Desde el verano pasado me ocurre una cosa curiosa con la página en la que publico este blog. Desde que estuve de vacaciones en Tarragona el año pasado, como publiqué algún post desde allí, no sé si se me metió un virus catalán en blogger, pues por mucho que cambio el lenguaje de la página web al español, cuando me vuelvo a meter, la página de bienvenida vuelve a estar en catalán. Lo vuelvo a cambiar, digo que "se acuerde" para la próxima vez, y nada. He terminado por capitular. Pero me parece tan extraño que no entiendo nada. Y todo por una semana que estuve allí. Como los programas de inmersión lingüística sean así, no me extraña que hable catalán hasta el gato. Que conste que les envidio, por ser bilingües todos desde pequeños, pero me sorprende la tozudez de la página web para aceptar que prefiero que me dé la bienvenida en castellano.
Ahora, al volver a entrar para volver a dar señales de vida en el ciberespacio me ha vuelto a ocurrir, pero como para tozuda yo, lo he vuelto a cambiar, aunque sé que no me va a hacer ni caso. Y justo les quería contar que llevo unos cuantos días en los que mi sensación es que todo se ha parado a mi alrededor, y la que no para soy yo. No les puedo contar nada de la actualidad alemana, pues ando más desconectada que nunca, salvo de mi actualidad, y con esa me pierdo.. Y como en España Bárcenas y compañía aburren a matar, me he perdido también de la española, que además anda de vacaciones estos días.
Todo parece haberse parado, hasta este blog. Yo estoy preparando ya mi mudanza, mientras que los alemanes preparan la Pascua: este año ni veo huevos de Pascua de colores, y toda la decoración o productos en los supermercados y por doquier, me parecen invisibles. También me lo parece la Semana Santa, que aquí son solo los 4 días festivos.
Me he quedado hasta sin ideas, algo que no suele ocurrir. Me he desbordado, simplemente. Tampoco en España deja de llover, ni aquí de nevar y hacer un frío que jamás recordaba a finales de marzo. Parece que todo hace lo que le da la gana e ignora lo de alrededor. Yo igual, que conste, pues sigo a lo mío, aunque a la gente le encante dar lecciones de moral, o de decirte cómo tienes que hacer las cosas, cuando ellos mismos deberían replantearse sus vidas. Estoy cansada de que la gente se meta en tu vida, cuando tú no te metes en la suya, de que te digan constantemente lo que tienes que hacer, como si sirviese de algo. Los que nadamos a contracorriente no necesitamos un flotador, con el que nadar torpemente, o en el peor de los casos que nos pongan unas cuantas piedras que nos hundan más, sino un buen tronco al que aferrarnos y que no vapuleen lo menos posible.
Tengan paciencia conmigo. Llevo seis años a la deriva, y mañana echo el ancla, y ahí pienso quedarme. En ese momento volverá a dar vueltas todo a mi alrededor y yo me pararé.
Tomando los dos temas que tocas en tu post, yo lo resumiria en uno solo: Ande yo caliente, riase la gente. Es una mala costumbre muy espanola el ir dando consejos de como debe vivir cada uno su vida; debe ser que como los consejos son gratis, todo el mundo se cree en la obligacion de darlos y encima espera con cara de superioridad que les demos la razon.
ResponderEliminarAqui aplica otro refran: consejos vendo (o regalo) y para mi no tengo... Tan dificil es intentar ponerse en la piel del otro? Las decisiones que se toman tras largo tiempo, acaso creen los demas que han sido tomadas a la ligera? Es curioso ver como la superioridad moral de algunos es tan arrogante, tan autosuficiente, y sobre todo, tan molesta en algunos momentos.
Los amigos de verdad estan para apoyarnos, y desde luego, se puede esperar de ellos que nos aconsejen, que nos ayuden, que intenten prevenirnos de algo que quiza ellos vean con mas claridad en algunos momentos, pero no que nos juzguen y menos aun que nos tomen por incompetentes en lo relativo a nuestra propia vida.
He pasado buena parte de mi vida intentando contentar a otras personas, casi siempre en perjuicio mio, teniendo en cuenta opiniones contrarias a la mia y me di cuenta hace ya tiempo que no se puede contentar a todo el mundo, sencillamente, es imposible. Asi que quedan dos opciones, contentar a los demas, o contentarme o intentarlo a mi mismo. Si fuera posible ambas, esa seria la mejor opcion, pero ante la imposibilidad de la misma, tengo la eleccion clara.
Y todo esto se resume en lo siguiente: en la vida, el que quiera, que me siga, y el que no, hasta la vista.