miércoles, 23 de enero de 2013

Un telediario normal

Antes he visto tras muchísimo tiempo un telediario español. Lo he hecho mientras doblaba un cesto con toneladas de ropa, la única manera de digerir lo que daban como noticias del día. Ver un telediario hoy, es como hacerlo hace un año; no se ha avanzado nada. Dicen que el FMI pronostica que este año sea peor que 2012, si es que se puede estar peor, me pregunto. Pero eso casi es una noticia "normal" comparada con el resto: Urdangarín volverá a declarar en febrero ante juzgado en Palma, un año después de su anterior declaración. Que todavía ese criminal siga viviendo de la sopa boba y libre de la justicia es para ponerse a gritar. Luego han hablado del caso Bárcenas, y los problemas de "terminología", que si salió por la amnistía fiscal o no. Para colmo mencionan además varios casos de tipos indeseables que han cobrado dietas desorbitadas de la CAM: el que debía cobrar 15.000 € cobraba 300.000 € en concepto de las mismas. Y luego el caso de chirigota, si es que uno pudiese al menos sonreír, que no es el caso, ya que sigue siendo para gritar. La fundación del PSOE tenía como director a un tipejo que ha defendido hasta el último momento el pago de 50.000 € a una columnista por unos artículos cuya identidad es inexistente; no la de los artículos, sino la de señora columnista, así que adivinemos quién se ha embolsado los 50.000 €. El tal Carlos Mulas ha escrito un libro sobre la corrupción, un tema del que entiende mucho. Esto si que es guasa. Pero cómo va a haber dinero en España si se ha volatilizado y todos están pringados: la Casa Real, los políticos de todos los partidos, bancos, entidades, instituciones...

En Alemania estos días en el telediario se ha hablado muchísimo del 50 aniversario del tratado de amistad franco alemán, y ha habido todo tipo de actos políticos y culturales para conmemorar el medio siglo de paz y amor entre alemanes y franceses. Ayer se cumplieron 50 años de la firma del tratado del Eliseo, en el que Konrad Adenauer y Charles de Gaulle se prometieron paz y amor tras haber luchado en muchas ocasiones en el pasado. Hollande vino ayer a Berlín, y una Merkel que no es su gran aliada, le recibió con el cariño que exigía la ocasión. Hasta le ofreció tutearse, así que Angela y François son más coleguillas que nunca, al menos por un día, pues las desavenencias actuales saltan a la vista.

Otro notición del telediario alemán es que a la ministra de Educación podrían retirarle su doctorado por haber hecho plagio. De eso se reirán los que escriben libros sobre corrupción o dictan medidas austeras en España tras cobrar ellos dietas sustanciosas y haber robado el dinero de todos.

Aquí al menos hasta políticos muy extremos, como el de La Izquierda, Gregor Gysi, logran atraer las simpatías de todos como cuando consiguió hacer reír ayer a franceses y alemanes con su retórica habitual: le dijo en su discurso a Hollande que los franceses llaman desayuno a un croissant con mermelada, y que eso no es un desayuno; y que los alemanes sí que desayunan bien. Sin embargo alabó la capacidad de protesta y movilización de los franceses. Hoy, al ver las declaraciones de Montoro con esa cara de odio que pone cuando tiene que responder preguntas me acordé del discurso de Gysi ayer en el Parlamento alemán. Mi madre dice que ahora mismo solo se puede oír Radio Olé en España si no quieres amargarte. Razón tiene.

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