viernes, 20 de abril de 2012

Jaleíllo

Semana animadilla, por elegir un adjetivo apropiado. El lunes llegaron mis padres, y con ellos la legumbre, las puntas de jamón para el cocido, las morcillitas de Burgos, y todo lo que el exiliado necesita, o lo que los padres del exiliado consideran indispensable para el hijo perdido por el mundo. Ayer llegó el resto de la familia, pues se avecina celebración familiar el sábado. No me considero cristiana, pero aquí se celebra cualquier cosa con tal de juntarnos todos y liarla buena. La emoción se respiraba en el aire los días de atrás, pues mis hijas expresaban su alegría por la llegada de los abuelos. Luego se reían contando las anécdotas de su tío de España, que le dijo a la mayor que cuando esté aquí, irá a la puerta del instituto a cantar, a hacerle pasar bochorno a ella, y ella se partía de risa al imaginarse la situación "Conoces a ése?", "noooo, de nada". El otro día me decía también que se va a poner de alemana marisabidilla con todos, de Oberschlaumeier, algo así como el "Fernández super listo", una expresión alemana para expresar el listillo de turno, de apellido normalucho como Meier o Fernández, y que dará instrucciones sobre todo, y me decía les diría: "esto se recicla, esto se pone en esta basura, esto en la otra". Y la que se partía de risa era yo, por su capacidad de reírse de sí misma y de su cultura.

Ayer en el aeropuerto, en el aparcamiento, tuvimos el momento alemán. Recien llegados, con críos, bebé, carro, hasta que cargamos todo en los coches, al ir al sacar el coche del aparcamiento, al meter el ticket ya pagado, la máquina protestó: "Tiempo de salida ya concluido, tiene que validar el ticket otra vez y pagar la diferencia". Un euro más, por unos minutos. Pero el incordio que nos ocasionó tener que apartarnos con dos coches, y la situación tan alemana. Yo, que estoy curada de espanto tras toda una vida aquí, les dije medio de cachondeo "vámonos ya, que se nos va a pasar el tiempo del ticket para salir". Y efectivamente ocurrió, para estupor de los españoles: "Joer, si no nos da tiempo"... pues a los alemanes sí...

Días divertidos, en los que mi casa parece un hotel. Ayer me sentí como una empleada del Holiday Inn, haciendo camas, preparando toallas, pero estos son los momentos buenos en la vida, pues no se da nunca que vengan todos los míos a la vez a Hamburgo. Menuda panda de ateos mañana en la iglesia, la mayoría de nosotros, pero qué más da. Mi hija, tras menos de un año de catequesis (la iglesia católica alemana es muy relajada, no se pueden permitir exigir demasiado), está deseando que llegue el día. El otro día, antes de ir a una de las pocas misas a las que ha tenido que ir, me dijo "joooooo, pero si ya me sé todas las historias de Cristo". Mañana terminará su formación religiosa, y el resto que decida ella, que en mi casa hay libertad religiosa, incluso para hacerse uno ateo, como lo ha hecho la mayor tres años después de la comunión, pues dice que esas historias de la Biblia no se las cree nadie.

Pero hablando de historias, que ahora descanse mi blog un poquito de las mías, que lo necesita también.

3 comentarios:

  1. Espero que todo haya salido bien y que hayáis pasado un gran dia.
    De momento, permíteme que te diga que te he otorgado el premio Libster Blog y que puedes pasar a recogerlo cuando quieras.
    Un beso.

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    Respuestas
    1. jajajaja, ¿y qué es? ¿una escoba? si me lo otorgas tú, voy!!!
      Sí, lo hemos pasado fenomenal y ha sido un día estupendo, gracias!!

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    2. Sigue las instrucciones y si eres capaz de pegar el logo en la columna de la izquierda, dime cómo. Ahora tienes que pasar el testigo a otros blogs. Un beso.

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