lunes, 31 de diciembre de 2012

Por un 2013 mejor

Ahora sí que se termina el año. Apenas queda una hora y pico. Ya tengo las uvas preparadas y los Berliner comprados. Nochevieja fusión, como lo es mi vida. Eso quiere decir que tras comer las uvas tiraremos los petardos pertinentes (yo ni uno, pero mis hijas sí), y luego nos comeremos los Berliner, unos bollos rellenos de mermelada de frutas o de otros sabores, que hay todo el año pero que en Nochevieja se consumen como las 12 uvas, a granel. He visto a gente comerse más de uno tras la cena de fin de año.

Hoy el centro de Hamburgo estaba que parecía antes de Nochebuena y de haber dado los regalos y no después. Y eso que Merkel ha dicho esta tarde en el mensaje de fin de año que 2013 va a ser un año difícil. Ha pedido a los alemanes paciencia y comprensión. A muchos se les van a atragantar los Berliner de pensarlo. Pero mientras, en Berlin hay un millón de personas celebrando delante de la Puerta de Brandemburgo. En mi barrio suenan los petardos y fuegos artificiales caseros ya sin pausa. Me vuelve a sorprender un año más que en un país de tantas normas se permita este desenfreno de fuegos y petardos de todo tipo.. Se venden del 29 al 31 de diciembre y en teoría solo se pueden tirar hoy pero desde su venta el sábado se oyen.

Este año que termina ha sido duro para muchos y me temo que el que empieza no va a ser mejor. Pero ahora es el momento de desear que lo sea. Eso es fácil: desearlo al menos. Yo me he puesto las bragas y el sujetador rojos, por si fuera por eso.

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