martes, 27 de septiembre de 2011

El Jenischpark y sus sorpresas

A veces tenemos suerte de toparnos con lagunas nuestras expuestas en museos, que nos devuelven la impresión de lo mucho que hay que ver y saber por el mundo. El viernes me acerqué a un parque maravilloso de Hamburgo, el Jenischpark, que en una ciudad que de por sí es un bosque y un deleite para cualquiera al que le guste observar árboles, es un parque gigante que presenta algunos que bien podrían ser "top models", si se eligiesen lo mejor de lo mejor en categorías por fin interesantes para el mundo.
Fui también a la llamada de un museo que ya conocía, pero al que periódicamente me gusta volver, el de Ernst Barlach, con la obra escultórica de este artista tan conocido en Alemania y que fue prohibida por los nazis. Había además en él otra exposición de un pintor alemán que yo no conocía, Helmut Kolle, titulada "Un alemán en París". Que este pintor pintase toreros y corridas, entre otras cosas, me hizo que pareciese muy cercano y pero que consiguió tener tanto éxito en el París pictórico de los años 20, me era totalmente desconocido, al igual que su nombre.

Pero la sorpresa fue la otra exposición, que vi porque quise entrar en la Jenischhaus, la mansión de la familia Jenisch que hoy día es parte del Museo de Altona, y que domina ese parque de estilo inglés y con vistas al río Elba. Aparte de los muebles y decoración de esta "casita" del que fue senador de Hamburgo, por lo que tiene el punto aristocrático de los palacios que no tiene esta ciudad, la parte de arriba ofrece espacio para exposiciones. El título de la exposición era: "Los pájaros de Centroeuropa. Acuarelas de Johann Friedrich Naumann". Pero un cartel al subir a la escalera decía más: "Un genio olvidado". Naumann cuenta como el fundador de la ornitología en Alemania, y a su interés por los pájaros, se le unía un talento único para el dibujo, lo que le distinguía de otros estudiosos de la materia que tenían que encargar los dibujos a otros. Carecía de medios para realizar los viajes que le hubiesen permitido observar más ejemplares, pero con alguna ayuda pudo desplazarse a Hungría, y a las islas de Sylt y Helgoland, en el Mar del Norte. Pero la mayoría de sus textos y grabados los realizó en su casa.

El interés por los pájaros le venía de familia: al almanaque de cuatro volúmenes que realizó el padre Naumann, se le unió el del hijo, de doce volúmenes, con la diferencia de que este último realizó los dibujos el mismo. Dedico toda su vida a explicar la vida de los pájaros, y a la creación de sus obra con sus ilustraciones, y fue un ornitólogo muy respetado en vida. Pero como pone a la entrada de la exposición, cayó en el olvido, ya que no es un nombre que suene ni como científico, o como "poco" por su obra de arte. Todavía queda un mes de exposición, y los que puedan ir a verla, que vayan a ver esta sorpresa temporal del siempre sorprendente Jenischpark.

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