miércoles, 3 de abril de 2013

Un, dos, tres... veinte, veintiuno, veintidós...

Hoy he jugado en mi clase al "Un, dos, tres". Se puede repasar así muy bien vocabulario, verbos y más contenidos de la lengua. Al hacer las tarjetas con las preguntas pensaba en una posible: "Nombres de corruptos en España, un, dos, tres, responda otra vez". Respuestas: "La infanta Cristina, Urdangarín, Bárcenas, Camps... " La lista ha crecido en los últimos años y faltan muchos por activa y por pasiva. Que se impute a la infanta era muy necesario para salvar la imagen de la justicia, pues es triste cuando los ciudadanos de una democracia dejan de creer en ella. Todavía tiene que explicar el rey lo de su herencia en una cuenta en Suiza. Que de paso expliquen él y los otros todo lo que desconocemos, pues a mí lo que más pavor me da es que estos son los casos de corrupción, abuso de influencias, y jeta impresionate que han salido a la luz, ¿pero y los que no? ¿Y si el rey no se hubiese caído yendo al baño? ¿Y si la infanta que no sabía nada no se hubiese comprado el palacete por 6 millones, qué? ¿Y si Bárcenas hubiese seguido contento, qué? ¿Y si Ana Mato se hubiese dado cuenta de que tenía un Jaguar en el garaje y hubiese ido a la comisaría a denunciar la aparición milagrosa? ¿Y si los políticos fuesen más listos como para hacerse fotos con mafiosos narcotraficantes? Ah, que le quieren hundir al pobre. Todo esto son campañas sucias, y las víctimas son todos ellos. Tanta fantasía no tiene el españolito de a pie, estoy convencida.

La decisión del juez Castro hoy es de lo más sano para una sociedad enferma de sí misma y de unos políticos y gobernantes abusivos y nocivos para todos. No se salva ningún partido, pues parece estar grabada en el ADN una información de tipo "dónde yo esté que chupen todos los míos". Creo que en la Casa Real no duerme hoy nadie a pierna suelta. Que les embarguen a todos y que terminen en la calle, como muchas familias españolas. Si en algo envidio a los alemanes es la intransigencia con la que no se perdona ningún acto de abuso de poder.Nadie se va de rositas, ni el Presidente de la República. Hoy España por fin ha dado un paso en la dirección correcta y con el que hasta los de casta intocable se darán cuenta de que aunque vivan del cuento, una cosa es que se lo pongan en bandeja y otra que encima roben.

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