Me estoy poniendo nerviosita por momentos. Mañana es la vuelta al cole. Sí, no se asusten, que a ustedes no les toca, sino a mí. A 2 de agosto que será mañana, pueden darse la vuelta tranquilos en la toalla, mover con la pajita los hielos del mojito y dar un sorbo, pueden darse un paseo por el ídem marítimo, o pueden seguir trabajando los últimos días antes de irse de vacaciones este mes y disfrutar por fiin. Nosotros ya hoy estamos preparando carteras, bolsas de deporte, y mentalmente yo ya estoy estresada, pues he visto en internet el horario de mi hija mayor (hoy día está todo en este medio), y empiezo ya a pensar en el encaje de bolillos en el que se convierte cada curso mi día a día, entre los horarios de mis hijas, y mis clases, las que doy dentro y fuera de casa. A todo esto trata de poner una cita de médico, como yo antes, y el estrés es, y ya me matan, pues mi mente sigue con el chip de que en agosto no hay cole ni tanto estrés.
Algo está mal en este país si a 2 de agosto empieza el cole. Bueno, puede ser peor aún, como el año que viene, en el que empezaremos el día 1. Y en dos años pegaremos el salto otra vez, y empezaremos a tener vacaciones a partir de mediados de julio, y volviendo a clase a finales de agosto. Prefiero esa modalidad, o prefiero más aún ser bávara. Me explico: en Alemania hace ya muchos años, en los años 60, acabo de ver, decidieron que las vacaciones de verano no empiezan siempre el mismo día en todo el país, sino que los Estados Federales van rotando, y así entre mediados de junio y mediados de septiembre, hay siempre algún estado de vacaciones. La idea es repartir así a la gente, y controlar algo los atascos. Pero los bávaros (y Baden-Wüttemberg también), que son muy listos, hace 20 años que consiguieron que sus vacaciones de verano sean siempre fijas, siempre todo el mes de agosto, y hasta mediados de septiembre. Y los demás rotamos.
Hasta ahora no había tenido mala suerte, y más o menos hasta mediados de agosto hemos tenido siempre libre. Pero este año nos toca a nosotros y a los de Schleswig-Holstein y Berlín, y quizá más, volver ya mismo, nosotros los primeritos. La gente con la que hablo del tema, está descontenta, y todos dicen lo listos que fueron los bávaros negándose a rotar. Normalmente además, el mes de julio aquí suele ser muy lluvioso y malo, y agosto suele ser mejor. Así que nada, como venga el calor, encima me tocará oír a la gente decir que con calor no se puede trabajar ni hacer nada. Aquí tienen el clima y los horarios que se merecen. No yo, eso está claro, que sigo pensando que agosto no es compatible con la palabra colegio. Qué se puede esperar de un país así. Me callo por cómo están las cosas ahora mismo, que si no...
te veo un poco quemadilla con los teutones..yo también tengo esas fases...
ResponderEliminarjajaja, algo... Tengo rachas. Ahora muy mala por el clima y por la vuelta al cole en agosto. Luego será por los colegios, por la nieve, por el hielo... Pero el otro día me fui a coger fresitas toda feliz! Tengo mis ratos de idilio con el país :-)
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