lunes, 27 de mayo de 2013

A pan y agua por el mundo

Muchos días cuando mandas a tu hijo al cole en Alemania, no sabes lo que te vas a encontrar a la salida, ni cómo te lo van a devolver. Yo he tenido y tengo hoy a mis hijas por el mundo. Una anda en la isla de Sylt, desde el sábado, con la clase, y con la que está cayendo. Estamos en invierno en mayo, pues no pasamos de 12°C y llueve y llueve. Va a volver desesperada, pues siempre que ha ido a esa isla del Mar del Norte ha vuelto así, helada y echando pestes de que a todos les parezca tan divertido ir a pasar frío. A la otra me la han mandado hoy por Hamburgo, a una excursión en grupos en el metro, donde la tarea era ir en metro en sí e ir respondiendo preguntas y realizando actividades. Se trata de preparar a los críos de cuarto de primaria para el cambio al instituto, pues en muchos casos irán ya en transporte público solos, con 10 años. En el papel que nos dieron hace unos días ponía que no llegarían antes de las dos al colegio o incluso a las tres. A mí me pareció algo raro tanto tiempo, pero yo acato lo que me dicen, que ya llevo muchos años así. Pues a las doce y diez me ha llamado mi hija toda indignada, para decirme que ya estaban en clase, y que aguantarían hasta la una, pero que luego la recogiese. Lo curioso es que cuando me ha narrado todo al teléfono, muy cabreada, lo ha hecho en español, y muy bien dicho todo. He colgado el teléfono toda contenta de que el español sea su lengua para los rebotes, pues me ha relatado con todo detalle que qué mal pensado estaba todo, y que si se pensaban de verdad que iban a tardar tanto. Así que yo contenta por lo bien que desportrica en español, pero sobre todo porque ha vuelto sana y salva a casa, pues miedo me daba a mí que se perdiesen por el metro de Hamburgo. Y la otra volverá luego, jurando en arameo, es decir, en español también.

Hace un par de días leí que ya habían caído en mi barrio 121 litros por metro cuadrado y que es el mes de mayo más frío y húmedo registrado hasta ahora, por lo que confirmé mis sospechas de nuevo. Ese mismo día leí también que nos recomiendan gastar más agua. Que con todo lo que llueve en Hamburgo, que no es ecológico ahorrar, dicen. Y ya ví hace tiempo en la tele un reportaje en el que decían lo mismo. Que el nivel del agua está de esta manera siempre demasiado alto, lo cual no es ecológico aparte de que más consumo de agua, dicen, que bajaría el precio medio del servicio. Pero a ver quién es el guapo que comienza a gastar más. De momento seguro que subiría la factura un montón, y yo no voy a ser la que cambie de hábitos. Más bien me pregunto que por qué no bajan el precio del agua a priori y así todo el mundo se anima más a consumir más agua por el mismo dinero. Es que no entiendo nada.

Justo ahora me entra un sms de mi hija, que viene ya en el tren de camino. Que por favor le tenga comida preparada, que viene con hambre. Yo me voy a trabajar, pero ya supuse que volvería así, y ya le había dejado comida en la nevera... Pero releo y veo que me lo ha escrito en alemán. Voy a tener que establecer más normas. En esta casa la comida se pide en español. Ya que con el tiempo no puedo ni con el sistema escolar tampoco, a la cocinera se le habla en su idioma.

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