domingo, 17 de marzo de 2013

Las desplazadas de Salamanca

Vuelvo y ya estoy liadísima. No es que me importe. Pero entre organizar todo tras la vuelta de las vacaciones, y preparar el muchísimo trabajo de esta semana, el domingo está resultando muy laborioso. Como no oro, laboro. Total, qué más da, pues el mundo no está para rezar, sino para hechos reales.

Por eso me ha hecho mucha gracia hoy la explicación de mi amigo salmantino sobre el hornazo, especialidad típica de Salamanca, que probé el otro día. No la conocía y menos la historia y costumbre de comerlo el Lunes de Aguas, que me ha contado antes mi amigo por correo, y que copio aquí, pues él lo explica mejor de lo que yo podría hacerlo:

Durante la Cuaresma, en la Edad Media, para que los hombres no pecaran, se juntaban a todas las putas de la ciudad, y un funcionario del ayuntamiento,"el padre Putas", las llevaba en una barcaza a la otra orilla del Tormes. Cuando pasaba la Cuaresma, las volvía a traer, y este hecho era un espectátuclo que poco a poco se fue haciendo tradición, ya que iban familias y grupos de amigos y amigas, y pasaban la tarde merendando en la orilla del río esperando a la barca con las putas. Para este evento se hacían los hornazos, y esta tradición sigue aún hoy en vida. Durante la época de Franco, Salamanca era la única ciudad en España, colegios incluidos, que cerraba todo a partir del mediodía, pues toda la gente se iba al campo a pasar la tarde. Y de aquí viene el hornazo. Se suele comer frío, no lo conozco caliente. Mi padre lo hacía muy bueno, con lomo embuchado, huevos duros chorizo...vamos ..una bomba. Además, con la masa tan grasa que tiene, pues la hacen con manteca, muchas veces roja, por eso coge ese colorcillo. Es un poco basto, pienso yo, pero sabe a gloria en el campo.

En la época de Franco al "padre Putas" le llamaban padre Lucas, y esta figura sigue exisitiendo aún. El Lunes de Aguas siempre sale un "padre Lucas" con una cabeza muy grande, como los Cabezones de Castilla, y con una vara en la mano, signo de autoridad. En mis tiempos de niño este padre Lucas nos perseguía dándonos varazos de verdad."


Genial historia, para mí totalmente desconocida, de la que me he enterado por haber probado el hornazo. La de sorpresas que tiene nuestra geografía y que desconocemos el resto de los españoles. Curiosa idea la de mandar fuera de la ciudad a las prostitutas durante la Cuaresma, para prevenir... Luego, según he visto en Wikipedia, los estudiantes no se podían contener e iban a buscarlas a la otra orilla... Las escenas debían ser dantescas. Por suerte los tiempos han cambiado, y la gente peca también en la Cuaresma. Y el Lunes de Aguas, que es el siguiente al Lunes de Pascua, se sigue celebrando en Salamanca capital y provincia, con meriendas al aire libre, con hornazo.

Sigan ilustrándome con historias así. Me encanta. Yo simplemente la comparto, para que nos ilustremos todos.



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