domingo, 18 de septiembre de 2011

La política de no hacer política

Los resultados de la elecciones de Berlín hoy son los esperados, pero no por ello menos sorprendentes. Primero, la fuerza más votada es, como se suponía, el SPD (un 28 %), la socialdemocracia, con el actual alcalde de Berlín Klaus Wowereit a la cabeza, que lleva 10 años en el puesto. Segundo, el FDP, los liberales, se quedan fuera, y no consiguen ni un 2% de los votos, por lo que no entran ni en el parlamento. Tercero, el partido Pirata, como suena, entran en el parlamento, y se convierten en los indignados de las elecciones y los que les han robado programa y política a los que no la tienen con nuevos temas.

Wowereit ha dejado en todo momento abierto con quién se coalicionaría, tras diez años unidos a los Linke, la Izquierda, y que se quedan fuera del gobierno esta vez, y puede, para esta tercera legistatura, unirse a Los Verdes, o formar una "gran coalición", con la Unión, CDU, la derecha. Ha perdido votos respecto a las pasadas elecciones, pero ha hecho campaña consigo mismo a falta de temas e ideas. Ha repartido ositos con su nombre, la ciudad estaba llena con fotos de sí mismo sin lema, simplemente con el nombre de su partido, el SPD, en la parte inferior de las imágenes. Que en sus 10 años de gobierno no ha logrado gran cosa, que Berlín como ciudad-estado tenga una tasa de paro que dobla a la media del país, que en educación estén a la cola de todos los estados federales, y el saldo de gobierno sea una deuda de 63.000 millones de euros (hace 10 años eran 40), no ha invalidado su lema de "Berlin verstehen", 'entender Berlín', que es por lo que parece que le ha votado la mayor parte del electorado, la prueba de que la gente vota a personas, y no programas, partidos o resultados. Pero un 28 % tampoco es un éxito, y menos para una tercera legislatura.

El perdedor de la noche es el FDP, que se ha hecho el haraquiri en las últimas semanas utilizando el euro como campaña, y ahora toman la derrota como lo que es: un debacle a nivel nacional. En las elecciones de este año en diversos estados federales, salvo en las de Hamburgo, se han quedado fuera, según la ley electoral alemana que exige para entrar al parlamento de cualquier gobierno un 5% de votos.

Los Verdes han aumentado su resultado, pero se esperaban más. Kunast es un personaje muy fuerte en su partido, y quería ser la alcaldesa, pero la campaña se le fue de las manos frente a un contrincante tan carísmático como Wowereit que hacía campaña consigo mismo.

Y la segunda fuerza tras las elecciones, la CDU, ha hecho campaña con los coches ardiendo en Berlín, noche tras noche. En lo que va de año más de 350 han ardido, en una especie de protesta que no sirve de nada, un decir "Quemo coches, y por tanto existo", que no lleva a ninguna parte, por muy "tolerante" que sea Berlín. Así que por muchos coches que ardan, un 23% para la CDU, como partido de derecha, y representante de Merkel en Berlín, tampoco es como para celebrar.

Los que si que celebran son los Piratas, que han obtenido un 9%. Que tomen nota los piratas españoles, que a mí siempre me han parecido más numerosos que aquí. En Alemania por supuesto que se realizan descargas ilegales de internet, pero no con el alarde público que se hace de ello en España. El partido Pirata, sin embargo, las defiende como política, con su lema "Freiheit im Internet", 'libertad en internet' como punto de lucha. Su programa político no habla de economía o de ninguno de los puntos "clásicos" en campaña, sino de transparencia en los derechos de los ciudadanos, y piden internet en todos los lugares públicos. En realidad son el partido protesta, y ahora anuncian con extender su éxito de Berlín a un nivel nacional.

Esta vez no se ha atrevido el actual y futuro alcalde y presidente de Berlín a utilizar su eslogan favorito de otras elecciones, "pobre pero sexy", refiriéndose a Berlín. Berlín es sexy, efectivamente, su alcalde, homosexual además, y representante del buen rollito. Se presentó hace años en política anunciando que sí que era gay y que eso estaba bien así, y Berlín ha elegido seguir con el estado actual de las cosas, que no supondrá ninguna mejoría, salvo la apertura de un nuevo aeropuerto al año que viene, y poco más, pues además, hoy, en unas declaraciones en televisión tras su victoria, Wowereit ha dejado claro que le da igual una coalición con Los Verdes o con la CDU. Yo diría que no es lo mismo, pero tras estos resultados, qué más da todo.

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