viernes, 28 de septiembre de 2012

Espectáculos únicos y tardíos

En los últimos dos meses, desde que empezó el colegio, llevo recibiendo correos todas las semanas de las páginas de internet de las que recibo ofertas de vuelos, hoteles y viajes. Muchos de ellos llevaban el encabezamiento: "Por si no se le ha ocurrido adónde puede ir en los próximos meses, aquí unas sugerencias". Vamos a ver, si yo no viajo más, es porque no puedo, ni por tiempo ni dinero, que si no yo sería un Willy Fogg moderno, con iphone, ipad, cámara de fotos, y un montón de equipaje, para el frío, para el calor, medicinas por lo que pudiera pasar, lecturas, y ante todo, mucha alegría de ver sitios nuevos o de reencontrarme con otros archiconocidos. Por eso ya tengo las maletas hechas otra vez, con mucha alegría y con poco estrés, porque el que me producen es el del bueno, del que estresa pero que produce endorfinas. Esta vez vuelvo a mi tierra, a mis Madriles. Habrá fiesta familiar, una boda nada menos, y sinceramente, con la situación mundial, qué mejor momento que para casarse o descasarse que ahora. En realidad da igual cuándo lo hagas, pues gente dispuesta a ir de fiesta siempre hay. Por suerte yo no soy como la planta de la que he leido antes y que acaba de florecer en un parque botánico de Hamburgo, que tiene a los expertos locos. El agave es una planta originaria de México, con hojas carnosas, que florece solo una vez, y tras hacerlo muere. Los botánicos llevaban 30 años esperando la flor del agave que hay en el parque Planten un Blomen de Hamburgo, y justo ahora está en flor. Al florecer, lanza un tallo de hasta 10 metros de altura. La de Hamburgo ha crecido 7,10 metros, y han tenido que quitarle una parte del techo al invernadero para que pueda crecer todo lo que quiera. Empezó a salir en febrero y ahora el espectáculo, que es muy raro de ver, durará unas cuatro semanas, con todas las flores. En cuanto vuelva de mi viaje, iré a verla. Lo triste es que esta planta muere tras haber florecido una sola vez. La naturaleza nos ofrece espectáculos de lo más extraños. Si las plantas y los animales hablasen, lo mismo dirían de nosotros, seres humanos. Para la boda de mi hermano ha habido que esperar casi 30 años... pero lo bueno es que a diferencia del agave, la flor no se marchitará, seguirá animando a la familia como lo hace siempre. Todos celebraremos, bailaremos, y brindaremos por las flores tardías pero que serán perennes.

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