miércoles, 10 de octubre de 2012

Recuperada

Al final la boda resultó ser la venganza de Moctezuma. Acabamos más de 10 de mi familia vomitando y con diarreas. Suerte tuvieron los que se hayan salvado. Yo y mis hijas no nos libramos y los dos últimos días han sido para borrarlos del calendario. Hoy tuvimos que salir, para no desaprovechar más las vacaciones, y disfrutar de este veranazo de San Miguel que es espectacular. Nos ha costado un par de horas ponernos en marcha pero un Motilium y un ibuprofeno de 600 me han devuelto hoy a la vida, o serán las compras que he hecho con mi hija a lo largo de la tarde... hora a hora han desaparecido todos los males, bolsa a bolsa. Ir de compras es la mejor de las medicinas, lo aseguro, y si es en Madrid en una tarde de calorazo mejor aún. Veo fotos en facebook con gente de Hamburgo con gorros de lana y me asusto ya. Hoy hemos comprado un paraguas monísimo, que con lo que llueve en Hamburgo, sufren mucho y nunca viene mal renovarlos. El de hoy de mi hija estilo romántici irá muy bien con el de tigresa que me compré yo allá en el norte hace meses. Allí lucimos paraguas y aquí escote. Cómo son los hombres españoles. No es que los alemanes no nos miren a las mujeres pero no son tan descarados, pues las alemanas en eso están plenamente emancipadas, pero aquí no se corta ninguno y se dan la vuelta si es preciso. Hasta mi hija se dio cuenta: "Joer, mamá, cómo te mirán". Llegará el día en que sea al revés y las miren a mis hijas. En fin, disfrutemos del momento.

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