martes, 1 de noviembre de 2011

La cordura histórica

Pasó Halloween, otro año más, y yo cada vez aborrezco más el día. Lo siento, pero algo que no entiendo es quién empezó por primera vez a celebrarlo en países en los que no existía esa fiesta. Pero convenzan hoy a niños de 10 años o menos de que antes no se celebraba y que se trata de una fiesta importada. A los protestantes les molesta que su día se vea ensombrecido por brujas, demonios y zombis. Porque el 31 de octubre es del Día de la Reforma (protestante), el día en el que Lutero clavó sus 95 tesis en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg y que dio paso al cisma en la hasta entonces omnipresente iglesia católica. Ayer fue fiesta en varios estados del este de Alemania, entre ellos Sajonia-Anhalt, el Estado Federal en el que se sitúa la ciudad de Lutero, llamada oficialmente así, Lutherstadt Wittenberg, para conmemorar ese día que supone el despegar de la iglesia protestante. Y hoy, Día de Todos los Santos, ha sido fiesta en los estados católicos alemanes, como por ejemplo Baviera, Renania-Palatinado o Baden Wurtemberg. Pero los de Hamburgo ni celebramos ni uno ni otro, y ambos días han sido laborables, y aunque la mayoría es protestante, la pela es la pela y ya sacrificamos hace años otra fiesta que yo llegué a conocer, una protestante que se celebraba el tercer jueves de noviembre y que venía muy bien para descansar: el Buß- und Bettag, el día de penitencia y rezo, en el que casi nadie hacía ninguna de dos cosas, así que hala, a trabajar todos, por lo que nos pasamos todo noviembre sin ninguna fiesta.

Pensaba yo hoy en este Lutero, y en la que lió. Me imagino que cuando se rebeló contra las normas de la iglesia del momento, en la que era posible comprar la redención de los pecados (como si hoy día no se hiciese lo mismo), no sabía si le iba a costar la cabeza, pues hablamos del siglo XVI. Tuvo éxito, y aunque los protestantes tampoco han sido tan tolerantes a lo largo de su historia, cambió el curso de los dogmas imperantes hasta entonces. Lutero sigue muy presente en Alemania, y en un día como ayer, resuena su nombre, por mucho que Halloween le quite mérito.

El primer ministro griego Papandreu anunció ayer que someterá a referéndum las reformas y acuerdos de Bruselas. Cuando lo oí, no di crédito a la noticia, y el gobierno alemán ha pronunciado un "sin comentarios" nada más conocerse la noticia. Pero hoy trato de entender qué le lleva a Papandreu a tomar esa decisión: si prefiere declarar el estado en bancarrota, cerrar las fronteras, no tener que devolver ni un euro del que le han prestado y que los griegos sigan con su forma de vida y políticas como hasta ahora, y que la crisis la paguen los de abajo, porque los que tienen el capital, se lo han llevado fuera. Pero el problema es para la gente de a pie, si no se pueden pagar los salarios y se quedan sin trabajo. En cualquier caso de Papandreu nos acordaremos todos en un futuro, y los griegos sobre todo. De momento hoy los mercados han caído, y las consecuencias son imprevisibles. Recordemos que esos fondos de rescate se aprobaron no solo para Grecia sino para otros posibles países afectados, de los que no voy a mencionar nombres...

Difícil saber lo que es un acto heroico a priori, o si declararlos locos a todos antes de que la historia siglos después les de su reconocimiento, si acaso. Hoy un político japonés, en un acto de heroicidad absurda se ha bebido un vaso de agua radioactiva de una charca de Fukushima. No sé si esperará una medalla o un reconocimiento absurdo, pero a mí la noticia me produce espanto. Al igual que Netanyahu hoy, que a la decisión de la Unesco de aceptar a Palestina como miembro, ha reaccionado con mandar construir más pisos para israelíes en zonas palestinas. Siempre me ha parecido que la Unesco realiza una buena labor protegiendo y fomentando el mantenimiendo del patrimonio mundial, pero ahora más aún, y tienen mi respeto y admiración. Como respuesta, los americanos han dicho que retiran sus fondos de ayuda a la institución, y los israelíes siguen a lo suyo, como si pudiesen seguir convenciendo al mundo de que tiene razón. Como se dice en alemán, que te den la razón no es lo mismo que tenerla. A actos cuerdos se siguen otros incomprensibles e irracionales. Y Grecia votará en enero. ¿Qué pasará hasta entonces? ¿Penderemos todos de ese hilo? Lo malo es que hoy día la repercusión en el mundo es inmediata pues el dogma de hoy día son la economía y las leyes de mercado. Sigo sin entender nada. Ni Halloween siquiera, y cada año voy a peor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario