miércoles, 31 de agosto de 2011

Es que hay que joderse

El título de este post es mi frase favorita para esos momentos en los que me parece que me están tomando el pelo o para expresar sorpresa por algo que me deja anonadada. Hoy lo he pensado, cuando mi hija mayor me ha anunciado, a sus 11 años, que no está segura, pero que probablemente no va a tener hijos, pues visto lo visto, le parece mucha renuncia, pues ella quiere tener una profesión. Le he dicho que no tiene que decidirse ahora por suerte, pero a su vez me ha dicho que sí,  pero que si tiene hijos, le parece muy duro dejarlos con una señora que los cuide, y que para eso, y como no va a dejar su profesión, que probablemente va a ser que no. Y en ese momento pensé en la frase arriba escrita.

A todo esto, esta mañana, a la otra, de 8 años, con motivo de no sé qué conversación, a las ocho menos veinte de la mañana, saliendo para el cole, le dije algo de cuando yo iba a trabajar al banco. Me mira toda incrédula y me dice: "ah, ¿pero tú trabajabas en un banco?!?". Le digo que sí, que a ver si se cree que yo he sido mamá toda la vida. Me mira con más incredulidad aún. Y me pregunta interesada que qué hacía allí.

Esta tarde nos hemos acercado al centro, y justo íbamos a una tienda que está al lado de donde yo trabajaba. Me he puesto nostálgica, claro, pues el banco ya no existe, y les he contado que si ésa era la puerta de entrada, que si ahí me compraba el Franzbrötchen por la mañana a menudo, ahí me tomaba el café del mediodía, por ahí paseaba al salir, o en la hora de la comida. Como el edificio tiene varias puertas, al repetirles un rato más tarde, que ahí esto o lo otro, me dice la pequeña que ya había dicho "tres mil veces" que trabajaba ahí, y que ya lo sabía.

Y como la zona donde hemos estado la pateé durante 9 años a diario, al pasar por el McDonald's le dije que alguna vez comía en él, de camino a la universidad o al trabajo. Y me salta la mayor: "Pues muy bien no te alimentabas tú, entre los Franzbrötchen y el McDonald's". Volví a pensar en la frase de arriba.

Y hace poco, la pequeña, viendo un reportaje en unas noticias infantiles de la televisión que ven y que están muy bien hechas, explicaban por qué muchos estaban tan enfadados en España por la visita del papa, que es porque éste, entre otras cosas, está en contra de la homosexualidad y del uso de preservativos. Entonces salta la pequeña: "ah, ¿pero es que el sexo se puede hacer por diversión?". Ahí ni me dio tiempo a contestar, pues la mayor se me adelantó: "Por supuesto. Yo antes también pensaba que era solo para tener niños, pero no...". Entendieron a la perfección la protesta de los que estaban en contra de que la iglesia católica esté en contra de muchas cosas. De nuevo la frase de arriba, pues la misma lógica podrían tener muchos fanáticos, y mejor nos iría.

Podría continuar, pero mejor no lo hago, pues situaciones de la frase de arriba, además de vivirlas con la humanidad entera, las vives con tus hijos en el momento en el que empiezan a observarte como un ser imperfecto, cuya estela mejor no seguir quizá, no sea que ellos sean los que tienen que decir la frase arriba mencionada. No me gusta decir palabrotas o frases mal sonantes, pero aquí queda.

1 comentario:

  1. ¡Hay que joderse! Me he sonreído bastante leyendo esta entrada tuya. Por mi parte, puedo decir que Óscar, mi mayor de 8 años, parece que las historias que le cuentan en Religión, le parecen chorradas y que no parece muy dispuesto a hacer la comunión. Veremos.
    El hecho de que estudie Religión, ya se lo explicaré con tiempo, es por el hecho de que concozca el mundo en que vive. Ser ignorante en este tema me parece grave pues muchas de las cosas que hacemos se explican desde la moral cristiana. A partir de ahí, viene que muestre todo el respeto por los credos y, después, que aprenda a cuestionar todo lo que nazca de ellos. Tarea difícil, pero es lo que toca.

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