viernes, 15 de julio de 2011

¡Pero cómo lo van a entender!

En la discusión de estos días sobre si Alemania aprieta contra las cuerdas a España y al resto de los países del sur de Europa, la crítica del gobierno español es que Alemania no entiende la situación de aquí. ¿Pero cómo lo van a entender? Ustedes piensen que ahora mismo, en pleno mes de julio, en Alemania llueve y tienen 17° C. Por supuesto que la gente viaja, disfruta y se divierte, pero las vacaciones y el verano son muy relativos, y es como lo de la montaña y Mahoma: hay que salir a buscar el verano, y el resto del tiempo ves llover desde tu plácido hogar, y tu terraza o jardín los ves más desde dentro que desde fuera. ¡Cómo no se van a mosquear por el solecito, y el cachondeíto que tenemos aquí en verano! A veces pienso que es envidia cochina, pues conozco a gente que en Alemania no da un palo al agua, que durante años se ampararon en bajas injustificadas para no estar casi nunca en el trabajo. A los alemanes les gusta sentirse exprimidos por el sistema, aunque en muchos casos no lo sea, y resulta casi un deshonor admitir que en el trabajo no tienen nada que hacer. Todo el mundo parece estar agobiado siempre, desbordado de trabajo. Y el placer, se reserva para las vacaciones, cuando ellos deciden ir al cachondeíto.

En España, sin embargo, es muy fácil, por mucha crisis o problemas que tengas, disfrutar del verano. Lo tienes delante a todas hora: la piscina, el tinto de verano, todo el mundo vociferando en la calle hasta las tantas, el sol que te llena de vitamina D, y las pieles al sol. Yo he visto en España a gente trabajando en obras en la carretera a pleno sol un viernes por la tarde. En Alemania hay kilómetros de obras en carreteras donde no ves nunca a nadie trabajando. Son expertos en poner señales y cortar por obras, y dejarlo todo así durante meses. Jamás habrá nadie trabajando a las 4 de la tarde en una obra, y menos un viernes. Así que como en todo, hay que cuidarse mucho con los clichés.

Y sin embargo están ahí. A los alemanes, que pagan la mitad de la deuda de Grecia, según recuerda el periódico una y otra vez, y que repite lo que quieren oír los que ven llover todo el verano y no pueden tomarse un tinto de verano a la luz de la luna, les dan igual los recortes en España, porque ellos los han realizado hace tiempo, no admiten haberse beneficiado de los créditos pagados por otros, porque siguen siendo el motor de Europa. Yo lo vi claro antes de ayer, cuando en el telediario hablaban de un estudio sobre las ligas de fútbol europeas: solamente la Bundesliga no está endeudada e incluso obtiene beneficios. Las otras gastan lo que no tienen, porque lo que prima es el espectáculo, las estrellas. La Bundesliga la ha ganado este año y de manera soberbia el Borussia Dortmund, un equipo que actualmente no cuenta con ninguna estrella millonaria, formado por jugadores jovenes que han demostrado ser un equipo de verdad. Y en España la gente se muere por lo que dice Mou, por Ronaldo, etc.

Para colmo, el alcalde de Madrid ha anunciado esta semana que presentará otra vez la candidatura de la capital a los juegos olímpicos. Me parece vergonzoso que tras haber perdido dos veces, vuelvan a intentarlo, y más como está el patio, como se dice hoy día. Ésas son las imágenes que se ven en Europa, que una España endeuda siga pagando millones por futbolistas o presentando una tercera vez una candidatura olímpica. Lo de la sangría y el tinto de verano es lo de menos.

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