martes, 8 de enero de 2013

Habitantes de ocho patas de la HafenCity

En mis cursos de francés en Hamburgo de hace un par de años había un chico que vivía en los nuevos pisos de la HafenCity, el barrio nuevo de Hamburgo construido en terrenos que han quedado vacíos en el puerto, al no necesitarse ya tanto espacio para almacenaje de mercancías. El profesor de francés siempre le preguntaba que qué tal estaban las arañas, y hablaban de la especie de la HafenCity. A mí me hacía mucha gracia la conversación, y el otro contaba que no podían ni abrir las ventanas, porque se les metían en casa. Cada vez que estoy en la HafenCity y veo los pisos tan chulos que hay y pienso que me encantaría vivir ahí, como son pisos muy caros, para consolarme me digo "pero tienen arañas".

Nada menos que 70 ejemplares por metro cuadrado se han llegado a contar en ese barrio. Hay diversos tipos, pero la reina es la larinioides scloptarius, también conocida como Brückenspinne, es decir, araña de puentes, por lo que tiene que figurar en este blog. Este ejemplar se ha multiplicado en la HafenCity de manera trepidante. Ya habitaba en la zona, pero en los puentes y antiguos edificios de ladrillo, tejiendo su redes sobre toda construcción o piedra que saliese del agua. Por lo visto los edificios nuevos, construidos muchos sobre el agua, son unos buenos "pedruscos" para ellas. Como hay mucha luz por las casas, eso atrae a mosquitos, y por tanto a las arañas también. Como además no hay árboles, no hay pájaros que se coman a las arañas. Qué interesante todo esto. Por fin me entero del por qué de la araña de la HafenCity, ya que el pobre afectado por las arañas no sabía explicar por qué, y contaba que los expertos las estaban estudiando y como dejé de ir a francés hace tres años, le perdí la pista al tipo y a las arañas, hasta que ahora he leído sobre ellas en el periódico.

Pero es que además, leo que hay 40.000 especies distintas de arañas en el mundo, y que son todo un universo para los biológos que estudían el comportamiento de los animales. Entre las que practican canibalismo sexual y se comen a su macho tras el apareamiento, que según los estudiosos no es más que la estrategia de los machos de sacrificarse para que la hembra tenga el mayor número posible de huevos producto suyo... y ganar a los rivales. Si se dejan comer, producen más huevos. Prefiero no comentar, pero hay que ser... a ver... machito, nunca mejor dicho y preferir morir para perpetuarse mucho más.

La única vez en mi vida que he tenido a alguien que me venía a ayudar con la casa era una portuguesa encantadora, y como en mi casa había muchas arañas decía que en Portugal se dice que eso es signo de riqueza. A mí me daba risa, pues me imaginaba como será entonces en Buckingham Palace. En esta casa mía de ahora hay muchas en temporadas, y me acuerdo de Alexandra y su sabiduría portuguesa, y a veces he suspirado... Como no me dan miedo, las dejo vivir, y las que me gustan son las que en otoño tejen esas redes tan impresionantes entre el retrovisor del coche y la ventana. A veces para entrar en el coche en el porche, he tenido que romperles su precioso trabajo y me da pena.

Pero a la araña de los puentes habrá que seguirle la pista. A 70 ejemplares por metro cuadrado podrían desbancar a los humanos de la zona en nada. Desde luego que tienen buen gusto arquitectónico las arañitas, yéndose a vivir al barrio más moderno de Hamburgo, pero te gastas una millonada en un piso de lujo o un loft con vistas al infinito del río Elba y el puerto, y tienes esto en tu casa: http://en.wikipedia.org/wiki/Larinioides_sclopetarius

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