Tengo a mi hija mayor con un gripazo bien fuerte en casa, y mañana no podrá ir al instituto y hacer el examen de lengua que tiene. Ayer volvió destemplada, tras haber pasado la tarde y la noche anterior en casa de una amiga. La familia de la niña se han comprado una casa en un lugar muy remoto que ya ni es Hamburgo. Se trata de tener una casa lo más grande posible en el terreno lo mayor posible. Son personas que reciclan tanto, tan ecológicas, con jerseys de rayas con los colores del arco iris tejidos a mano, sin televisión en casa, y anti todo. A mí me parece muy bien, mientras no me devuelvan a mi hija con principio de congelación. Volvió congelada, se dio un baño caliente, y aún así no ha campeado la gripe que se le manifestó ayer a lo largo del día y que ha continuado hoy, y que le impedirá ir a clase mañana. En la casa hacía un frío terrible, por no tener apenas la calefacción puesta. Seguro que ellos están curtidos, pero mi hija no.
No me dejan de sorprender las personas que viven convencidas de estar en posición de la verdad suprema en su forma de vida y que critican a los que no viven como ellos. Mi hija volvió harta de tanta vida "bio". Puso la televisión por la tarde, y dijo que qué gusto poder hacerlo, y que qué calentita estaba la casa.
No debe ser tan mala la vida antinatural...
Pues como decirlo.. ni hace falta pasar frio por no poner la calefaccion (por no contaminar) ni llegar al otro extremo, de estar en manga corta por casa cuando esta nevando fuera.
ResponderEliminarTodos los -ismos son malos, y todos los fanatismos. Y la consecuencia directa de todo ello, es que se trata de imponer al resto, ahí empiezan las pegas.
Hay calefacciones sostenibles, basadas en quemar cascaras de avellana, o pequeños balines de madera que se hacen de los residuos de las madereras. Y son poco mas caros que las calefacciones normales, pero tanto o más eficaces.
Que se gana viviendo en la época de las cavernas, cuando vives en el siglo xxi? una pulmonía? pues que no cuenten conmigo...