sábado, 18 de mayo de 2013

Pescado, pecado y lluvia

En Hamburgo existe el llamado Barrio de los Portugueses. Son un par de calles en la zona del puerto en las que la concentración de portugueses por metro cuadrado llama la atención, originada también por la concentración de restaurantes portugueses y "pastelarias". También hay restaurantes españoles pero menos, o ésa es la impresión. Es una parte de Hamburgo que parece otra ciudad. Hoy el tiempo estaba muy desteñido pero la impresión era la de estar en el sur de Europa. Al pasar por los restaurantes daba olorcillo a pescado, que a mí me resulta de lo más agradable. Era como pasear por un puerto español, pensé hoy. 

Estamos de Eurovisión esta noche. Y Europa se mezcla. Tras el barrio de los portugueses nos fuimos al Kiez, que es el barrio más castizo de Hamburgo, la parte de St. Pauli dedicada al pecado, aunque el pescado esté cerca también. De día el barrio pecaminoso parece otra cosa, pero la esencia se ve igual, y más si llovía como lo hacía hoy, pues es como Londres con niebla. Hay un sitio para tomar pizza donde la antipatía de los que la despachan a través de un mostrador a la calle es proporcional a lo rica que es está. Por 2 € en noches de alcohol estas pizzas finas e individuales proporcionan una buena base a multitudes que pasan por esta plaza llena de bares, clubes y que preside la Hans Albers, el Manolo Escobar de St. Pauli que da nombre a la plaza. 

Pero la lluvia seguía y por eso entramos a mojar la pizza en un bareto típico de una marca de cerveza típica de la ciudad, la Astra. Había un grupo de cuatro hombres bebiendo cervezas a granel. En Alemania sirven en algunos bares un metro de cerveza. Como lo oyen: se trata de un metro de madera con agujeros en los que van los 8 ó 10 vasos o los que sean. Los tipos se habían bebido ya el primer metro, y los vasos eran de tercio mínimo, y enseguida les trajeron el segundo. Mis hijas estaban sorprendidas de que se pueda beber tanto. Yo pensé que no me dejarían ni entrar con ellas o que me quitarían la custodia en el intento, pero nada, allí estuvimos tan pichis las tres. 

Y al salir el colofón final. Estaban ensayando para la retransmisión en Alemania del Festival de Eurovisón de esta noche. Y salió Lena. Es esa chavala que ganó hace tres años el festival, con su simpatía y desparpajo. Mis hijas son fans suyas y la hemos visto ensayar para cuando dé ella en nombre de Alemania la puntuación. Lo ha hecho bajo un paraguas y la lluvia, como estábamos todo el público. 

Hamburgo en mayo. O en verano, da igual. Aquí es toda una osadía organizar algo al aire libre. Te congelas y te diluvia, y tras un día bochornoso como ayer, a 26º C, íbamos vestidos todos demasiado ligeros, no preparados para el cambio tan brusco. Así que para casa: ya vimos bastante y como en casita no se está esta noche en ningún lugar con la que está cayendo.

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