sábado, 27 de agosto de 2011

Sin título

El post de hoy no lleva título, pero dejarlo en blanco, me parecería leve. Prefiero dejar constancia de ello, y celebrarlo incluso. Porque los que se me vienen a la mente incluso antes de escribir este post son los siguientes: Con la lluvia no se equivocan. Sin comentarios. Deberían prohibir todo evento al aire libre. La imposibilidad de planear. Como chafar una primera vez. Lo hemos intentado.

Todos y cada uno de ellos irían bien cómo título a una entrada de blog que me había guardado hasta el concierto de ayer. Mi grupo favorito alemán es una banda berlinesa de nombre Wir sind Helden, cuya música es escuchable en todos los estados de ánimo, desde alegre a mustio, de meditativo a seguro. Y la voz de la cantante es siempre como una voz en off, aplicable para todo. Pues bien, ideal hubiese sido hablar hoy, y no otro día, de este grupo y su música, haciendo un repaso al concierto de ayer. Sin embargo, ahora me toca explicar los diferentes títulos:
  • Con la lluvia no se equivocan. El pronóstico del tiempo de ayer decía que tras un día de 29°C con humedad como en los trópicos, por la tarde/noche tendríamos una tormenta con aires huracanados, granizo, truenos y relámpagos. Aquí se equivocan con pronóstico de sol, que a veces nos anuncian, pero que luego no acaba de salir, pues la "sopa espesa", como se llama aquí a las nubes y niebla, no nos dejan verlo en días en los que debería salir; pero con la lluvia siempre aciertan. Si dan 90% de lluvia, caen todas las gotas anunciadas, e incluso más. Si dan 10% también. Yo a veces me sorprendo por esas cuatro gotas que caen, y me digo "ah, el 10% anunciado". Y qué decir de tormentas y tempestades. Si tocan tocan..., por mucho concierto al aire libre que hayan organizado.
  • Sin comentarios. Y sin embargo, cuando tras haber actuado el telonero (ése sí que tuvo suerte) y a punto de salir Wir sind Helden al escenario, se levantó el aire diciéndonos de dónde venían la tormenta y empezamos a oír truenos a lo lejos, todos en el público, empezamos a sacar chubasqueros y paraguas, al unísono. La banda empezó a tocar y durante la primera canción no llovió, pero el resto sí, y a mares. Indescriptible la sensación de estar con un chubasquero, un paraguas, y aún así ponerte pingando en un concierto de "verano" y viendo que no iba a parar.
  • Deberían prohibir todo evento al aire libre: cine de verano, conciertos, verbenas, ferias, mercados de artesanía. No tiene sentido organizar nada en VERANO en este país, pues el verano es una ilusión. Les cuesta aceptarlo, pero deberían. Creo que si se aceptase que lo que hay es esto, dejarían de hacernos creer que en verano se pueden hacer muchas cosas al aire libre, porque aquí no hay aire libre, pues le pertenece a la lluvia. Por supuesto algo así es fuerza mayor, pero aceptemos que la fuerza mayor hace imposibles las menores, como la organización de un evento al aire libre, por muy grande que sea.
  • La imposibilidad de planear. En marzo, cuando compré las entradas, la idea me pareció muy buena. Mis hijas y yo, en un concierto juntas, en verano, al aire libre, en un parque, en un sitio de conciertos al que no he ido nunca por mi escepticismo ante todo lo que se hace al aire libre aquí en verano, incluso barbacoas o cumpleaños planeados con meses de antelación. Y no digamos de vacaciones en las playas alemanas.
  • Cómo chafar una primera vez. Este concierto era el primero de mis hijas. No era para niños, pero que una madre vaya con sus hijas no tan pequeñas ya a un concierto de un grupo pop/rock, no es nada raro. Y a mí me hacía mucha ilusión llevarlas. Su desilusión fue ver que en un concierto de mayores no se ve mucho, y les expliqué que en un concierto con alemanes o nórdicos como público, los bajitos no vemos mucho, y que si tienen suerte y se hacen más altas que yo (algo que no es difícil), a lo mejor tienen más suerte que yo en conciertos futuros. Pero cuando empezó a diluviar, aguantaron el chaparrón y nunca mejor dicho, con una estoicidad impresionante. Cuando a la media hora, la cantante, Judith Holofernes, anunció que tenían que interrumpir el concierto, mis hijas se quedaron tan mudas como yo. La pequeña me dijo que ni siquiera habían cantado sus dos canciones favoritas...
  • Lo hemos intentado. Con esa frase se disculpó la cantante del grupo. Que lo sentía, que lo habían intentado, pero que les habían dicho que había que parar, por motivos de seguridad. Me imagino que la reciente muerte en Bélgica de 5 personas y los muchos heridos al venirse abajo una lona en un concierto al aire libre, hizo que se previniese antes de tiempo. Y es que 30 litros por metro cuadrado y vientos con velocidad de 180 km/h era para temer lo peor en una concentración de muchas miles de personas. Así que tras media hora de concierto, y siete canciones, salimos ordenadamente, todos muy calmados, paraguas en mano, camino del metro. Yo iba de muy mala leche pero con mi visión de futuro en los momentos en los que no me puedo reír de nada, y aseguro que el tiempo de Hamburgo me hace perder los estribos, les dije que cuando sean mayores, le podrán contar a sus hijos o hablar entre ellas de que jamás se les olvidará como fue su primer concierto de mayores: "¿Te acuerdas de cuando mamá nos llevó al concierto de Wir sind Helden, la que cayó, y que lo tuvieron que interrumpir?" Les dije que se reirán a carcajadas. A mí ahora mismo no me hace ni pizca de gracia, y no es ya por el dinero que costaron las entradas, sino la rabia que me da que esto no es casual, y que el tiempo en Hamburgo, o Alemania, te arruina tus primeras veces. También yo, como Wir sind Helden, al menos lo intenté.
Y si alguna vez vuelvo a un concierto de Wir sind Helden, será en un recinto cerrado, lo prometo. Porque aquí no hay que dejar nada a la improvisación meteorológica. Ni las entradas de blog.

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