domingo, 12 de agosto de 2012

16 días

Hoy terminan los Juegos Olímpicos de Londres y habrá que esperar otros 4 años para los siguientes. Siempre que terminan pienso que no he visto apenas nada, pero tampoco soy capaz de verme una competición de esgrima o saltos de trampolín. Lo único que veo es algo de atletismo, y esta vez la inauguración y la de clausura, y eso por ser Londres. A mí me ha acabado por entrar agobio musical, con tanta estrella mundialmente conocida en un solo país. Pero los británicos como anfitriones también se han llevado muchas medallas, y no solo discos de platino. Los que mas medallas han ganado han sido los chinos y los americanos. Apuesto a que nadie de ustedes sabría nombrar a un medallista chino. Han dominado las Olimpiadas como dominan el mundo: en silencio, con el sello "Made in China". Pero todos recordarán a Phelps y a Bolt. De este último vi las carreras y observé las caras antes de la competición de sus contrincantes: todos parecían disculparse por no poder hacer nada al competir con Bolt. La mayoría de los deportistas participantes no han ganado ninguna medalla, ojo al dato, por muy obvio que sea. Eso significa que la mayoría se ha preparado los cuatro años antes para nada. Lo bueno es que lloran todos: los que pierden, y los que ganan, el que pierde en el último segundo o los que ganan y no se lo creen. Los alemanes parecen irse contentos tras ser la sexta nación en el número de medallas, pero aquí el optimismo no se mide en las que ganaron sino en las que se perdieron, como hacen las crónicas del día haciendo balance, más bien negativo. Yo me quedo con el oro de los dos chavales alemanes que ganaron en vóley playa a los brasileños. Olvídense de Copacapana: los brasileños son ahora segundones y las playas alemanas crean héroes, aunque entrenen a techo cubierto si hace falta. El punto trágico lo puso el otro día el levantador de pesas alemán al que se le cayeron los 190 kg encima de su cuello de las pesas que tenía en el aire. O la competidora en canoas, que tuvo que irse antes de tiempo al descubrise que su novio está metido en grupos neonazis. La pregunta ha sido si ella sabía o no, pero en cualquier caso la echaron, por si acaso.

Viendo ahora el espectáculo en el que siguen cantando y bailando todos, me pregunto qué tendrán que hacer los brasileños dentro de 4 años sin Beatles, Pet Shop Boys, Madness, George Michael o Anni Lennox. Oiremos la chica de Ipanema en todas sus variedades y el "Ai se eu te pego". Creo que Londres ha creado estrés a todos los que organicen unos juegos olímpicos después. Menos mal que Madrid no ganó, pues con la situación económica sería lo que nos faltaba. Aunque aquí los alemanes antes de comenzar los juegos dijeron que los ingleses están también en bancarrota y que se iban a gastar el dinero que no tienen en la fiesta. Pero que celebrasen 16 días, que luego vendría la tía Merkel con las rebajas. Eso lo añado yo. Pero qué más da, pues ahora me quedo muda al oír la que es mi canción favorita, el "Wish you were here" de Pink Floyd. Qué bien celebrar y disfrutar cuando uno puede, pues luego quedará una canción así, para siempre.

5 comentarios:

  1. Querida castúa:
    yo de los juegos...he pasado olímpicamente...como siempre...y menos aún cuando ese moreno dice que es una "leyenda viviente" .Cada vez me sorprendo más qué poco tienen algunos en la camocha.Me alegro por las chicas,que han conseguido un montón de medallas..pero es que el deporte profesional me la suda ya desde hace muchos anhos.Me lopaso mejor viendo un partido de gente joven ode la liga regional ,antes que ver a esos ninhatos tautados y millonarios....

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    1. Esta bien eso de pasar "olímpicamente" de los juegos, nunca mejor dicho. Y sí, a eso me refería yo con lo de las medallas de los chinos. Ésas nos dan más igual, pues no son tan mediáticos.
      Y si me permites, atención al vocabulario ;-)

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  2. Si algo mágico tiene la música, es la capacidad de quedarse grabada en una nuestra memoria asociada a situaciones y a momentos. Muchas veces son tristes, y por suerte, muchas otras son alegres. Y otras en cambio, tienen ese punto agridulce en las que nos recuerdan un momento malo, pero muchos buenos.

    La música queda para siempre, y los momentos vividos también. Uno de mis grupos favoritos, por no decir el que más, es Queen, y dos de sus canciones que más me gustan son One year of Love y I was born to love you. Que cruel la vida, cuando se llevo a Mercury a siete meses de la ceremonia de inauguración de Barcelona 92, y cuando podría haber completado ayer la clausura junto a Brian May en ese nuevo Wembley, reviviendo, el que para mi ha sido su mejor concierto de la banda en 1986 (pese a que ninguna de esas dos canciones sonaron entonces :( ).

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    1. Ufff, es que Queen es mucho... Yo me quedo definitivamente con "Too much love will kill you", pero es difícil elegir.

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    2. Cierto, la elección es muy muy difícil....

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