lunes, 11 de abril de 2011

Mala suerte

Mi madre siempre dice que donde está el cuerpo está el peligro. Y razón tiene. Me he acordado varias veces de esa frase estos días, y de la gran verdad que es, como todo lo que dicen las madres. Nos preocupamos por montones de cosas a diario, tonterías en muchos casos, y no nos damos cuenta de que si nos toca estar en el sitio inadecuado en el momento en el que no deberíamos, podríamos despedirnos de todo sin darnos cuenta siquiera. Tampoco hay que ponerse trágicos, pero nos puede pasar algo en cualquier momento. Hoy en Hamburgo a una señora se le ha caído una farola encima de su coche, hiriéndola gravemente; un camión se llevó por delante a su paso la farola y varias señales y a ella le tocó ser aplastada por la farola y se encuentra en estado muy grave. El viernes en la autopista de Berlín a Rostock por el viento se levantó tal remolino de arena que cegó a algún conductor (tampoco se sabe claramente lo que ocurrió), pero como resultado se produjo un choque en cadena en el que fallecieron 8 personas aplastadas dentro de sus vehículos, además de los muchos heridos en los coches carbonizados. Y un accidente del que supe posteriormente y que ocurrió en Hamburgo en las dos semanas en las que estuve fuera en marzo, se saldó con cuatro muertos. En plena calle, a las tres de la tarde, un conductor que se saltó un semáforo en rojo, iba tan rápido que se le fue el control del vehículo, dio vueltas de campana en una calle muy concurrida de Hamburgo, y se llevó por delante a varias personas, curiosamente a gente importante de la ciudad, matando a un actor conocido y su mujer, un sociólogo e hiriendo a otros actores y gente normal y corriente también. Lo que hacía tanta personalidad reunida a las tres de la tarde para cruzar a la vez la calle debe ser una de estas casualidades tan raras como que te atropelle un tipo que iba drogado y se desencadene una tragedia así que le puede tocar a cualquiera. Es mi calle favorita de Hamburgo para ir de compras, y un sitio ideal para ir un sábado por la tarde, y fue ver la noticia y pensar en la de veces en las que yo he cruzado esa calle. Todo esto es muy trágico, lo sé, y cualquiera que lo lea pensará: "¿qué le pasa hoy a ésta?" Pues que estoy reventada, que tengo un cansancio que no me tengo, pero que si leo todas estas noticias truculentas pienso en lo bien que estoy y que mañana será otro día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario