jueves, 5 de julio de 2012

Tarragona existe

Nunca había estado de vacaciones en la provincia de Tarragona, en la Costa Dorada, y la verdad es que estoy encantada. Al comentar que venía para acá, muchos me decían que no habían estado nunca. Creo que la provincia de Tarragona no es de los destinos que antes se le ocurren a uno a la hora de elegir playa. Para los de Madrid nos quedan más cerca las playas de Levante, y éstas entran ya en el ámbito de viaje "largo". El caso es que no es para tanto, y una vez superada la pereza mental que me dan los viajes de coche más largos de cuatro horas, aquí nos plantamos el sábado pasado.

De paso quedaron a lo lejos Benicassim, Oropesa, y otros lugares con sus torres de apartamentos, que a mí me espantan bastante. Por eso, al llegar a L'Ametlla de Mar, me alegré de que este sitio sea tan desconocido (yo no había oído el nombre jamás) que por eso las masas se van a otra parte. Lo que le falta a la zona son playas gigantes y de ahí su encanto. Son calas y playas pequeñas, muy cuidadas, entre barrancos y pinos, pero con duchas, buena accesibilidad, aparcamientos. Vale, supongo que en agosto esto estará más lleno, pero tampoco tienen la infraestructura de interminables bloques de apartamentos, así que no será para tanto. Hay mucha gente del lugar, pues lo que más se oye es el catalán, y de los idiomas guiris se lleva la palma el francés. También hay belgas, holandeses, y algún que otro alemán, diría que los que menos.

La gente es muy amable. Me encanta oír catalán. Me hubiese gustado ser bilingüe desde que nací, pues que te regalen dos idiomas al nacer, en vez de uno, es todo un regalo para toda tu vida. Las cuatro veces que he estado en Cataluña me he encontrado la mar de a gusto. Pueden estar orgullosos de lo que tienen los catalanes, pienso. En estas vacaciones me están entrando ganas de aprender catalán, que sumaré a la lista de los múltiples idiomas que me gustaría aprender(les ahorro mi lista) . Tengo un gran amigo, mi compañero de pupitre en el instituto, que se sacó el título de catalán de la Escuela Oficial de Idiomas, y al que le dedico el post de hoy. Me gustaría saber cuántos castellanohablantes realizan esa proeza, puesa todos nos parece mucho más atrayente aprender inglés o alemán. Pero pienso que es un gesto sin igual de acercamiento y quizá se podría ofrecer como optativa en los colegios clases de las otras lenguas de nuestro país. Hoy más que nunca nos estamos dando cuenta de cómo el euro, que parecía hacernos europeos a todos, al venirse abajo está logrando un mayor distanciamiento entre los países europeos. Siento pavor cuando oigo hablar con odio hacia los alemanes, como si ellos fuesen los culpables de la situación actual española. De la misma manera se me ponen los pelos como escarpias cuando los alemanes se creen que ellos son los únicos que trabajan en toda Europa y el resto estuviese todo el día durmiendo la siesta o tomando tapas. 

Más que nunca debemos tener la mente abierta a todo lo desconocido, y no creernos que todos han de hablar nuestra lengua o sentir como nosotros. Mi hija me dijo al volver de la playa que había aprendido la palabra "culo" en catalán, culet, me dijo. Todo saber es importante. Así que me despido con un bona tarda para todos. En  L'Ametlla de Mar amenaza tormenta. Esta mañana caían gotitas pero eso no amedrenta a una española-hamburguesa, pues ya pilláramos este "mal tiempo" en Alemania en verano. Aún así pudimos ir a la playa, y el mar, que estaba embravecido al llegar, se fue calmando, según salió el sol y dio paso a un día normal de playa. Cómo me gusta el "mal" tiempo aquí. Pero ya me voy por otros derroteros, así que lo dicho, bona tarda d'estiu.

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