miércoles, 29 de junio de 2011

Instrucciones veraniegas

Vacaciones. ¿Adónde vais? Que descanséis. Que lo paséis bien. Qué rápido se ha pasado el curso, increíble. Notas. Cantos. Comida. Y cada uno por su cuenta, seis semanas exactas. Hoy ha sido el último día de curso en Hamburgo, no en toda Alemania, que conste, donde las vacaciones escolares, siempre de seis semanas, se cogen escalonadamente, para que no se atasquen del todo las autopistas, aunque lo hagan de todas formas. Este año nos han tocado pronto, lo que significa que el 11 de agosto estaremos todos metidos en el cole otra vez (me incluyo yo, por lo que me atañe). Y cada año se cumple el rito. Hoy al ver a todos los críos del cole metidos a las diez de la mañana en el gimnasio del mismo, cantando la misma canción al comienzo y al final de la hora de la despedida oficial del curso como todos los años, ver a la secretaria bailando, a las profesoras dando palmas al ritmo de la canción, pensé que no somos nadie, que el curso se ha pasado en un suspiro, y que hemos dejado segundo de primaria y quinto atrás.

Los destinos. A algunos les faltará tiempo para irse ya mismo, y conozco a algunos que salen hoy y mañana. El resto iremos saliendo cuando nos toque. Me encanta preguntarle a la gente adónde va, no por cotillear, sino por imaginarme la de montones de viajes que se pueden hacer, pues yo siempre hago el mismo. Destinos que he oído estos días: Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Italia, España, Grecia, Francia, la costa alemana (Mar Báltico o Mar del Norte), Baviera, Hungría, Escocia, Canadá y EE.UU. A mí me preguntan: "Tú a España, ¿no?", y yo: "por supuesto, yo voy a lo seguro". La gente suele repetir destino: existen los "veraneantes" escandinavos, que se meten con el coche en el ferry que les lleva más arriba aún que Hamburgo. Por supuesto que sé que hay vida más allá... pero sigo considerando muy arriesgado irse tres semanas más al norte aún que esto, pero ha de haber gente para todo. Los del Mar del Norte, van siempre por allí, los del Báltico lo mismo, los de Baviera igual, y respecto al sur, los alemanes suelen tener su país favorito: o España, Italia o Francia, y le son fieles todas las vacaciones. Alemania sigue siendo el país donde más veranean los alemanes, como España lo es para los españoles, pero sí que diría que los alemanes viajan más al extranjero. Por el solecito. Desde hoy el aeropuerto estará desbordado.

Las canciones. Es muy normal comenzar las vacaciones o despedir el curso cantando. He pasado por dos colegios y en ambos era igual. En el colegio alemán de Bruselas, cada clase cantaba una canción, y el show duraba un buen rato. Luego había lágrimas, por ser un colegio de paso, e irse cada verano varias familias y tener que despedirse los críos de sus amigos. Jamás he visto a tanta gente de paso en toda mi vida como en esos dos años y medio en ese colegio. Los niños venían con plazos, como mucho de 4 años la mayoría, y de la gente que conocí en aquella época, solo quedan dos o tres familias allí todavía. En una vida sedentaria, como la de ahora, y que es lo normal, acaba el curso y en el siguiente están los mismos, no se escapa ni uno. Y cantan, y se van tan contentos a casa, sin lágrimas, pues en seis semanas se vuelven a ver. Cantar es un buen rito para irse contento a casa. "En España nos despedimos comiendo", me comentó mi amiga ayer, y me contó que a su hija le tocó llevar aceitunas para la fiesta. Son formas distintas de celebrar. A los españoles nos van más el jamoncito, las aceitunitas, y celebrar comiendo. Aquí cantar es el pan nuestro de cada día, y hoy me leía mi hija mayor de su cuaderno de música sobre un trabajo que han hecho una frase de Nietzsche: "Sin música la vida sería un error". Bueno, podríamos discutir sobre esto... El jamoncito...

Las notas. No me quejo, sino todo lo contrario. Que nos quedemos como estamos. Matemáticas no es lo nuestro, pero eso es de toda la vida. Los idiomas son nuestro fuerte, así que todo normal. Y como aquí siempre tienen la sensación de excederse estudiando, lo cual no es el caso, mandan a casa a los críos con la recomendación de descansar y de no hacer nada. Me río de los libros de vacaciones que hay en España, y que aquí no existen. Me temo que es un invento de las editoriales lo del repaso ... De acuerdo con que en España el intervalo veraniego es más largo, pero no me imagino detrás de mis hijas recordándoles que tienen que hacer un par de páginas cada día, pues aquí no es costumbre. Y justo de ello iba una de las cancioncillas de hoy y con la que se despiden todos los años, en los dos colegios alemanes por los que hemos pasado, y me imagino que en el resto del país, con una letra que se te queda en la cabeza durante días y que traduzco, pues el mensaje está bien claro: "Vacaciones vacaciones, nada que hacer. Tiempo para descansar. Vaguear en la hierba", y más recomendaciones similares. Y con esa cancioncilla se van los críos para casa.

... O a comer o al centro comercial. Llevo años cumpliendo con el rito de ir a comer fuera con mis hijas el día que comienzan las vacaciones, y parece implantarse como costumbre, a juzgar por lo llenos que están los sitios con madres con sus hijos comiendo. Es un buen momento de hablar de las notas, y de saborear las vacaciones. El día de final de curso es un día en el que me siento privilegiada de tener tiempo para pasarlo con mis hijas, verlas cantar, y salir felices con sus notas. Lo que pasa es que luego llegas a casa, y piensas en las seis semanas, y tras tres días veraniegos, ahora mismo se ha puesto a diluviar otra vez. La levedad del ser, del clima en Hamburgo, y de las vacaciones. En una semana estaremos asfixiadas en Madrid. Y menos mal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario