miércoles, 22 de junio de 2011

La leche y los yogures, griegos o no

Iba a escribir de puentes y de un libro que acaba de salir, de escribir, y de nuevas y viejas experiencias con la escritura, cuando de repente un titular real se me ha puesto en el camino: "La triste realidad de los lácteos españoles", del blog "El Comidista", que explica la mala calidad de la leche en España según un estudio de no sé qué sitio. En los comentarios al post hay gente que pone en duda esos resultados, pero se puede creer o no creer, como en todo, pero es que hay que ser poco científico para darse cuenta de la evidencia, o no dársela, pero solo si no has probado otros más allá de las fronteras españolas.

No soy bebedora de leche, y menos en estado puro, con nata, y como era en la antigüedad, leche natural, pues hasta yo recuerdo esa capa de nata gorda que salía al calentarla. Me inclino por la desnatada con cero grasa, que en Alemania es muy difícil de encontrar, ya que los alemanes son consumidores de leche entera, o de la semidesnatada como mucho. Me resulta sorprendente la de leches diferentes que hay en España, y se me vienen a la mente la cantidad de anuncios que hay en prensa o televisión anunciando las bondades de los "extras" que lleva tal leche u otra, sea calcio o "aditivos" para las mujeres o cualquiera que los necesite y me llama la atención, pues eso aquí, salvo las diferencias en los porcentajes de grasa, 0,5 %, 1,5 % y 3,9 %, no existe. Como mi paladar para juzgar leche no es el más adecuado, pues para mí cuanto más aguada mejor, voy a hablar de lo más obvio, y es de la calidad de los otros lácteos, de lo que también habla el artículo.

Para mí todos los yogures en España suspenden y los Yoplait o Danone de mi infancia están descartados cuando estoy en España de vacaciones. Amigos míos me dicen que hoy día los del Lidl se pueden comer, o los Activia, pero sinceramente, yo generalizo, pues no puedo hacer excepciones en esto. No hay color con la oferta de un supermercado alemán con España, no solo en calidad, sino en sabores, marcas y tamaños. Encuentras todo lo que desee tu imaginación en cuanto a sabores, y puedes arriesgarte a probar nuevos sin que sean malos. Incluso yo trazaría la frontera del yogur en Europa, pues en Bélgica fui incapaz de encontrar en dos años y medio yogures comparables a los alemanes u holandeses, otro país donde los yogures son buenísimos y se suelen vender en tetra briks de un litro u otros envases mayores que los individuales (... para ahorrativos los holandeses). En Bélgica, donde la comida es de excelente calidad en todo, se les va de las manos el tema de los lácteos, y la mayoría de los yogures son los danones insípidos en los que metes la cuchara y queda el hueco tal cual, como un flan, algo muy divertido para comer, pero que muestra la de conservantes que deben de llevar si se mantienen derechos solos. Por supuesto que es cuestión de gustos, y aquí los yogures están llenos de tropezones, y nunca molidos del todo, y eso a lo mejor no gusta a todo el mundo, pero son cremosos todos y hasta los danones de aquí son diferentes. Al igual que los helados de Frigo (aquí Langnese), son mejores aquí, lo dice hasta mi madre. Y ya no me meto en los helados de elaboración propia en las heladerías, de los que he hablado ya en este blog y junto a los que palidecen todos en España. Todavía recuerdo un helado malísimo que me comí en Alicante y en Huelva. Simplemente prescindo de yogures y helados cuando estoy en España.

La pregunta es por qué no hay lácteos de calidad en España, si a la gente le da igual, o se los comen solo por obligación, pues ésa es la cuestión. No es lo mismo comerse un yogur porque necesito el calcio o los beneficios que me proporcionan, que por placer, por su sabor. Ahora se me vienen a la mente los yogures griegos: jamás he visto uno aquí, y mira que hay griegos de carne y hueso en Alemania, más que en España. Curioso. Algo bueno tenían que haber hecho los griegos, por mucho que digan, pero aquí ni eso (ayer leí que las relaciones entre Grecia y Alemania, por la crisis griega, podrían estar deterioradas para siempre), pero no será por eso sino porque los yogures naturales que nos venden aquí ya tienen ese porcentaje de cremosidad y calidad. Mmmmmm, sigo pensando, pero no me cabe duda.

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