miércoles, 23 de mayo de 2012

El bostezo real

Que se publiquen noticias del bautizo real que tuvo lugar en Estocolmo ayer, es entendible, y más siendo el evento tan "importante" que fue, a tenor de los honorabilísimos invitados que acudieron, pero que se publiquen noticias con el titular "Estelle bosteza durante la ceremonia" me parece el colmo de la absurdez. Pero tan absurda como parece la noticia, pensándolo bien, muestra cómo es la realidad "real" de la vida misma de esa gente. Que el bebé bostece siendo la protagonista de un bautizo con 400 invitados, y que sus padrinos sean el príncipe Guillermo de Holanda, la princesa Mary de Dinamarca, el hermano de la madre, la hermana del padre, y creo que me olvido de más de sangre azul que me da pereza mental buscar, es como para bostezar. El gesto es un decir "me aburrís; pues esta fiestecilla de nada es ya rizar el rizo, pues el hecho de haber nacido como princesa de Suecia y no como niño desnutrido en África es como si me hubiese tocado la lotería, por la cara". Y si tu vida comienza con un bautizo así, es para bostezar, como gesto de desprecio al resto de la humanidad "humana".

Siempre he querido no pronunciarme sobre las monarquías modernas, influenciada como la mayoría de los españoles por el papel que jugó nuestro rey el 23 de febrero famoso. Pero Urdangarines y sus ingenuas mujeres, la cacería del rey, y que diga estupideces como que el paro le quita el sueño, porque lo vive en las carnes de su familia, claro, y él tomándole el pelo al resto de los españoles con una fachada de su vida totalmente ficticia. A raíz de la caída que desató el escándalo oí un programa de radio aquí en Alemania en el que hablaban con pelos y señales y con fechas concretas de cacerías de osos que el rey se viene montando en Rumania desde tiempos de Ceaucescu, en el que los campesinos del lugar, tras hacerle agasajos y bailes como recibiento, van atrayendo y poniendo los osos luego a tiro de la escopeta del rey. La última en octubre...

Que en el siglo XXI siga habiendo gente que por nacer en una casa real, viva del cuento toda su vida es anacrónico. Yo no creo que hagan ningún papel social que merezca vivir de la sopa boba, pues lo poco que hacen se lo cobran con creces. ¿Trabajan para sus países? Vale, pero no gratis.

No hace tanto cayó en mis manos una revista de publicidad de una inmobiliaria de por aquí, que en una revista de lujo sobre gente "importante" (€€€) anunciaba "casitas" en venta. Me apunté los datos de una "cabaña" en una península en Mozambique, nada menos que del príncipe heredero holandés y su mujer Máxima, que estaba en venta por el módico precio de 4 millones de euros. Según el anuncio, el perfecto lugar para vacaciones, un paraíso para los niños, pues tiene una playa para ellos solitos, ballenas que se ven a lo lejos, tortugas, ideal, y por supuesto que la piscina y todo está hecho con materiales nobles. Solo la habitación de invitados tiene 181 m², y la casita en total 862 m². A los pobres les costaba ahora mucho dolor separarse de su refugio, con el cariño que lo tenían y el amor que habían puesto en él. Supongo que aunque vendan esa casa, no se quedan sin vivienda, y esas princesitas tendrán otras playitas privada y otras habitaciones de 200 m² a su disposición. No me extraña que la princesa sueca bostezase ayer en su bautizo, tan normalucho, pronóstico de lo muchísimo que se va a tener que currar la existencia. Empieza a ser inmoral que publiquen esas noticias tan absurdas.

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