viernes, 21 de septiembre de 2012

Y después de la cola, ¿qué?

A diez minutos de mi casa hay una tienda de Apple y hoy no pude creerne lo que vi a las 8 de la mañana. La cola se salía del centro comercial unos cien metros, una hora y media antes de que abrieran las tiendas. Cuando salí del gimnasio, la cola llegaba a la misma altura. Todos estaban ahí para comprarse el último modelo de iphone. Yo poseo un aparato de esos, ya "antiguo", como ocurre con estos inventos, pero no entiendo la tontería de querer tenerlo nada más ponerlo en venta. Qué más da tenerlo un par de días después. Ojalá la gente se movilizara y pasara la noche en vela por injusticias del mundo. La imagen me ha dado vergüenza ajena hoy. Hay que estar verdaderamente majara para pasar la noche delante de una tienda de Apple, como si se tratara de racionamientos en tiempos de guerra y tu vida dependiera de eso. Que conste que yo no renuncio ya ni a mi iphone ni a mi ipad, pero jamás haría cola toda la noche, ni media hora siquiera para comprarme algo de lo que además habrá suficientes para los que quieran. Qué suerte tienen algunos de poderse permitir ese estrés por un aparato. Supongo que luego habrán utilizado el mismo para proclamar al mundo: "ya lo tengo". Y cuando se les pase la fiebre, ¿qué?, ¿hasta el próximo modelo?

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