domingo, 19 de agosto de 2012

A tierras vikingas

Se me va la niña, no de casa pero de viaje. Aquí los llaman Klassenreise, 'viaje con la clase', y no de fin de curso, como se denominan en España, por ser al final del mismo. Aquí podrían llamarse "viajes de comienzo de curso" pues es cuando suelen tener lugar. La idea es unir a la clase con experiencias positivas en ambiente distendido y así beneficiarse el resto del curso. La idea no es mala, pienso.

Así que maleta hecha, mañana saldrá hacia el norte. La nota simpática del día la ha puesto la hermana, que durante la comida, que hoy fue una muy apañadita de domingo le dijo: "Disfruta, pues esta será tu última comida rica en días". Lo mismo le repitió con la cena. Y la otra lo saboreó imaginándose lo que se le viene encima y ya expresó algún deseo de comida para el fin de semana que viene.

Como soy una madre española, me aterra la idea de que me niña pase hambre. Es un decir, aunque como tal debería, pero no es nada de lo que yo me preocupe, ya que así espabila, y mejor aún, así vuelvo a oír cuando regrese que soy la mejor cocinera del mundo, algo que tampoco es cierto, pero que es un gustazo oír. Como soy muy despreocupada con estas cosas, hasta ahora mismo no había mirado siquiera adónde se iba concretamente. Tenía una ligera idea de la zona, pero no del sitio exacto en el que imaginármela estos días haciéndole ascos a las comidas, y en cuanto pase el calorazo que estamos teniendo, que será en dos días, mojándose.

Ya lo tengo localizado en el mapa. El pueblito no lo conozco, pero sí la zona. Van a orillas del Schlei, un fiordo muy bonito que se mete tierra adentro desde el Mar Báltico, en Kappeln, un pueblo que recuerdo con los palos en los que enganchan las redes para pescar arenques cuando vienen para el desove, muy pintoresco todo, con barquitos de pesca y los arenques como protagonistas. Luego el fiordo se adentra hasta Schleswig, una ciudad grande e importante en la región, donde se hace un lago enorme y parece un mar. Me encanta Schleswig, con su pueblecito de pescadores Holm, engullido hoy día por la ciudad, pero que antes era un asentamiento independiente. Ahora es un barrio muy pintoresco, formado por una placita con casitas blancas con su cementerio en el medio, una forma de vivir "en familia" toda la vida. Y detrás de las casas, la zona de trabajo de los pescadores, en pleno Schlei. Pero si por algo es conocida la ciudad de Schleswig, además de dar el nombre al Land de Schleswig-Holstein, es por haber sido un asentamiento vikingo, y a las pruebas se remiten con el museo vikingo Haithabu. A mí me impresionó mucho la primera vez que lo vi. La región fue zona de comercio ya hace muchos siglos, y hoy es zona de recreo, con pueblecitos muy pintorescos terminados en -by, que viene del danés y significaba 'granja' y posteriormente 'asentamiento' o 'pueblo'. Lugares llamados Sieseby, Thumby, Rieseby, suenan tan encantadores como lo son. Me gustó mucho la zona cuando la recorrí y llevo mucho tiempo queriendo volver.

Mi hija lo hace antes que yo, y espero que vuelva contándome historias muy jugosas. Conociéndola, estoy segura de que será el caso.

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