sábado, 29 de junio de 2013

Depresión meteorológica

Aunque me empeñe en que me debería dar igual, pues ya lo conozco, no es el caso. Se nos ha vuelto a colar otro verano-invierno y a mí este hecho me origina una depresión metereológica. Los síntomas son los mismos de siempre: cabreo supino al pensar en qué fechas estamos y sentirte helado todavía, mala leche cuando por todos los lados además te recuerdan, en anuncios, publicidad, revistas, que es verano, y te dan consejos de cómo disfrutarlo a tope. Para mí que suban las temperaturas y el resto va solo.

Digo todo esto porque he estado dos días en la isla de Sylt, una isla alemana en el Mar del Norte, y yo desde luego que no vuelvo. Me dejé llevar por un momento de debilidad, porque oyes aquí a cantidad de gente que te cuenta que van allí de vacaciones, o a otras islas o lugares de la costa alemana. Yo siempre he sido tajante y dicho que no me arriesgo; que si me dan garantía de buen tiempo iría, pero no así. Pero una sola vez me he dejado llevar y ha sido la primera además que tenía alojamiento allí, pues las otras veces había hecho solo excursiones de un día, lo cual era más arriesgado pues cogías un día con buen tiempo.

Pues la excepción me vuelve a confirmar mi regla. Yo no vuelvo. Ha estado diluviando todo el tiempo, con aires huracanados que no te permitían ni abrir el paraguas. La isla de Sylt es preciosa, pero como incluso mi hija dice, que ha acabado aborrecida tras ir tres veces con el colegio, el tiempo no te permite disfrutar de ella. Tiene paisajes que parecen lunares, dunas, y resulta muy idílica, pero de qué te sirve todo eso si no puedes ni bajarte del coche apenas. Pero más pena aún me daban las familias que han reservado allí sus vacaciones. Se veían a muchas, con niños muy pequeños. Y reservan una o dos semanas allí y se creen que eso son unas vacaciones "normales". Me pregunto qué hacen todo el día allí. Ah, que es muy sano curtirse con ese aire y respirar aire puro.

Pero es que vuelves a tu casa, y sigue lloviendo igual. Estamos a 15°C de máxima. Y esto es el verano de aquí, me digo. Más no hay. Si acaso el clima se equivocará y nos dará tres o cuatro días algo calurosos, y vuelta al frío y a la lluvia. Y mientras tanto ves lo puestísimo que está todo para el verano: terracitas, actividades en las ciudades, como hoy el desfile tecno en Hamburgo, en el que se habrán helado los participantes ligeros de ropa. En fin, que hoy me he tapado con mi mantita, y mientras veía las noticias en el telediario español sobre lo llenas que estaban las playas, me he dormido un ratito, porque aquí, pensaba yo hoy, casi podemos hibernar en verano, y salir de las madrigueras en invierno, que es cuando al menos te pones el chip de "esto es lo que hay" y tu vida diaria te copa toda tu atención. Pero ahora, encima de vacaciones, ...pensando en todo lo que podrías hacer si hiciese buen tiempo...

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