mi vida la considero nórdica ya, pero al lado de Helsinki Hamburgo es Andalucía. Se les nota la tranquilidad que les da que les toquen varios miles de árboles por habitante, unos cuantos lagos por persona y noches eternas en invierno. Les gusta el karaoke, a juzgar por la cantidad de bares que hay para ello, y la comida es algo peculiar con carne de reno y otra forma de condimentar todo. Es muy caro comer,  pero luego como turista la vida no es cara, con lugares gratuitos para visitar o bastante baratos. 

Pero resulta muy interesante la mezcla entre Rusia y Escandinavia. Finlandia fue Rusia hasta 1917, cuando se declaró la independencia, y así hay lugares en la ciudad, como la Plaza del Senado, que recuerda a la Rusia de los zares, con estatua de uno incluida en el medio.

El arquitecto Alvar Aalto es otro que ha dejado una huella importante en la ciudad, con su arquitectura blanca de líneas claras, que tanto le va a la ciudad. Impresionante la Librería Académica y el Pabellón de Finlandia.

Y agua y naturaleza por todas partes e islas e islas, en las que se empeñan en vivir porque sí, porque para eso son finlandeses y la tranquilidad se celebra día a día. Yo no podría vivir aquí, y más habiendo esos inviernos oscuros e interminables. Ahora, con la luz, parece otra cosa, pero el aspecto de la gente y la ciudad, te recuerda en todo momento que debe haber días muy "finlandeses". Las tasas elevadas de alcohol y suicidios no engañan. 

Como viajar es cultura y de todo se aprende, estoy contenta de estar aquí y ver que hay mundos más allá del norte.

domingo, 8 de mayo de 2016

No sólo madres

Hoy es el Día de la Madre en Alemania, al igual que en otros países, mientras que en España fue hace una semana. Buen momento para la reflexión siempre. Somos legión y la base de la vida de nuestros hijos. Que no se ofendan los padres que conozco, pues ellos quieren a sus hijos igual que nosotras, no lo dudo, pero la sociedad nos educa a nosotras en el convencimiento de que lo tenemos que dar todo por nuestros hijos, y sinceramente, tampoco creo que esto sea justo y bueno siempre. Yo, sin querer figurar demasiado, me siento madre por partida doble y por eso me creo en mi derecho de poder celebrar por lo menos dos días, si no todos.

Una madre es ese ser que relega todos sus intereses personales por el bien de sus hijos; una que deja todo lo que está haciendo, por muy importante que sea, por ayudar a sus hijos o atenderlos cuando lo requieren; alguien que lo da todo y exige poco o nada a cambio, que hace las cosas y no espera que se lo agradezcan o se lo reconozcan, que antepone en todo momento las necesidades de sus hijos a las suyas propias. Y sin embargo debemos, como madres, plantarle cara a todos y decirles que ahí estamos, y que no somos invisibles, que también necesitamos mucho y que todo lo que damos a veces va en nuestro propio detrimento, y que estamos de prestado, porque en realidad tenemos que cuidarnos a nosotras mismas porque en un futuro nuestros hijos vivirán su propia vida y nosotras nos quedaremos con la nuestra. Por eso debemos afianzarnos en lo que somos: no un mero sacrificio sino personas fuertes que guían y educan a vsus hijos mostrándoles igualmente que nosotras somos personas y que lo damos todo, sí, pero que también tenemos nuestras necesidades. Que es legítimo reclamar y no sólo dar, y sentirnos reconocidas. 

En ese sentido el Día de la Madre juega un papel importante, para llamar la atención de la sociedad, y por recordarle al mundo que ser madre es lo más normal del mundo, pero a la vez una lucha heroica día a día.