lunes, 16 de abril de 2012

15 minutos de humanidad

De todas las noticias concernientes a la fractura de cadera del Rey de España, me quedo con una de hoy: "La Reina visita durante 15 minutos a don Juan Carlos". Ni más ni menos. Piensen por unos instantes lo que una frase así viene a decir. 15 minutos. Supongo que suficientes, para ella en cualquier caso. Además, pensemos que ella se encontraba celebrando la Pascua ortodoxa en Grecia, con su familia, y no ha adelantado el viaje de vuelta, a pesar del accidente. No es para menos: si tú te rompes la cadera por hacer el imbécil, yo no me fastidio mi fiesta familiar, que para eso es la mía además. Este fin de semana acudieron al hospital los Príncipes de Asturias. El resto tiene sus problemas o su propia basura. La infanta Elena acompaña a su hijo en su percance de "caza menor", que aunque no fuesen elefantes, algo cazó, y la infanta Cristina es informada en todo momento en su destierro. Ésa, como no se entera de nada nunca, da igual que esté en Washington o en Barcelona, para el caso, mientras que su marido le traiga unos milloncejos de cualquier parte, todo es válido, pues como ella dice no enterarse de nada... La Reina también se descalificó el otro día al considerar el accidente de su nieto como "cosas de niños". Pues no, la mayoría de los niños no juega con escopetas. Así que de esta familia no se salva ninguno. Quizá Letizia, y si yo fuese ella, en vista al percal, me ponía a presentar telediarios otra vez.

Si hasta ahora la familia real parecía salvarse, desde luego que en los últimos meses se han cargado ellos solitos su credibilidad. Supongo que todo esto lo archivarán como "annus horribilis", como hizo la Reina Isabel de Inglaterra en el año en el que se separaron Charles y Diana, se le quemó el palacio de Windsor, y qué sé yo qué mas. Sin embargo, hoy más que nunca, debería cuestionarse en todos los países europeos la institución monárquica. Que ciertas familias, por su linaje, nazcan con todo puesto y más es anacrónico y un legado del pasado a abolir. Si encima no se riesen de los demás y se comportasen dignamente, todavía, pero el caso Urdangarín, y ahora la cacería del Rey, son una ofensa para la ciudadanía de a pie. Mientras se dan a conocer recortes salvajes, el Rey caza elefantes en Botsuana, en viaje secreto, algo que cuesta 37.000 €. Cuántos de estos viajes no habrá hecho, y ahora, de no haberse roto la cadera yendo al baño (son humanos, también orinan, y encima son torpes, como todo el mundo), ni nos hubiésemos enterado. La de mierda que no habrá salido y de la que no nos hemos enterado. Es el momento de que esto cambie.

Las monarquías de hoy día se justifican diciendo que se han modernizado, pero ya vemos que no. La cacería es digna de reyes tipo Leopoldo II de Bélgica, que expolió el Congo a finales del siglo XIX, y que se dedicaba a esas cosas. No han avanzado, vemos, pues lo deben llevar en la sangre, ésa que les da derechos inhumanos. Matar elefantes por diversión me parece indigno, animales indefensos y protegidos. La cacería es un tiro sobre las personas que se tienen que apretar más que el cinturón en la situación actual en España. La subida del Metro de Madrid la semana pasada no afecta a la familia real, que se desplaza de otra manera a sus "rutina", pero a la gente que le han recortado el sueldo y a la que le ahoga el alquiler o la hipoteca y el sueldo no le da. El otro cazando y Froilán emulando, y los otros meditando en Washington. De pena. Al final va a tener razón Marie Chantal de Grecia, la que está casada con el principe de Grecia y que vive en Londres a todo trapo. Hace poco leí una estúpida entrevista que le hicieron a esta mujer de negocios, exitosa, y que mostraba su "casita" en Londres. El caso que luego pensé que Marie Chantal es la que mejor se lo monta. Es princesa ficticia, sin reino, así que vive como dios y encima puede opinar y hacer lo que le da la gana. De todas formas, qué degeneración humana todo esto. De verdad. Y además todos estos príncipes y princesas de pacotilla viven muy peligrosamente: el que no termina en coma por esquiar (por meterse en zona prohibida además), se parte la crisma al ir a hacer pipí tras la cacería. Es que no dejan de ser humanos, pero unos sinvergüenzas, no cabe duda, y es el momento de que cambie algo, y lo primero bien podría ser que el Rey dejase de ser presidente de honor de la WWF, asociación de la conservación de la naturaleza.

2 comentarios:

  1. Sólo tengo que añadir que todos estos "affaires" de la monarquía me parecen vergonzosos. Gastarse 37.000 euros en una cacería, con la grave situación económica que está atravesando España, donde tenemos más de cinco millones de parados, me parece una frivolidad. El rey no ha demostrado “esa conducta ejemplar” de la que habló y que tantos aplausos arrancó en su discurso de Navidad. Nuestro país lo está pasando muy mal. Hay mucha gente sufriendo momentos durísimos porque han sido desahuciados y no tienen dónde vivir o porque no tienen qué comer. En mi vida había visto tanta gente rebuscando en los contenedores de basura para poder sobrevivir. Por eso, con la que está cayendo, no concibo cómo el rey puede despilfarrar su dinero en una cacería sin sentirse culpable. Ya no entraré tampoco en el tema del sufrimiento del pobre elefante. Yo estoy en contra del maltrato animal y no acabo de entender lo que puede sentir “esa gente” al matar a un animal indefenso, simplemente por el hecho de divertirse, de acrecentar su ego y hacerse la foto de rigor (con el animal muerto a sus pies), para demostrar su “ gran hazaña” . ¿Dónde quedan los valores humanos? ¿No son ellos son los que deberían dar ejemplo? Todo esto es indignante y daña. No cabe duda de que la monarquía es una institución anacrónica y obsoleta. Muchos ya piden la abdicación del rey. Con todo esto se ha acaba de abrir la caja de Pandora.

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    1. Desde luego, la veda está abierta. Las noticias alemanas de la noche acaban de ofrecer todo un reportaje sobre el tema, sin ahorrar detalles de nada: amante, líos de faldas, matrimonio que es solo fachada, y sobre todo muchas personas de la calle encuestadas opinando que se ha pasado el rey con la cacería, y que esto supondrá una fractura probablemente irreparable. Hoy he visto la foto de la cacería en la portada de algún diario alemán. Su imagen desde luego que ha quedado dañada para siempre.

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