jueves, 30 de junio de 2011

Huye... todavía estás a tiempo

¿Quién necesita casarse con un príncipe hoy día? Hasta Charlene quería huír, cuenta una revista francesa, y ha desatado el escándalo. Ante más detalles de la vida del príncipe, que tiene dos hijos reconocidos de dos mujeres diferentes, y al que esta semana le han salido más, alguno recién parido incluso... y la boda por celebrarse mañana y pasado, a saber lo que saldrá todavía de su pasado, y seguro que al verse con el agua al cuello en palacio en un país tan excitante como Mónaco, podría haber intentado largarse de vuelta a Suráfrica antes del "sí quiero". Palacio desmiente, pero la revista reitera hoy la veracidad de la noticia, y si tan seguros están, algo habrá.

Hoy han visitado Felipe y Letizia Hamburgo, para inaugurar el Instituto Cervantes, que ya lleva en funcionamiento en Hamburgo desde 2006 y en la nueva sede desde 2009, en la emblématica Chilehaus, la casa o edificio de ladrillo construida en forma de barco, de comienzos del siglo XX, cuando se construían oficinas con estilo señorial. No entiendo el retraso en la inauguración de la "nueva" sede, pero la agenda real lo habrá impedido. A mí la mía y mi cabeza llena de cosas más importantes me ha hecho dejar pasar mi oportunidad de ver a nuestro príncipe y futuro rey y a su delgadísima esposa, que probablemente era más feliz cuando presentaba el telediario. Es un decir, pero yo no la envidio. Y si hago repasito de futuras reinas europeas, mujeres modernas que han terminado en palacio, dudo de si tienen una vida apetecible para una mujer de hoy día. Si pienso en Mary de Dinamarca, la australiana que el príncipe danés se trajo a un país tan "dicharachero" y de buen tiempo como Dinamarca (la otra excuñada salió por patas, aquella ejecutiva de Hong Kong que estuvo unos cuantos años por allí, y se largó), parece dedicarse a tener hijos para campear las depresiones que se le achacan. Mette Marit se lo montó quizá mejor, al entrar viniendo de no se sabe dónde, en la realeza noruega. Máxima de Holanda tuvo que celebrar su superboda sin su padre, pues los holandeses no querían ver a un suegro real que estuvo en la junta militar argentina, y forma una familia rubia y "feliz" con su príncipe preocupadísimo en construirse una mansión en un país pobrísimo de África, y que el parlamento holandés, le ha hecho ver que no procede. Victoria de Suecia impuso a su novio entrenador de un gimnasio como futuro rey de los suecos, a pesar de la negativa de sus padres, y cuando le veo, tampoco le envidio, pues en el gimnasio seguro que estaba mejor, y estos meses hemos sabido que la pobre Silvia de Suecia, querida y admirada, además de tener un padre cuyo "posible" pasado nazi quiere investigar para calmar a sus súbditos, aguanta las revelaciones de la vida de su marido en clubs de alterne en noches locas de Estocolmo, además de lo que habrá aguantado toda una vida real. De la pobre Lady Di no hay nada más que añadir, ganó Camila a su príncipe sin reinado.

Yo me quedo con Pippa Middelton, que no va a necesitar encerrarse en ningún palacio para vivir su vida, ya que con la boda de su hermana ha entrado por la puerta grande de una nueva vida en la que no le faltará de nada. Además de robarle el show a su hermana en la boda, pues según mi humilde opinión iba mucho más guapa, aparte de que Kate ha conquistado según la prensa a sus súbditos, Pippa se lo ha montado mucho mejor, pues además es libre, o todo lo que le dejen ser los paparazzi, pero parece haber nacido para ello y gustarle la marcha. Charlene, huye, todavía estás a tiempo. Grace Kelly supo como actriz hacer mejor el papel.

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