miércoles, 1 de febrero de 2012

Los desabrigados

Desde que he vuelto de Edimburgo pienso en los desabrigados, que son especie. Se trata de esos seres británicos que van por la calle en invierno vestidos de verano, prácticamente. Mi amiga y yo no podíamos dar crédito a lo que veíamos. En la isla no estábamos a bajo cero, pero casi, y nosotras íbamos equipadas de ropa de abrigo, botas calentitas, calcetines térmicos, y aún así se nos quedaba la cara acartonada y calor ninguno. Era viernes noche y grupos de jóvenes salían por ahí, y a mí me daba frío de ver a las chicas, pues ellos son más inteligentes y deben ligar si van abrigados también, pues si no no me lo explico. Las chicas llevaban vestidos finos, de gasa, cortos, sin mangas, y las piernas sin medias!, zapatos de taconazos imposibles o sandalias, todo a pelo, y muchas daban la impresión de pasar frío, pero daba igual, ya que debe ser el uniforme de salir. Entiendo, tras media vida abrigada, que la ropa de abrigo no es la más sexy que hay, y que con unas botas gore tex no te comes un colín en la discoteca, ni con un jersey de cuello vuelto, pero no sé no sé...

Yo me dejé nieve aquí cuando salí el viernes, y las temperaturas al volver eran más gélidas aún. Se nos ha instalado un frente siberiano que nos durará, y en Edimburgo hará también un frío que pela, y por eso ando hoy y ayer muy preocupada por todos esos desabrigados yendo de fiesta en fiesta, por la que se van a coger. Los 10 grados bajo cero que tenemos los siento como -20°C ó -30°C y estos días a mí en la calle me van a ver poco el pelo, salvo lo justo y necesario entre los desplazamientos.

Recuerdo otras visitas invernales al Reino Unido que hice hace mucho tiempo, en las que me sorprendió lo mismo. No han evolucionado los ingleses/escoceses, y mientras yo voy en plan cebolla estos días, con capitas y más capitas de ropa, y lana, mucha lana, me acuerdo de todos ellos. Qué harán. Es curioso el tema del frío y la ropa. Los alemanes no tienen ningún inconveniente en ponerse la ropa que haga falta, y aunque en las noches de marcha se ven a chavalas con tacones y medias finas, al menos las llevan. Pero en general la gente lleva siempre la ropa adecuada. Será por el dicho hamburgués que a mí me da mucho por saco que dice que no existe el tiempo inadecuado sino la ropa inadecuada. Y ahora leo que mañana en un colegio de Hamburgo no habrá clase, pues se ha estropeado la calefacción. Lo bueno del sistema inglés es que eso no sería ningún problema...

Pero si yo fuese madre en Inglaterra o Escocia, sufriría mucho de ver a mis hijas así por la calle, con lo friolera que yo soy. No me pongo refajo de lana porque aún queda mi sentido de la estética, que el frío no ha terminado de aniquilar, pero con lo abrigadita que voy yo siempre, y lo exagerada que dicen mis hijas que soy, me dan ganas de en mi próxima visita ponerme a repartirles ropas calentitas a todos esos desabrigados. Sé que hay mundos peores, como el lugar más frío del mundo del que trató un programa de TVE que vi en Navidad en Madrid y que me hizo mucha gracia, que mostraba la vida a -50°C y -60°C en Siberia, pero a esos solo se les veía los ojos, y la ropa, por ejemplo, se quedaba tiesa en el tendedero, como una tabla. A mí me consoló mucho, pues lo de aquí no es nada, pero lo del Reino Unido es peor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario