domingo, 26 de junio de 2011

De motos, barbacoas, y demás efemérides

Debería ser motera, pero como no sé ni montar en bici, ni se me pasa por la cabeza. Hoy ha sido el día de los moteros en Hamburgo, todo el fin de semana en realidad. La iglesia principal de Hamburgo, St. Michaelis, cuyo cura es muy marchoso, y motero, por supuesto, celebra cada año una misa para los mismos. Moteros de toda Alemania vienen para la ocasión. Normalmente no coincidía con los Harley Days, otra celebración motera, que es el fin de semana de mi cumpleaños, y dejará de serlo cuando vuelva a caer entre semana otra vez. Pero los últimos tres años ha sido así, y me hace gracia. Porque a lo mejor significa algo.

Todo el fin de semana se han visto tipos duros vestidos de cuero negro sobre motos por toda la ciudad. 30.000 moteros han venido para la ocasión. Los Harley Days duran tres días, en los que se asientan con sus Harleys en el Kiez, en toda la Reeperbahn, en St. Pauli, y lucen su preciosas motos, sus tatuajes, y todo lo que la estética motera lleva consigo. Pero como por esos caminos de Dios abundan los peligros, hoy van a misa todos, no solo los de las Harleys. A las 12.30 ha sido la misa motera en la iglesia principal de Hamburgo. Por supuesto que las motos se quedan fuera, los tipos duros (o tipas) ocupan los bancos, y como no caben todos, se transmite por altavoces hacia fuera. El lema de la misa es "La bendición de Dios para todos los caminos", y esto se lleva repitiendo desde hace 28 años. Yo me acerqué hace muchísimo un año por los aledaños de la calle en la que está situado el Michel, la iglesia donde se celebra, con mis padres, que no daban crédito a sus ojos, y menos a sus oídos. El ruido cuando luego arrancaron todos para salir de la ciudad todo ordenaditos, fue atronador - imagínense a miles de motos calentando motores y arrancando a la vez. Pero ponía los pelos como escarpias, y eso sin ser motera ni tener intenciones de serlo. Tras la misa se van a celebrar a 50 kilómetros de la ciudad, hacia el norte, a un aparcamiento de una tienda grande de muebles donde se reúnen, pues necesitan espacio.

Y los que no tenemos motos, hacemos barbacoas. A juzgar por la cola en las carnicerías del mercado ayer, de clientes comprando carne para barbacoas, ninguno nos hemos amedrentado por el pronóstico del tiempo, que no era muy allá. A las 8 de la mañana ha amanecido diluviando, y pensé que se me aguaba mi barbacoa de cumpleaños (en los moteros no pensé nada; ellos deben estar curtidos, no cómo yo, pues me fastidia enormemente que haga mal tiempo el 26 de junio). Y según ha ido avanzando el día, el cielo gris ha pasado a una tarde estupenda, y las chuletitas, salchichas y demás, han caído, como en la casa de los vecinos, que tras terminar nosotros con nuestros amigos con la nuestra y estar reventando, han empezado ellos con sus visitantes con la suya, poniéndonos a nosotros malos con el olor, de lo llenos que estábamos. Mis amigos dijeron, al aroma de la carne vecina, que irían a la de al lado a decir que les diesen algo de carne, que no habían comido bastante...

Día de motos, carne a la parrilla, fiestas en los jardines, y cumpleaños. Hoy hablaba con mi tía al teléfono de las efemérides en nuestra familia el 26 de junio: además de mi cumple, era el día que se casó una tía mía ya fallecida, a la que siempre recordamos, y mucho, mi madrina además; también fue el día que murió hace 21 años una prima de mi madre, que falleció de un cáncer horrible que pudo con ella a sus cuarenta y pocos años, una persona muy querida en la familia y en los círculos que se movía como trabajadora social que era; y luego tenemos la anécdota divertida, un cumpleaños mío de adolescente, en el que estábamos comiendo la tarta después de comer, cuando sonó el teléfono para anunciarnos que había muerto un primo de mi madre. Se nos atragantó la tarta y el café a todos, y las risas pasaron a llantos y el cumpleaños a duelo. Al final resultó que el hospital se equivocó, y se confundió de Pedro, que todavía, por suerte, sigue vivito y coleando, y que todos los años, un 26 de junio, puede celebrar su renacer, y el resto de la familia acordarse y recordarle que le lloraron en vida. Hoy me reía con mi tía al recordar este suceso, y que un mismo día da para mucho, aunque no sea en el mismo año. Ah, también ha empezado hoy el mundial de fútbol femenino en Alemania, pero eso será tema para mañana. Por hoy ya me da, y estoy muy cansada, pero muy contenta. Ha sido un buen día. Pero quiero terminar con la bendición con la que acabó la misa motera: "Fahrt nicht schneller als Eure Schutzengel fliegen können": 'No conduzcáis más rápido de lo que pueden volar vuestros ángeles de la guarda". Por hoy no hay más que decir.

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