martes, 19 de marzo de 2013

Agarraditas de la mano

Hoy ha sido un gran día. Ignoremos la nevada, que las calles están llenas de hielo, las aceras también, que al salir de trabajar por la noche he tenido que sacar el coche de debajo de la nieve y el hielo. Hoy ha sido un día importante, sin duda. Desde hoy a eso de las 9.30 de la mañana, soy alemana. La funcionaria hizo todo lo posible para hacer de ese momento de entrega de la "alemanidad" un momento solemne en mi vida. Tras hacerme firmar otra vez que acato la consitución alemana y todas sus leyes, y mostrar nóminas, no sea que no tenga para comer mañana, me dijo que me pusiese en pie. Y entonces dijo una frase formal, algo así como que tenía el honor de entregarme la nacionalidad alemana. Como soy muy sensible a todo momento solemne, me emocioné. Es como esos momentos en los que la mente galopa y en cuestión de segundos se te vienen a la mente montones de imágenes. Llevo muchos años en Alemania, tantos que el pasaporte es una mera anécdota. He llorado muchas veces de rabia por muchos motivos, así que está bien llorar por algo meramente sentimental como lo es un documento y una nueva etiqueta en mi vida. Soy como un producto de denominación de origen. Yo estaba reseñada como española y ahora me ponen la etiqueta de alemana también, algo lógico tras tantos años adaptada al medio.

Al salir volví a caminar sobre el hielo y casi me resbalé. Caían copos de nieve, como no deja de hacer estos días. Ayer cayó la nevada del siglo, y todos dicen que la primavera hace huelga. Antes he vuelto a raspar el hielo de mi coche con resignación. Esto es lo que hay, para bien y para mal. Por eso está bien que me lo reconozcan y que no me obliguen a dejar mi otra etiqueta, que es la que llevo en la sangre. La doble nacionalidad es un puente en el que se dan la mano las dos partes de las que estoy hecha.

3 comentarios:

  1. Enhorabuena, simplemente porque sí. Por esa mezcla de sentimientos y porque te mereces que eso sea así ahora que comienzas a vivir de nuevo.

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  2. Todos los caminos se hacen largos al esperarlos y recorrerlos pero se vuelven cortos al contemplarlos. Quien te iba a decir a ti, cuando este blog comenzó hace más de dos años, que tu vida iba a estar "tan de patas arriba" como esta ahora...
    Este es uno de tantos cambios por los que estás pasando, pero son peldaños que te llevan a una nueva vida, y en mi opinión, algo que ese pais te debe. Alguien que pasa media vida en un sitio, debería "ser" de ese sitio.
    De todo corazón, enhorabuena. Que todo este pequeño gran camino que estas recorriendo te lleve a ser muy feliz, porque de veras te lo mereces.

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  3. Gracias! Ya os invitaré a alguna cervecita ...alemana, se entiende.

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