Sigo posponiendo leerme el artículo del semanario Spiegel sobre España, pues sé que me voy a poner mala ya que suelen tener razón; también prefiero ahora mismo no comentar la decisión hoy del BCE, y comentar todas estas noticias desesperantes en la actualidad. Antes, en las noticias de la noche, han hablado de nuevo de la situación de España, de que uno de cada dos jóvenes está parado, de que se ha vivido por encima de las posibilidades del país, de que hay que proteger la exportación española, también de empresas con mucho éxito españolas, como Mango, Repsol o Telefónica, o Tuenti, que quiere expandirse a Alemania. Que para agosto hay dinero, pero que para septiembre podría ser que no. Ahí queda todo eso que han dicho. Yo me pongo mala cada vez que veo las noticias, y eso que vivo aquí.
Por eso prefiero llenar el verano con noticias más de esta estación, y eso que hoy, como dije ayer, a 2 de agosto hemos vuelto al cole; alegría, alegría, sigue siendo cierto. Llevo días preguntándome por qué a los deportistas de élite, es decir €lite, siempre les salen novias modelos, ésas tan bien puestas, jovencísimas y despampanantes, muchas desconocidas hasta que no salen con ellos. Deben estar todas desesperadas por acercarse a futbolistas, pilotos de carreras, y otros, para de esa manera, lanzarse al estrellato, pues en muchos casos, incluso rota la relación, les acompañará la fama y muchas seguirán siendo "la ex de". Debe compensar, está claro. Pero qué casualidad que haya tanta modelo cerca de tanta prominencia deportiva. Habría que hacer estadísticas de cuántos se lían con chicas normales, y cuántos con esas criaturas.
Pero claro, en algún lugar tienen que buscar esos pobres chicos o chicas. Yo me reí el otro día mucho cuando me di cuenta de que los tipos que me salían en un anuncio en mi ordenador para buscar pareja en internet siguen siendo los mismos que me salían bastante antes de irme de vacaciones, con foto y edad. Y lo malo es que me suenan sus caras sin haber buscado jamás. Lo que hace la publicidad esa que se te mete en tu ordenador sin tú quererlo. Al verlos, pues ya conozco las caras de algunos, me dije "ay, pobre, todavía sigues solo". Si fuese Fernando Alonso no sería el caso, claro. Pero qué fácil lo tienen estos famosos. Antes he leído el notición del verano, sobre la pareja del verano en Alemania, o digo yo que debería serlo, pues yo me he quedado anonadada: el antiguo canciller alemán Helmut Schmidt, a sus 93 años, y tras morir su esposa hace dos años, tiene novia. Se trata de una señora 15 años más joven que él, o sea, de 78 añitos, que siempre ha trabajado para él, como secretaria desde los años sesenta, y luego como colaboradora en su archivo y trabajo para el semanario Die Zeit. Cuando se murió su queridísima Loki hace dos años, se dijo que no iba a poder vivir sin ella, pues se conocían del colegio y fueron pareja desde la adolescencia. Y ahora ha encontrado una más joven. Hombres. O modelos o más jóvenes.
Y luego algunas son unas brujas, dicen las malas lenguas. El otro día en el médico aproveché la espera para empaparme de revistas de cotilleos y ponerme al día. La que es mala, malísima es la segunda mujer de Helmut Kohl, el canciller que realizó la unificación alemana. Tras morir su primera mujer en circunstancias no muy aclaradas (parece que se suicidó tras vivir encerrada en la oscuridad de su casa por una enfermedad de la piel que no le dejaba exponerse a la luz), se casó a los pocos años con una mujer "cercana" a la cancillería de entonces, muchísimo más joven, con la que las malas lenguas dicen que tuvo un lío mucho antes. Ahora resulta que parece que le tiene encerrado en casa, cuidándole, y apartado de sus hijos, amigos y del mundo, que tanto le debe. Lo cuentan su antiguo chofer y su ama de llaves, que sufren lo indecible por no poder tener trato con él.
Espero que Helmut Schmidt, personaje hamburgués donde los haya, de pura cepa, y unido a la ciudad como pocos, a sus 93 años tenga más suerte y no lo encierren. Dice estar feliz. Lo que las fotos demuestran es el parecido que la nueva tiene con su mujer. Así que como vemos, nada ha cambiado en el mundo. De las trepas, a los buenos partidos de 92 años que encuentran a alguien rápido. De las esposas perfectas primeras, a las brujas pirujas en algunos casos después. Todo sigue igual.
Y sin embargo sí que pienso que algunas cosas han de cambiar, pues anoche mi hermana y yo nos reímos cuando nos acordamos de una situación en el pueblo de mi madre de hace un par de semanas. Estábamos sentadas fuera cuando alguien se nos sentó en el poyo, lo mejor de muchas casas, y empezó a contar de las fiestas, que serán ahora en agosto, de las actividades que habrá, entre otras un partido de fútbol de solteras contra casadas. Yo miré a mi hermana y le dije que y las divorciadas o separadas qué, que si no pueden jugar. Y anoche me contaba que alguien le dijo que en su pueblo hacen lo mismo, pero que en el equipo de casados no había suficiente gente y tuvieron que poner a solteros, de los que había exceso. Así que habrá que cambiar esas estructuras, y mejor aún, ver natural que una mujer de 93 años se líe que un joven de 78 o muchísimos años menos aún. A ver Merkel qué nos depara en un futuro.
Curiosas situaciones. Quince años de diferencia pueden ser mucho o poco. Alguien de 40 con otro alguien de 25, puede parecer demasiado, y no pongo adrede géneros a las edades. En cambio de 93 a 78, ya no me parece lo mismo. Si bien es cierto que hay o parece haber una historia muy larga detras de todo esto, no dejo de aplaudirlo. Ambos tendran hijos, nietos, y quiza bisnietos que seguramente se opongan (ay las herencias...) y ambos contrayentes han hecho lo que les ha dado la real gana. Chapeau por los dos. Y aunque la luna de miel sera tranquila y no de pasión loca, espero que pasen mucho tiempo juntos. Creo que lo merecen por tenen las cosas tan claras, y hacer su voluntad en contra de la (posible) opinión de los demás.
ResponderEliminarY tan claras las tienen: de momento han dicho que no quieren "apresurar" las cosas, y que cada uno seguirá viviendo en su casa. ¡Qué necesidad de apresurarse, con 93 y 78 años!, claro. Y luego la de titulares que está dando la relación.
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