miércoles, 9 de mayo de 2012

Michel Teló, Beethoven o los suecos

En la clase de tercero de primaria de mi hija, en música, les pidieron elegir a todos los alumnos personajes de la historia de la música y preparar ponencias en grupo. Mi hija se apuntó a Shakira, junto con otras dos niñas. Ella en realidad quería elegir a un grupo alemán muy famoso en Alemania y que bien merecería un buen trabajo escolar, Die Prinzen, pero su amiga quería Shakira, y la amistad pudo más, aparte de que por el español, la única de la clase que lo habla, le pega. Así que manos a la obra.

Como hoy día es más complicado que antes hacer un trabajo, no por la accesibilidad a la información si no todo lo contrario, que hay demasiada información por todas partes, al final, en esto acaba pringando la madre de turno, a la que la niña pide ayuda ante esa masa de información llamada internet. Mamá buscó información de Shakira, y fotos en distintas poses y atuendos, y luego hubo que empaparse del tema. Ya lo tienen preparado y mañana les toca exponerlo, algo que me libera, pues Shakira ha sido un tema dominante en las últimas semanas, y ya cansa. Antes me ha estado contando que la otra niña está preocupadísima pues no sabe si podrá pronunciar bien el lugar de nacimiento de la cantante, Barranquilla. Yo traquilicé el otro día a la niña cuando estuvo aquí, tras haber practicado con ella y ponerse siempre nerviosa. Hay que tener compasión; traten de pronunciar ustedes Mönchengladbach, por ejemplo. Antes de acostarse, mi hija ha querido ensayar la presentación oral una vez más, y ha empezado diciendo que a Shakira se la encontraron en un hotel. Como estoy puestísima en el asunto le he recordado que la descubrieron cantando canciones de Madonna en un hotel, que no es que se encontrasen a la pobre tirada por ahí. A saber lo que cuentan mañana. Esto es peor que el Hola.

Pero me picaba la curiosidad sobre los otros temas que han elegido los demás niños. Hay de todo: Rihanna, Michael Jackson, Amy Winehouse, el alemán Udo Lindenberg, Lady Gaga, Beethoven o Michel Teló. Yo le pregunté a ella con guasa si no podía haber cogido a Mozart o Vivaldi, pero me dijo que esos son un rollo. Pero al menos entre tanta modernidad se coló un Beethoven, como único representante de la música clásica. Pero que Michel Teló con su "Ai Se Eu Te Pego" se codee con el mismo Beethoven tiene su gracia. Lo que sí que está claro es que los críos de 8 ó 9 años entienden del panorama musical, muertos y leyendas incluidas. Pero me pregunto si en una clase de tercero dentro de 10 años aparecería el brasileño, como hoy día ya nadie haría un trabajo sobre el "dale a tu cuerpo alegría Macarena", por mucho que lo bailara Hillary Clinton.

Y como en esta casa nos movemos a ritmo de música de todo tipo, la mayor está maravillada estos días con el grupo de suecos que ha venido al instituto esta semana. Casi acogemos nosotros a uno, porque buscaban a familias de acogida, y mi hija me removió la conciencia hace dos semanas, porque no había familias suficientes, y nos apuntamos. Pero como los suecos son de 17/18 años, al final no nos ha tocado ninguno, pues han preferido a las familias con hijos de esa edad. Una lástima, pues cantan como los ángeles. Es un grupo de un instituto con el que el de mi hija hace intercambios musicales. Ella cada día de esta semana vuelve a casa dándome información de los suecos cantores. Que si vienen de un instituto en el que la especialidad es canto; que les hacen pruebas muy exigentes de canto antes de entrar; que cantan maravillosamente bien, ya sea gospel, en inglés, en sueco, o lo que les pongan; que el sueco no se entiende una palabra; hoy me ha dicho que son tan rubios como nunca ha visto y que cuando les oye cantar, que podría pararse y escucharles horas, algo que no le ocurre con un concierto de música clásica, que le acaba por aburrir. Qué lástima no haber tenido un sueco que nos despertase cantando esta semana, en la que me está costando horrores levantarme. Mi hija de momento ya ha dicho que ella iría encantada a un intercambio a ese colegio, a cantar lo que le echen. De momento el lunes se irá con toda la clase a un viaje de coro, en el que van a un albergue a cantar tres días seguidos, y está contentísima (recuerdo, a todo esto, que es un instituto estatal y que aquí no existe la enseñanza privada practicamente). Yo me sigo maravillando de estas cosas, aunque no de que en primaria sean todos unos analfabetos incapaces de escribir tres palabras seguidas sin errores. El otro día las tres expertas en Shakira me sacaron de mis casillas, pues la ortografía era un suspenso absoluto, y bajo peligro a que no hubiese ni una sola palabra bien escrita, me puse a deletrearles todo, aunque por lo menos me tranquilizó ver que es la norma, y no solo mi hija la que escribe así. Primaria genera analfabetos en Alemania, que lo digo yo. Pero y la de cosas que aprenden. Hoy estuvo quitando malas hierbas en el huerto del colegio, me ha contado cuando ha salido (a la una, recuerdo también), y de lo perjudiciales que son para las plantas "buenas". Y mañana volverán todos a casa sabiendo sobre Shakira y Piqué, la muerte de Amy Winehouse y de Michael Jackson, y respecto a Beethoven que murió sordo. Y los suecos seguirán cantando mejor aún que los de la película francesa "Los chicos del coro", dijo hoy mi hija. Esos si que van a dejar huella. Ahora caigo que le tengo que explicar a mi hija la expesión "hacerse el sueco". Y eso no tiene nada que ver con la música.

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